
ARGENTINA. Sergio Jorge Tomatis es un hombre estafado. El martes, con el aliento   entrecortado, llegó al mostrador de la Subcomisaria Séptima de Elisa,  un pequeño pueblo del departamento Las Colonias en Santa Fe, para  denunciar el robo de casi un millón de pesos de su casa. Tomatis también  aportó el nombre de Marcos Aurelio Gómez Macaleano, un pai umbanda  colombiano al que le había pagado para “espantar los malos espíritus”  pero que terminó fugándose con todos sus ahorros.
La víctima tiene 56 años, es padre y viudo y también productor  agropecuario. Según el relato que entregó a la policía, el lunes llevó a  su campo en Ituzaingó, a unos 200 kilómetros de la capital provincial, a  Gómez Macaleano, un pai umbanda con fama de parapsicólogo que realizaba  “trabajos de limpieza” a domicilio. Tomatis estaba ansioso por los  servicios del colombiano, tanto que se ofreció a ir a buscarlo en su  auto a la estación de servicio “Oil”, ubicada en el cruce de las rutas  70 y 6. El pai pasó la noche en la finca de Tomatis, y según el arreglo entre  ellos, iba a ser la primera de muchas porque “el trabajo” iba a llevar  tiempo. 
En ese mismo momento, el dueño de casa recordó que había notado que la mochila del pai, de color marrón oscura, estaba más pesada que cuando llegó a la finca. Cuando Tomatis remarcó sus sospechas sobre Gómez Macaleano, los policías comenzaron a investigar y encontraron antiguas denuncias de estafas contra él, radicadas en distintas ciudades como Rafaela, Reconquista y Córdoba. Sin embargo, no encontraron ningún domicilio que pudiera funcionar como “consultorio” del pai porque, hábil, solía “atender” en las casas de sus clientes.
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