Alrededor del 3,5% de la población tiene trastornos de personalidad y un uno por ciento podrían ser considerados psicópatas. Sin embargo, estas cifras aumentan considerablemente si se analiza el censo de criminales que cumplen condena: Entre el cincuenta y el ochenta por ciento presentan trastornos de personalidad, mientras que entre un quince y un veinte por ciento responden al perfil del psicópata.
El catedrático emérito de la universidad canadiense British Columbia, Robert Hare, considerado el máximo experto mundial en el estudio de la psicología de los psicópatas, abrió ayer en Santiago el Congreso Nacional de Criminología y avanzó los últimos estudios que se están realizando para saber si este tipo de personas padecen algún tipo de disfunción cerebral. En este sentido, Hare dijo que los análisis más recientes tratan de confirmar que los psicópatas difieren de las demás personas en su función y estructura cerebral. «Eso podría implicar que no sean responsables de sus comportamientos», indicó el investigador.
De confirmarse esta teoría, eso abriría un complicado debate sobre si este tipo de personas son o no responsables de sus comportamientos.
El catedrático dibujó el perfil de un psicópata como alguien en quien confluyen varias características comunes, básicamente «idiotas emocionales»: egocéntricos, deshonestos y manipuladores, con emociones poco profundas y superficiales, individuos que creen que se merecen todo lo que tienen y que tienden a ser dominantes, impulsivos y con un estilo de vida nómada.
El investigador destaca otras características que coinciden en este perfil: personas irresponsables, con necesidad de sentir emociones fuertes y propensas a utilizar la intimidación y la violencia, que no son además leales con nadie y carecen de remordimientos. «No se trata, en cualquier caso -aclaró-, de enfermos mentales», sino de personas que actúan conscientemente. Y, de momento, no tienen cura, porque no hay nada que curar. Hare, que ha desarrollado técnicas como la Psychopathy Checklist (PCL) y la Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R), usadas para diagnosticar casos de psicopatía y para predecir posibles comportamientos violentos, dijo que, en la población reclusa, los psicópatas son individuos especialmente difíciles de tratar, con alto riesgo de protagonizar agresiones y episodios violentos, con mala conducta institucional y muy propensos a la reincidencia, muy por encima del resto de los delincuentes, así como de cometer delitos sexuales. Según sus estudios, el cincuenta por ciento, por ejemplo, de los proxenetas responderían al perfil del psicópata, así como el 65% de los violadores o el setenta por ciento de los asesinos en serie. «La posibilidad de reincidencia es más alta cuanto más alto es el grado de psicopatía que presenta», explicó el investigador.
Robert Hare reparó en su charla en que los principales síntomas de la psicopatía tienen «una fuerte determinación genética». El investigador colabora con un grupo de detección precoz de psicópatas en población infantil y juvenil de la Universidade de Santiago. El objetivo es detectar en menores en régimen de internamiento judicial los factores que les han conducido a convertirse en delincuentes. Este proyecto piloto, subvencionado por la asociación Camiña Social, podría extenderse a los centros en los que están recluidos jóvenes de 14 a 18 años, de modo que se pudiera facilitar su tratamiento y su reintegración social.
Nacho Miras
La Voz
3 comentarios:
No te olvides que tenemos pendiente un café para hablar sobre el Sr. Hare
Por favor, ¿se pueden encontrar los libros de Robert Hare en español? Gracias por esta interesantisima página.
Para anónimo: Yo tengo y he leido en castellano "Sin conciencia" . Muy interesante.
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