LONDRES, Inglaterra (AP y France Presse).— Un estudiante de criminología fue acusado ayer de ser un asesino.
Stephen Griffiths, acusado de haber asesinado a tres mujeres que ejercían la prostitución en Bradford (West Yorkshire, norte de Inglaterra), se presentó a sí mismo como “El caníbal de la ballesta” en una breve comparecencia ayer ante el juez.
En un caso cuyos detalles han desconcertado a la nación, Griffiths está acusado de matar a las tres mujeres que desaparecieron en Bradford, al norte de Londres. El acusado, de 40 años, estudiaba homicidios en el siglo XIX en la universidad local cuando fue arrestado. Los tabloides británicos, que han dedicado primeras planas al caso, sugirieron que Griffiths usó una ballesta para matar a una de sus víctimas. Y cuando le preguntaron su domicilio, respondió: “Eh... aquí, supongo”.
Familiares de algunas de las víctimas sollozaron mientras se esforzaban por ver al acusado detrás de una barrera de vidrio en la primera de las dos audiencias ayer.
Se muestra impasible Griffiths, con camisa negra y pantalones vaqueros oscuros, pareció impasible mirando silenciosamente al piso. El acusado ingresó en la Universidad Bradford en 2004 como estudiante de doctorado en Historia local. Se dice que su investigación comparaba los métodos policiales modernos con los de los detectives del siglo XIX, según reportó el “Times”.
La policía dijo que el martes se hallaron los restos de una de las víctimas, Suzanne Blamires, de 36 años, en un río cercano. La última vez que la vieron con vida fue el viernes pasado. Las otras dos mujeres desaparecieron en Bradford: Shelley Armitage, de 31 años, desapareció en abril, y a Susan Rushworth, de 43, no se le ha visto desde junio pasado. Sobrenombre El acusado se autonombró como “El caníbal de la ballesta”, aunque no hay ningún indicio, al menos hasta el momento, de que se haya comido carne de las que se cree son sus víctimas.
Formalmente acusado Detenido el lunes pasado, el jueves fue formalmente acusado de haber asesinado a Blamires, cuyo cuerpo desmembrado apareció en el río Aire. Los cuerpos de las otras dos mujeres aún no han aparecido.
La policía no vincula a Griffiths con otras mujeres desaparecidas en la zona en los últimos años, pero tiene previsto examinar más adelante esa posibilidad. La prioridad ahora es encontrar los cuerpos de Rushworth yArmitage y acumular pruebas contra el sospechoso. Griffiths, quien está cursando un doctorado en Criminología, compareció ayer durante cinco minutos ante un magistrado en Bradford. Esposado, sin afeitar, mantuvo las manos como si estuviera rezando cuando le hacían preguntas: ¿Nació el 24 de diciembre de 1969? “Sí”, respondió escuetamente a una tercera pregunta.
En una segunda comparecencia poco después de mediodía confirmó que su nombre es Stephen Shaun Griffiths. El juez le comunicó que su próxima comparecencia será mediante conexión de vídeo desde la prisión y fijó la próxima vista para el 7 de junio.
Comía ratones Algunos diarios han seguido publicando detalles escabrosos sobre su personalidad. Vecinos suyos citados por “The Sun” aseguran que los lagartos que tenía en su casa como animales de compañía medían hasta 1.2 metros. Un amigo del presunto asesino asegura que un día vio cómo se tragaba vivo uno de los ratones que criaba en su casa para alimentar a los lagartos.
Durante la comparecencia del acusado, no se divulgó ningún detalle sobre los asesinatos, conforme a la legislación británica.
La policía continúa registrando el edificio donde vive el acusado, cerca de la “zona roja” de la ciudad, así como los jardines aledaños.
Varios medios de prensa aseguran también que Stephen Griffiths, quien usaba el seudónimo Ven Pariah en internet, compró una ballesta a través de Amazon. Sea por sus estudios o por una fijación personal, su rastro en internet, en sus cuentas en Amazon y en páginas como Facebook, dan cuenta de su gran interés por la vida de más de 50 asesinos en serie y obras relacionadas con crímenes.
La región de Yorkshire ya fue escenario de 13 asesinatos de mujeres en los años 70, cometidos por Peter Sutcliffe, conocido como el “Destripador de Yorkshire”, condenado en 1981 a cadena perpetua.
Martin Anthony Smith, natural de North Shields, en el noreste de Inglaterra, tenía a la policía pisándole los talones desde hacía más de dos años. Inscrito en la lista de los delincuentes más buscados del país, en noviembre del 2007 fue detenido en la región de Cumbria por la supuesta violación y abusos sexuales reiterados de una menor, que era su hijastra.
La niña habría sido víctima de las agresiones durante una década, a partir de 1995. Poco después del arresto, Smith quedó en libertad condicional a la espera de ser procesado. Fue entonces cuando huyó a España, donde se perdió su pista, hasta ser arrestado el 7 de mayo en Barcelona. En la fuga le acompañaron su mujer, Lianne, y la pequeña Rebecca, de las que tampoco había noticia desde que desaparecieron en diciembre del 2007.
Smith vivía y trabajaba en Cumbria, donde también cometió las agresiones. Durante un tiempo fue técnico de sonido y estuvo relacionado con la firma Target Managemet en la ciudad de Brompton. Sin embargo su última actividad laboral antes de desaparecer fue la de médium. Smith ejercía en un canal de televisión por satélite desde comienzos del 2007. Incluso participó en un programa para investigar si una propiedad, Brougham Hall, estaba habitada por espíritus.
También se había dedicado a la hipnosis de espectáculo, como demuestran estes video que EL ARCHIVO DEL CRIMEN ha descubierto en youtube.
Las dotes paranormales que se atribuía le fallaron cuando creyó que en España se podría esconder y escapar de la justicia británica. Los dos países han creado un grupo, denominado Operación Captura, en el que colaboran los miembros de la Agencia Contra la Gran Delincuencia Organizada (SOCA), la oenegé Crimstoppers, que recopila información anónima sobre actividades delictivas, la embajada británica en Madrid y la policía española. Con Smith, son 34 los detenidos por Operación Captura, donde todavía figuran 16 sospechosos que siguen huidos.
INTERNET HA SUPUESTO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS UNA VERDADERA REVOLUCIÓN EN EL MUNDO DE LAS COMUNICACIONES. LA POSIBILIDAD DE INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN A NIVEL MUNDIAL ES SIN DUDA UNA GRAN VENTAJA, PERO TAMBIÉN SE HA CONVERTIDO EN
UN VEHÍCULO DELICTIVO DIFÍCIL DE CONTROLAR POR LOS DISTINTOS ESTADOS.
Internet, red de redes, surgida y concebida en EE UU para la comunicación en el ámbito militar ha sido transformada con el tiempo en la mayor red de comunicación, ofreciendo a sus usuarios ventajas impensables hace unos años. El problema surge cuando esa ventaja sobrepasa el marco legal, y ello es sencillo desde el momento en que los propios estados tienen serias dudas para aplicar ese marco, ante el vacío existente de legislación concreta para limitar su uso.
Por tal motivo, se hacen necesarios mecanismos legales que permitan una mayor acción de seguridad para paliar sus efectos y no es menos cierto que tales avances se van produciendo, no solamente en el ámbito nacional con la regulación de la firma electrónica aprobada por Real Decreto Ley núm. 14/1999, de 17 de septiembre o la reciente Ley Orgánica 15/2003 de modificación del vigente Código Penal con inclusión de nuevos delitos relacionados muy estrechamente con internet, también en el europeo, con proyectos como la Directiva Europea que establece el marco comunitario para la firma electrónica (Directiva 1999/93/CE, de 13 de diciembre de 1999). E incluso iniciativas impulsadas por la Corte Penal Internacional de la Haya para la creación de Leyes comunes que permitan prevenir y sancionar el delito informático o la creación del Convenio del Consejo de Europa sobre cibercrimen firmado el 08 de noviembre de 2001 o la realización de informes del Comité Europeo de Crímenes en el ciberespacio.
No obstante, toda ventaja empleada para unos propósitos legales puede convertirse en un inconveniente en la parte afectada, es decir, cuando Internet se convierte en refugio de actividades criminales y en el escondite de sus autores.
Utilizan la red como medio de su actividad delictiva, amparándose en su transnacionalidad virtual, carente de fronteras físicas que dificulta a los gobiernos la prevención y detección de la criminalidad que producen.
Lejos de lo que podamos imaginar, el delito en internet es más organizado de lo que pensamos, pues no solamente los grupos jerarquizados y especializados utilizan el ordenador como medio o herramienta delictiva, también las personas independientes que actúan por sí solas encuentran en la red un entramado organizado que bien se parece al de aquellos grupos citados en primer lugar, y no solo como medio de entretenimiento, diversióno desafío. Recordemos aquí, el llamado "emule" o copia en cadena (unos copian fraudulentamente para su consumo amparados en un uso privado y otros a su vez duplican o plagian a éstos, volcando esa información con derechos de autor en sus ordenadores. Quisiera aquí realizar un breve paréntesis en relación a este sistema de copia, por la idiosincrasia y la problemática que surge en torno a él, intentando aclarar ciertas controversias que surgen sobre la legalidad de dicho proceso. Primeramente debemos dejar patente que la actual Ley de Propiedad Intelectual no prohíbe en ningún caso las redes de descarga, principalmente por que no está regulado en la propia Ley, pero sí realiza una diferenciación notable en lo que se puede o no copiar para un uso privado, permitiendo la descarga de música o vídeo y no así el de software, que taxativamente no permite, como así refleja en su articulado (art. Núm. 99). En cuanto a la copia de música o vídeo, el legislador realiza otra diferenciación, que a su vez personalmente considero contradictoria, constatando que la copia legal (uso privado) no será permitida si es objeto de utilización colectiva o lucrativa.
Aquí entraría por tanto la picaresca del internauta, de suma importancia a la hora de valorar la acción como lícita o ilícita. ¿Acaso no es colectiva el modus de actuación de emule o programas similares?, ¿quién certifica que la copia descargada para un uso privado no es utilizada para su venta con un fin lucrativo exclusivamente? o ¿no es menos cierto que las copias privadas descargadas suponen en definitiva un fin lucrativo para quien lo realiza?..., por lo tanto considerar una copia legal o no en base al tipo de uso que se le vaya a dar,
es totalmente subjetivo, por que escapa primero al control real de utilización y en segundo lugar al control que la propia Ley intenta establecer.
De igual modo, éstos (autónomos), como parte activa vuelcan, transfieren y comparten información ya delictiva (ej: pornografía infantil) en foros de debate o como parte pasiva consultan páginas con instrucciones para obtener beneficios fraudulentos (ej: delitos contra la propiedad intelectual), por poner un solo par de ejemplos, pero no termina ahí el "entramado internauta", utilizan información oficial, cultural o de cualquier otro tipo que a la postre resultará vital para sus pretensiones delictivas. Dicho
de otra forma más clara, existe información totalmente lícita que acaba siendo un complemento importante en la consecución del delito y en las acciones de sus grupos para la culminación de los mismos. Hablamos de aquellas consultas que posibilitarán y facilitarán su fin delictivo: consultas de cartas marinas, paraísos fiscales, pasos fronterizos… que finalmente constituirán indicios cooperantes de criminalidad. Como vemos, existe en internet un entramado organizado abierto a cualquier persona que desee introducirse en él, ya no hablamos solo del uso delictivo de la red con conciencia absoluta de los fines que intentan conseguir, sino también para un uso privado utilizarán herramientas o cauces delictivos a su alcance.
En resumen, si el "cibercrimen" utiliza y comparte información para sus propósitos, en mayor medida los cuerpos policiales deberán cooperar y difundir su propia información para erradicarlo, no solo a nivel nacional, también intercambiando internacionalmente experiencias, formación para investigar esta tipología criminal y lo que es más importante, metodología utilizada por los grupos desarticulados e investigación específica para llegar a determinar esa metodología que utilizaron, teniendo siempre muy en cuenta que la legislación nacional de cada país diferirá en la determinación primero de la existencia de delito y en segundo lugar del tipo de delito cometido, luego la cooperación internacional no se limitará al ámbito policial, la contribución judicial jugará y juega también un papel importante.
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CIRCUNSTANCIAS CRIMINOLÓGICAS
Como es de imaginar, esta reciente tipología criminal posee sus propios aspectos criminológicos que provocan el delito y los motivos de su producción, principalmente la clandestinidad y anonimato que supone interactuar en el delito sin la presencia de su autor en el escenario, lo que supondrá ausencia de riesgo físico en la comisión del mismo. Dicha circunstancia es el epicentro de otras que podemos considerar colaterales de ésta.
Quiero aquí resaltar el apunte realizado por el Observatorio Español de Internet que ha publicado recientemente que "los delitos son en realidad los de toda la vida, solamente cambian los métodos, los canales y los escenarios", pero aquí cabría añadir también, que esos métodos, esos canales y esos escenarios dependen en gran medida de esa circunstancia citada, carecen de los indicios físicos o biológicos del delito clásico, carecen de una escena del crimen y de un escenario criminal diferente que aporte datos fehacientes de la comisión de un delito y de las hipótesis que puedan surgir de ellas, sus escenarios criminales se sitúan generalmente en la privacidad de un domicilio o enla diversidad común de equipos utilizados por diferentes usuarios, sus procedimientos al utilizar el ordenador como instrumento en la comisión del delito son más técnicos y específicos y por lo tanto requieren de una igual o mayor tecnología y metodología para investigarlos, sus acciones criminales se enmascaran en procesos informáticos de encriptados puramente técnicos o puramente clásicos como la creación de empresas tapaderas o la utilización de paraísos fiscales o servidores remotos donde alojar sus acciones impunes. Todo ello supone un difícil seguimiento y detección de la criminalidad que producen e infieren en esas circunstancias criminológicas.
Vista la premisa que considero como principal, ¿que otras características impulsan al "ciberdelincuente" al uso de internet como canal delictivo y al uso de esta nueva tipología criminal?
En primer lugar, priman razones de economía que son enormemente atractivas para sus autores. Recordemos aquí, que un elevado número de ciberdelincuentes se localizan en Asia (China) y Europa del Este, países donde la economía es precaria y el paro laboral se sitúa en altos niveles. Debido a ello encuentran en internet una forma de ganarse la vida dedicada al engaño, la estafa, la defraudación etc y no olvidemos que si los beneficios son altos para los autores del delito, los gastos y el material para cometerlos son escasos e iguales tanto para el que comete una defraudación millonaria como para el usuario privado que utiliza internet para la denominada "piratería informática" (descargas, decodificaciones, accesos...).
En segundo lugar, otro factor criminógeno de primer orden y del que dependen muchos otros, se enmarca en la globalización que posee internet, que permite la comisión de delitos sin moverse de su sillón en cualquier país del mundo, desviar dinero desde países no occidentales carentes de medios para investigarlos, perseguirlos y de leyesprotectoras, hasta aquellos países que harán uso de ellos.
En tercer lugar, la fácil captación como parte activa de otras personas dispuestas a realizar actividades criminales es otra circunstancia criminológica a tener en cuenta, puesto que proporciona la comisión del delito, basta con ser avalado por otro para distribuir pornografía infantil en internet por poner un solo ejemplo o como parte activa-pasiva al distribuir a su vez el material delictivo recibido de un tercero.
Como ejemplo de lo anterior, el diario La Razón en su edición de 13-11-2003 titulaba: "Primera
sentencia por un ciberdelito de pedofilia en internet". El artículo cita como parte sentenciadora a la Audiencia Nacional en el que constata entre otrosfactores que "... la red estaba integrada por miembros residentes en Suiza, Alemania, Francia, Finlandia, Japón, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Austria y España" y la declaración del condenado de nacionalidad española, quecita entre otras cuestiones, "que para pertenecer a tan selecto club era imprescindible no solo recibir, sino remitir vía internet las escenas sexuales con menores, así como ser avalado por otro miembro".
Como hemos podido observar, el sujeto actúa como parte activa y pasiva y lo que es más importante, forma partede una red organizada y globalizada dedicada a dicho ilícito penal. Como vemos, vuelven a aparecer los términos organización y globalización, criminológicamente son dos pilares fundamentales para el ciberdelito y otorga numerosas respuestas al por qué se producen dichos factores criminógenos: cuanto mayor organización exista y mayores ramificaciones, mayor también será su anonimato y clandestinidad para codificar y dificultar la detección de sus acciones criminales.
Visto lo anterior, cabe sacar otra conclusión importante, dependiendo del delito, su lugar de producción y asiduidad diferirá por las propias circunstancias sociales del país desde el que se ejecuten, en el caso anterior (pornografía infantil), la ejecución se produce en múltiples países, todos ellos occidentales. En el caso de aquellos delitos relacionados con la inmigración ilegal se originarán generalmente en países frontera como España, en el caso de delitos monetarios (fraudes, estafas, contra la propiedad intelectual...) o de intrusión (hackers) se ejecutarán desde países asiáticos y de la Europa del Este o en aquellos delitos relacionados con el terrorismo, se iniciarán en países árabes, aunque en estos, habría que hacer una mención especial, por el entramado que las propias organizaciones terroristas poseen en todo el mundo. Igualmente, todo ello redunda en el consumidor al que van dirigidos, unos autoconsumen los beneficios de los delitos que cometen y otros participan de ellos o simplemente actúan gratuitamente como desafíos personales (creación y distribución de virus violentando la seguridad de particulares o empresas principalmente).
Otro factor criminológico que debe citarse es el uso de internet como canal de difusión y publicidad, modificando o alterando las conductas de quienes hacen uso de ello, siendo conocedor o desconocedor de lo que allí se publicita y si tras esa publicidad se esconde actividad criminal. Aquí se puede encontrar
desde el acceso a páginas xenófobas, apología de terrorismo, consejos para comprar pasaportes falsos o títulos de otros países, hasta ofertas de trabajo que luego se convierten en captación o tráfico de seres humanos obligados y amenazados a ejercer la prostitución en países occidentales, etc. etc. etc.
La mujer que se sentaba en el banquillo no era la santera que estafó casi 180.000 euros a seis vigueses. El juicio contra la brasileña Zenilde Borges, que durante tres años estuvo procesada por este millonario timo por el que llegó a ingresar en prisión, dio ayer un giro sorpresivo que acabó con la acusada absuelta al quedar en evidencia que había sido víctima de un error. La única prueba en su contra, la identificación que hicieron las víctimas, se cayó por su propio peso al no haber ninguna más que la incriminara y, sobre todo, al acreditarse que fue confundida con una falsa vidente parecida a ella y cuyas huellas, según se ha demostrado ahora, aparecieron en el piso de la calle Camelias donde se hicieron los rituales en mayo de 2007. Este dato y otras contundentes pruebas presentadas por la defensa verificando por ejemplo que su clienta estaba en Extremadura (donde vive) cuando ocurrieron los hechos echaron por tierra la investigación policial y judicial y abocaron a la fiscal a retirar la acusación contra la mujer, a la que pidió disculpas. Ante esto, el tribunal, en una decisión comunicada en la propia sala, la absolvió y ordenó la devolución de los 300.000 euros de fianza que consignó para salir de la cárcel. Su letrado denunció la “lamentable investigación” y anunció que actuará para que el Ministerio de Justicia indemnice a su defendida por los daños morales y económicos causados.
El desarrollo de los interrogatorios de la sesión de ayer ya pronosticaba el desenlace del juicio celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia. Y es que pese a la identificación de la acusada por parte de cinco de las seis víctimas en la primera jornada del martes, las declaraciones de los policías nacionales evidenciaron que no había prueba objetiva alguna en contra de Zenilde Borges: los agentes reconocieron que en colillas y prendas recogidas en el piso vigués no había ADN suyo y que ninguna de las numerosas huellas halladas –algunas en un plato con una vela que estaba en el altar– se correspondían con ella.
Y fue precisamente este informe dactiloscópico el que deparó la mayor sorpresa en la vista y el que acabó por demostrar la inocencia de la acusada, ya que apuntó a otros sospechosos. En un nuevo cotejo de las huellas de la vivienda que fue practicado hace sólo cinco meses (diciembre de 2009) –cuando la instrucción de la causa se encontraba cerrada y el caso ya estaba en la Audiencia para juicio– se constató que seis de ellas pertenecían a tres personas, un matrimonio y su hijo, que forman parte de un clan familiar detenido en Mallorca por dedicarse al timo de la santería.
Vital
Esta prueba fue vital. Una de las identificadas es una mujer también brasileña, Dora N., que guarda parecido físico con la acusada. La Sección Quinta, a requerimiento de la defensa, pidió las fotos policiales de esta persona, junto a las de su marido y su hijo, y dos de las víctimas la identificaron en la vista al mismo tiempo que también reconocían a la imputada, creyendo que eran la misma mujer. El resto de perjudicados admitía que la de la fotografía guardaba un cierto parecido con la santera. Ante esto, la fiscal concluyó que los afectados confundieron a Zelinde con la que sí parece ser la vidente que actuó en Vigo. “Pese a los reconocimientos fotográficos, en rueda y en la sala hechos por las víctimas con respecto a la acusada, no podemos obviar que las huellas revelan la existencia de otra persona”, afirmaba al término del juicio. El fiscal jefe, Juan Carlos Horro, añadía que este informe dactiloscópico que apunta a otra sospechosa se conoció “cuando la instrucción estaba cerrada y la acusación formulada”. La Fiscalía llegó a barajar suspender el juicio y ampliar la investigación, pero optó por celebrar la vista para que la mujer ya fuera exculpada.
A mayores había otra prueba que verificaba que la acusada no podía estar en Vigo al tiempo de las estafas. Su abogado probó que ese mayo de 2007 estuvo a tratamiento de mesoterapia para perder peso en una clínica de Badajoz, a donde acudió una decena de veces en ese período. Además, uno de los días en los que la vidente recibió a las víctimas, ella comparecía en un juzgado de Badajoz por una causa pendiente. Con toda esta información, la Sección Quinta no tuvo dudas: absolvió a la mujer por las “contradicciones” en las identificaciones y por “la prueba aportada por la defensa”. Zenilde salió por la puerta del edificio judicial libre de toda sospecha.
La Constitución española en su artículo 16 proclama: “1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley. 2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. 3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.”
Esa mención expresa de la Iglesia Católica implica un reconocimiento tácito de esa forma de cristianismo, legitimándola sobre otras opciones religiosas, en el marco legal. Y sin embargo hasta el catolicismo implicá una serie de prácticas y dogmas de fé que, en ocasiones, pueden ser móvil, objeto o justificación del delito. Y es que la casuística criminal, por desgracia, nos ofrece constantes ejemplos de cómo una creencia religiosa: como la existencia del Diablo, y su capacidad para poseer a los seres humanos, puede convertirse en un factor criminógeno. ¿Dónde termina el derecho constitucional y comienza la jurisdicción policial?
El pasado 22 de abril de 2010 Las autoridades judiciales ordenaron el jueves la exhumación de una adolescente de 15 años que murió después de que el pastor de su parroquia supuestamente intentase tratar sus convulsiones con un exorcismo. Clement Rohee, ministro de Seguridad Nacional, señaló que el gobierno de la nación sudamericana contrató un patólogo de un país vecino que llegará el fin de semana para reexaminar los restos de Sangeeta Persaud. Nadie ha sido acusado de su muerte, y una autopsia preliminar reportó que ésta no era concluyente.
Persaud falleció a finales de marzo. Líderes de la iglesia de una comunidad rural dijeron que pasaron cinco horas orando por ella mientras le presionaban cabeza y abdomen. Persaud fue llevada posteriormente a un hospital, donde murió. La madre de la joven dijo que Persaud padeció un catarro muy fuerte durante varios años y que se le hizo una prueba para detectar tuberculosis. La joven debía ir el 19 de abril al hospital para recibir los resultados del examen.
La policía española interviene en un exorcismo El pasado mes de noviembre de 2009 la prensa aragonesa recogía un siniestro titular: “Policía investiga un posible caso de exorcismo”. Según recogían diferentes diarios, agentes del Cuerpo Nacional de Policía había detenido a varias personas en Zaragoza, como presuntos autores de un macabro ritual exorcista, cometido en una vivienda particular de la capital aragonesa. La víctima, una joven de 27 años y nacionalidad indonesia, habría sufrido múltiples heridas y golpes, especialmente en la zona de los globos oculares, a causa de los cuales había tenido que ser ingresada de urgencia en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Según los primeros teletipos de prensa, entre los detenidos se encontraba un hombre , de nacionalidad española, de unos 40 años de edad. Y los golpes y heridas que presentaba la joven se habrían producido durante un violento ritual de exorcismo… Según el investigador zaragozano Bruno Cardeñosa: “Al centro médico llegó la joven en estado de hipotermia. Además mostraba diversas heridas en la piel. Según relataron los implicados al cuerpo médico, el presunto poseído no era ella, sino la persona que en un principio fue detenida. La persona que en un principio estaba oficiando el ritual. Sin embargo, siempre según el relato y creencias de los dos implicados, el espíritu maligno que estaba en él se traspasó al cuerpo de la joven maorí. Entonces, se cambiaron los papeles. Para intentar extraer la entidad demoníaca del cuerpo de ella, fue introducida en una bañera con hielo, lo que acabó provocando la hipotermia que le llevó al hospital. El improvisado exorcista fue internado en el módulo de presos del Hospital, mientras que ella fue tratada con éxito. El estado de nerviosismo de los implicados, muy influenciados por sus creencias, hizo que fuera requerida la presencia del párroco del hospital para calmar la situación… Por desgracia, este tipo de sucesos siguen siendo habituales. En ocasiones, las creencias de tipo animista calan tan hondo en la personalidad de un individuo que no pocas veces estos sucesos acaban convertidos en lo que ya se conoce como “criminalidad esotérica”. En este caso, las investigaciones policiales y judiciales prosiguen…”.
Es la última intervención hasta la fecha de la policía española en un caso de supuesta posesión diabólica… pero no es el único, ni el primero. Y en todos los casos la intervención policial llega a tiempo…
Exorcismos criminales Según el Dicciónario de la Real Academia de la Lengua española, la palabra exorcismo (del lat. exorcismus, y este del gr. ἐξορκισμός), sólo significa “Conjuro contra el espíritu maligno”. Y un exorcista es, según la misma Real Academia simplemente la “ persona que exorciza”, o también: “Clérigo que en virtud de orden o grado menor eclesiástico tenía potestad para exorcizar”. Pero esa potestad para realizar conjuros contra el Maligno, no se limita a la iglesia católica. Todas las religiones que acentan la existencia de una entidad maléfica o diabólica cuentan con religiosos supuestamente capacidados para luchar contra ella; rabinos, imames, pastores… incluso existen exorcisas laicos, vinculados a sectas cristianas, hinduistas, judías, islámicas, budistas o incluso animistas, que con frecuencia incurren en delitos más o menos grabes, durante su “lucha contra el Maligno”. El caso de esta reciente intervención policial en Zaragoza es el último en España, pero no el único.
En Roquetas de Mar (Almería) un pastor de la Iglesia Evangélica, había recibido la potestad de su comunidad religiosa, y en especial de los padres de un grupo de 18 niñas de corta edad, entre los 13 y los 16 años, para realizarles un ritual de exorcismo en 1996. Durante varios días las niñas fueron encerradas en un destartalado cortijo donde sufrían convulsiones, ataques histéricos, etc.
Los exorcismos fueron interrumpidos bruscamente, cuando un grupo de agentes de la policía local de Roquetas de Mar irrumpieron en el cobertizo para detener al exorcista, siguiendo las ordenes de su oficial al mando, el Sargento Rafael Montoya, que tuvo la amabilidad de facilitarme una copia del expediente policial del caso. En dicho expediente los agentes reflejaban el comportamiento violento de las jóvenes, la insalubridad del local donde se realizaban los exorcismos, y la nula formación médica o psicológica del exorcista. Pero afortunadamente las jóvenes no sufrieron mayor daño que el psicológico… pero no siempre fue así.
El 1 de febrero de 1990, Encarnación Guardia fallece de una forma igualmente atroz en el Albaizyn granadido, a manos de MarianoVallejo y otras personas más, que intentaron extraerle el demonio del cuerpo, sacándole las entrañas. El 18 de septiembre de 1990 Rosa Gonzalvez, una querida y respetada curandera espiritista de Almansa, asesinó a su propia hija Rosi, de apenas 10 años de edad, arrancándole literalmente los intestinos por la vagina, para intentar sacarle el demonio que supuestamente la poseía…
El 28 de agosto de 1988 Rosa Lima ingresaba en coma en la UCI del sevillano Hospital Virgen de la Macarena. Durante días había soportado las torturas de Ana Camacho, líder espiritual de una secta en Mazagón (Huelva) que aseguraba a sus discípulos que Rosa estaba poseída por un espíritu maligno que había que exorcizar.
En ninguno de esos casos, ni en muchos otros, se produjo una intervención policial, como la ordenada por el Sargento Montoya, que diese fin al exorcismo a tiempo. Para muchos creyentes, el problema no estriba en el exorcismo, sino en la capacidad del exorcista, sugiriendo que sólo los sacerdotes católicos tienen ese autoridad. Por supuesto, millones de cristianos pertenecientes a otras confesiones religiosas (coptos, protestantes, ortodoxos, etc) en las que también se imparten exorcismos, disienten de esa opinión. Lo cual tampoco importa demasiado ya que, según las investigaciones de quien esto escribe, en algunos casos de exorcismos impartidos por sacerdotes católicos, el desenlace resultó tan dramático como en los homicidios anteriormente reseñados.
¿Muerto durante un exorcismo católico? La historia de Javier Marcial es siniestra, oscura, incómoda, y sobretodo triste. La historia de un padre que pierde a su hijo siempre es triste. Y reconozco que quien escribe estas líneas llego a obsesionarse con el caso, dedicándole mucho tiempo y dinero, hasta poder localizar y entrevistar los principales testigos del suceso. Según nuestras fuentes un millonario constructor gallego había hecho pintar una siniestra cruz blanca sobre fondo rojo en plena calle, justo en el lugar donde impactó el cuerpo de su hijo primogénito, tras precipitarse al vacío desde el último piso del edificio. El impacto del cuerpo contra el asfalto fue mortal de necesidad. Lo extraordinario del caso, no obstante, es que el padre del muchacho afirmaba enérgicamente que su hijo había muerto durante el transcurso de un exorcismo católico.
Comprobamos, en primer lugar, que ciertamente en la calle División Azul de La Coruña, existía esa misteriosa cruz pintada en el suelo, a los pies de un rascacielos de 21 plantas, sobre la que circulaban todo tipo de leyendas urbanas. El portero del edificio no sólo nos confirmó la sorprendente historia narrada por nuestra fuente, sino que añadió que el acaudalado constructor solía depositar cada año, durante el aniversario de la muerte de su hijo en el presunto exorcismo, unos folletos en los que acusaba a un exorcismo de la iglesia católica del fatal desenlace, ilustrados con una fotografía de la tumba de su hijo.
En el Cementerio Provincial de San Amaro conseguimos localizar la tumba del joven, en la que figuraba además la fecha exacta de su muerte durante el supuesto exorcismo. Fecha que no podía encerrar una coincidencia más siniestra. Javier murió en la madrugada de Navidad de 1972. Durante varios meses pudimos entrevistar a más de una docena de vecinos y porteros del edificio, y otros testigos indirectos de la tragedia, incluyendo a los primeros en ver el cadáver del joven.
Antonio C. y su esposa, eran novios en diciembre de 1972, y justo aquella noche, al filo de la medianoche, se encontraban juntos en el coche, despidiéndose ya antes de que cada uno de los novios volviese a casa con sus familias. “De pronto escuchamos un golpe sordo. Eso es lo que mas me impresionó, Manuel. Porque yo nunca pensé que un cuerpo humano al caer desde tan alto sonase así. Sali del coche y me lo encontré allí, en el suelo, a unos metros de nosotros. Estaba en pijama, me acuerdo de eso. En ningún momento se me pasó por la cabeza que aquel chico pudiese haberse caído desde el piso 20 de nuestro edificio, porque apenas tenían ninguna señal. Solo sangraba un poco por un herida en la cabeza. Así que para nosotros lo había atropellado un coche que se había dado a la fuga. Pero claro, nosotros no vimos pasar ningún coche, sólo aquel sonido sordo. Y la llave que llevaba en la mano, y que le quité yo. Eso también era raro…”.
Por supuesto los testigos indirectos de la muerte de Javier no estaban en disposición de confirmar o desmentir la leyenda sobre el exorcismo. No recordaban haber visto a ningún sacerdote católico, al menos con alzacuello o sotana visibles, haber entrado o salido del edificio, así que en ese sentido no podía aportar mucho más. En cuanto al resto de vecinos del edificio a los que acudí insistían en lo triste, incómodo y desafortunado de aquel incidente, que nadie estaba dispuesto a remover del pasado. Tampoco la familia materna de Javier, cuya madre todavía trabajaba entonces en la Oficina de Previión, estaba dispuesta a hablar conmigo. Escudándose en un más que comprensible dolor por aquel drama familiar, declinó la entrevista, y defenderse de las acusaciones que hacia su exmarido, quien culpabilizaba a la madre de Javier, y a su abuela, de haber consentido el exorcismo que habría terminado con tan fatal desenlace. Así que sólo restaba dirigirse al origen real de aquella leyenda oscura, siniestra e incómoda que durante más de un cuarto de siglo ha orbitado por la ciudad.
En nuestra entrevista Javier Marcial insistió enérgicamente en que su hijo había fallecido durante el transcurso de un exorcismo. Según su relato su primogénito, de ideología comunista, tenía serios enfrentamientos con la abuela materna y aquella noche, además, se encontraba bastante débil de salud a causa de una fuerte gripe invernal. Aprovechando que el matrimonio se encontraba celebrando las fiestas en las islas canarias, la abuela de Javier, siempre según el relato de su padre, habría avisado a un sacerdote, también vinculado a la familia, para que sometiese al muchacho a un exorcismo. “Su abuela creía que el comportamiento, las ideas, y la enfermedad de mi hijo eran cosa del demonio”. Ni siquiera el padre de Javier podía explicar con detalle que es lo que ocurrió en aquel hipotético exorcismo, nunca autorizado por el arzobispado de Santiago de Compostela, para que su hijo se precipitase por la ventana del piso 20 del edificio, encontrando la muerte en el acto…
Con licencia para exorcizar El caso de Javier Marcial es afortunadamente una excepción en la historia de los exorcismos católicos en España, aunque no en el mundo. En 1976, por ejemplo, la joven católica Anneliese Michael, de 23 años, falleció durante el largo exorcismo al que fue sometida por el sacerdote Ernts Alt durante casi un año. Su historia inspiró la película “El exorcismo de Emily Rose”, y como en el caso de los exorcismos a menores en Roquetas, el religioso contaba con el permiso de los padres de la joven posesa para que hicese lo que fuese necesario para sacar al “demonio” del cuerpo de su hija.
La autopsia realizada al cadáver de Anneliese reveló que la causa de la muerte había sido poco sobrenatural: desnutrición y deshidratación. Además de ello la joven presentaba múltiples hematomas y autolexiones, incluyendo las rodillas destrozadas, por sus ataques convulsivos y violentas genuflexiones... Incluyo aquí las grabaciones en audio de los exorcismos católicos a Anneliese, pero advirtiendo a las personas impresionables de que son muy desagradables:
En un proceso judicial, interesantísimo desde el punto de vista de la criminalidad asociada a las creencias religiosas, los padres de la joven y los sacerdotes implicados en el exorcismo fueron procesados judicialmente en 1978, y declarados culpables de negligencia médica. Aunque dadas las particularidades circunstancias que rodaban el caso solo fueron condenados a 6 meses y libertad condicional bajo fianza.
A pesar de todo, probablemente es la Iglesia Católica la comunidad religiosa más reacia a autorizar rituales de exorcismo entre sus fieles, y la que más “garantías” exige de que una posesión es realmente “diabólica”, antes de autorizar el exorcismo. O al menos así era, antes de que el Papa Juan Pablo II reformase el ritual y incluso actualizase en 1998 el “Ritual Romano”, manual de exorcismos de los sacerdotes católicos que venía utilizándose tal y como había sido redactado en 1614. Tradicionalmente la Iglesia Católica era extremadamente reticente a autorizar un exorcismo, y cada caso debía ser estudiado y autorizado por el obispado correspondiente. Sin embargo desde el papado de Juan Pablo II, muy preocupado por lo que creía un crecimiento de la influencia diabólica en el mundo, muchos arzobispados cuentan con sacerdotes especializados con “licencia para exorcizar” libremente. Son los exorcistas oficiales de la Santa Sede.
En España más de media docena de sacerdotes católicos han contado, o cuentan, con autorización expresa para realizar exorcismo. Probablemente uno de los más respetados sea el Doctor en Teología y Licenciado en Filosofía Juan Jose Gallego, prior del Convento de los Dominicos de Barcelona, y exorcista oficial de la Archidiócesis de la misma ciudad. Desde hace menos de tres años. Gallego, nacido en 1940 en Castrillo de los Polvazares (León), se enfrenta a los supuestos poseídos por el diablo en la ciudad mas “satánica” de España, en el sentido de ser la sede de algunas de las lógicas y sectas de culto al Diablo más influyentes del país, como la OTO, la Orden Iluminati, la Iglesia de Satán, etc. De hecho Gallego afirma habar realizado exorcismos a exadeptos de algunas de esas sectas. Para este sacerdote dominico “Cada caso es distinto. En general, son personas que no se acaban de encontrar con ellas mismas, tienen sueños extraños, enfermedades sin ninguna causa física, hay momentos en que entran en trance y pierden el conocimiento delante de símbolos religiosos, blasfeman diciendo que el demonio es el mejor, Dios es un mentiroso… Noto enseguida cuando alguien padece un trastorno psíquico porque son personas que suelen decir que los que están mal son los otros y no ellos. Los que vienen aquí lo hacen porque quieren y porque, después de haber recurrido a psiquiatras y curanderos, este es su último recurso “.
Como muy bien dice el padre Gallego, los exorcistas católicos se han equiparado, en su función psicoterapéutica, a otros curanderos y sanadores. Y en buena medida eso es debido a la enorme demanda de exorcismos que se ha producido, en los últimos años, a causa de la emigración masiva de católicos subsaharianos o latinoamericanos. Y si la Iglesia Católica no ofreciese esos servicios, otros exorcistas protestantes, o laicos, lo harían. Según el actual exorcista oficial de la archidiócesis de Barcelona: “Muchos sacerdotes piensan que esto es una cosa que ya está pasada de moda. Mi experiencia me dice que no es así. Hay muchísimos casos y cada día más… Aumentan los casos de gente que se cree posesa porque cada vez vienen más inmigrantes de países africanos y latinoamericanos, donde existe un mayor arraigo de la religión y la ignorancia. Y es que la religión se puede convertir en una secta”.
En cuanto al ritual de exorcismo, también se ha simplificado mucho en los últimos años, debido precisamente a la gran demanda de servicios que reciben los exorcistas. En la actualidad, un ritual exorcista del padre Gallego puede durar unos veinte minutos: “Primero, pido a Dios que, si hay alguien que le ha inducido al mal, que le perdone; luego, se procede a la aspersión del agua bendita, la renuncia a Satanás, la profesión de fe, la lectura del evangelio y una invocación de todos los santos; por último, pronuncio dos oraciones, una para pedirle a Dios que le libere y otra para ordenarle al espíritu maligno que abandone el cuerpo del poseso…”. Sin embargo, en algunas ocasiones la ceremonia se complica cuando llegan casos especialmente graves. El exorcista oficial de Barcelona destaca el caso de una familia de origen peruano “compuesta por una señora de unos ochenta años, su hijo y su nuera. Me explicaron que por la noche empezó a arder la cama de la señora mayor… se ve que la cama empezó a arder primero por los pies, que cuando consiguieron apagar el fuego, continuó por la cabeza. La señora vino con todo el pelo chamuscado. Decidí hacerles un exorcismo a los tres y la única que respondió al exorcismo fue la nuera, que empezó a removerse y a chillarme "¡Cállate, cura!...". Aunque resulta increíble, testimonios tan sorprendentes como este ya fueron ofrecidos por los predecesores de Juan Jose Gallego como exorcistas titulares de Barcelona. Antes de el ocupó el cargo el Padre Queralt, que a su vez lo había heredado, hacia 2007 del jesuita Pedro Suñer Puig, quien fue Pro-fesor de Historia en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, presidente de la Fundación Balmesiana durante 26 años, y uno de los exorcistas católicos más experimentado de España. Según su opinión, el 95% de los casos de supuesta posesión diabólica se deben a problemas psicológicos. Aunque, incluso en esos casos, el exorcismo puede llegar a funcionar como un placebo que favorezca la mejoría del enfermo. De hecho Suñer aseguró que sólo vio justificado realizar el ritual de exorcismo católico en media docena de los casos que le llegaron, y que sus exorcismos “curaron” a los poseídos en todos los casos, menos en uno. “Si e visto caras retorcidas y cambios bruscos de voz –recuerda el ex-exorcista- y echar espumarajos. Siempre e practicado los exorcismos en Latin para no sugestionar a la persona. Si es el demonio, seguro que sabe latín . Algunas sesiones resultaban agotadoras y a veces he tenido que practicar varios exorcismos a la misma persona, cuando estaba queda tranquilizada del todo, se le despide como curado…”.
Fenómenos ¿sobrenaturales? El predecesor del Padre Pedro Suñer Puig como exorcista oficial de la archidiócesis de Barcelona fue el entrañable, pero estricto, Padre Francisco de Pau Solá, a quien tuve la suerte de conocer al Padre Solá, durante la realización de un programa de TV en el que, por cierto, muchos televidentes afirmaron haber presenciado un suceso inexplicado, y puedo dar testimonio de su erudición y conocimientos sobre demonología. El Padre Solá era, entre otras cosas, Profesor de Teología, doctor en Filosofía, y en Teología, miembro de la Academia Pontificia Mariológica de Roma, socio fundador y miembro de honor de la Sociedad Mariológica Española, de la Iberoamericana de Sociología y de la Internacional de Papirología, especialista en demología y exorcista de la Diócesis de Barcelona. Sus ensayos sobre diferentes campos teológicos, especialmente la mariología, son sobradamente conocidos y prestigiosos, e incluso han sido, a su vez, objeto de estudio y análisis. Sin embargo traigo hoy a colación al padre Solá, no por ser un teólogo de sobrado prestigió, sino por ser el testimonio más espectacular de un exorcista español que quien esto escribe ha podido recopilar.
La primera vez que el Padre Solá se enfrentó al Diablo ocurrió en Zaragoza. Según su testimonio una joven alumna del colegio religioso en el que él impartía clases mostraba un comportamiento violento y blasfemo cada vez que se trataban temas místicos en su presencia. Según la investigación realizada por el jesuita, la niña había comenzado a sacarse la Sagrada Hostia de la boca cada vez que comulgaba, a petición de su hermano, que le compraba las sagradas formas para utilizarlas, presuntamente, en rituales satánicos. Además la joven empezó a redactar unas cartas al diablo, de contenido marcadamente blasfemo. Para cerciorarse de si su animadversión hacia lo sagrado era fruto de un delirio psicológico la sometió a numerosas pruebas. Por ejemplo durante mucho tiempo le encargaba que echase al correo cartas que el sacerdote le entregaba y en las que en ocasiones incluía una estampa religiosa y en otras solo un papel en blanco. Según Solá, siempre que entregaba a la joven un sobre con una estampa de Jesús o la Virgen, y cuyo contenido la muchacha no podía conocer por cauces naturales, la niña reaccionaba muy violentamente. “Como si el sobre le quemase en la mano”. Por esta y otras pruebas el sacerdote decidió someterla a un exorcismo en la misma capilla del colegio.
Según su relato, en cuanto la niña se percató de que era conducida a la capilla reaccionó con una fuerza y una fiereza inconcebibles para una joven de su edad. Y una vez dentro de la iglesia, en cuanto el sacerdote le hizo la señal de la cruz con un chorro de agua bendita, “la niña salió disparada, literalmente volando sobre todas las filas de bancos, hasta estrellarse contra el altar mayor, poniéndose a girar en el suelo como si fuera una peonza”. La joven salió airosa del exorcismo y, siempre según el cura, nunca más recordó nada de lo que le había ocurrido. Años después el Padre Solá volvió a encontrarse con el Diablo en Paris. El jesuita catalán pudo conocer en Francia al famoso exorcista de la diócesis de Paris, Joseph de Tonquedec, poco antes de su fallecimiento el 31 de noviembre de 1962. Se encontraba en su despacho, consultándole precisamente el caso de la joven de Zaragoza, cuando el exorcista francés le invitó a acompañarle en una entrevista con una supuesta posesa que iba a interrogar esa misma tarde. Según aseguraba el padre Solá, el pudo presenciar con sus propios ojos como durante el interrogatorio entre la supuesta posesa y el afamado exorcista, la joven comenzó a caminar por la pared del despacho, recorriendo el techo de la sala, y descendiendo por la pared opuesta, burlando totalmente las leyes de la física y de la razón… Por lo tanto no es extraño que desde aquella experiencia el Padre Solá consagrase su vida al estudio. Todos sus trabajos teológicos son importantes, pero sus conferencias y escrito sobre el Diablo se consideran respaldados por unas experiencias personales que, probablemente, no ha vivido ningún otro exorcista español. Sin embargo el ritual de exorcismo no siempre termina bien… Casos como el de Anneliese Michel, dramatizado en la película “El exorcismo de Emily Rose”, reflejan el peligro que puede encerrar un ritual “de choque” como es el exorcismo, en el que la mente humana se enfrena a su propios demonios. Anneliese Michel murió durante el exorcismo a que fue sometida. Y no se trata de un caso único.
El exorcista mas mediático Probablemente lo más espectacular de los casos descritos por el padre Solá sean precisamente eso… su testimonio. No tenemos nada más. Sin embargo los modernos exorcistas católicos utilizan la tecnología para inmortalizar y analizar cada caso. Por eso, al visitar el domicilio del padre Jose Antonio Fortea en Alcalá de Henares (Madrid) tengo la oportunidad de examinar varias grabaciones en video de sus exorcismos, a supuestos poseídos por el demonio. Convulsiones, blasfemias, insultos… en la pantalla del televisor puedo presenciar todos los síntomas de una posesión diabólica, tal y como la conciben los creyentes. Y el exorcismo impartido por el sacerdote católico, en este caso, no se diferencia mucho de videos similares que conservo en mi archivo, pero donde el exorcista es un pastor protestante. Un grupo de voluntarios sujetan al poseído, que se revuelve por el suelo profiriendo todo tipo de blasfemias y maldiciones obscenas contra el exorcista, mientras este reza oraciones y conjuros para expulsar al demonio…
A pesar de su inquietante aspecto el Padre Fortea es un hombre muy amable y cordial. Y generosamente me invita a su casa para mostrarme algunos videos de los exorcismos que ha realizado en su iglesia. Son filmaciones domesticas realizadas por alguno de los familiares del presunto poseído o por alguno de los colaboradores parroquiales del exorcista mas famoso de España. No tienen una gran calidad técnica pero como documento de análisis resultan interesantísimas. En ellas puede apreciarse como el comportamiento del presunto poseso es totalmente normal inicialmente. Pero en todos los casos, en cuanto el hombre o la mujer penetran en la iglesia, y el exorcista comienza las oraciones, comienzan a mostrar una manifiesta incomodidad, que termina convirtiéndose en convulsiones violentas, aspamientos y todo tipo de gritos, e insultos soeces para con el sacerdote. “Eso que ves ahí es el trabajo del Diablo, Manuel, que no te quepa duda…”.
Erudito en demonología, el padre Jose Antonio Fortea es autor de algunos de los libros más profundos sobre la figura del Diablo editados en España en los últimos años, y auténticos manuales de trabajo para exorcistas de todo el mundo, sobretodo sacerdotes de América Latina. Sus libros están en toda biblioteca exorcista que se precie. Especialmente “Suma Daemoniaca” y “Manual de Inquisidores” (ambos publicados por La Esfera de los Libros). Este último, en realidad, es una traducción de la manual para exorcistas redactado en 1376 por el dominico Nicolás Eymerich, insquisidor general del Reino de Aragón, que desarrolla y argumenta la lucha contra el Diablo desde la iglesia católica. Y a eso se dedica exactamente el padre Fortea. Depositario de la vieja tradición exorcista de inquisidores como Eymerich, en estos momentos Fortea mantiene abiertos varios casos de exorcismo que todavía no han sido resueltos, como el del hijo de María, o el de Marta.
Marta es una atractiva veinteañera que durante varios años, según me explica el padre Fortea, ha sido víctima de un demonio que atiende al nombre de Zabulón. El ritual del exorcismo puede ser un proceso muy largo, y necesitar, como en el caso del hijo de María o de Marta, el concurso de diferentes exorcistas, o la realización de numerosas sesiones de trabajo. Durante esas sesiones, y como me muestra el padre Fortea en los videos que puedo examinar en su casa, el comportamiento de los posesos es muy similar. Cambios de voz, espasmos, comportamientos blasfemos, animadversión hacia todo lo sagrado…
Es muy probable que un médico agnóstico inmediatamente identificase el comportamiento de posesos como Marta, con transtornos de la personalidad tan familiares para los psiquiatras como el síndrome de la Tourette, y los considerados síntomas de posesión, por los sacerdotes católicos, como meros trastornos psicológicos o fisiológicos. Sin embargo mil millones de cristianos, que aceptan la existencia del Diablo como una criatura pensante real, tienden a aceptar lo contrario.
Exorcistas en España Sin llegar al grado de popularidad del madrileño Fortea, otros sacerdotes católicos españoles han terminado por hacerse un hueco en la agenda exorcista española. Y mientras hace sólo diez años cada exorcista tenía que pedir una autorización especifica para realizar cada ritual, la cantidad de “titulares” con licencia para realizar exorcismos libremente que existe actualmente en la Iglesia Católica resulta sorprendente. Algo impensable, probablemente, de no ser por el incremento de la inmigración latinoamericana o subsahariana que en los últimos años aumenta en Europa, proveniente de países donde los exorcismos, laicos o religiosos, se realizan con la misma facilidad que una confesión, o una comunión.
En Bilbao, el sacerdote pasionista Antonio María Artola, nacido en 1929 en Villabona y profesor de de Teología en la Universidad de Deusto durante 33 años, lleva muchos más luchando contra el Diablo. Habla ocho idiomas, entre ellos el arameo, y realizó su tesis doctoral en Tierra Santa, por lo que no extraño que sea considerado una de las mayores eminencias en esta materia.
Con el aspecto de sabio venerable que le otorgan su pelo y su larga barba totalmente canos, Artola asegura que la inmensa mayoría de los exorcismos que ha realizado se debían a las “presencias de difuntos con malignidad o personas atribuladas porque se imaginan que les vienen los muertos”, salvo dos casos mas graves en Italia y Granada respectivamente. Según el exorcista oficial de Bilbao: “El caso de Italia era una chica joven. Su madre había intentado abortarla con maleficios, pero a pesar de todo nació. Después la ofrecieron al demonio en una misa negra. Esta niña empezó a experimentar cosas horrorosas. Yo he visto clavos, piedras y mechones de pelo que ella arrojó por la boca. En pleno exorcismo, la joven miró mi hábito y gritó «ese vestido no me gusta nada». Luego añadió «tienes que ser más moderno». Entonces empezaron las blasfemias contra la Virgen. Cogí una estatua sagrada que había allí y se la puse en los labios, luego me quité el rosario que los pasionistas llevamos a la cintura y se lo coloqué encima. Esto la hizo sufrir un rato largo pero luego empezó a cambiar y poco a poco recuperó su caracter. Después me enteré de que el diablo volvió a ella…”.
En Galicia existen dos exorcistas católicos oficiales, y ambos comparten la opinión del padre Artola: “la inmensa mayoría de los casos que llegan a la iglesia son por enfermedades mentales u obsesiones”. El párroco del santuario de San Campio de Lonxe, en Tomiño (Pontevedra), José Luis Portela Trigo, que ejerce de exorcista en la diócesis de Tui-Vigo, lleva 37 años como sacerdote y 13 como exorcista. Su primer caso le llego de una familia del pueblo de Tomiño (Pontevedra), cuya hija empezó a presentar “fenómenos extraños” después de haberse adentrado en el “juego” de la OUI-JA. Desde entonces, afirma el padre Portela, expulsa a los demonios “con autoridad y fuerza”.
En la misma provincia, el padre Jose Donsión, párroco de Nuestra Señora del Corpiño y quizás el sacerdote español que más veces haya “echado a los demonios”, es un caso atípico. Ha realizado miles de exorcismos, pero no tanto por su condición de sacerdote católico, sino porque la parroquia de O Corpiño es el último enclave de exorcismos colectivos que existe en España. De hecho, el mismo Arzobispo de Lugo ha impartido la misa en ese pequeña iglesia, legitimando a ojos de los creyentes la garantía exorcista de sus procesiones..
Todos los 23 y 24 de junio miles de personas, llegadas desde toda España, visitan la parroquia de O Corpiño para pedir un milagro. EOC también participó en la famosa procesión de la Virgen del Corpiño, a la que la tradición atribuye especiales poderes contra la posesión diabólica. Por esa razón, cuando visitamos O Corpiño, pudimos contemplar por nosotros mismos episodios de histeria, trances, convulsiones, y todo tipo de comportamientos que los creyentes, con frecuencia, consideran síntomas de posesión diabólica.
Según la tradición quien pueda tocar la peana de la Virgen durante esa procesión, o frotar un pañuelo contra ella, quedará sanado de todo mal. Sin embargo son tantos los cientos de peregrinos que se apiñan intentando tocar a la virgen que es imposible que todos lo consigan. Y para muchos de ellos Jose Donsión, el párroco de O Corpiño, es la última esperanza para expulsar a los demonios. “El poseído –aclara el padre Donsión- es un cuerpo con un doble espíritu. Alberga el alma de una persona y la de un demonio. Y se manifiestan de forma alterna, nunca al mismo tiempo. Es como un avión con dos pilotos. Una vez pilota el diablo y otra, la persona... El poseído blasfema sin descanso, insulta a sus seres más queridos, se ve en él la mirada de unos ojos sin luz. Y, durante el exorcismo, hace cosas terribles”. Misioneros exorcistas Al igual que ocurre en la película “El Exorcista”, algunos sacerdotes españoles se enfrenaron por primera vez al Diablo en las misiones. Misioneros combonianos, jesuitas, padres blancos, etc, han relatado episodios expeluznantes de exorcismo, que presenciaron en las misiones católicas en Africa o Asia.
El conocido dominico vallisoletano Antonio Felices, por ejemplo, presenció un espeluznante exorcismo en Africa, realizado por su superior, durante el cual el cuerpo del poseso, un joven de raza negra, salió disparado varios metros sin tocar el suelo, cuando se le aplicó el agua bendita…
En diferentes misiones católicas en Asia, América Latina, o sobretodo Africa, yo mismo he podido entrevistar a misioneros y misioneras que aseguran haber presenciado espectaculares exorcismos en contextos culturales con miles de años de tradición mágica o supersticiosa, y quizás por ello mas receptivos a la creencia en las posesiones diabólicas. Quizás por esa razón, el los últimos años, en diferentes iglesias cristianas, pero no católicas, en diferentes países del Africa Occidental, se están produciendo autenticas masacres infantiles con la justificación de prácticas exorcistas. Según han denunciado recientemente observadores de Unicef y de varias ONGs, en países como Nigeria hasta 15.000 niños han sido acusados de practicar la brujería o estar poseídos, y en torno a mil han sido asesinados en el transcurso de exorcismos homicidas. Solo en el último mes de 2009 tres niños fueron sacrificados en el transcurso de exorcismos “ilegales” en Nigeria, y otros tres quemados vivos acusados de “brujería”.
Se trata de una nueva forma de “Muti”, una práctica ancestral, la más escalofriante que ha investigado el autor de estas líneas y a la que ya dediqué una entrada en El Archivo del Crimen ( http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/12/muti-el-infanticidio-ritual-en-africa.html) en la que –en su dimensión más radical- se considera el infanticidio como una práctica lícita para apaciguar o satisfacer a los espiritus de los antepadados. Lo más siniestro de todo es que algunas policías occidentales han detectado ya casos de “Muti” en Europa, a raíz de las oleadas de inmigración ilegal que exportan al viejo continente las creencias religiosas de colectivos subsaharianos u orientales, como se habían exportado al Nuevo Mundo durante el tráfico de esclavos… pero ese es ya otro tema.
Manuel Carballal (Publicado en EL OJO CRITICO nº 64) www.ojo-critico.blogspot.com