lunes, 30 de noviembre de 2009

Otro caso de falso culpable condenado por la prensa


En El Archivo del Crimen hemos tratado en otras ocasiones los casos de inocentes condenados por crímenes que no habían cometido (http://manuelcarballal.blogspot.com/2008/10/el-drama-de-los-falsos-culpables.html), pero hoy toda la prensa nacional se hace eco del último caso.

El pasado sábado, los medios publicaban una noticia estremecedora: Diego, un ciudadano canario de 25 años, aparecía en la prensa de todo el país como el asesino de una niña de tres años, hija de su compañera, víctima además de aberraciones sexuales de toda índole.

Uno de los grandes periódicos de tirada nacional dedicaba la fotografía de portada a este delincuente con este titular: "La mirada del asesino de una niña de tres años".

Derecho a la presunción de inocencia. Ese es el derecho universal y constitucional que los medios de comunicación y la sociedad se han saltado a la torera. Condenado socialmente, Diego Pastrana fue acusado de violación y maltrato de la hija de tres años de su pareja sentimental. Sin ninguno de los hechos probados, Pastrana fue encarcelado de forma cautelar y condenado por los medios.

En 48 horas la vida de Diego Pastrana cambió radicalmente y pasó de ser un violador y asesino de Aitana, la hija menor de su novia, a ser puesto en libertad sin cargo alguno. ¿Qué ha fallado? ¿Ha sido una cadena de errores humanos?

Como todo el mundo ya sabe a estas alturas, Diego era por completo inocente de aquella gravísima imputación, lanzada imprudentemente por un médico poco avezado. La niña murió en realidad víctima de un edema cerebral fortuito que se había producido una semana antes al caerse de un columpio, y que no fue tratado adecuadamente por los servicios sanitarios.


La inocencia del ciudadano, que desde el primer momento había sido defendida también por su pareja, ha resultado tan incuestionable que se halla ya en libertad sin cargos y con todos los pronunciamientos favorables.

Todo indica que este atribulado ciudadano demandará a los servicios sanitarios que, además de haber sido incapaces de salvar a la niña, lanzaron sin pruebas las gravísimas acusaciones. Ojalá tenga suerte y reciba al menos el resarcimiento que merece. Pero la vertiente más relevante de la noticia, que debe ser enfatizada, es la que hace referencia al tratamiento inaceptable que determinados medios han dado a esta información.

El error, desde el hospital

Se podrá decir que el error proviene de los profesionales médicos y no de los portavoces mediáticos. Pero nada absuelve a los periódicos que ignoraron la presunción de inocencia de Diego, y que, para que ningún adjetivo les arruinara la vistosa noticia, lo calificaron de "criminal" incluso en las portadas.

Es ocioso decir que aunque Diego hubiera sido un sádico homicida, hubiese seguido siendo tan sólo un "presunto criminal" hasta que una sentencia firme eliminase la presunción. Y aun en este caso, es muy dudosa la conveniencia de que un periódico solvente dedique sus portadas a esta clase de delitos morbosos, en cuyas reseñas la imagen del supuesto criminal poco o nada aporta a la información.

En definitiva, en periodismo, no todo vale para vender periódicos. Y hay que decirlo alto y claro para que quede constancia de que ni todos los medios ni todos los periodistas son/somos iguales.

Ecodiario


1 comentario:

alfredo pardo dijo...

O poder mediático. Terá a mesma cobertura informativa para desmentir todo o publicado sobre unha persoa inocente?