La sociedad china está indignada por el asesinato a golpes de una mujer inocente cometido la semana pasada por seis presuntos miembros de una secta.
Cinco de los seis sospechosos fueron arrestados el lunes, acusados
de homicidio intencional. El otro, un menor a 14 años de edad, será
enjuiciado en un tribunal penal juvenil, dijo el gobierno de la ciudad
de Zhaoyuan de la provincia de Shandong.
La víctima, Wu, madre de un niño de siete años de edad, fue
asesinada a golpes alrededor de las 21:00 horas del 28 de mayo en una
sucursal de McDonald's en la ciudad. Al parecer, el asesinato fue
cometido después de que la mujer se rehusara a dar su número de teléfono
a un grupo que trataba de reclutar a nuevos miembros para su secta.
Testigos dijeron que los sospechosos llamaron a Wu "diablo" y "espíritu
maligno" mientras la golpeaban para "destruirla".
Un testigo grabó la escena y subió a internet el video, cuyas escenas causaron el enojo del público.
"Quedé tan impactado que no pude dormir después de ver el
video", dijo Yang Shan, un residente de la capital provincial, Jinan.
Además, dijo que se sintió más molesto al enterarse de que los
sospechosos no expresaron ningún remordimiento por lo que hicieron.
El sospechoso Zhang Lidong de 54 años de edad dijo después de
ser detenido que su acto fue "la voluntad de Dios" y que no lamentaba lo
que había hecho. Los otros sospechosos son sus dos hijas, su hijo, su
socio y un amigo de su hija mayor.
Los seis son miembros de la secta Quannengshen (dios
todopoderoso). El grupo, que apareció en la década de los 90 en la
provincia de Henan, centro de China, afirma que Jesús ha resucitado como
Yang Xiangbin, esposa del fundador de la secta Zhao Weishan, también
conocido como Xu Wenshan. La pareja huyó a Estados Unidos en septiembre
del 2000.
La secta ha sido criticada ampliamente por recurrir a rumores
para confundir a la gente y coaccionar a otros para que se integren a la
secta. A fines de octubre y principios de noviembre de 1998, se
registraron robos y ataques relacionados con la secta en 12 días en el
distrito Tanghe de Henan. A las víctimas les rompían los miembros y les
cortaban las orejas.
"¿Una extraña fue llamada demonio y muerta a golpes sólo porque
se rehusó a dar su número de teléfono? Su crimen es increíble e
incomprensible", comentó Yan Xiang, un residente de Wuhan, en la
provincia de Hubei.
Yan dijo que el crimen mostró el control espiritual que tiene
la secta sobre la gente y urgió a las autoridades a que castiguen
severamente esos actos.
Wang Shuli, un asesor político nacional y experto en religión,
dijo que el caso ha revelado la esencia de Quannengshen: inhumano,
antisocial y anticonstitucional. "No se trata de religión sino de
heterodoxia", opinó.
El asesor aconsejó a las autoridades que castiguen severamente a
los criminales, difundan el conocimiento científico y exhiban a la
secta ante el público en general.
Wang Zhongwu, un sociólogo de la Universidad de Shandong, dijo
que debe mantener la severa represión de las sectas para prevenir que
más gente sea lastimada.
La ley china estipula que una secta es una organización ilegal
que trata de controlar a la gente por medio de la deificación de su
líder, engaña a sus miembros bajo el disfraz de la religión o de otros
pretextos y se dedica a actividades que dañan a la sociedad.
Las autoridades chinas tienen registradas a 14 de esas sectas, incluida Quannengshen.
http://espanol.cri.cn/782/2014/06/03/1s315384.htm
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