Bogotá
D.C., Diciembre 19 de 2013. Sala de Redacción. A fines de abril de este año,
Chile se estremeció al conocer la horripilante historia de cómo una alucinada
secta guiada por un hombre que se creía un dios, había sacrificado a un bebe
recién nacido en una casa en el Fundo Los Culenes en el cerro Colliguay, ahora,
más de un año de ocurrido el infanticidio y ocho meses luego de su
descubrimiento y captura de los integrantes del siniestro culto, 6 de los
formalizados regresaron al sitio exacto donde se desarrolló la absurda tragedia
para efectos de practicar la diligencia judicial de reconstrucción de la escena
a instancias del Fiscal a cargo del caso, Juan Emilio Gatica.
En la mañana de ayer miércoles, Natalia Guerra, Pablo
Undurraga, Carolina Vargas, María del Pilar Álvarez, Josefina López y David
Pastén, seis de los ocho imputados por el crimen del pequeño hijo de Guerra,
fueron trasladados desde sus respectivos lugares de detención, el Centro de
Orientación Femenina de San Miguel, en el caso de las mujeres y el penal de
Alta Seguridad en Santiago, para el de los hombres, hasta una casa en el Fundo
Los Culenes en el cerro Colliguay, una zona rural perteneciente a la comuna de
Quilpué, Región de Valparaíso, Chile.
El motivo de ese patético reencuentro era, según el Fiscal de Quilpué,
"precisar el accionar de cada uno de los imputados y las conductas
desplegadas por los mismos el día del crimen", es decir, la noche del 22
de noviembre de 2012, cuando los imputados junto a Ramón Castillo Gaete, alias
"Antares de la luz", se dieron cita en ese lugar con el fin de
realizar un demencial rito para evitar el fin del mundo, que se había
pronosticado para el 21 de diciembre de ese año. Bajo los efectos de una droga
que Castillo Gaete, traía de Cusco, Perú y que es conocida con el nombre de
Ayahuasca, la cual se caracteriza por sus efectos alucinógenos, los tres hombres
y las cuatro mujeres quemarían vivo al bebe de tan solo dos días de nacido y al
que alias "Antares de la luz", llamaba simplemente “El Anticristo”, y
que sería hijo de él con Natalia Guerra Jequier.
Las otras dos mujeres imputadas, Karla Franchy Arana (34), azafata y
veterinaria, y Francisca Ceroni, de 21 años de edad, artesana, no fueron
convocadas a la reconstrucción por no haber estado presentes el día del
infanticidio.
Ceroni, una bella jovencita de aspecto angelical, fue la mujer que acompañó a
Castillo Gaete en su huida a Perú, por lo que es acusada de homicidio
calificado en calidad de encubridora, mientras que Karla Franchy Arana, es la
única de las implicadas que fue puesta bajo detención domiciliaria y esta
sindicada de homicidio calificado en calidad de cómplice.
Los demás imputados lo están bajo el cargo de homicidio calificado, mientras
que la madre del bebe inmolado, Natalia Guerra Jequier, de 25 años y de
profesión diseñadora gráfica, se encuentra formalizada por el ilícito de
parricidio dado que tras el nacimiento de su hijo lo entregó voluntariamente a
Ramón Gustavo Castillo Gaete, para que este saciara en el pequeño sus
monstruosos instintos criminales, sin que la joven se opusiera a ello.
Justamente, en el marco de la diligencia de reconstrucción llevada a cabo ayer
en el cerro Colliguay, Claudio Pérez, el abogado defensor de Natalia Guerra
Jequier, sostuvo a los medios de comunicación locales allí presentes, que su
prohijada le había contado detalles de lo ocurrido el día del infanticidio:
“Pablo Undurraga [Atria], llevó a Natalia [Guerra Jequier] con su hijo, al
lugar donde Antares [Ramón Gustavo Castillo Gaete] estaba al lado de la fogata,
se la pasan y él les ordena que se vayan del lugar. Por eso no se sabe
materialmente qué pasa con la guagua. Sólo se sabe que él la quemó”.
Para el jurista, y de acuerdo a la versión presentada por Guerra, tanto ella
como Undurraga permanecieron dentro de una camioneta hasta que concluyó el
sacrificio, mientras que otros seguidores de la secta habrían estado dentro de
la casa en el mismo fundo.
Las autoridades policiales chilenas encontraron recientemente un cuchillo que
David Pastén Rojas, habría escondido por orden de Castillo Gaete, este hecho es
entendido por la defensa de Guerra dentro de un contexto según el cual “no se
sabe para qué fue utilizado ese cuchillo, y esa es una gran duda que no podrá
ser resuelta”.
El bebe nació a las 6.45, en la Clínica de Reñaca, y al filo del mediodía del
22 de noviembre de 2012, Natalia Guerra Jequier, fue dada de alta. Esa misma
noche, el bebé recién nacido habría sido sacrificado por quien sería su propio
padre, Ramón Gustavo Castillo Gaete, con el silencio cómplice de la madre, lo
que explica el abogado Claudio Pérez, diciendo que “Una vez de alta trasladan a
Natalia a la casa de Mantagua. Por orden de Antares la rapan, para eliminar las
energías negativas tras parir al Anticristo. Luego es trasladada a Los Andes, y
en la tarde, a eso de las 19 horas se van a Colliguay”.
El hecho de que el bebe tendría menos 48 horas de nacido cuando fue asesinado,
es usado por el abogado defensor de Guerra Jequier, para tratar de variar el
cargo contra su defendida desde el de Parricidio al de infanticidio, con lo
cual habría rebaja de pena, igualmente, el abogado Claudio Pérez, sostiene que
todos fueron manipulados por Castillo Gaete, quien habría ejercido sobre ellos
una mesmérica influencia.
La Fiscalía cree otra cosa y señala que todos los imputados eran conscientes de
lo que estaban haciendo, que estaban presentes al momento del delito y que el
crimen fue preparado cuidadosamente para lo cual exhiben el detalle del
cuchillo el cual fue hallado a varios kilómetros de donde el bebe fue muerto.
Los seis imputados arriesgan penas que van entre los 10 y 15 años de cárcel.
http://www.accion13.org.co/ReconstruyenEscenaDelSacrificioDeBebeEnColliguay.htm
1 comentario:
Menudo monstruo cobarde, cebarse contra una pobre criatura inocente que no se puede defender.
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