La polémica sentencia judicial que condena a una madre a 45 dias de prisión, y dicta una orden de alejamiento de su hijo, de diez años, durante un año, por haberle dado un bofetón, ha vuelto a suscitar la polémica sobre los castigos físicos a menores. Y en medio de esa polémica los próximos días 15 y 16 de diciembre Antena3-TV presenta la miniserie "El Castigo", de Daniel Calparoso, que intenta rescatar un caso sorprendente, que en 2006 escandalizó a la opinión pública española y suiza. Jóvenes conflictivos suizos eran trasladados a un correccional juvenil ilegal en España, donde "desaparecián", durante semanas, sometidos a un tratamiento disciplinario que incluía los castigos físicos, la disciplina más estricta, e incluso jaulas de jabalíes convertidas ahora en improvisadas "celdas de castigo".
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Aunque los "instructores" de aquel "Guantánamo juvenil" ahora están en libertad, y continuan viviendo en Sant Llorenc de la Muga, esperando inquietos el estreno de la tvmovie que va a intentar retratar su historia, lo cierto es que la mayoría la realidad de esta historia, como siempre, supera la ficción. Por eso he querido rescatar de EL ARCHIVO DEL CRIMEN algún titular de aquel escándalo que, en abril de 2006, conmocionó a la opinión pública, y una entrevista a Antonio Verguer (Mossos d`Escuadra), que coordinó la inves
tigación policial.
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CORRECCIONAL ILEGAL PARA JOVENES SUIZOS EN GERONA
LVD - 04/04/2006 18.05 horas Girona. La masía de Sant Llorenç de la Muga, que desde hace dos años se usaba como centro correccional para menores suizos conflictivos, no tiene permisos para esta actividad, ni sus tres ocupantes cuentan con formación ni título, según la delegada de la Generalitat en Girona, Pia Bosch. Los mossos detuvieron el pasado viernes a los tres ocupantes de la masía, Lorena Elizabeth B., de 30 años y de nacionalidad italiana, su pareja, Armin Markus, de 44 y de nacionalidad suiza, y el francés Raymond N., de 60, que, según la policía autonómica, reconocieron haber encerrado a los menores en jaulas para animales o haberles privado de la comida si se portaban mal, pero negaron haberles pegado.
Los detenidos, acusados de diversos delitos de detención ilegal y violencia física y psíquica a menores, pasaron a disposición del juzgado de guardia de Figueres el pasado fin de semana y el juez decretó su puesta en libertad con cargos. Según los Mossos d'Esquadra, los padres de estos cinco menores, de entre 14 y 17 años de edad y de nacionalidad suiza, pagaban unos 4.000 euros por estancias de un mes y medio en esta masía de Sant Llorenç de la Muga, situada en las afueras de la población.
El caso se destapó el pasado viernes, cuando el propietario de un restaurante cercano a la estación de Figueres vio a un chico de 14 años de nacionalidad suiza que estaba sólo por la zona y alertó a los mossos. El menor explicó dónde estaba viviendo, las circunstancias en que les tenían y aseguró que les encerraban en jaulas para jabalíes, en habitaciones de un metro cuadrado hasta 8 horas diarias, o que les daban de comer sólo leche y cereales durante días si se portaban mal. Los Mossos d'Esquadra, que se desplazaron hasta esta masía, pudieron corroborar la versión del chico, que además fue trasladado a un centro sanitario, donde el parte médico indicó que presentaba moratones y erosiones por el cuerpo.
Los agentes comprobaron que las habitaciones de la masía carecían de las condiciones higiénicas necesarias para ser habitadas y que, además, en el exterior del recinto había 16 caravanas verdes, cerradas con candados, que presentaban el mismo estado de insalubridad que la vivienda principal y que además tenían estufas de leña en su interior. Los encargados de la masía reconocieron ante la policía que si los jóvenes se peleaban entre ellos o no cumplían sus obligaciones de trabajo en la granja con las gallinas o las cabras, les encerraban en la jaula o en una estancia de la masía de un metro cuadrado. A pesar de que por el momento los Mossos desconocen cuántos menores pueden haber pasado por estas instalaciones, la investigación ha permitido saber que en este centro correccional ilegal había 5 menores de entre 14 y 17 años de nacionalidad suiza. Al parecer, cansados de los malos tratos que recibían, los jóvenes decidieron escaparse el pasado día 26 de marzo: tres de ellos lo hicieron, pero dos finalmente se quedaron en la masía.
No obstante, el menor de 14 años que encontraron los mossos puso en alerta de todo lo que sucedía, y en la masía Can Gener encontraron al quinto menor que vivía en la casa. La policía autonómica ha confirmado que los tres menores que se fugaron de la granja están en sus casas en Suiza, igual que el menor que encontraron el viernes, cuyos padres reconocieron que ya le habían ingresado en varios centros en Suiza y que éste había sido su último recurso. Según han podido saber los Mossos, estas instalaciones no se publicitaban, sino que funcionaban con el boca-oreja o simplemente con contactos que se hacían directamente en Suiza, y los menores que acudían a este lugar no acostumbraban a pasar largas estancias, sino periodos comprendidos entre uno y tres meses.
La delegada de la Generalitat en Girona, Pia Bosch, ha asegurado que estas instalaciones no tienen ningún tipo de relación con la red educativa especial catalana ni suiza, y que se trata de "una instalación, porque no se le puede llamar centro, ilegal y fraudulento". A pesar de que los tres encargados de estas instalaciones han quedado en libertad con cargos, la policía ha asegurado que seguirá investigando y que controlará la masía Can Gener para que no se vuelva a producir una situación de este tipo.
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ENTREVISTA a Antonio Verger, Jefe de los Mossos de Figueres: "Sólo un padre ha venido hasta Girona a buscar a su hijo"·
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Barcelona 5 Abril
- ¿ Cómo han ido las investigaciones?
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Muy rápidas, recibimos una llamada el jueves y, el viernes ya detuvimos a los tres responsables de la masía.
- ¿Qué sensación tuvieron al entrar en la masía?
- De sorpresa, estaba lleno de suciedad, chatarra, no reunía las condiciones para vivir, ni para los responsables de la casa ni para los chicos.
- ¿Los chicos vivían en el interior de la casa?
- No, en unas caravanas sin ruedas asentadas en unos ladrillos, aquello no era seguro. Además tenían una estufa de leña y era muy peligroso. En la masía se duchaban, comían y usaban los lavabos. Estaban construyendo otro edifico y todo estaba muy desordenado. Era caótico. Tenían hasta animales de granja.
- ¿ Qué es lo que declararon los dos chicos?
- Que estaban sometidos a violencia física y psíquica. Que los encerraban en jaulas de animales salvajes.
- ¿Hubo violencia física?
- Ese aspecto no queda acreditado. Los informes médicos decían que uno de los chicos sufría lesiones, pero hay otra versión que habla de una pelea entre los menores. Lo que sí que constatamos es que había castigos en forma de encierros y demás.
- ¿ Y qué cuentan los responsables de la masía?
- Admiten que castigaban a los chicos encerrándolos en pequeñas habitaciones, pero niegan que les pegaran. Dicen que usaban esos castigos como medidas extremas.
- ¿Y cómo contactaban los padres con esta casa?
- Creemos que de boca en boca. Uno de los detenidos es suizo y podría contactar directamente con los padres en su país y ellos se iban pasando la información.
- ¿Perfil de los jóvenes?
- Chicos problemáticos que han pasado por varios centros en su país. No hablamos delincuentes sino más bien de chicos con problemas de adaptación, violentos e hiperactivos.
- ¿Un internado ilegal desde hace dos años. No se enteran hasta ahora?
- No había denuncia, el Ayuntamiento tampoco tenía conocimiento. Funcionaba de casa particular y nosotros no podemos estar dentro de todas. Tampoco hace tanto tiempo que existe.
- ¿Y los padres?
- Hemos contactado con cuatro familias para saber como habían llegado sus hijos a Suiza. Sólo una madre vino a Figueres a buscar a su hijo. No lo sabía, estaba asustada, no parecía una familia desestructurada.
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Zurich subvencionaba el "Guantánamo juvenil" español
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El departamento de Asuntos Sociales del cantón de Zúrich se hizo responsable del envío de tres de los cinco muchachos rescatados por los Mossos d'Esquadra de un albergue ilegal en Girona, cuyos gastos de viaje y mantenimiento costeó con dinero público. Los tres chicos, de entre 14 y 17 años, procedían de Zúrich y han sido ya repatriados, según declaró a la emisora pública Radio DRS la directora del Servicio Social de este cantón, Rosann Waldvogel.
Los servicios sociales de Zúrich habrían contratado el citado albergue a través de 'una organización externa', según fuentes de la ciudad suiza. Waldvogel afirmó no querer pronunciarse sobre lo cierto de las acusaciones por hallarse a la espera de las investigaciones penales en curso.Aunque los medios suizos presentan el escándalo bajo el titular de 'adolescentes suizos maltratados en España', en la información se desprende una responsabilidad por parte del servicio público que seleccionó el centro y los envió, como del dueño y educadores del albergue, el también suizo Armin Markus Schlegel, de 44 años; su pareja, Lorena Elizabeth, de 30 y nacionalidad italiana, y un ayudante francés, Raymond N., de 60 años.
El educador suizo sostiene que nunca habría encerrado a nadie, más allá de un caso de un par de horas en un cuarto de baño, y que jamás ha pegado a nadie, declarando que las marcas que presentaba algún muchacho serían de peleas entre ellos. Schlegel asegura que no se trataba de un albergue ilegal, sino de una familia de acogida.Respecto a las jaulas para jabalíes halladas en la finca, Schlegel aseguró que las fabricaba él y que 'mientras trabajaba, metía al niño dentro, pero yo estaba a su lado y estaba abierto'. El responsable del reformatorio, que quedó en libertad con cargos, aseveró que 'las familias nos apoyan cien por cien', aunque no quiso responder a si tenían permisos para funcionar como centro de protección de menores.
En declaraciones a COM Rádio, el ciudadano suizo atribuyó la denuncia de los menores a 'un complot entre ellos'. El ayudante francés Raymond N. manifestó a Efe que el chico que se fugó era muy problemático y que 'fue él mismo quien un día, para reírse, se metió en una jaula para zorros y luego debe haber aprovechado este hecho para imaginar el resto'.El albergue fue descubierto el viernes pasado después de que el dueño de un restaurante de Figueres alertara a los Mossos d'Esquadra de que un menor merodeaba por la estación. El muchacho explicó que se había escapado de un centro porque le maltrataban, lo que desencadenó la investigación.