Un hombre que
afirma ser el propio Jesucristo y que ha fundado un movimiento religioso en el
estado de Queensland está ganando numerosos adeptos y causando preocupación
entre los expertos en sectas en Australia.
Alan John Miller y Mary Luck, originarios del estado de Queensland, Australia, han creado el movimiento “Divine Truth” (Verdad Divina) y cuentan con un número creciente de seguidores hasta el punto de preocupar a las autoridades australianas.
Alan John Miller o AJ como prefiere ser conocido, era un especialista en tecnologías de la información hasta que fundó y encabezó su propio movimiento religioso cerca de la pequeña ciudad de Kingaroy en el noreste de Australia, donde varias decenas de sus devotos han comenzado a comprar terrenos para estar cerca de su nuevo líder, que reúne cerca de doscientas personas en sus reuniones.
Miller no sólo afirma que él es Cristo, sino también que su pareja y socia Mary Luck es en realidad María Magdalena, el personaje que según la Biblia estuvo presente en la crucifixión. Luck le acompaña pese a que su familia no apoya su relación con Miller, e incluso están “asustados”.
Alan John Miller y Mary Luck, originarios del estado de Queensland, Australia, han creado el movimiento “Divine Truth” (Verdad Divina) y cuentan con un número creciente de seguidores hasta el punto de preocupar a las autoridades australianas.
Alan John Miller o AJ como prefiere ser conocido, era un especialista en tecnologías de la información hasta que fundó y encabezó su propio movimiento religioso cerca de la pequeña ciudad de Kingaroy en el noreste de Australia, donde varias decenas de sus devotos han comenzado a comprar terrenos para estar cerca de su nuevo líder, que reúne cerca de doscientas personas en sus reuniones.
Miller no sólo afirma que él es Cristo, sino también que su pareja y socia Mary Luck es en realidad María Magdalena, el personaje que según la Biblia estuvo presente en la crucifixión. Luck le acompaña pese a que su familia no apoya su relación con Miller, e incluso están “asustados”.
“RECUERDOS DE SU VIDA ANTERIOR”
"Tengo recuerdos muy claros de la crucifixión, pero no fue tan angustioso para mí como lo fue para otros, como María, que estaba presente", afirmó AJ en un reportaje del canal británico de noticias Sky News.
"Cuando eres uno con Dios no te encuentras en un estado de miedo, y tienes un buen control sobre las sensaciones de tu cuerpo y el nivel de dolor que puedes absorber de tu cuerpo", añadió.
Miller imparte su enseñanza en forma de cursos cerca de su casa y viaja por todo el mundo mostrando cómo (según él) se puede tener una relación personal con Dios (es decir, con él mismo), y que se basa en lograr avanzar en el control de las emociones propias.
Otra de las afirmaciones de este australiano es que “después de su crucifixión” entró en el mundo de los espíritus, donde conoció a Platón, Sócrates, a varios papas y presidentes.
También relata que se acuerda de los milagros que realizó”. "Yo resucité un buen número de personas... incluyendo a mi amigo Lázaro, que la mayoría de la gente sabe que se menciona en la Biblia", cuenta sin rubor alguno.
Aunque no sea Jesús, AJ Miller está logrando a través de DVDs, internet y en persona extender su mensaje a nivel mundial, como concluye el reporte de Sky News. Claro que podrían aplicarle el mensaje del Jesús histórico, que avisó que surgirían falsos Mesías, de hecho así opinan muchos a pesar del aumento de seguidores que está obteniendo.
DEVOTOS Y ACUSADORES
Mientras que los críticos desmienten sus afirmaciones, no obstante atrae cada vez a un mayor número de personas a sus encuentros y reuniones.
Por ejemplo, George Hamel, que ha abandonado su negocio y su esposa en California para estar más cerca de Miller y sus enseñanzas. Él cree firmemente que AJ es Jesucristo, e insiste en que no hay nada siniestro en él.
O la neurocientífica inglesa Louise 'Luli' Faver, de 39 años, que ha renunciado a su carrera para estar cerca de AJ.
Sin embargo, otros están preocupados, como el reverendo David Millikan, quien conoce personalmente a AJ Miller y ha estudiado las sectas durante 30 años.
Millikan señaló que el peligro es que la gente deja su vida social, gasta todo su dinero sólo para seguirlo y pierde su relación con el mundo real, aunque AJ aseguró que no pide nada a cambio de que lo escuchen.
La respuesta de AJ es de un tono divino: "Había muchas personas en el primer siglo que no creían que yo era el Mesías y se sintieron ofendidos por lo que dije - y de hecho morí a manos de algunos de ellos", señaló.