El científico James Fallon
descubrió que era un psicópata una tarde de 2005, en medio de estudios y
análisis de la actitud que presentan los hombres y mujeres que pueden llegar a
atentar contra la vida de un ser humano.
Este inquietante hallazgo ocurrió cuando el
profesor de neurología de la Universidad de California Irving (UCI) estaba
estudiando las tomografías cerebrales de asesinos psicopáticos, y por eso estas
imágenes se acumulaban sobre su escritorio.
Aquella tarde, y como parte de un estudio paralelo,
Fallon también examinaba los tomogramas de miembros de su propia familia.
"Cuando me las trajeron, las miré rápidamente, no
tenían nombres, y miré toda la pila, y eran bastante normales. Me sentí muy
aliviado", cuenta Fallon en conversación con la BBC.
"Pero entonces vi un último escáner que parecía
realmente patológico, y llamé al técnico y le dije 'mira, este se mezcló, este
pertenece a los asesinos', se parecía a los peores casos que había visto",
dice el científico.
Después de chequear que no había sido una confusión, y
que el tomógrafo funcionaba correctamente, Fallon comprobó que el escáner no
sólo era de su familia: era el suyo propio.
Lo que mostraba su escáner es que su cerebro compartía
muchos rasgos de personalidad con pacientes con graves desórdenes
psiquiátricos.
¿Y cuáles son esos rasgos? Una baja actividad en
ciertas áreas de los lóbulos temporal y frontal, relacionados con la empatía,
los valores morales y el autocontrol.
"Exactamente las mismas áreas del cerebro estaban
completamente apagadas, como en los peores casos que había visto y eso primero
me causó risa".
"Tienes que ver esto", cuenta Fallon que le
dijo a su esposa. "Es el mismo patrón que el de un psicópata, y
ella me contestó 'no me sorprende'", relata risueño Fallon.
Pero luego, y casi un año después de aquella primera
reacción jocosa, el científico decidió indagar en esta coincidencia.
"Yo no maté a nadie, ni violé, ni hice nada
parecido", dice el investigador, que además es padre de tres hijos. Sin
embargo, no sólo su cerebro se parece al de un asesino psicópata, también los
genes.
Fallon se sometió a varias pruebas genéticas, y
advirtió la presencia de todos los alelos -o formas alternativas que puede
tener un gen- coincidentes con un alto riesgo para la agresión, la violencia y
la baja empatía, del tipo a las variaciones del gen MAO-A, que ha sido
vinculado al comportamiento agresivo.
Un entorno feliz
"Así que yo tengo los dos marcadores biológicos
principales (de un psicópata)", dice. ¿Entonces qué había impedido que en
su caso se desarrollara un comportamiento violento?
La pieza que faltaba, concluyó Fallon al reflexionar
sobre su vida familiar, es el entorno.
"No puedes decir solamente a partir de un escáner
o de la genética si alguien es asesino o psicópata, pero puedes ver que tiene
la tendencia a ciertos rasgos que coinciden con eso", explica Fallon.
"La biología no es una sentencia de muerte, pero
puede dar un potencial alto para estas cosas. Los genes cargan el arma y hacen
que alguien sea vulnerable para convertirse en un psicópata", concluye el
investigador.
Y en su caso, parece, gracias a una infancia feliz
rodeada de cariño, el arma no llegó a dispararse.
El autoproclamado psicópata difundió los resultados de
su personal investigación en una de las conferencias divulgativas TED y en un
libro que acaba de publicar, The Psycopath inside.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131128_ciencia_james_fallon_cientifico_psicopata_np.shtml
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131128_ciencia_james_fallon_cientifico_psicopata_np.shtml
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