sábado, 10 de marzo de 2007

- Psicopatía criminal y asesinos en serie a debate en Valencia

Congresos

Más de 500 estudiantes y profesionales de la psicología, psiquiatría, policía, investigación, abogacía y criminología nos reunimos en Valencia para analizar, desde una perspectiva científica y policial, el problema de los “Psicópatas y Asesinos en Serie”. Los mejores especialistas en del mundo se dieron cita en este congreso para debatir el misterio que supone, tanto para psiquiatras como para policías, el fenómeno de los Serial Killers. Personalidades como el citado anteriormente Coronel Robert Ressler, el psiquíatra Robert Hare (autor del sistema de clasificación de psicópatas más usado del mundo), o psicóloga forense Candice Skrapec (que en estos momentos dirige algunas tesis sobre asesinatos en serie y creencias religiosas), analizaron en profundidad el mayor enigma de la psicología criminal.

Durante su conferencia Steven A.Egger, primer autor de una tesis doctoral sobre Serial Killers y profesor de Justicia Criminal en la Universidad de Illinois definió los asesinatos en serie como: “La obra de uno o mas individuos que comenten un segundo y posterior asesinato, sin que haya relación anterior entre victima y agresor. Los asesinatos posteriores ocurren en diferentes momentos y no tienen relación aparente con el asesinato inicial, y suelen ser cometidos en una localización geográfica distinta. Además, el motivo del crimen no es el lucro, sino el deseo de ejercer control o dominación sobre sus victimas”.

Sin duda se trata del criminal más temido por las policías de todo el mundo, ya que resulta especialmente difícil investigar este tipo de crímenes en los que no existen relación entre las victimas, ni entre el agresor y ellas. Además, la especial crueldad con que los asesinos comenten estos crímenes aterra y desconcierta a los investigadores. Es como una furia salvaje desatada de pronto, que arrasa todo lo que encuentra a su paso. Es como la expresión del “Mal” en estado puro ya que ¿existe algo más maligno que la violación, mutilación y asesinato de docenas de seres humanos sin causa aparente?.

Según las escalofriantes estadísticas ofrecidas en ese congreso, en el que pudimos intercambiar información y opiniones con expertos de todo el mundo, la mayor parte de los psicópatas que terminan de cumplir su condena y salen de prisión, vuelven a matar. Durante una de las sesiones alguien los definió como “adictos al crimen”. Y no se trata del mero acto de robar la vida a otros seres humanos, sino de la brutalidad y crueldad con que esos crímenes son cometidos. Ted Bundy, Arthur Shawcross, John Wayne Gacy, Ed Kemper… todos ellos se han convertido en personajes populares en los Estados Unidos por haber asesinado a docenas de personas sin un móvil aparente. Mitificados como astros de cine, o ídolos de rock por una sociedad que muestra su propio delirio con esa mitificación, sus fotos adornan las carpetas y camisetas de miles de adolescentes americanos; reciben centenares de cartas de admiradores e incluso, muchos de ellos –como el mismísimo Ramírez- han llegado a casarse en prisión con alguna de sus fans. ¿Cómo es posible que los peores monstruos de la humanidad despierten esa fascinación? Tal vez por la misma razón por la que el Conde Drácula seduce con su hipnótico hechizo a miles de lectores y televidentes, quienes caen seducidos a los pies de un asesino que, no por romántico maldito, deja de ser despiadado.

Durante el congreso de Valencia pudimos escuchar las opiniones de psiquiatra y psicólogos sobradamente autorizados en este tema, como el Dr. James Santiago Grisolía, director de la Sección de Neurología del Scripps-Mercy Hospital y Profesor de Neurociencias en la Universidad de California.

El Dr. Santiago Grisolía introdujo algunas de las investigaciones realizadas en EEUU, en torno a las lesiones cerebrales producidas en la infancia, que terminarán desarrollando la psicopatía en el individuo una vez adulto. Factores como la malnutrición, los partos complicados, o cualquier otra alteración en el desarrollo del sujeto durante su infancia, puede alentar la tendencia violenta del joven, que presentará, probablemente, un historial delictivo amplio en su adolescencia. Grisolía además aludió a los exámenes neurológicos de psicópatas, que han detectado, por ejemplo “defectos en la amígdala o en las conexiones que ésta establece con el córtex. Recientemente se ha podido demostrar la existencia de anomalías en la reacción que el psicópata tiene al escuchar palabras con contenido emocional, utilizando neuroimágenes, del flujo de sangre cortical”.

Tomo el relevo a Santiago Grisolía una de las mayores autoridades mundiales en psicopatías, y una de las “estrellas” asistentes al congreso: el Dr. Robert Hare, profesor de Psicología Forense, Psicofisiología y Cerebro, y Comportamiento en la Universidad de British Columbia, Vancouver. Y sobre todo, autor del sistema de evaluación de las psicopatías, que ha revolucionado la psiquiatría criminal.

Hare redundó sobre las precoces manifestaciones antisociales en la infancia de los psicópatas, detallando además las novedosas técnicas desarrolladas en su laboratorio, para el diagnóstico y evaluación de la psicopatía. Sin embargo Hare matizó que, aunque la mayoría de los asesinos múltiples son psicópatas, no todos los psicópatas llegan a cometer homicidios, aunque puedan manifestar las mismas características de manipulación, agresividad y falta de respeto a los semejantes que los Serial Killers: “Algunos son trabajadores informales y poco fiables, empresarios depredadores sin escrúpulos, políticos corruptos o profesionales sin ética que usan su prestigio y poder para victimizar a sus clientes, pacientes o sociedad en general”.

Tras detallar el sistema de evaluación de psicopatías diseñado por Hare, y utilizado ya con éxito en diferentes países del mundo, el Dr. Robert Hare enumeró diferentes estudios realizados con un universo de delincuentes convictos que apuntaban datos de gran interés, como que un 25-30% de los maridos que maltratan a sus esposas encajan en el perfil del psicópata. O el análisis realizado por el FBI en 1992, del que se deducía que más del 40% de policías que habían fallecido en acto de servicio en EEUU, lo habían hecho a manos de individuos que encajaban en el mismo perfil de psicópatas.

Adrian Raine, profesor de Psicología en la Universidad Southern de Californa, aunó en los aspectos cerebrales de la psicopatía, enumerando, por ejemplo, las diferencias que se han detectado al comparar los lóbulos temporales de los delincuentes sexuales y de los sujetos no delincuentes, subrayando además las deficiencias, por no decir la imposibilidad, que presentan los psicópatas para comprender las emociones. Lo que los hace insensibles para con sus víctimas. Este aspecto, el de las emociones, fue desarrollado a fondo por Christopher J. Patrick, profesor de psicología en la Universidad de Minnesota, y me gustaría reclamar la atención del lector sobre este punto.

Tras una erudita introducción de José Sanmartín, Catedrático de Lógica en Valencia y Presidente de la organización del congreso, se inició la tercera sesión, dedicada íntegramente a los Asesinos en Serie. Debo resaltar que tras la presentación de José Sanmartín se proyectó una entrevista en video mantenida con el psicópata convicto por triple asesinato, Joaquín V. D. Después, inició el turno de ponencias el Profesor de Justicia Criminal en la Universidad de Illinois Steven A. Egger.

Egger demostró su amplia experiencia en este tema, enumerando diferentes estudios estadísticos realizados en EEUU en torno a los Serial Killers. Aportó además interesantes conceptos, como el de los “less-dead” (“menos muertos”) haciendo alusión a las víctimas favoritas de los Asesinos en Serie; mendigos, prostitutas, y otro tipo de individuos marginales, que tienden a ser infravalorados por la sociedad. Volveré sobre este concepto más adelante, en relación a los asesinos en serie españoles. Egger enumeró numerosos ejemplos, recordando algunos de los casos más famosos de Serial Killers norteamericanos, como Albert DeSalvo, Richard Ramírez, Henry Lee Lucas, Ted Bundy, etc. Además diferenció el perfil y modus operandi de las Asesinas en Serie y los Asesinos en Serie, y dedicó una especial atención a la victimología de este fenómeno.

Mas tarde Candice Skrapec, profesora del Departamento de Criminología de la Universidad Estatal de California, profundizó en los móviles del Asesino en Serie. Skrapec ha tenido la oportunidad de pasar muchos horas conversando con famosos Serial Killers norteamericanos, lo que le ha permitido apuntar interesantes reflexiones sobre las motivaciones que mueven a estos homicidas reincidentes, subrayando el fondo sexual y de control que subyace en los crímenes de los Asesinos en Serie.

Todos estos apuntes, aunque superficiales, sobre la situación actual, a 1999, de la comprensión psiquiátrica y policial sobre los asesinos en serie, ayudará al lector a comprender, posteriormente, mis deducciones y conclusiones sobre alguno de los grandes hitos de la psicopatía criminal en España, como el caso del hombre-lobo de Allariz, y otros antropófagos y vampiros españoles. Pero antes sería prudente escuchar a la opinión más autorizada del mundo en esta materia.

Ya que, si una conferencia era esperada con ansia y expectación en Valencia, fue la del Coronel Robert K. Ressler, sin duda el ponente más esperado del congreso. Ressler, como apunté en el primer capítulo de este libro, fue el fundador y director del Programa de Detención de Criminales Violentos (VICAP) del FBI, y autor de libros “clásicos” en la bibliografía especializada en Serial Killers, como “El que lucha con monstruos” mencionado anteriormente.

Ressler dedicó su conferencia a las técnicas de investigación de un asesinato en serie, a través del perfil psicológico del criminal, y el análisis de las escenas del crimen. Ressler ilustró su conferencia con numerosos gráficos y diapositivas relativas a sus investigaciones en el FBI, y algún video de sus famosas entrevistas con Serial Killers, incluidas en el Programa VICAP. Uno de los casos expuestos por Ressler durante su conferencia, sobre el que posteriormente el Coronel me facilitaría más datos durante nuestra reunión, y al que dedica el primer capitulo de su libro “Whoever fights monsters”, es el protagonizado por Richard Chase, alias “El Vampiro de Sacramento”.
Joel Norris por su parte, psicólogo norteamericano especializado en los asesinos en serie, y autor de "Serial Killers: a growing thears" afirmó que una de las características de este tipo de criminal el al compulsión al hablar sobre los crímenes perpetrados: "Es como si en el fondo deseasen ser detenidos para así poder hablar de los problemas que les afligen". Según el psicólogo americano, los psicópatas de esta especie responden a un retrato común. La mayoría ha sufrido abusos sexuales durante la infancia. Les excita el proceso de encontrar la presa, conquistarla y capturarla. Un tercio de ellos tiene la costumbre de quedarse con parte de ellos a través del canibalismo, el vampirismo o la necrofilia. El diez por ciento suelen ser homosexuales y atacan a la gente del mismo sexo. Y todos suelen ser hiper-religiosos. "Se adhieren a alguna idea, ya sea cristianismo, satanismo o racismo, que funciona como un justificante a la hora de cometer los asesinatos. Ellos creen que están haciendo un favor a la víctima o purificando a la sociedad".

Jonathan Pincus, jefe del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown, afirmó que la opinión de los especialistas es la que hay tres factores que actúan interrelacionados para causar esta clase de aberrantes comportamientos violentos como es el canibalismo en los asesinos múltiples: "Y son la experiencia de haber sufrido malos tratos en la infancia, la paranoia y las lesiones cerebrales; en particular, el daño en el lóbulo frontal, que hace al individuo más sensible a los impulsos y menos sensibles a las normas sociales. Una persona con síndrome de lóbulo frontal podría orinar en el suelo de la sala de estar y, cuando le preguntáramos porque lo ha hecho, nos respondería sencillamente que porque le apetecía". El instinto impera sobre la norma social.

Manuel Carballal
Vicepresidente 2º CIAC

Publicado originalmente en Revista Policía nº 143

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen ainformacion de los casos de psicopatas.
por que el que mata.
asesinos en serie desde un perspectiva mas.

Anónimo dijo...

Buenas noches. Maravilloso todo lo que se dice. Me gustaria saber algo sobre los psicopatas de lo social, creo que así son conocidos. Me gustaria saber sus rasgos, sus caracteristicas y si son verdaderamente un peligro.

julio dijo...

La verdad que es una información importante la que tratas aqui.Los asesinos en serie y sin razón coincido son los casos que se deben tener en cuenta a la hora de plantear duras condenas o de por vida.

Anónimo dijo...

Los crimenes en la familia se cometen en estado de alusinacion mental por el consumo de drogas, alcohol, o dinero. En Sorbas , Andalucia, Marina Gijsels mato a hachasos a su madre. En Amatlan, Meico, Fernando Sandoval Losano mato igual a su madre, y en Licaten de Chile, Danilo Soto izo lo mismo con su progenitora. En Peru son conocidos los asesinatos de Eva Bracamonte Fefer, Elizabeth Espino Vásquez, Giuliana Llamoja Hilares y Maria Teresa Cruzado Vera. Lo que hoy pasa en el mundo nunca se a visto… Estos echos hacen preguntarnos si vale la pena procrear hijos que van a ser nuestros verdugos.