Detienen en Chiapas a líder de un grupo que haciéndose pasar por una iglesia evangélica encubría una red de trata de esclavos. Con este titular, ofrecemos el siguiente artículo, del diario mexicano El Universal, donde aclaramos que a pesar de la calificación de ‘secta’ a dicho grupo por parte del articulista, no podemos compartir tal afirmación. Se trata de un grupo que se hace pasar por una iglesia evangélica o protestante, como muchas de las existentes en el país centroamericano, pero que servía de tapadera para prácticas abusivas de derecho laboral, lesiones, amenazas, así como de posible delito de rapto.
En las sectas, aclaramos, se da explotación laboral sobre los adeptos, pero el proceso de despersonalización, modificación y reforma del pensamiento, lleva a que los miembros de la secta son poco a poco conducidos a ese grado de dependencia, entre otros más, aceptando por sí mismo condiciones de servidumbre y esclavismo, dependencia al líder y sumisión a los dictados, creencias y formas del grupo sectario.
El líder de la secta religiosa Misiones de Shaddai, Darinel López Toledo, fue detenido acusado de
explotar a gente de escasos recursos, incluidos menores de edad, bajo la promesa de trabajo, vivienda y alimentación, cuando en realidad los hacía laborar jornadas extenuantes, les negaba alimento y pago digno.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) arrestó en la ciudad de Tapachula al líder de la congregación Misiones de Shaddai, como probable responsable del delito de trata de personas. El detenido es acusado de “enganchar” a personas pobres y de escasos recursos económicos con la promesa de trabajo, vivienda y alimentación, a quienes obliga a realizar jornadas agotadoras a cambio de pagos de 25 pesos al día.
En declaraciones ministeriales, una de las víctimas que escapó del inmueble en el ejido Congregación Reforma de Tapachula, dijo que López Toledo se acercaba a familias de escasos recursos con la idea de “predicar la palabra de Dios”. Tras la promesa de un predio para vivir junto a sus familiares, donde contarían con trabajo y alimentación, eran condicionados a cargar decenas de toneladas de plátano provenientes de sembradíos propiedad del indiciado.
La PGJE informó que según testimonios de la víctima de explotación laboral, en el ejido estaban también menores de edad, quienes eran obligados a cumplir jornadas laborales de hasta 12 horas al día y a cambio recibían dos pesos por hora laborada. “Cada familia era coaccionada a entregar una parte de su sueldo como diezmo para las actividades que encabezaba Darinel López Toledo”, precisó la dependencia.
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Cometidos en Contra de Inmigrantes permitieron conocer que al interior de la congregación existía la figura del “oficial”, quien se encargaba de vigilar el cumplimiento de las actividades asignadas a los miembros. En caso de no ser acatadas, indicó la Procuraduría, los “oficiales” tenían la orden de golpearlos hasta romper las varas de castigo. “También se impedía que los menores acudieran a la escuela, ya que consideraban que fuera de la congregación estarían sujetos a diversas tentaciones”, detalló. López Toledo está recluido en el centro de reinserción social para sentenciados 9 en el municipio de Acapetahua.
RIES/Universal
No hay comentarios:
Publicar un comentario