martes, 27 de noviembre de 2018

POSESIONES DIABÓLICAS Y EXORCISMOS EN EL ISLAM

Publicado en EOC nº 88

Durante la trata de esclavos, los inmigrantes africanos traficados a Europa o América solo podían llevarse sus creencias. Hoy, también se llevan a sus demonios. Exorcistas católicos y médicos occidentales comienzan a tratar los primeros casos de posesión diabólica entre musulmanes en Occidente. Pero en los países musulmanes la posesión diabólica cobra tanta actualidad como en los países cristianos.

La poseída, una joven vestida enteramente de blanco, se revuelca en el suelo. Se expresa con una voz gutural. Ruge, aulla, gime… Como como un animal. Mientras, el exorcista repite una y otra vez las letanías y oraciones extraídas de las Sagradas Escrituras. Ante algunas de ellas, la poseída reacciona violentamente.

Varios familiares de la poseída y asistentes del exorcista sujetan a la joven, de apariencia frágil y menuda, para evitar que se dañe o dañe al exorcista. Mientras, uno de ellos graba con su teléfono móvil el ritual. El vídeo tiene 5 millones de reproducciones en Youtube.

Podría parecer una escena tomada de la película “El exorcista”. O uno de los exorcismos que se practican casi a diario en carpas protestantes, parroquias católicas o iglesias evangélicas… Pero la diferencia es que ni el exorcista, ni la poseída, ni el demonio, ni ninguno de los presentes que aparecen en este documento videográfico, grabado en 2006 en Brunei, es cristiano. Es un exorcismo musulmán…


Exorcistas contra jinnas
El pasado abril de 2018 la última edición del curso “Exorcismos y oraciones de liberación”de la Iglesia Católica, impartido en Roma. Casi 300 congresistas, llegados desde puntos tan distantes como India, Corea, Nigeria EEUU o Filipinas, asistieron a las sesiones impartidas en el  Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, “Auditorio Juan Pablo II”, en la histórica via degli Aldobrandeschi de Roma.

Según la presentación del evento, que acaparó la atención mediática internacional: “Este curso está diseñado como una ayuda para profundizar en la realidad del Ministerio del exorcismo con sus implicaciones teóricas y prácticas. Pretende ser un apoyo para los obispos, en la preparación de los sacerdotes asignados a este Ministerio, así como laicos profesionales que les asisten. En colaboración con el grupo de investigación socio-religiosa e información (GRIS), el curso cubrirá una amplia gama de temas: los antropológicos, fenomenológicos, sociales, teológicos, litúrgicos, canónicos, pastoral, espirituales, médicos, neurocientíficos, farmacológicos, simbólicos, criminológicos, legales y jurídicos. Habrá testimonios de exorcistas con tiempo para Q&R.”.

Sin embargo, no era un evento para curiosos. Los sacerdotes católicos interesados en profundizar en el Ministerio del exorcismo, solo debían presentar su acreditación celebret. Pero los laicos debían presentar una “Carta de declaración de las intenciones por las que quiere hacer el curso” y una “Carta de autorización de su obispo”.

Como en las ediciones anteriores, la reunión internacional de exorcistas católicos acaparó un gran interés mediático. Pero este año ocurrió algo diferente. Una novedad que también protagonizó titulares internacionales: creyentes hindúes y musulmanes acuden a exorcistas católicos para expulsar al demonio…

Este interesantísimo fenómeno, producto de la globalización de la fe, y del que los investigadores llevamos décadas alertando, fue analizado por primera vez en el curso de exorcistas católicos.

La globalización espiritual
“El catolicismo pierde creyentes en Europa y América. El auge de las sectas, las conversiones al Islam, o el aumento de las iglesias protestantes hace que el catolicismo viva su momento de menor desarrollo en Occidente. África y Asia son en estos momentos el futuro de la Iglesia y sus desafíos pastorales empiezan a ser relevantes para el conjunto de la Iglesia. Y la lucha contra Satanás es uno de ellos”. Esta fue una de las conclusiones de los congresistas, forzados a poner el foco evangélico en Africa o Asía, donde continúan las conversiones al catolicismo, pero empapadas por las creencias y supersticiones locales. Y la posesión diabólica es una de las más extendidas en todas las religiones.

En el curso de exorcistas fue un sacerdote indio quien señaló el fenómeno que empieza a darse en todo el mundo: “Muchos musulmanes vienen a nosotros. Incluso los que tienen una alta formación”.

En ediciones anteriores de este curso ya se había advertido sobre “que  la brujería estaba destruyendo a la Iglesia en África, en parte porque había muchos sacerdotes escépticos y formados en Occidente que no estaban respondiendo de manera adecuada”.  

“Es importante que la Iglesia comprenda los temores de la gente. La brujería es una realidad, no es superstición”,
 alertaba en la última edición Michael Katola, profesor de Teología Pastoral, que agregaba que las respuestas pastorales inadecuadas estaban provocando que muchos fieles abandonasen la Iglesia.

Desde el punto de vista de la teología católica el Diablo puede poseer a cualquier humano, independientemente de su raza, credo o nacionalidad. Y por tanto el exorcismo puede aplicarse a cualquier poseído, sea católico o no.

Sin embargo, más allá de las interpretaciones teológicas y doctrinales, el fenómeno de la posesión diabólica tiene una dimensión mucho más pragmática, real y social: la de los médicos occidentales que empiezan a encontrarse con casos de posesión diabólica entre inmigrantes animistas o musulmanes, por ejemplo en España.

Médicos contra el diablo
Noviembre de 2016. Gracias a la invitación de Juan José Sánchez-Oro, quien esto escribe tuvo la oportunidad de asistir a una reunión en la Universidad Complutense de Madrid. Un grupo de estudiantes de religiones comparadas organizaban una serie de mesas de trabajo en las que investigadores invitados compartían con los estudiantes universitarios sus descubrimientos. Éramos poco más de una docena en la sala. Y en esta ocasión le tocaba turno a una conferencia realmente insólita.

Alejandra M. G. médico rural destinada en el servicio de urgencias en un pueblo de Sotillo de la Grada (Avila), en el que hay una comunidad musulmana importante, inició su charla con una declaración inaudita: “Yo no decidí estudiar antropología… Estudié antropología por necesidad… La antropología fue la herramienta, la llave, que me permitió entender casos que yo no entendía”.

Como médico, Alejandra había tratado a numerosos inmigrantes magrebíes, la mayoría de religión musulmana, muchos de los cuales llegaron a España en patera, sin dinero, sin recursos, sin más propiedades que sus creencias religiosas y sus esperanzas de encontrar en Europa un futuro que al que no podían aspirar en África.

Y entre esas creencias destacan los jinns. Los genios de los que habla el Corán.

El igual que la Biblia describe a los números, potestades, dominaciones, querubines, virtudes, y demás seres no humanos, como los ángeles y los demonios, a medio camino entre Dios y los humanos; el Corán describe a los jinns. Seres creados a partir del fuego que pueblan las supersiciones musulmanas,  y que según la tradición islámica pueden llegar a poseer a los humanos.


El paciente 0
Según nos relató Alejandra, el caso que la hizo descubrir la componente mágica en la enfermedad de sus pacientes musulmanes, y al que se refiere como Paciente 0, es un joven de unos 15 o 16 años que llega al servicio de urgencias de su centro médico inconsciente…

“El padre me trae al niño –explica la médico-, inconsciente. Me lo deja en la camilla y le tomamos el pulso, la temperatura, los signos vitales, y el chico seguía inconsciente… Como no era capaz de recuperarlo, llamamos a la ambulancia para trasladarlo al hospital Sonsoles en Avila”.

Según Alejandra el niño no presentaba signos externos ni internos que pudiesen determinar su patología: “Pero habia cosas que yo no terminaba de entender. El paciente estaba relajado, las pupilas normocoloreadas, buena tensión, un electro normal… no habia signos de epilepsia… Era un paciente normal, pero que estaba inconsciente. Y cuando llega la UCI Movil para trasladarlo, la médico que venía lo reconoce y dice: hombre, si es Mohamed… Tranquila, es un síndrome conversivo”.

El síndrome conversivo o trastorno de conversión. Es una afección mental en la cual una persona presenta ceguera, parálisis u otros síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden explicar por medio de una valoración médica.

“Algo que me llamó la atención –continúa relatando Alejandra- es que la madre, todo el tiempo, colocaba en la mano del chico, que estaba en estado hipotónico, un manojo de llaves. Esas llaves fueron las que me hicieron buscar el modelo antropológico de la enfermedad…”.

Ese caso, y otros similares que le sucedieron, fueron la razón por la que la médico decidió estudiar antropología, para buscar en el pensamiento mágico, y en la creencia en los jinns, una forma para ayudar a sus pacientes.

“Los jinns causan enfermedades y dolencias en todos los pacientes musulmanes, y esto es lo mas importante para mi. De hecho mi tesis doctoral va por ahí. Esa creencia es la que produce el síndrome conversivo. El paciente que se cree poseído por un jinn, te dice que no puede hablar; tú lo oscultas, ves que tiene la laringe normal, pero él no puede hablar”.

A partir del Paciente 0 Alejandra comenzó a estudiar el mundo de los jinns. Consultó a imames, visitó mezquitas, estudió el Corán… “Cuando el paciente tiene sangre, la familia se aparta, incluso prefiere esperar fuera del centro de salud porque el jin come sangre”.

Para combatir la posesión de los jinns, los musulmanes acuden a sus exorcistas.  Y a la Ruqyah, la medicina profética o tibb al nabawi. Un compendio de oraciones, fórmulas y ritos, que no difieren mucho del Ritual Romano católico para los exorcismos, pero en su versión islámica.

“Muchos pacientes llegaban a mi con un olor penetrante, era porque se hacían fricciones con habba sauda, un aceite que, según la medicina profética, ayuda a espantar a los jinns”.

Demonios contra Jinns
La creencia en los Jinns forma parte del entramado social musulmán, implantado ya en occidente a través de la inmigración, con la misma intensidad que la comida halal o la celebración del Ramadán.

En febrero de este año, el video de un exorcismo musulmán realizado en la mezquita de Sheffield, en Yorkshire (Londres), dio la vuelta al mundo.

En 1991 el arzobispado católico de New York permitió que las cámaras de la cadena ABC grabasen por primea vez un exorcismo católico. El ritual tenía como protagonista a una joven de 16 años, Gina, supuestamente poseída por varios demonios. La intención del arzobispado era “mostrar transparencia en una de las prácticas más antiguas del cristianismo”, y evitar así las especulaciones.

El pasado febrero de 2018, siguiendo el ejemplo del catolicismo, el Imam Ayoub Tayeb, líder espiritual de la mezquita de Mahoma, en Sheffield (Londres) autorizó la grabación de un exorcismo musulmán a una joven de 29 años, feligresa de dicha mezquita.

Exactamente igual que en el video del exorcismo católico, el comportamiento de la “posesa” musulmana presenta un comportamiento errático y confuso, que se va haciendo cada vez más y más violento a medida que el exorcista recita las sagradas escrituras. Hasta el punto de tomar en volandas una mesa cercana y amenazar al exorcista con ella…

Que el imam Tayeb haya realizado unos 3000 exorcismos similares en los últimos tres años, refleja hasta que punto la posesión diabólica es una creencia presente entre la comunidad musulmana. No solo en sus países de origen, sino en los países de destino de los inmigrantes de religión islámica.

Pero las imágenes tomadas en la mezquita de Sheffield el pasado febrero no son las únicas grabaciones de exorcismos musulmanes que existen. Ni mucho menos. Canales como Youtube o Vimeo recogen docenas y docenas de grabaciones similares realizadas, mayoritariamente, en países musulmanes no árabes, como Indonesia, Brunei, Malasia, etc.

Djins
En la Epístola a los Colosenses 1:16, por ejemplo, leemos: “…porque en El fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles: los tronos, las dominaciones, los principados, las potestades; todo fue creado por El y para El”. 

El Corán y la sunnah (la tradición recogida por los primeros compañeros de Mahoma), se retoma esa tradición sobre la pluralidad de seres sobrenaturales que interfieren en la vida de los humanos, y denominados jinns o djins: los genios.

Y aunue Walt Disney y películas como “Aladín” han recogido una visión amable y benéfica de los jinns, la tradición islámica no es tan optimista.

En la surah 72 del Corán se describe con detalle a los jinns o genios, una figura omnipresente en el folclore musulmán. Seres normalmente invisibles al ojo humano, pero que no obstante nos vigilan desde las sombras: “El y sus huestes os ven, desde donde no les veis” (Sura 7:27). Sin embargo, algunos animales pueden verlos: “Cuando escucheis el canto de un gallo pedid a Allah sus bondades porque el gallo ha visto un ángel, y cuando oigáis el rebuzno de un asno, buscad refugio en Allah, porque ha visto un Shaitán”. (Bujari, volumen 6, pagina 350).

Shaitán (diablo), como los jinnas, puede perjudicar o beneficiar a los humanos. De hecho, durante mis viajes por diferentes países árabes, he tenido la oportunidad de conocer a diferentes sanadores y curanderos que aseguran sanar con la ayuda de los jinnas.

Además del texto coránico, los hadices (o dichos del Profeta Mahoma recogidos por sus contemporáneos) incluyen infinidad de referencias a los jinnas, ángeles y demonios de la tradición islámica.
Ahmad Ibn Hanbal, por ejemplo, en su Musnad, relata en nombre de Adbullah Ibn Mas´ud que el Mahoma invitó a aceptar al Islam a jinns y les enseñó el Corán.

En el erudito estudio de Omar Sulaiman Al Ashqar “El mundo de los genios y de los demonios, a la luz del Corán y la Sunnah” (Internacional Islamic Publishing House, 2003), se analiza meticulosamente la naturaleza, el origen y las manifestaciones de esas criaturas, tan reales para el musulmán, como uno mismo. De hecho Al Ashqar comienza la introducción de su obra con la siguiente reflexión: “ …para descubrir si existe una mínima posibilidad de vida en otros planetas cercano, los cientificos invierten tiempo y recursos buscando una respuesta a esta pregunta ¿Por qué entonces no deberíamos realizar estas investigaciones sobre seres vivientes que sabemos coexisten aquí, con nosotros, en nuestro planeta tierra?. Estos seres viven en nuestras casas y comen y beben con nosotros. De hecho afectan de alguna manera, nuestros pensamientos y sentimientos.  Estas criaturas pueden inducirnos a destruirnos a nosotros mismos, o a derramar la sangre de otros, o a rendir culto a cualquier creación, para así caer bajo la ira y el enfado de nuestro Señor”. (Pag. 20)
Según el Corán los genios, como su aliado Shaitán (el diablo Iblis), fueron creados del fuego: “Y al genio lo creamos antes [que al hombre] de fuego”. (Sura 15:27); “Y creó a los genios de fuego puro” (Sura 55:15). En realidad existen varias figuras en el Corán para referirse al Diablo. Iblis, por ejemplo, significa “privado de toda bondad”, y así se refiere al Diablo Mahoma cuendo dice: “Y cuando dijimos a los Angeles: ¡Haced una reverencia ante Adan! La hicieron excepto Iblis [quien hasta entonces se encontraba adorando a Allah con los Angeles por su grado de piedad], se negó y ensoberbeció, convirtiéndose en un incrédulo”. (Sura 2: 34).

A pesar de que el Corán afirma que “…Iblis era uno de los genios, y desobedeció la orden de su Señor”, (Sura 18:50), algunos comentaristas coránicos debaten sobre si Iblis, en su origen, era un genio, un ángel u otra cosa. Dijo Al Hasan Al Basri: “Iblis no perteneció al mundo de los ángeles ni siquiera por un pestañear de ojos” (Al Bidaiah ua Al Nihaia, volumen 1, pág. 79). Ibn Taimiah, por su parte dice: “Iblis pertenecía al mundo de los ángeles con resperco a su apariencia, pero no con respecto a su origen y naturaleza”.

La lista de referencias y estudios sobre los jinns en la literatura islámica es inabarcable. Y su presencia en las tradiciones y supersiciones musulmanas, inmensa.

En la cultura popular existen infinidad de costrumbres originadas en la creencia en los jinns que condicionan la vida diaria del creyente: desde entrar en el cuarto de baño con el pie izquierdo, hasta evitar el contacto con la sangre (alimento de los jinnas), pronunciar una jaculatoria (la bismallah) antes de hacer el amor para auyentar a los genios, etc.

La creencia en que los jinns pueden poseer a los humanos, haciendo necesario el ritual del exorcismo, es tan intensa entre los musulmanes, como entre los cristianos.

Exorcismos homicidas
Pero, exactamente igual que ocurre en el cristianismo, la creencia en las posesiones y los exorcismos tiene su Cara B. Miserables estafadores que se aprovechan de dicha creencia para abusar de los creyentes atormentados por la idea de estar poseídos.

Y, como ocurre con el cristianismo, la lista de estafas, abusos sexuales y fraudes, cometidos por supuestos exorcistas musulmanes, no tiene nada que envidiar a la que se produce en el ámbito católico o protestante.

El pasado año 2017 el famoso exorcista católico Padre José Luís Portela, era condenado a pena de cárcel por abusos sexuales a una de sus feligresas durante un exorcismo. De la misma forma, el pasado mes de abril de 2018 el influyente imam Komar Uddin, autor de infinidad de exorcismos en mezquitas británicas desde 2006, era detenido por los abusos reincidentes a una joven de 19 años, que había acudido a la mezquita buscando la ayuda del imam para expulsar a sus demonios. Tras publicarse en los medios británicos la noticia de la detención del imam, han aparecido nuevas víctimas. Lo mismo que ocurrió con el sacerdote Portela, que ahora se enfrenta a una excomunión del Vaticano.

Pero, exactamente igual que ocurre con el cristianismo, en el contexto del Islam existen abundantes casos aún más dramáticos. Exorcismos que terminaron con la muerte del supuesto poseído.

Así, casos tan famosos en la crónica negra española como el exorcismo homicida de Rosi Gonzalvez en Almansa, el de Encarnación Guardia en Granada o el de Alvaro Bustos, tienen sus equivalente en la crónica negra de los exorcismos musulmanes.

En octubre de 2009 la joven Layla Hachichi, de 18 años, fallecía durante el exorcismo realizado por un imam marroquí que pretendía sanarla de la influencia de los jinnas.

En agosto de 2004 Latifa Hachmi, de 23 años, fallecía  en Bruselas (Bélgica) de una tortura muy similar a la sufrida por Encarnación Guardia, esta vez a manos de dos exorcistas musulmanes : el jeque Abdelkrim Aznagui, y su "discípulo", Xavier Meert.

Pero si hay un caso que nos ha tocado de cerca es la historia de Ikram Benhaddi, inmigrante marroquí afincada en Zaragoza, condenada a 18 años de prisión –en febrero del pasado año 2017-por haber asesinado a dos de sus hijos, Riham y Marwa, de tres meses de edad, mientras intentaba expulsar a los jinnas que, según su creencia, los poseían.

En el fondo, independientemente el contexto religioso en que se manifiesten, estos casos nos demuestran que somos mucho más parecidos de lo que creemos. Y nos enfrentamos a los mismos demonios denominándolos con nombres diferentes. Demonios que, las más de las veces, solo están en nuestra imaginación.

 Manuel Carballal


Anexo
El sacerdote copto que lucha contra los demonios islámicos
Egipto es un país de contrastes. Protagonista incuestionable de los primeros tiempos del cristianismo original, a pesar de su mayoría musulmana la casuística de apariciones marianas, estigmatizados o milagros cristianos es sorprendente. Por eso no debería sorprendernos que en Muqattam, al sureste de El Cairo, cada jueves miles de personas acuden a la Iglesia de San Simeón con la esperanza de que el padre Samaan pueda expulsar sus demonios.

El padre Samaan es copto. Pertenece al grupo etnoreligioso cristiano más numeroso tanto en Egipto como en Oriente Próximo. Sin embargo solo un 10% de los habituales en sus misas de exorcismo, cada jueves, comparten su fe cristiana. La inmensa mayoría son musulmanes que buscan en el exorcismo cristiano una remedio a sus angustias, originadas en su creencia en los jinnas, que no han encontrado en ningún imám musulmán. MC.


¿Lo sabías?: “Exorcismo Islámico”, dirigida por Faisal Saif y protagonizada por Kavita Radheshyam y Bangaladesh Nirab Hossain es la primera película que trata el tema. Estrenada en julio de 2017, recibió críticas entusiastas.