La anulación de la doctrina Parot tendría como efecto
inmediato la excarcelación de 77 reclusos a quienes se les ha prolongado la
condena gracias a esta interpretación del Tribunal Supremo.
Entre los que
quedarían en libertad figuran 54 miembros de ETA, siete terroristas de
los Grapo, un condenado por su implicación en los GAL, un miembro del Ejército Guerrillero
del Pueblo Gallego y 14 condenados por violaciones y asesinatos. Si el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos (TEDH) da la razón a la etarra Inés del Río,
con 24 muertes en su historial, la salida de prisión de todos estos reclusos se
producirá de forma casi automática. Estos son algunos de los más peligrosos
delincuentes que se beneficiarán de un fallo del TEDH contrario a la doctrina
Parot.
Inés del Río Prada. Histórica dirigente del Comando Madrid de ETA, fue
condenada en 1989 a más de 3.200 años de cárcel por 24 asesinatos, tentativa en
otros 107, tenencia ilícita de armas y explosivos y seis delitos de lesiones,
entre otros. Sin embargo, el cómputo de los beneficios penitenciarios estuvo a
punto de permitirle salir de prisión en 2008. Pero la aplicación de la doctrina
Parot prorrogó la condena hasta 2017. Es la autora del recurso que puede acabar con esta
interpretación del cálculo de penas. En estos momentos, su caso se ha
convertido en la principal batalla de la izquierda abertzale.
Domingo Troitiño Arranz. Miembro del comando Barcelona de
ETA, está considerado uno de los guardianes de la ortodoxia de la banda. Entre
otras acciones, fue el encargado de colocar el coche bomba del atentado de
Hipercor, que causó 21 muertos. Y tras ese atentado, se fue de vacaciones a
un cámping. Tras ser capturado en 1987, fue condenado a 1.118 años de prisión
por 25 asesinatos, seis asesinatos frustrados, 28 delitos de lesiones, depósito
de armas, tenencia de explosivos y falsificación de documentos, entre otros
delitos.
José Antonio López Ruiz, alias Kubati. Otro de los
históricos militantes de la banda terrorista ETA. Se encuentra en prisión desde
1989. Fue condenado a 1.210 años de cárcel por 21 asesinatos, 16 asesinatos
frustrados, nueve delitos de detención ilegal y ocho delitos de lesiones, entre
otros. Kubati también fue el encargado de acabar con la vida de la disidente
etarra Yoyes. Nunca llegó al grado de dirigente dentro de la banda. Se lo
considera un simple ejecutor de asesinatos, por su sangre fría y su
determinación.
Juan Carlos Arruti Azpitarte, alias Paterra. En el
historial de este etarra figuran asesinatos de guardias civiles, de un general
retirado, de policías, contra una casa cuartel y hasta la muerte de un
fotógrafo. En total, tras ser atrapado en 1989, fue condenado por 24 asesinatos
y ocho asesinatos frustrados, otros diez delitos de detención ilegal y tres de
estragos. Está considerado uno de los miembros del sector más duro de la
banda, por lo que siempre ha estado en prisiones del sur de España.
Miguel Ricart Tárrega. Es el único condenado por el dramático
crimen de las niñas de Alcasser, Miriam, Toñi y Desiree. Su compinche, Antonio
Anglés, nunca fue localizado por las autoridades españolas. Ricart fue
condenado en 1997 a 186 años de prisión por los tres asesinatos y también por
cuatro delitos continuados de violación, pero gracias al cómputo de los
beneficios penitenciarios podía haber abandonado la cárcel en mayo de 2011.
Finalmente, gracias a la doctrina Parot se prolongó su condena hasta 2023.
Guillermo Vázquez Bautista, alias ‘El Negro’. Miembro de los
Grapo condenado a 257 años de prisión por seis asesinatos. Fue detenido en
Madrid en 1990 junto a otros miembros de la organización cuando preparaban el
secuestro de un empresario. Se le atribuyen numerosos atentados a cara
descubierta. Se incorporó a la organización a través de amigos de presos.
Ismael Miquel Gutiérrez. Perteneciente a los GAL, era el jefe
de un comando de esta organización criminal. Fue detenido en 1986, tras
ordenar el asesinato de un presunto etarra que resultó ser una persona sin
ninguna vinculación con la banda. Por estos hechos fue condenado a 65 años de
cárcel por un delito de asesinato, otro contra la salud pública y también por
los delitos de depósito de armas y militancia en grupo armado.
Juan Manuel Valentín Tejero. Asesino y violador de la niña de
nueve años Olga Sangrador. La secuestró una noche de verano de 1992
cuando la niña jugaba con sus amigos en las fiestas de su pueblo, Villalón de
Campos (Valladolid). El crimen conmocionó a la sociedad española, por la
frialdad del autor y lo despiadado de sus actos. Se le impuso una condena de 64
años de prisión por asesinato, rapto con violación y abusos sexuales
deshonestos. Pero, a pesar de que ingresó en prisión en 1995, solicitó salir de
la cárcel este mismo año, por haberse acogido a beneficios penitenciarios. La
doctrina Parot lo impidió, prorrogando su estancia en prisión hasta 2025.
Pedro Luis Gallego Fernández. Es uno de los violadores en serie
más peligrosos de España. Se le apodó el violador del ascensor, porque abusaba
de sus víctimas dentro de ellos. Además, acabó con la vida de la
vallisoletana Marta Obregón y de la burgalesa Leticia Lebrato. Ingresó en
prisión en 1993 para cumplir una condena de 273 años por las dos muertes y un
total de 18 violaciones. En 2008 habría salido a la calle, pero la revisión del
cómputo de penas lo mantuvo encerrado. Nunca ha llegado a estar reinsertado.
Pablo Manuel García Ribado. Se trata de otro de los violadores
en serie con peor historial. Fue condenado en 1996 a 1.721 años de prisión por 82
violaciones cometidas en Madrid entre 1990 y 1993. Llegó a abusar de dos
mujeres en una misma noche. Actuaba a cara descubierta y bien vestido. Muchas
de sus víctimas eran mujeres de corta edad, que le facilitaban el acceso a los
portales de los edificios pensando que era un vecino. Sólo le detuvo la
Policía. El fin de la doctrina Parot también le dejará en libertad.
Félix
Vidal Anido.
Conocido popularmente como el violador del estilete. Está
condenado por las cinco violaciones consumadas y nueve frustradas, y hasta 56
delitos relacionados con abusos sexuales. Su objetivo eran especialmente
mujeres de entre tres y catorce años, aunque también atacó a adolescentes y
jóvenes de hasta 24 años. A dos niñas de tres años les obligó a hacerle
tocamientos.
.
Pedro Antonio Seco Martínez. Es
conocido popularmente como el asesino en serie de
Villarrobledo (Albacete). Fue condenado a 90 años de prisión en 1997 por tres
asesinatos en serie entre 1991 y 1993. La primera de sus víctimas apareció con
el cráneo aplastado por una piedra; y el segundo, apareció con múltiples
cuchilladas por todo el cuerpo y el cráneo aplastado. Los tres cadáveres
aparecieron con los brazos o piernas formando una cruz.
Joaquín Villalón Díez. Conocido
policialmente como el asesino señorito. Fue condenado a 58
años y 10 meses de prisión. Casado con una mujer lesbiana que le obligada a
pintarse y vestirse de mujer, dejó embarazada a su amante, a la que estranguló
y descuartizó, abandonando su cadáver en un monte. Posteriormente, acabó con la
vida de dos transexuales. Uno de ellos fue encontrado en el baño de su casa con
una cadena atada al tórax, después de que le prendiera fuego. El otro, recibió
primero una paliza y aprovechando que había perdido el conocimiento fue ahogado
en la bañera.
Jesús Vela
Martínez y Manuel Lorenzo Vázquez.
Estos dos policías nacionales, con numerosos expedientes abiertos por la
Brigada de Asuntos Internos, asesinaron
en 1994 en Nigrán (Pontevedra) al empresario del sector de la piedra David
Fernández Grande, a su mujer, a su hija y a una empleada del hogar después
de secuestrarlos y obtener un rescate de 120.000 euros. Dos hijos del
industrial sobrevivieron al crimen. La Audiencia Provincial de Pontevedra condenó
a cada uno de los dos agentes a 220 años de prisión. La doctrina Parot les
mantendría entre rejas al menos hasta 2024.
LA LISTA COMPLETA
Miembros de ETA
Juan Francisco Gómez López. Condenado a 48 años por atentados.
Juan Manuel Piriz López. 61 años por asesinato y atentado.
Domingo Troitiño Arranz. 1.118 años por 22 asesinatos, tres atentados con
muerte y seis asesinatos frustrados.
Joseba K. Artola Ibarreche. 262 años por dos asesinatos, atentado con muerte
y asesinatos frustrados.
Pedro María Rezábal Zurutuza. 189 años por asesinato frustrado y atentado.
Antonio Alza Hernández. 69 años por tenencia de armas y depósito de
explosivos.
Juan Antonio Urquizu Ormazábal. 41 años por asesinato.
Luis María Azcargorta Belategui. 38 años por atentado con muerte y asesinato
frustrado.
Juan María Gabirondo Agote. 124 años por asesinato, atentado con muerte,
explosivos y depósito de armas.
José Antonio López Ruiz. 1.210 años por 13 asesinatos, 16 atentados
frustrados y ocho atentados con muerte.
Francisco J. Lujambio Galdeano. 54 años por dos atentados con muerte.
José Ángel Viguri Camino. 59 años por atentado con muerte y un asesinato
frustrado.
Miguel Turrientes Ramírez. 55 años por asesinato y tenencia de explosivos.
Pedro Juan Odriozola Aguirre. 162 años por atentado con muerte, asesinato
frustrado y tenencia de explosivos.
Inmaculada Pacho Martín. 549 años por cuatro atentados con muerte, dos
asesinatos, seis asesinatos frustrados y 48 delitos de lesiones.
Ignacio Fernández de Larrinoa. 178 años por dos asesinatos, un asesinato
frustrado y atentado con muerte.
Ignacio Orotegui Ochandorena. 206 años por asesinato, asesinato frustrado,
atentado y detención ilegal.
Joseba Zugadi García. 68 años por atentado con muerte y depósito de armas.
Santos Berganza Cendegui. 60 años por tres tentativas de asesinato.
Inés del Río Prada. 3.828 años por 19 asesinatos, 107 asesinatos frustrados,
cinco atentados con muerte, tenencia ilícita de armas y explosivos.
Juan José Legorburu Guerediaga. 746 años por 8 asesinatos, 21 asesinatos
frustrados y seis atentados con muerte.
José R. Martínez de la Fuente. 241 años por tres asesinatos, dos atentados
con muerte y asesinato frustrado.
Inmaculada Noble Goicoechea. 397 años por dos atentados con muerte y dos
asesinatos.
Jesús Díaz de Heredia. 45 años por atentado con muerte.
Juan Carlos Arruti Azpitarte. 1.285 años por 14 asesinatos, diez atentados
con muerte, ocho asesinatos frustrados y diez detenciones ilegales.
José Féliz Zabarte Jainaga. 262 años por cuatro atentados con muerte, tres
asesinatos y un homicidio.
Joaquín Uraín Larrañaga. 421 años por tres asesinatos, 11 asesinatos
frustrados y un atentado con muerte.
Bautista Barandalla Iriarte. 75 años por asesinato, tentativa de asesinato y
depósito de armas.
Luis María Lizarralde Izaguirre. 74 años por dos asesinatos.
Miren Sagastume Arrieta. 267 años por asesinato y dos atentados con muerte.
Nicolás FranciscoRodríguez. 114 años por dos asesinatos.
Javier Martínez Izaguirre. 744 años por seis asesinatos y siete atentados
con muerte.
José Ignacio Urdiain Ciriza. 492 años por asesinato y dos atentados con
muerte.
Miren Onaindia Susaeta. 68 años por asesinato y atentado con muerte.
Pedro María Solana Arrondo. 128 años por atentado frustrado y siete delitos
de terrorismo.
Elías Fernández Castañares. 288 años por dos asesinatos, un asesinato
frustrado, cuatro atentados y un atentado con muerte.
Ignacio Erro Zazu. 947 años por cuatro asesinatos, 22 asesinatos frustrados
y seis atentados con muerte.
Joaquín Sancho Biurrun. 183 años por dos asesinatos, dos asesinatos
frustrados, atentado y tres detenciones ilegales.
Josefa Uzkudun Echenagusia. 73 años por atentado, depósitos de armas,
explosivos y dos delitos de terrorismo.
José Arizmendi Oyarzábal. 595 años por asesinato, tres asesinatos
frustrados, atentado y tres delitos de terrorismo.
Jesús María Mendinueta Flores. 584 años por dos atentados con muerte y 11
asesinatos frustrados.
José I. Echeverría Pascual. 336 años por cuatro asesinatos y tres atentados
con muerte.
Javier Goldaraz Aldaya. 341 años por 11 asesinatos frustrados y atentado con
muerte.
Iñigo Acaiturri Irazábal. 60 años por asesinato Iñaki Recarte Ibarra. 357
años por cuatro asesinatos y tres asesinatos frustrados.
Gotzone López de Luzuriaga. 177 años por atentado con muerte, dos asesinatos
y un asesinato frustrado.
Fernado del Olmo Vega. 688 años por tres asesinatos, seis atentados con
resultado de muerte y seis asesinatos frustrados.
Juan Ignacio Delgado Goñi. 128 años por tentativa de asesinato, ocho delitos
de terrorismo, tenencia de armas y explosivos.
Ramón Uribe Navarro. 91 años de cárcel por terrorismo y atentado.
Juan José Zubieta Zubeldia. 1.851 años por 8 asesinatos y dos atentados con
muerte.
Juan Lorenzo Lasa Michelena, alias «Txikierdi». 374 años por 6 asesinatos y
4 atentados con muerte.
Isidro Garalde Bedialuneta. 169 años por tres asesinatos y atentado.
Jon Koldo Aguinagalde Urresterazu. 67 años por asesinato.
Raúl Ibáñez Díez. 65 años por atentado.
Miembros de GRAPO
Concepción González Rodríguez. 61 años por robo con rehenes.
Encarnación León Lara. 98 años por asesinato y atentado con muerte.
Olga Oliveira Alonso. 97 años por atentado con muerte.
Jaime Simón Quintela. 163 años por asesinato.
Guillermo Vázquez Bautista. 257 años por dos delitos de terrorismo y 4 de
atentado con muerte.
María Jesús Romero Vega. 75 años por dos asesinatos y dos atentados con
muerte.
Josefa Rodríguez Porca. 83 años por atentado con muerte.
Miembros de GAL
Ismael Miquel Gutiérrez. 65 años por atentado.
ASESINOS Y VIOLADORES
Juan Manuel Valentín Tejero. 64 años por asesinato y violación.
Pedro Luis Gallego Fernández. 273 años por dos asesinatos y diez
violaciones.
Pablo Manuel García Ribado. 1.721 años por 77 violaciones.
Manuel Lorenzo Vázquez. 220 años por cuatro asesinatos.
Jesús Vela Martínez. 220 años por cuatro asesinatos.
Miguel Ricart Tárrega. Condenado a 186 años por tres asesinatos y 3
violaciones.
Abel de Jesús Vásquez García. 50 años por asesinato.
Joaquín Villalón Díez. 52 años por asesinato y homicidio.
Pedro Antonio Seco Martínez. 90 años por tres asesinatos.
Habit Diop Seydi. 38 años por dos violaciones.
Arturo Abal Iglesias. 96 años por seis violaciones.
* Se han incluido los delitos más
graves, pero en casi todos los casos la lista por la que fueron condenados es
mucho más extensa.
1 comentario:
Y me pregunto en qué clase de mundo vivimos, donde la justicia se compra, se soborna, y cuyo resultado depende del caché que el delincuente tenga para contratar los abogados que, sin escrúpulo alguno y en nombre del dinero, magrearán la ley, deformarán la verdad, crearán falsas pruebas, o inducirán la vertebración artificiosa de circunstancias con cámara oculta para luego, exponer ante la ley el fruto de su maquiavélica orquestación. Y no hablo por hablar, sino porque cada uno lucha como puede y donde le dejan su causa. Una lidia desigual, injusta, de quien no posee medios pero sí la verdad, contra quienes sí tienen medios (lícitos o ilícitos en su origen) para con la mentira y el juego sucio, ganar pleitos nacionales, europeos y proximamente en el tribunal de la Haya. Me refiero, sin pudor alguno y la dignidad por diadema, a las gestas vergonzosas de un grupo de corruptos y adeptos a lo esotérico. Proximamente, el blog que lo cuenta todo. Con pelos y señales. Asesinos de guante blanco, criminales iluminados, manipuladores natos, infames capaces de todo con tal de alzarse en foros internacionales: policías adeptos, diplomáticas ejerciendo de meretrices en paradores nacionales para granjearse un veredicto judicial que la lleve a exponer alguno de sus menguelianos experimentos concatenados con el grupo luciferino ante el foro europeo... todo esto y apuntes sobre alcaser en el blog... que ya diremos... cuando esté colgado. Compra de voluntades, prevaricación, cohecho, abuso de poder, encubrimientos, toxinas, carcinógenos, falsos testimonios, falsas pruebas y trampas saltándose a la torera los más fundamentales derechos humanos y constitucionales. Se acabó el silencio.
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