Según el FBI cada día actúan en EEUU más de 300 asesinos en serie que aún no han sido identificados... La historia de los asesinos seriales recoge algunos casos en que dos psicópatas, como Bianchi y Buono, se han reunido para matar juntos. Pero ¿qué ocurriría si docenas de psicokiller se uniesen para matar en grupo? Esta inquietante realidad es el arranque de la serie The Followns que actualmente emite La Sexta. Y este es el profundo análisis de la misma que hace Juanjo Velasco.
THE FOLLOWING: LO MEJOR Y LO PEOR
Tras el torbellino de Walking Dead y antes del desenlace de Juego de Tronos, en IGN España hemos querido fijarnos en The Following. Cuando se supo el proyecto que estaba
preparando Kevin
Williamson (guionista de la saga Scream y Crónicas
vampíricas), el mundo de la televisión se frotaba
las manos. Podíamos estar ante la serie sobre psicópatas por excelencia, con
permiso, claro, de Dexter
Morgan.
Dos grandes actores, Kevin Bacon y James
Purefoy (mucho mejor actor de lo que la infame Solomon Kane dice), ponían la guinda al pastel. El resultado, lejos
de ser el esperado, ha sido decepcionante, con un final especialmente
desilusionante. Sin embargo, el apoyo de la audiencia (7,7 millones de
espectadores en la emisión del último capítulo) y su ya confirmada renovación
nos hacen echar un vistazo a los pros y contras de la serie. A partir de aquí
ten cuidado, porque entramos en territorio
spoiler.
Argumentos a favor
Personajes protagonistas
La serie se sostiene sobre dos personajes principales.
Por un lado Joe
Caroll (Purefoy), asesino implacable, psicópata
con un alto nivel intelectual y líder carismático, del que también conocemos
sus debilidades, que no son otras que su familia y su mediocre talento para
escribir. Por otro, el agente Ryan
Hardy (Bacon), un exdetective del FBI,
alcohólico, que aún vive atormentado por el pasado, tanto psicológica como
físicamente. Este punto de partida nos ofrece dos personajes realmente
cuidados, atractivos e interesantes interpretados por un (quizá excesivamente)
contenido Kevin
Bacon y unJames Purefoy que, sin duda, es el
mayor acierto de la serie. Enigmático y seductor en algunos casos y desatado en
otros, el británico (que ha brillado mucho más en TV que en cine; pudo ser V en
V de Vendetta) se suelta la correa para ofrecer una convincente interpretación
en la que se nota que se lo ha pasado en grande recitando cada línea.
Edgar Allan Poe
El escritor de Boston es, con permiso de H.P. Lovecraft, el mayor exponente de la literatura de terror de
todos los tiempos. Creador de algunas de las novelas y relatos cortos más
escalofriantes que podemos encontrar en librerías y bibliotecas, sus textos
sirven como hilo conductor de las acciones de la secta de Carroll, que debe una buena parte de su demencia al escritor
americano. Los momentos más inquietantes de la secta llevan su firma, bien sea
a través de pintadas en la pared o recitando sus textos de viva voz, además de
los disfraces y máscaras con el rostro del célebre novelista que loscarrollistas emplean
para cometer numerosos asesinatos.
Trama principal. Secta de asesinos
Como bien sabíamos desde un principio, The Following parte desde una premisa sumamente atractiva. No sólo
nos enfrentamos a un asesino en serie, nos encontramos ante toda una gran secta
de asesinos de segunda fila que adoran, sin vacilar, a una mente criminal
superior, para elaborar un plan asesino de grandes proporciones. La idea,
cuanto menos, resulta atractiva y ofrece una innumerable cantidad de
posibilidades, empezando por el hecho de que nunca sabemos quién puede
descubrirse como infiltrado de la secta.
A pesar de sus altibajos, la serie logra mantenernos
en suspense en varios momentos. El mejor ejemplo es el colosal episodio piloto,
en el que los giros están administrados con mesura, los personajes peligrosos
parecen realmente amenazadores y nos encontramos, a priori, con un héroe a la
altura para combatirlos. El hecho de que al final de este episodio seamos
testigos del poder y la capacidad del villano de la función, que va más allá de
“terminar el trabajo empezado”, sino que tiene un plan aún mayor entre manos,
nos deja en total tensión y con ganas de saber más. Al nivel del piloto
encontramos alguna píldora más a lo largo de los 15 episodios, como la llegada
al búnquer de adiestramiento de la secta o la performance en
plena calle de un Edgar
Allan Poe equipado con una cerilla y un bidón de
gasolina.
Como luego contaremos en los argumentos en contra, hay
muchos momentos de la historia en los que ni el plan de Carroll ni la investigación del FBI avanza. Sin embargo, hasta
en esos momentos, el ritmo que se le aplica a los episodios consigue que en
ningún momento se nos haga tediosa. El uso de flashbacks, que nos recuerda la manera en que se hacía en Perdidos, aunque mucho más insustanciales que en la serie de J. J. Abrams, ayuda a mantenernos enchufados a la serie. Por otro
lado, el hecho de que la estructura narrativa de la serie no sea la misma
durante muchos capítulos seguidos, consigue darle variedad a la producción y
hacerla más entretenida de lo que la propia historia logra.
Argumentos en contra
Giros forzados
El gran handicap de una serie de suspense en la que
únicamente se investiga un caso es el de mantener la tensión durante los tres
meses que dura en antena. Para ello, la planificación es crucial y los giros de
la trama deben ser certeros y en momentos clave. En este sentido, The Following suspende, y lo hace debido a la enorme cantidad de
vueltas que llega a dar en cada capítulo. Si en series similares como The Killing o 24encontrábamos un giro (o dos) por capítulo, uno de
ellos siempre a modo de cliffhangerpara que nos comiéramos las uñas hasta la próxima
semana, en The
Following nos encontramos una serie de vuelcos en la
historia que, aparte de excesivos, resultan muy poco creíbles.
En muchos casos metidos con calzador, estos giros se
usan para mantener el interés de la audiencia de cara al próximo capítulo para
luego resolver el problema en 5 minutos. En este sentido, sería recomendable
que los guionistas echaran un vistazo a la primera temporada de Prison Break para ver lo que realmente se puede conseguir con una
buena planificación y la dosificación de los giros argumentales.
Ineptitud del FBI y los carrollistas
Uno de los aspectos más sangrantes de la serie es la
total y absoluta estupidez de ambos bandos. De un lado, nos encontramos con la
división del FBI encargada de capturar a Joe Carroll y su secta, una oficina en la que nadie tiene una
buena idea y siempre se va un paso por detrás del psicópata. En algunos
momentos parece que elmodus
operandi de los federales es esperar a ver quién es el próximo
en morir y ver si así sale alguna pista. La ayuda de Ryan Hardy y sus lugartenientes, más allá de analizar lo que ha
pasado y elaborar hipótesis, no resulta de utilidad hasta que (afortunadamente)
un giro les permite descubrir algo importante.
Por otro lado, los esbirros de Carroll tampoco
resultan ser unas lumbreras, ya que sus continuas meteduras de pata convierten
el sólido plan del personaje interpretado porJames Purefoy en
un proyecto con más fugas que el Titanic. En definitiva, The Following no es un duelo entre FBI y carrollistas para ver quién es el mejor, sino en conocer quién es
el menos malo.
Los secundarios no tienen carisma ni peso
en la trama
Si hiciéramos ahora mismo una lista sobre las mejores
series, seguro que en ella encontraríamos una buena serie de secundarios
legendarios, personajes convertidos en auténticos robaplanos que, a veces,
tienen una legión de seguidores igual o mayor que los protagonistas. Si buscáis
algo remotamente parecido en esta serie, no os molestéis, porque más allá del
duelo Bacon-Purefoy no hay personajes interesantes. Ni losagentes Mike Weston (Shawn
Ashmore) y Debra
Parker (Annie Parisse) ni los seguidores de
Carroll Emma
Hill (Valorie Curry), Jacob Wells (Nico Tortorella) y Paul Torres (Adan Canto) consiguen atraer el más mínimo interés.
De ellos podríamos rescatar a Claire
Matthews (Natalie Zea) y Roderick (Warren Kole), dos de los pocos secundarios que
consiguen tener algún aspecto atractivo.
Mal desarrollo de trama y personajes
El desarrollo de la historia resulta irregular, poco
natural y aún menos creíble. Sin bien el ritmo consigue que estemos atentos
durante todo el tiempo, la trama avanza a trompicones y la tensión, lejos de ir
en aumento, va en retroceso, ya que de los momentos impactantes de los primeros
capítulos (que recuerdan a la infravalorada Un ciudadano ejemplar) pasamos a una mitad bastante espesa y a un
final decepcionante en el que se desvela el verdadero (y lamentable) propósito
del plan deCarroll. El final definitivo de la temporada es un caso
aparte, donde se hace un homenaje ¿involuntario? a Aun sé lo que hicisteis el último
verano. Asimismo, los dos triángulos amorosos de
la serie (Jacob-Emma-Paul y Carroll-Claire-Hardy), lejos de resultar atractivos, se convierten en una
incómoda distracción de la historia principal
En una serie con asesinatos, y más en ésta, en la que
hay muchas muertes, que no consigamos empatizar con ellas puede considerarse un
fallo enorme. Ya sea con los personajes que sobreviven, los que son enviados al
hospital o los que acaban en la morgue, resulta difícil encontrar algún momento
en las escenas, a priori, duras y crueles, en el que podamos llegar a
identificarnos con las víctimas. The
Following acaba por resultar una serie excesivamente
fría, en la que muchas veces nos importa poco si alguno de los personajes
principales vive, muere, consigue su venganza o evita la catástrofe.
Veredicto final
The Following no
es una mala serie. Su atractivo punto de partida y el ritmo, que consigue
mantener el interés aún en los momentos en que la historia deja de avanzar, así
lo indican. Sin embargo, está muy por debajo de lo que se esperaba, dado los
nombres detrás de la producción. Como miniserie, The Following hubiera sido de lo mejorcito del año, pero para
convertirse en una buena serie es necesario mucho más. Esperemos que los
guionistas aprendan de sus errores y sepan desarrollar una historia que cuenta
con dos buenos personajes que pueden dar mucho más de sí. La audiencia
les da una segunda oportunidad. Esperemos que no la desaprovechen.
Juanjo Velasco
Flojísima y previsible serie para un canal de la categoria de FX-FOX. Evidentemente, la salvan esos dos actores que son un portento, esencialmente, el británico. Les aconsejo la revelación dela temporarada; el siempre sutil "Hannibal" otro spolier a partir de la obra del genial Thomas Harris.Un Doctor lecter que da miedo y te lo crees. Hay si que se ven las esencias del verdarero asesino en serie. Un acierto del canal en abierto ABC. Saludos
ResponderEliminarSorry, cuándo he dicho: "hay si que se ven..." Quería utilizar el adverbio; "ahí, si que se ven las esencias del verdadero asesino en serie". Una fe de erratas, gracias
ResponderEliminarThe Following es una de las mejores series que he visto. Amo las series que tratan de psicos. Cambia constantemente, sin perder el sentido y el hilo de la historia.
ResponderEliminarEn cambio Hannibal es una serie muy morbosa, demasiado. Los libros no se muestran tan así, las películas menos.
Aprovecho el espacio para recomendar "Bates Motel" está muy buena.