jueves, 30 de mayo de 2013

¿Y SI LOS 300 ASESINOS EN SERIE QUE ACTUALMENTE ACTUAN EN EEUU SE REUNIESEN EN UNA SECTA PSICÓPATA?


Según el FBI cada día actúan en EEUU más de 300 asesinos en serie que aún no han sido identificados... La historia de los asesinos seriales recoge algunos casos en que dos psicópatas, como Bianchi y Buono, se han reunido para matar juntos. Pero ¿qué ocurriría si docenas de psicokiller se uniesen para matar en grupo? Esta inquietante realidad es el arranque de la serie The Followns que actualmente emite La Sexta. Y este es el profundo análisis de la misma que hace Juanjo Velasco.
 
THE FOLLOWING: LO MEJOR Y LO PEOR
 
Tras el torbellino de Walking Dead y antes del desenlace de Juego de Tronos, en IGN España hemos querido fijarnos en The Following. Cuando se supo el proyecto que estaba preparando Kevin Williamson (guionista de la saga Scream y Crónicas vampíricas), el mundo de la televisión se frotaba las manos. Podíamos estar ante la serie sobre psicópatas por excelencia, con permiso, claro, de Dexter Morgan.
Dos grandes actores, Kevin Bacon y James Purefoy (mucho mejor actor de lo que la infame Solomon Kane dice), ponían la guinda al pastel. El resultado, lejos de ser el esperado, ha sido decepcionante, con un final especialmente desilusionante. Sin embargo, el apoyo de la audiencia (7,7 millones de espectadores en la emisión del último capítulo) y su ya confirmada renovación nos hacen echar un vistazo a los pros y contras de la serie. A partir de aquí ten cuidado, porque entramos en territorio spoiler.
Argumentos a favor
Personajes protagonistas
La serie se sostiene sobre dos personajes principales. Por un lado Joe Caroll (Purefoy), asesino implacable, psicópata con un alto nivel intelectual y líder carismático, del que también conocemos sus debilidades, que no son otras que su familia y su mediocre talento para escribir. Por otro, el agente Ryan Hardy (Bacon), un exdetective del FBI, alcohólico, que aún vive atormentado por el pasado, tanto psicológica como físicamente. Este punto de partida nos ofrece dos personajes realmente cuidados, atractivos e interesantes interpretados por un (quizá excesivamente) contenido Kevin Bacon y unJames Purefoy que, sin duda, es el mayor acierto de la serie. Enigmático y seductor en algunos casos y desatado en otros, el británico (que ha brillado mucho más en TV que en cine; pudo ser V en V de Vendetta) se suelta la correa para ofrecer una convincente interpretación en la que se nota que se lo ha pasado en grande recitando cada línea.
Edgar Allan Poe
El escritor de Boston es, con permiso de H.P. Lovecraft, el mayor exponente de la literatura de terror de todos los tiempos. Creador de algunas de las novelas y relatos cortos más escalofriantes que podemos encontrar en librerías y bibliotecas, sus textos sirven como hilo conductor de las acciones de la secta de Carroll, que debe una buena parte de su demencia al escritor americano. Los momentos más inquietantes de la secta llevan su firma, bien sea a través de pintadas en la pared o recitando sus textos de viva voz, además de los disfraces y máscaras con el rostro del célebre novelista que loscarrollistas emplean para cometer numerosos asesinatos.
Trama principal. Secta de asesinos
Como bien sabíamos desde un principio, The Following parte desde una premisa sumamente atractiva. No sólo nos enfrentamos a un asesino en serie, nos encontramos ante toda una gran secta de asesinos de segunda fila que adoran, sin vacilar, a una mente criminal superior, para elaborar un plan asesino de grandes proporciones. La idea, cuanto menos, resulta atractiva y ofrece una innumerable cantidad de posibilidades, empezando por el hecho de que nunca sabemos quién puede descubrirse como infiltrado de la secta.
 Logrados momentos de tensión
A pesar de sus altibajos, la serie logra mantenernos en suspense en varios momentos. El mejor ejemplo es el colosal episodio piloto, en el que los giros están administrados con mesura, los personajes peligrosos parecen realmente amenazadores y nos encontramos, a priori, con un héroe a la altura para combatirlos. El hecho de que al final de este episodio seamos testigos del poder y la capacidad del villano de la función, que va más allá de “terminar el trabajo empezado”, sino que tiene un plan aún mayor entre manos, nos deja en total tensión y con ganas de saber más. Al nivel del piloto encontramos alguna píldora más a lo largo de los 15 episodios, como la llegada al búnquer de adiestramiento de la secta o la performance en plena calle de un Edgar Allan Poe equipado con una cerilla y un bidón de gasolina.
 El ritmo
Como luego contaremos en los argumentos en contra, hay muchos momentos de la historia en los que ni el plan de Carroll ni la investigación del FBI avanza. Sin embargo, hasta en esos momentos, el ritmo que se le aplica a los episodios consigue que en ningún momento se nos haga tediosa. El uso de flashbacks, que nos recuerda la manera en que se hacía en Perdidos, aunque mucho más insustanciales que en la serie de J. J. Abrams, ayuda a mantenernos enchufados a la serie. Por otro lado, el hecho de que la estructura narrativa de la serie no sea la misma durante muchos capítulos seguidos, consigue darle variedad a la producción y hacerla más entretenida de lo que la propia historia logra.
Argumentos en contra
Giros forzados
El gran handicap de una serie de suspense en la que únicamente se investiga un caso es el de mantener la tensión durante los tres meses que dura en antena. Para ello, la planificación es crucial y los giros de la trama deben ser certeros y en momentos clave. En este sentido, The Following suspende, y lo hace debido a la enorme cantidad de vueltas que llega a dar en cada capítulo. Si en series similares como The Killing o 24encontrábamos un giro (o dos) por capítulo, uno de ellos siempre a modo de cliffhangerpara que nos comiéramos las uñas hasta la próxima semana, en The Following nos encontramos una serie de vuelcos en la historia que, aparte de excesivos, resultan muy poco creíbles.
En muchos casos metidos con calzador, estos giros se usan para mantener el interés de la audiencia de cara al próximo capítulo para luego resolver el problema en 5 minutos. En este sentido, sería recomendable que los guionistas echaran un vistazo a la primera temporada de Prison Break para ver lo que realmente se puede conseguir con una buena planificación y la dosificación de los giros argumentales.
Ineptitud del FBI y los carrollistas
Uno de los aspectos más sangrantes de la serie es la total y absoluta estupidez de ambos bandos. De un lado, nos encontramos con la división del FBI encargada de capturar a Joe Carroll y su secta, una oficina en la que nadie tiene una buena idea y siempre se va un paso por detrás del psicópata. En algunos momentos parece que elmodus operandi de los federales es esperar a ver quién es el próximo en morir y ver si así sale alguna pista. La ayuda de Ryan Hardy y sus lugartenientes, más allá de analizar lo que ha pasado y elaborar hipótesis, no resulta de utilidad hasta que (afortunadamente) un giro les permite descubrir algo importante.
Por otro lado, los esbirros de Carroll tampoco resultan ser unas lumbreras, ya que sus continuas meteduras de pata convierten el sólido plan del personaje interpretado porJames Purefoy en un proyecto con más fugas que el Titanic. En definitiva, The Following no es un duelo entre FBI y carrollistas para ver quién es el mejor, sino en conocer quién es el menos malo.
Los secundarios no tienen carisma ni peso en la trama
Si hiciéramos ahora mismo una lista sobre las mejores series, seguro que en ella encontraríamos una buena serie de secundarios legendarios, personajes convertidos en auténticos robaplanos que, a veces, tienen una legión de seguidores igual o mayor que los protagonistas. Si buscáis algo remotamente parecido en esta serie, no os molestéis, porque más allá del duelo Bacon-Purefoy no hay personajes interesantes. Ni losagentes Mike Weston (Shawn Ashmore) y Debra Parker (Annie Parisse) ni los seguidores de Carroll Emma Hill (Valorie Curry), Jacob Wells (Nico Tortorella) y Paul Torres (Adan Canto) consiguen atraer el más mínimo interés. De ellos podríamos rescatar a Claire Matthews (Natalie Zea) y Roderick (Warren Kole), dos de los pocos secundarios que consiguen tener algún aspecto atractivo.
Mal desarrollo de trama y personajes
El desarrollo de la historia resulta irregular, poco natural y aún menos creíble. Sin bien el ritmo consigue que estemos atentos durante todo el tiempo, la trama avanza a trompicones y la tensión, lejos de ir en aumento, va en retroceso, ya que de los momentos impactantes de los primeros capítulos (que recuerdan a la infravalorada Un ciudadano ejemplar)  pasamos a una mitad bastante espesa y a un final decepcionante en el que se desvela el verdadero (y lamentable) propósito del plan deCarroll. El final definitivo de la temporada es un caso aparte, donde se hace un homenaje ¿involuntario? a Aun sé lo que hicisteis el último verano. Asimismo, los dos triángulos amorosos de la serie (Jacob-Emma-Paul y Carroll-Claire-Hardy), lejos de resultar atractivos, se convierten en una incómoda distracción de la historia principal
 
Excesiva frialdad de la serie
En una serie con asesinatos, y más en ésta, en la que hay muchas muertes, que no consigamos empatizar con ellas puede considerarse un fallo enorme. Ya sea con los personajes que sobreviven, los que son enviados al hospital o los que acaban en la morgue, resulta difícil encontrar algún momento en las escenas, a priori, duras y crueles, en el que podamos llegar a identificarnos con las víctimas. The Following acaba por resultar una serie excesivamente fría, en la que muchas veces nos importa poco si alguno de los personajes principales vive, muere, consigue su venganza o evita la catástrofe.
 
Veredicto final
The Following no es una mala serie. Su atractivo punto de partida y el ritmo, que consigue mantener el interés aún en los momentos en que la historia deja de avanzar, así lo indican. Sin embargo, está muy por debajo de lo que se esperaba, dado los nombres detrás de la producción. Como miniserie, The Following hubiera sido de lo mejorcito del año, pero para convertirse en una buena serie es necesario mucho más. Esperemos que los guionistas aprendan de sus errores y sepan desarrollar una historia que cuenta con dos buenos personajes que pueden dar mucho más de sí. La  audiencia les da una segunda oportunidad. Esperemos que no la desaprovechen.
Juanjo Velasco
 

3 comentarios:

Jon Alonso dijo...

Flojísima y previsible serie para un canal de la categoria de FX-FOX. Evidentemente, la salvan esos dos actores que son un portento, esencialmente, el británico. Les aconsejo la revelación dela temporarada; el siempre sutil "Hannibal" otro spolier a partir de la obra del genial Thomas Harris.Un Doctor lecter que da miedo y te lo crees. Hay si que se ven las esencias del verdarero asesino en serie. Un acierto del canal en abierto ABC. Saludos

Jon Alonso dijo...

Sorry, cuándo he dicho: "hay si que se ven..." Quería utilizar el adverbio; "ahí, si que se ven las esencias del verdadero asesino en serie". Una fe de erratas, gracias

Unknown dijo...

The Following es una de las mejores series que he visto. Amo las series que tratan de psicos. Cambia constantemente, sin perder el sentido y el hilo de la historia.
En cambio Hannibal es una serie muy morbosa, demasiado. Los libros no se muestran tan así, las películas menos.
Aprovecho el espacio para recomendar "Bates Motel" está muy buena.