Durante la trata de
esclavos, los inmigrantes africanos traficados a Europa o América solo podían
llevarse sus creencias. Hoy, también se llevan a sus demonios. Exorcistas
católicos y médicos occidentales comienzan a tratar los primeros casos de
posesión diabólica entre musulmanes en Occidente. Pero en los países musulmanes
la posesión diabólica cobra tanta actualidad como en los países cristianos.
La poseída, una joven
vestida enteramente de blanco, se revuelca en el suelo. Se expresa con una voz
gutural. Ruge, aulla, gime… Como como un animal. Mientras, el exorcista repite
una y otra vez las letanías y oraciones extraídas de las Sagradas Escrituras.
Ante algunas de ellas, la poseída reacciona violentamente.
Varios familiares de la
poseída y asistentes del exorcista sujetan a la joven, de apariencia frágil y
menuda, para evitar que se dañe o dañe al exorcista. Mientras, uno de ellos
graba con su teléfono móvil el ritual. El vídeo tiene 5 millones de
reproducciones en Youtube.
Podría parecer una
escena tomada de la película “El exorcista”. O uno de los exorcismos que se
practican casi a diario en carpas protestantes, parroquias católicas o iglesias
evangélicas… Pero la diferencia es que ni el exorcista, ni la poseída, ni el
demonio, ni ninguno de los presentes que aparecen en este documento
videográfico, grabado en 2006 en Brunei, es cristiano. Es un exorcismo
musulmán…
Exorcistas contra jinnas
El pasado abril de 2018
la última edición del curso “Exorcismos y oraciones de liberación”de la Iglesia
Católica, impartido en Roma. Casi 300 congresistas, llegados desde puntos tan
distantes como India, Corea, Nigeria EEUU o Filipinas, asistieron a las
sesiones impartidas en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum,
“Auditorio Juan Pablo II”, en la histórica via degli Aldobrandeschi de Roma.
Según la presentación del evento, que acaparó la atención mediática internacional: “Este curso está diseñado como una ayuda para profundizar en la realidad del Ministerio del exorcismo con sus implicaciones teóricas y prácticas. Pretende ser un apoyo para los obispos, en la preparación de los sacerdotes asignados a este Ministerio, así como laicos profesionales que les asisten. En colaboración con el grupo de investigación socio-religiosa e información (GRIS), el curso cubrirá una amplia gama de temas: los antropológicos, fenomenológicos, sociales, teológicos, litúrgicos, canónicos, pastoral, espirituales, médicos, neurocientíficos, farmacológicos, simbólicos, criminológicos, legales y jurídicos. Habrá testimonios de exorcistas con tiempo para Q&R.”.
Sin embargo, no era un
evento para curiosos. Los sacerdotes católicos interesados en profundizar en el
Ministerio del exorcismo, solo debían presentar su acreditación celebret. Pero
los laicos debían presentar una “Carta de declaración de las
intenciones por las que quiere hacer el curso” y una “Carta de autorización de
su obispo”.
Como en las ediciones anteriores, la
reunión internacional de exorcistas católicos acaparó un gran interés
mediático. Pero este año ocurrió algo diferente. Una novedad que también protagonizó
titulares internacionales: creyentes hindúes y musulmanes acuden a exorcistas
católicos para expulsar al demonio…
Este interesantísimo fenómeno,
producto de la globalización de la fe, y del que los investigadores llevamos
décadas alertando, fue analizado por primera vez en el curso de exorcistas
católicos.
La
globalización espiritual
“El catolicismo pierde creyentes en
Europa y América. El auge de las sectas, las conversiones al Islam, o el
aumento de las iglesias protestantes hace que el catolicismo viva su momento de
menor desarrollo en Occidente. África y Asia son en estos momentos el futuro
de la Iglesia y sus desafíos pastorales empiezan a ser relevantes para el
conjunto de la Iglesia. Y
la lucha contra Satanás es uno de ellos”. Esta fue una de las conclusiones de
los congresistas, forzados a poner el foco evangélico en Africa o Asía, donde
continúan las conversiones al catolicismo, pero empapadas por las creencias y
supersticiones locales. Y la posesión diabólica es una de las más extendidas en
todas las religiones.
En el curso de
exorcistas fue un sacerdote indio quien señaló el fenómeno que empieza a darse
en todo el mundo: “Muchos musulmanes vienen a nosotros. Incluso los que tienen
una alta formación”.
En ediciones anteriores de este curso ya se había advertido sobre “que la brujería estaba destruyendo a la Iglesia en África, en parte porque había muchos sacerdotes escépticos y formados en Occidente que no estaban respondiendo de manera adecuada”.
“Es importante que la Iglesia comprenda los temores de la gente. La brujería es una realidad, no es superstición”, alertaba en la última edición Michael Katola, profesor de Teología Pastoral, que agregaba que las respuestas pastorales inadecuadas estaban provocando que muchos fieles abandonasen la Iglesia.
Desde
el punto de vista de la teología católica el Diablo puede poseer a cualquier
humano, independientemente de su raza, credo o nacionalidad. Y por tanto el
exorcismo puede aplicarse a cualquier poseído, sea católico o no.
Sin
embargo, más allá de las interpretaciones teológicas y doctrinales, el fenómeno
de la posesión diabólica tiene una dimensión mucho más pragmática, real y
social: la de los médicos occidentales que empiezan a encontrarse con casos de
posesión diabólica entre inmigrantes animistas o musulmanes, por ejemplo en
España.
Noviembre
de 2016. Gracias a la invitación de Juan José Sánchez-Oro, quien esto escribe
tuvo la oportunidad de asistir a una reunión en la Universidad Complutense de
Madrid. Un grupo de estudiantes de religiones comparadas organizaban una serie
de mesas de trabajo en las que investigadores invitados compartían con los
estudiantes universitarios sus descubrimientos. Éramos poco más de una docena
en la sala. Y en esta ocasión le tocaba turno a una conferencia realmente
insólita.
Alejandra
M. G. médico rural destinada en el servicio de urgencias en un pueblo de Sotillo
de la Grada (Avila), en el que hay una comunidad musulmana importante, inició
su charla con una declaración inaudita: “Yo no decidí estudiar
antropología… Estudié antropología por necesidad… La antropología fue la
herramienta, la llave, que me permitió entender casos que yo no entendía”.
Como médico, Alejandra
había tratado a numerosos inmigrantes magrebíes, la mayoría de religión
musulmana, muchos de los cuales llegaron a España en patera, sin dinero, sin
recursos, sin más propiedades que sus creencias religiosas y sus esperanzas de
encontrar en Europa un futuro que al que no podían aspirar en África.
Y entre esas creencias
destacan los jinns. Los genios de los que habla el Corán.
El igual que la Biblia
describe a los números, potestades, dominaciones, querubines, virtudes, y demás
seres no humanos, como los ángeles y los demonios, a medio camino entre Dios y
los humanos; el Corán describe a los jinns. Seres creados a partir del fuego
que pueblan las supersiciones musulmanas,
y que según la tradición islámica pueden llegar a poseer a los humanos.
Según nos relató
Alejandra, el caso que la hizo descubrir la componente mágica en la enfermedad
de sus pacientes musulmanes, y al que se refiere como Paciente 0, es un joven
de unos 15 o 16 años que llega al servicio de urgencias de su centro médico
inconsciente…
“El padre me trae al
niño –explica la médico-, inconsciente. Me lo deja en la camilla y le tomamos
el pulso, la temperatura, los signos vitales, y el chico seguía inconsciente… Como
no era capaz de recuperarlo, llamamos a la ambulancia para trasladarlo al
hospital Sonsoles en Avila”.
Según Alejandra el niño
no presentaba signos externos ni internos que pudiesen determinar su patología:
“Pero habia cosas que yo no terminaba de entender. El paciente estaba relajado,
las pupilas normocoloreadas, buena tensión, un electro normal… no habia signos
de epilepsia… Era un paciente normal, pero que estaba inconsciente. Y cuando
llega la UCI Movil para trasladarlo, la médico que venía lo reconoce y dice:
hombre, si es Mohamed… Tranquila, es un síndrome conversivo”.
El síndrome conversivo
o trastorno de conversión. Es una afección
mental en la cual una persona presenta ceguera, parálisis u otros síntomas del
sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden explicar por medio de una
valoración médica.
“Algo que me llamó la
atención –continúa relatando Alejandra- es que la madre, todo el tiempo,
colocaba en la mano del chico, que estaba en estado hipotónico, un manojo de
llaves. Esas llaves fueron las que me hicieron buscar el modelo antropológico
de la enfermedad…”.
Ese caso, y otros
similares que le sucedieron, fueron la razón por la que la médico decidió
estudiar antropología, para buscar en el pensamiento mágico, y en la creencia
en los jinns, una forma para ayudar a sus pacientes.
“Los jinns causan
enfermedades y dolencias en todos los pacientes musulmanes, y esto es lo mas
importante para mi. De hecho mi tesis doctoral va por ahí. Esa creencia es la
que produce el síndrome conversivo. El paciente que se cree poseído por un jinn,
te dice que no puede hablar; tú lo oscultas, ves que tiene la laringe normal,
pero él no puede hablar”.
A partir del Paciente 0
Alejandra comenzó a estudiar el mundo de los jinns. Consultó a imames, visitó
mezquitas, estudió el Corán… “Cuando el paciente tiene sangre, la familia se
aparta, incluso prefiere esperar fuera del centro de salud porque el jin come
sangre”.
Para combatir la
posesión de los jinns, los musulmanes acuden a sus exorcistas. Y a la Ruqyah, la medicina profética o tibb al nabawi. Un compendio de
oraciones, fórmulas y ritos, que no difieren mucho del Ritual Romano católico
para los exorcismos, pero en su versión islámica.
“Muchos pacientes
llegaban a mi con un olor penetrante, era porque se hacían fricciones con habba sauda, un aceite que, según la
medicina profética, ayuda a espantar a los jinns”.
Demonios
contra Jinns
La creencia en los
Jinns forma parte del entramado social musulmán, implantado ya en occidente a
través de la inmigración, con la misma intensidad que la comida halal o la
celebración del Ramadán.
En febrero de este año,
el video de un exorcismo musulmán realizado en la mezquita de Sheffield, en Yorkshire
(Londres), dio la vuelta al mundo.
En 1991 el arzobispado
católico de New York permitió que las cámaras de la cadena ABC grabasen por
primea vez un exorcismo católico. El ritual tenía como protagonista a una joven
de 16 años, Gina, supuestamente poseída por varios demonios. La intención del
arzobispado era “mostrar transparencia en una de las prácticas más antiguas del
cristianismo”, y evitar así las especulaciones.
El pasado febrero de
2018, siguiendo el ejemplo del catolicismo, el Imam Ayoub Tayeb, líder
espiritual de la mezquita de Mahoma, en Sheffield (Londres) autorizó la
grabación de un exorcismo musulmán a una joven de 29 años, feligresa de dicha
mezquita.
Exactamente igual que
en el video del exorcismo católico, el comportamiento de la “posesa” musulmana
presenta un comportamiento errático y confuso, que se va haciendo cada vez más
y más violento a medida que el exorcista recita las sagradas escrituras. Hasta
el punto de tomar en volandas una mesa cercana y amenazar al exorcista con
ella…
Que el imam Tayeb haya
realizado unos 3000 exorcismos similares en los últimos tres años, refleja
hasta que punto la posesión diabólica es una creencia presente entre la
comunidad musulmana. No solo en sus países de origen, sino en los países de
destino de los inmigrantes de religión islámica.
Pero las imágenes
tomadas en la mezquita de Sheffield el pasado febrero no son las únicas
grabaciones de exorcismos musulmanes que existen. Ni mucho menos. Canales como
Youtube o Vimeo recogen docenas y docenas de grabaciones similares realizadas,
mayoritariamente, en países musulmanes no árabes, como Indonesia, Brunei,
Malasia, etc.
Djins
En la Epístola a los Colosenses
1:16, por ejemplo, leemos: “…porque en El
fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las
invisibles: los tronos, las dominaciones, los principados, las potestades; todo
fue creado por El y para El”.
El Corán
y la sunnah (la tradición recogida por los primeros compañeros de Mahoma), se
retoma esa tradición sobre la pluralidad de seres sobrenaturales que
interfieren en la vida de los humanos, y denominados jinns o djins: los genios.
Y aunue
Walt Disney y películas como “Aladín” han recogido una visión amable y benéfica
de los jinns, la tradición islámica no es tan optimista.
En la surah 72 del
Corán se describe con detalle a los jinns o genios, una figura omnipresente en
el folclore musulmán. Seres normalmente invisibles al ojo humano, pero que no
obstante nos vigilan desde las sombras: “El y sus huestes os ven, desde donde no les veis” (Sura 7:27). Sin
embargo, algunos animales pueden verlos: “Cuando
escucheis el canto de un gallo pedid a Allah sus bondades porque el gallo ha
visto un ángel, y cuando oigáis el rebuzno de un asno, buscad refugio en Allah,
porque ha visto un Shaitán”. (Bujari, volumen 6, pagina 350).
Shaitán (diablo), como los
jinnas, puede perjudicar o beneficiar a los humanos. De hecho, durante mis
viajes por diferentes países árabes, he tenido la oportunidad de conocer a
diferentes sanadores y curanderos que aseguran sanar con la ayuda de los
jinnas.
Además del texto coránico, los
hadices (o dichos del Profeta Mahoma recogidos por sus contemporáneos) incluyen
infinidad de referencias a los jinnas, ángeles y demonios de la tradición
islámica.
Ahmad Ibn Hanbal, por ejemplo, en su Musnad,
relata en nombre de Adbullah Ibn Mas´ud que el Mahoma invitó a aceptar al Islam
a jinns y les enseñó el Corán.
En el erudito estudio de Omar
Sulaiman Al Ashqar “El mundo de los genios y de los demonios, a la luz del
Corán y la Sunnah” (Internacional Islamic Publishing House, 2003), se analiza
meticulosamente la naturaleza, el origen y las manifestaciones de esas criaturas,
tan reales para el musulmán, como uno mismo. De hecho Al Ashqar comienza la
introducción de su obra con la siguiente reflexión: “ …para descubrir si existe una mínima posibilidad de vida en otros
planetas cercano, los cientificos invierten tiempo y recursos buscando una
respuesta a esta pregunta ¿Por qué entonces no deberíamos realizar estas
investigaciones sobre seres vivientes que sabemos coexisten aquí, con nosotros,
en nuestro planeta tierra?. Estos seres viven en nuestras casas y comen y beben
con nosotros. De hecho afectan de alguna manera, nuestros pensamientos y
sentimientos. Estas criaturas pueden
inducirnos a destruirnos a nosotros mismos, o a derramar la sangre de otros, o
a rendir culto a cualquier creación, para así caer bajo la ira y el enfado de
nuestro Señor”. (Pag. 20)
Según el Corán los genios, como
su aliado Shaitán (el diablo Iblis), fueron creados del fuego: “Y al genio lo creamos antes [que al hombre]
de fuego”. (Sura 15:27); “Y creó a
los genios de fuego puro” (Sura 55:15). En realidad existen varias figuras
en el Corán para referirse al Diablo. Iblis, por ejemplo, significa “privado de
toda bondad”, y así se refiere al Diablo Mahoma cuendo dice: “Y cuando dijimos a los Angeles: ¡Haced una
reverencia ante Adan! La hicieron excepto Iblis [quien hasta entonces se
encontraba adorando a Allah con los Angeles por su grado de piedad], se negó y
ensoberbeció, convirtiéndose en un incrédulo”. (Sura 2: 34).
A pesar de que el Corán afirma
que “…Iblis era uno de los genios, y
desobedeció la orden de su Señor”, (Sura 18:50), algunos comentaristas
coránicos debaten sobre si Iblis, en su origen, era un genio, un ángel u otra
cosa. Dijo Al Hasan Al Basri: “Iblis no
perteneció al mundo de los ángeles ni siquiera por un pestañear de ojos”
(Al Bidaiah ua Al Nihaia, volumen 1, pág. 79). Ibn Taimiah, por su parte dice: “Iblis pertenecía al mundo de los ángeles
con resperco a su apariencia, pero no con respecto a su origen y naturaleza”.
La lista de referencias y
estudios sobre los jinns en la literatura islámica es inabarcable. Y su
presencia en las tradiciones y supersiciones musulmanas, inmensa.
En la cultura popular existen
infinidad de costrumbres originadas en la creencia en los jinns que condicionan
la vida diaria del creyente: desde entrar en el cuarto de baño con el pie
izquierdo, hasta evitar el contacto con la sangre (alimento de los jinnas),
pronunciar una jaculatoria (la bismallah) antes de hacer el amor para auyentar
a los genios, etc.
La creencia en que los jinns
pueden poseer a los humanos, haciendo necesario el ritual del exorcismo, es tan
intensa entre los musulmanes, como entre los cristianos.
Pero, exactamente igual
que ocurre en el cristianismo, la creencia en las posesiones y los exorcismos
tiene su Cara B. Miserables estafadores que se aprovechan de dicha creencia
para abusar de los creyentes atormentados por la idea de estar poseídos.
Y, como ocurre con el
cristianismo, la lista de estafas, abusos sexuales y fraudes, cometidos por supuestos exorcistas
musulmanes, no tiene nada que envidiar a la que se produce en el ámbito
católico o protestante.
El pasado año 2017 el famoso exorcista católico Padre José Luís Portela,
era condenado a pena de cárcel por abusos sexuales a una de sus feligresas
durante un exorcismo. De la misma forma, el pasado mes de abril de 2018 el
influyente imam Komar Uddin, autor de infinidad de exorcismos en mezquitas
británicas desde 2006, era detenido por los abusos reincidentes a una joven de
19 años, que había acudido a la mezquita buscando la ayuda del imam para
expulsar a sus demonios. Tras publicarse en los medios británicos la noticia de
la detención del imam, han aparecido nuevas víctimas. Lo mismo que ocurrió con
el sacerdote Portela, que ahora se enfrenta a una excomunión del Vaticano.
Pero, exactamente igual que ocurre con el cristianismo, en el contexto
del Islam existen abundantes casos aún más dramáticos. Exorcismos que
terminaron con la muerte del supuesto poseído.
Así, casos tan famosos en la crónica negra española como el exorcismo
homicida de Rosi Gonzalvez en Almansa, el de Encarnación Guardia en Granada o
el de Alvaro Bustos, tienen sus equivalente en la crónica negra de los
exorcismos musulmanes.
En octubre de 2009 la joven Layla Hachichi, de 18 años, fallecía durante
el exorcismo realizado por un imam marroquí que pretendía sanarla de la
influencia de los jinnas.
En
agosto de 2004 Latifa Hachmi, de 23 años, fallecía en Bruselas (Bélgica) de una tortura muy
similar a la sufrida por Encarnación Guardia, esta vez a manos de dos
exorcistas musulmanes : el jeque Abdelkrim Aznagui, y su
"discípulo", Xavier Meert.
Pero
si hay un caso que nos ha tocado de cerca es la historia de Ikram Benhaddi,
inmigrante marroquí afincada en Zaragoza, condenada a 18 años de prisión –en
febrero del pasado año 2017-por haber asesinado a dos de sus hijos, Riham y
Marwa, de tres meses de edad, mientras intentaba expulsar a los jinnas que,
según su creencia, los poseían.
En
el fondo, independientemente el contexto religioso en que se manifiesten, estos
casos nos demuestran que somos mucho más parecidos de lo que creemos. Y nos
enfrentamos a los mismos demonios denominándolos con nombres diferentes.
Demonios que, las más de las veces, solo están en nuestra imaginación.
Anexo
El
sacerdote copto que lucha contra los demonios islámicos
Egipto es un país de contrastes. Protagonista
incuestionable de los primeros tiempos del cristianismo original, a pesar de su
mayoría musulmana la casuística de apariciones marianas, estigmatizados o
milagros cristianos es sorprendente. Por eso no debería sorprendernos que en
Muqattam, al sureste de El Cairo, cada jueves miles de personas acuden a la
Iglesia de San Simeón con la esperanza de que el padre Samaan pueda expulsar
sus demonios.
El padre Samaan es copto. Pertenece al grupo
etnoreligioso cristiano más numeroso tanto en Egipto como en Oriente Próximo.
Sin embargo solo un 10% de los habituales en sus misas de exorcismo, cada
jueves, comparten su fe cristiana. La inmensa mayoría son musulmanes que buscan
en el exorcismo cristiano una remedio a sus angustias, originadas en su
creencia en los jinnas, que no han encontrado en ningún imám musulmán. MC.
¿Lo sabías?: “Exorcismo Islámico”, dirigida por Faisal Saif y protagonizada por Kavita Radheshyam y Bangaladesh Nirab Hossain es la primera película que trata el tema. Estrenada en julio de 2017, recibió críticas entusiastas.