El mormón Mitt Romney es el favorito entre los republicanos que compiten por la presidencia de Estados Unidos y un nuevo sondeo de opinión lo muestra en un sorpresivo empate con Barack Obama en las preferencias para la elección presidencial del próximo año. Aún se espera que otro mormón, Jon Huntsman, entre a la carrera.
Pero ¿será su religión un problema?
Estados Unidos es una nación que se enorgullece de tener pocas barreras para acceder al cargo más alto.
Sin embargo, el protagonismo de los dos mormones en la carrera republicana hacia la Casa Blanca ha levantado interrogantes sobre la actitud de los estadounidenses hacia la religión.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, para llamarle por su verdadero nombre, fue fundada en 1830 en Nueva York por Joseph Smith y hoy cuenta con alrededor de 5,7 millones de miembros en EE.UU.
Pero que sea totalmente aceptada es otra cuestión. Nuevos estudios publicados por el centro de investigación Pew Research Center sugieren que todavía hay un largo camino por recorrer.
A pesar de que 68% de los estadounidenses encuestados aseguraron que su apoyo a un candidato no se vería afectado si se tratara de un mormón, una cuarta parte dijo que sería menos probable que votara por ellos. La cifra se elevó a 34% entre los evangélicos blancos, que constituyen una gran parte de la base republicana. "Esto prevalece entre los que van a desempeñar un papel en este proceso de primarias republicanas", dice Carroll Doherty, del Pew.
En una encuesta de Pew en 2007, las cifras fueron similares y hubo también una comparación con otras religiones. Las actitudes hacia los mormones eran mucho menos favorables que hacia otros cultos cristianos, pero mejor que hacia los musulmanes o los ateos.
Poligamia y seguro médico
Los encuestados asocian principalmente la fe con la poligamia, practicada por algunos fundamentalistas a pesar de estar prohibida desde 1890 entre los mormones.
Pero Doherty cree que la religión de Romney no va a ser su problema más grande: sus políticas son un "factor más grande que su religión", dice.
La mayoría de los republicanos detestan el plan del presidente Obama para una reforma de salud que hace que casi todos los estadounidenses tengan un seguro médico, dice el periodista de la BBC Mark Mardell. Cuando Romney fue gobernador de Massachusetts, introdujo un esquema similar para el estado.
En la década de 1960 hubo un debate similar sobre si EE.UU. estaba listo para un presidente católico. Y al haber elegido a John F. Kennedy quedó claro que si lo estaba, dice Steve Mitchell, de la empresa de encuestas electorales Mitchell Research.
Si la carrera presidencial se reduce a un mormón republicano vs. un no-mormón demócrata, los cristianos evangélicos podrían apoyar a los republicanos, dice.
"Romney nunca ha hecho un llamado a los cristianos evangélicos porque tiene ciertas preocupaciones acerca de su posición sobre el aborto y también a causa de su religión.
"Pero atrae a los conservadores fiscales y esta elección se peleará en materia fiscal y económica. La oposición más fuerte a los mormones se encuentra entre los liberales y los que simplemente no quieren Romney como candidato".
Los cristianos evangélicos rechazan el Libro de Mormón (el texto sagrado de la Fé de los Últimos Días) y no consideran a los mormones como verdaderos cristianos. En ocasiones, estas tensiones se ponen al descubierto.
Falta de información
Mike Huckabee, bautista del sur y republicano, se disculpó en 2007 con Romney tras haber preguntado públicamente si los mormones creían que Jesucristo y Satanás eran hermanos.
Marcos DeMoss, un bautista del sur que dirige una compañía de relaciones públicas que trabaja con las comunidades evangélicas, dice que algunos cristianos no pueden aceptar a los mormones.
Se requiere un cambio de mentalidad, dice DeMoss, quien también es asesor no remunerado de la campaña de Romney.
"Cuando un pastor me dice: "Ayúdame con esto de los mormones", le digo: "¿Dejarías que un administrador mormón que administre tus activos?" Dicen "sí", entonces yo digo: "¿Dejarías que arquitecto mormón diseñara un nuevo edificio para la escuela?" Dicen "sí", entonces yo digo: "¿Dejarías que un cirujano mormón te opere?" Y dicen "sí", yo digo: "Entonces ¿por qué no apoyar a un presidente mormón?" Ellos dicen "Oh... sí". Los mismos mormones creen las reservas disminuyen cuando la gente los conoce.
Michael Purdy, un portavoz de la iglesia, aseguró: "La mayoría de las veces, los conceptos erróneos surgen de una simple falta de información. Cuando la gente está mejor informada, cuando aprenden sobre lo que somos y lo que creemos de fuentes creíbles, le quita esa sensación de que formamos parte de un grupo menos conocido". Además sería un error pensar en los mormones son socialmente conservadores, dice.
"Hay ejemplos de mormones en los dos grandes partidos y en todo el espectro político, como el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid y el senador republicano, Orrin Hatch.
"Animamos a todos los ciudadanos a participar en el proceso político. Para conocer y apoyar a los candidatos que mejor coinciden con su idea de un buen gobierno".
"No relevante"
Pero ¿qué dice Romney acerca de su fe? Esta semana, cuando el conductor de CNN, Piers Morgan, se lo preguntó, el candidato republicano dijo que sus creencias religiosas no tienen que ver con política y que piensa que la mayoría de los votantes no lo considera relevante.
Tal vez debería dejar de considerar su fe como una desventaja y explotarlo como una ventaja, dice Timothy Stanley, investigador de la historia estadounidense del Royal Holloway College de Londres.
"Su teología no le hará perder votos, pero el hecho de que su religión ha sufrido persecuciones le haría ganarlos. El mayor tema en este momento en la cultura evangélica ortodoxa fundamentalista es la persecución a manos de un Estado laico liberal", asegura Stanley.
Si Romney busca definirse a sí mismo en las primeras etapas de la carrera, dice Stanley, ésta podría ser una forma positiva de hacerlo.
En realidad, no se puede confiar en las encuestas de opinión para dar una imagen precisa, dice, y lo que podría suceder es lo contrario de lo que ocurrió con el efecto Bradley: cuando los votantes en 1982 decían a los encuestadores que votarían por el afro-estadounidense Tom Bradley como gobernador de California, pero no lo hicieron.
Algunos evangélicos podría decir que rechazarían un mormón. Pero en las urnas tendría poco impacto, dice, mientras el manejo de la economía del presidente Obama no sea popular en el centro del país. Estos votantes se preocupan sobre todo de si será capaz de crear puestos de trabajo.
"Cada cuatro años, todo el mundo dice que los evangélicos votarán dependiendo de una lectura particular de la Biblia, pero no. Están motivados por las mismas cosas que todos los demás: puestos de trabajo y tasas de interés".
BBC-Mundo