EDUARDO
SUÁREZ. Corresponsal Nueva York. Miranda Barbour apenas tiene 19 años y está en la cárcel desde
mediados de noviembre por asesinar a un hombre que la llamó atraído por un
anuncio en el que se ofrecía como prostituta en la web 'Craiglist'.
Lo que nadie imaginaba el día de su arresto es que Barbour diría en una entrevista que
formaba parte de un culto satánico y que había asesinado al menos a
otras 22 personas desde su pubertad.
Las autoridades investigan desde
hace días los posibles homicidios de la joven, que asegura haber perpetrado
crímenes en los estados de Alaska, Texas, California y Carolina
del Norte, donde se casó en octubre con Elyette Barbour (22
años), que le ayudó en el asesinato por el que ambos fueron a prisión.
La víctima del matrimonio Barbour se
llamaba Troy LaFerrara, tenía 42 años y trabajaba en un vertedero
del condado de Lycoming (Pensilvania). Miranda lo había citado en
el aparcamiento de un centro comercial y le había ofrecido sexo a cambio de 100
dólares en metálico.
Troy se montó en el monovolumen de
la chica y nadie volvió a verlo con vida. Unas horas después, su cadáver
apareció en un callejón de la localidad de Sunbury y las primeras
pesquisas enseguida pusieron a la policía sobre la pista de Miranda, cuyo
número era el último que aparecía entre las llamadas de la víctima y cuyas
huellas dactilares estaban sobre su piel.
Al principio Miranda dijo que había
actuado en defensa propia después de que LaFerrara empezara a manosearla. Pero
esa primera versión empezó a resquebrajarse cuando su esposo dijo que el crimen
había sido el fruto de un plan maquiavélico que habían urdido entre los dos.
Elyette asegura que acogotó la cabeza de la víctima con una cuerda contra
el asiento mientras su mujer leasestaba las 20 puñaladas que
reflejan las conclusiones del informe policial.
Miranda Barbour se declaró inocente
en la primera vista judicial persuadida por el criterio de sus abogados. Pero este
fin de semana concedió una entrevista al periódico local 'The Daily
Item' en la que asegura que el crimen de noviembre no fue sino el
último exponente de una profusa carrera criminal.
Miranda cuenta que su tío
abusó sexualmente de ella en Alaska cuando apenas tenía cuatro años.
Un extremo que su madre confirmó este fin de semana y al que la joven atribuye
sus problemas psicológicos y su iniciación en una secta satánica cuyo líder
abusó de ella cuando tenía 13 años y la obligó a disparar un arma de fuego por
primera vez.
La presunta homicida asegura que
cometió sus primeros crímenes en Alaska de la mano de los miembros de la secta. "Mi
mente no siempre estaba allí", decía este viernes. "Sabía que
algo no iba bien dentro de mí y las creencias satánicas hicieron que aquello se
manifestara".
Miranda no ha ofrecido por ahora
detalles sobre cada uno de sus homicidios. Pero asegura que es capaz de señalar
en un mapa el lugar donde dejó los cadáveres de cada una de sus víctimas y dice
que cuando mató a 22 dejó de contar. "Sólo he asesinado a malas
personas", decía este fin de semana sobre su deriva criminal.
La presunta homicida cuenta que se
mudó a Carolina del Norte con el objetivo de dejar atrás sus
problemas mentales. Pero unos días después de su boda se mudó con su esposo y
su hija de dos años aPensilvania y se cebó aparentemente con
LaFerrara, por cuyo asesinato no parece sentir remordimientos pese a su
crueldad.
"Dijo cosas que no debía decir y entonces las cosas entraron fuera de
control", asegura Miranda. "Le mentí y le dije que tenía 16 años y me
dijo que eso no le importaba. Si hubiera dicho lo contrario, le habría dejado
escapar".
Los letrados del matrimonio Barbour
han solicitado una evaluación psiquiátrica de sus clientes. Pero entretanto los policías de
Sunbury han confirmado que ya han solicitado información a sus colegas de otros
estados para esclarecer cuanto antes si Miranda dice la verdad. "Por la
información que tenemos y por lo que ella dijo durante su entrevista estamos
muy preocupados y hemos estado en contacto con las autoridades
pertinentes", decía este domingo el comisario Steve Mazzeo a
la prensa local.
La fiscalía ya ha anunciado que solicitará la pena de muerte para los dos
miembros del matrimonio, que permanecen en celdas separadas desde el día de su
detención. "Digo esto porque ha llegado la hora de ser honesta",
decía Miranda este viernes sobre sus palabras. "Ésta no es una forma de
glorificarme o de llamar la atención".
No hay comentarios:
Publicar un comentario