L. B. B. | valencia Un vidente con
consulta en el centro histórico de Valencia, José Antonio A. G. se enfrenta a
una pena de seis años de cárcel por estafar, supuestamente, 77.000 euros a un
«cliente» al que cobró esta cantidad para librarle de «ciertos males» y
salvaguardarlo de «malas influencias».
Según el relato de la Fiscalía, Jose
Antonio A. G. entabló amistad, en diciembre de 2012, con la víctima del fraude,
tras atenderlo «como cliente». Una relación de «confianza» que permitió al
acusado conseguir que el joven «le entregase distintas cantidades de dinero,
siempre en metálico, a cambio de liberarlo, a él y a las personas de su
entorno, de «ciertos males que les podían suceder».
Un contacto que fue el preludio de
once entregas de dinero, a lo largo de 2013 que oscilaron entre los 600 euros,
la más barata, y los 8.100 euros, la más cara. Unas entregas justificadas,
según la Fiscalía, en que «el acusado convenció a la víctima de que sus padres
lo estaban envenenando, al tratar de que cesara la relación de amistad» que
mantenían ambos.
Durante este tira y afloja
emocional, el cliente supuestamente estafado «abandonó la casa familiar, se
mudó a una habitación alquilada y firmó, convencido por el acusado, un préstamo
de dinero de 30.203,50 euros con una entidad bancaria, del que entregó 30.000
euros» al vidente para que «realizara un tratamiento urgente, necesario para
evitar la mala influencia que sus padres le ocasionaban».
El acusado, José Antonio A. G., negó
la mayor y que fuera, como lo califica el fiscal, «vidente, mago, médium o
adivino». «Yo no hago ningún tipo de magia. Yo lo único que hago es pedirle a
la Milagrosa para que les ayude en el trance que están pasando. Igual él lo
pudo interpretar así porque le rezo a la Milagrosa y le enciendo velas». Jose
Antonio explicó al tribunal que se limita «a echar las cartas» y que por eso
acudió a él, el joven que ahora lo acusa de estafa. «No tengo tarifas. Sólo
recibo la voluntad de lo que me quieran dar: 10, 20 o 50 euros. Y a veces nada
porque no pueden».
Según José Antonio, era el joven
quien le ofrecía constantemente el dinero. «Pero yo jamás lo acepté. Siempre he
rechazado cualquier ofrecimiento de dinero, como así quedó reflejado en
conversaciones que mantuvimos por WhatsApp». El acusado achaca la denuncia a la
revancha de una joven, que quiso mantener relaciones con él. El juicio quedó
ayer visto para sentencia.
http://www.levante-emv.com/sucesos/2015/12/18/vidente-juzgado-estafa-dice-rezaba/1356198.html
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