10 años han pasado ya del fallecimiento del Comisario Antonio Viqueira Hinojosa, un referente imprescindible en la historia de la policía española, y el autor del término “criminalidad esotérica”, que utilizó por primera vez en sus artículos publicados en las revistas técnicas de la época. Justo en el número 128 de la revista Policía, correspondiente a Julio-Agosto de 1998, el CNP rendía un homenaje al Comisario Viqueira, a través de las voces de algunos comunes amigos, con los que tanto el Comisario como yo compartimos deliciosas tertulias; Margarita Landi, el Dr. Rodriguez Delgado, el Dr. Jose Manuel Reverte, etc.
Por azares del destino, la nietas del Comisario Viqueira asistieron a una de mis conferencias en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, hace ahora cinco años, y conocedoras de mi amistad con su abuelo, me obsequiaron con un delicioso regalo. Se trata de una biografía criminológica del Comisario Viqueira redactada por su nieta Belén, quien terminaría trabajando con nosotros en el Centro de Investigación y Análisis de la Criminalidad (CIAC) tiempo después. Un texto que se publicó originalmente en la revista El Ojo Crítico nºs 40 y 41, y que en este décimo aniversario de aquel homenaje brindado por la revista Policía, creo más que oportuno recordar. Un documento de indudable valor desde el punto de vista de la historia policial española, pero a través de una nieta que, no por ser una brillante criminóloga, dejaba de querer y admirar a su abuelo. Lo acompaño de algunas fotos que tuve la oportunidad de tomar al Comisario en varios de nuestros encuentros a lo largo de sus últimos años.
El autor del término “criminalidad esotérica” visto por su nieta
LOS CASOS DEL COMISARIO VIQUEIRA
Antonio Viqueira Hinojosa nació el 20 de Octubre de 1.916 en la Plaza de las Salesas, 10 de Madrid. En esta casa vivió hasta su muerte. Hijo de Eduardo Viqueira, abogado, y de Esperanza, ama de casa, tuvo una hermana Mª Dolores, a la que llevaba 2 años. Su infancia transcurrió en un ambiente selecto, ya que su padre era un abogado muy prestigioso y su abuelo fue un famoso historiador.
Desde pequeño mostró una gran afición al tema policial y devoraba los artículos de sucesos del periódico y manifestaba gran interés por los casos de su padre. Durante la Guerra Civil militó en el bando de los nacionales y siempre decía que se pasó la Guerra en cárceles. Tras acabar la Guerra entró en el Cuerpo de Policía. En los primeros años estuvo en la Comisaría de la calle Fernán Flor y a los 4 años le destinaron a la Comisaría Centro en la calle Correos,2 dónde entró a formar parte en el Grupo VII de la Brigada de Investigación Criminal como Inspector. En 1.944 se casó con Mª del Carmen Garrido, nacida en Palma del Río (Córdoba) pero residente en Madrid a la que conoció durante una investigación de una cerillera que utiliza a su hija de 5 años para pedir por la calle. De este matrimonio nacieron dos hijos, Antonio y Eduardo (del cual yo soy hija). A lo largo de su carrera fue cosechando éxitos gracias a la resolución de casos de gran envergadura como el de Jarabo o el de Humberto Delgado, por los cuales el 16 de Julio de 1.958 le condecoran con la Medalla de Plata al Mérito Policial.
En aquellos años era Inspector de 2ª clase. Además de ejercer la profesión policial daba clases de Investigación Criminal en la Escuela de la Policía cuando estaba en Madrid. Sus alumnos le recuerdan con cariño aunque nunca le perdonarían que utilizara gafas oscuras cuando hacia los exámenes.
Se jubiló en 1.981 con el cargo de Comisario Honorario del Cuerpo de Policía. Pero nunca se retiró de la vida policial, escribía numerosos artículos en la revista Policía Española sobre criminalística o contando anécdotas policiales, Publicó dos libros “Técnicas de interrogatorio” y “Anecdotario de la policía Española I”, la segunda parte salió en fascículos dentro de la revista de la policía y el tercero no lo acabó ya que falleció antes.
Colaboró con Margarita Landi a la que conoció cuando entró a trabajar como reportera de sucesos, Pérez Abellán, Enrique Rubio, Manuel Carballal, Miguel Blanco con el que tenía un programa de radio en Radio Voz, en fin, con una gran cantidad de periodistas que buscaban su ayuda y su sabiduría. También creó el Museo de la Policía, que en la actualidad se encuentra dentro de la Escuela de la Policía en Ávila. Igualmente realizó numerosos cursos, conferencias y coloquios, tanto en España como en el extranjero, ya que durante su vida activa colaboró muy estrechamente con la INTERPOL.
Durante los años en que estuvo jubilado se requirió su presencia en numerosos casos que debido a su complejidad e importancia no querían que transcendieran. Como el caso de la Residencia de ancianos del Barrio de la Estrella en la que los dueños los maltrataban y les hacían firmar legados para ellos. En esta residencia estaba internada la madre de un Ministro y por ello se pedía la máxima discreción. Para la investigación le cedieron un despacho en la Comisaría del citado barrio.
Ocurrió algo similar con el asesinato de los Marqueses de Urquijo, pero en esta ocasión mi abuelo lo rechazó debido a que cuando se lo cedieron ya estaba todo tan enmarañado que era imposible deshacerlo. El Comisario Honorario del
Cuerpo de Policía Don Antonio Viqueira Hinojosa se ha ganado a pulso el ser reconocido por toda la Policía como el mejor investigador que ha habido en España.
Murió el 5 de Agosto de 1.997 en el hospital tras pasar dos días en coma debido a un coágulo en el corazón. A su entierro y funeral acudieron tanto sus familiares como sus innumerables amigos que cosechó a lo largo de su vida. Como un policía holandés con el que trabajó que se desplazó desde Holanda expresamente al funeral de su amigo.
EL CASO JARABO
En Julio de 1.958, en Madrid se cometieron cuatro asesinatos que consternaron a toda la población. Lo que en un principio parecía un caos, el equipo de la Brigada de Investigación Criminal (B.I.C), con Antonio Viqueira al mando, tardó un día en resolverlo. ¿Qué pasó?, ¿Cómo fue?, ¿Por qué ocurrió?, ¿Cómo descubrieron al asesino?.
José Maria Jarabo Pérez Morris provenía de una familia adinerada, durante la Guerra Civil presenció actos tan horrorosos que le marcaron para toda la vida. Su familia huyó a Sudamérica dónde se quedó. Jarabo (o doctor Martín Valmaseda, o Mendoza o señor Morris) viene a España donde vive a todo tren ya que su madre le envía dinero constantemente que él se gasta en drogas, alcohol y mujeres. En 1.956 conoce a una súbdita inglesa llamada Beryl Martín Jones. Ambos se enamoraron y vivieron una pasión desenfrenada y para poder sufragarla, empeñaron en la casa “Jusfer” un anillo de diamantes de Beryl valorado en treinta mil pesetas pero que por el que sólo le dieron cuatro mil. Pero Beryl volvió con su marido y le pidió la devolución del anillo.
Jarabo fue a la tienda a intentar recuperarlo, pero los dueños, Félix López Robledo y Emilio Fernández Díez, le daban largas y le pidieron una carta de puño y letra de Beryl en la que autorizaba a Jarabo a recuperar su anillo. Pero ni con la carta le devolvieron el anillo. Le chantajeaban y le pidieron cincuenta mil pesetas por la carta y el anillo.
Quedaron el 19 de Julio de 1.958 a las nueve en la tienda, pero Jarabo no apareció. Durante el camino se había cruzado con una mujer atractiva y se fue tras ella. A las nueve y media, Jarabo llegó al edificio de la calle Lope de Rueda, 57, dónde vivía Emilio Fernández. Entró en el portal y llamó a l ascensor, utilizando los codos y las falanges. Llamó al piso de Emilio y le abrió Paulina Ramos, la sirvienta. Se identificó como doctor Martín Valmaseda y amigo del propietario del piso. La sirvienta le hizo pasar y una vez cerrada la puerta Jarabo la agarró por la espalda, le tapó la boca y la llevó a la cocina dónde ella estaba pelando judías, agarró el cuchillo y de un solo golpe se lo clavó en el pecho, partiéndole el corazón. Luego arrastró el cuerpo a la cama de ella. Jarabo esperó y en breves minutos apareció Emilio Fernández. Cuando este llegó se fue directamente al cuarto de baño, al franquear la puerta notó que alguien le sujetaba la chaqueta y acto seguido le descerrajaron un tiro en la nuca.
Jarabo recorre la casa y registra todos los muebles en busca del anillo y la carta. Son las once de la noche. En ese momento Jarabo escucha el llavín en la puerta principal, es la esposa de Emilio, Amparo Alonso Bravo. Una vez dentro llaman a la puerta, es el portero que viene a recoger la basura, ella se extraña de que Paulina no esté y le entrega ella misma la basura. Cuando entra al salón se encuentra con un desconocido sentado en el sofá que se levanta para saludarla. Se presenta como un Inspector de Hacienda que acaba de detener al marido de Amparo, ella pregunta por la criada y Jarabo la contesta diciendo que dos compañeros suyos se han llevado a Paulina y a Emilio para interrogarlos. Ella le observa detenidamente y observa unas manchas oscuras en la ropa del desconocido. Siente pánico y corre a refugiarse en su habitación. No puede gritar, el miedo la oprime la garganta. Jarabo la sigue de cerca y la encuentra en su habitación, caída a los pies de la cama. Llorando. Implorando por el hijo que lleva en su vientre. Jarabo la dispara a la sien.
Acto seguido Jarabo va al salón, se sirve un trago y luego va al baño a asearse ya que descubre que tiene manchas de sangre en sus ropas. Tapa el cuerpo de Emilio con una toalla que enseguida se empapa de sangre, Sobre el cadáver de Amparo arroja un edredón. Luego va al cuarto de Paulina y prepara la escena como si esta hubiera sido violada. Pero le tapa la cara con un almohadón. Se dirige al cuarto de los esposos y coge una camisa de Emilio ya que la suya está imposible de sangre. Arroja su camisa al suelo, que luego sería encontrada por los inspectores en la inspección ocular. Tras descansar un rato se le ocurrió una idea para despistar a los sabuesos de la Policía, sacó dos copas del mueble bar, se pintó los labios y dejó la huella en una de las copas, para dar la impresión de que se celebró una fiesta íntima que terminó con tres cadáveres. Pasa la noche con los muertos y revisa de nuevo la escena para borrar las posibles huellas. Salió de la casa a las nueve de la mañana, desayunó y pasó el resto del día drogándose y bebiendo.
A las tres de la tarde llama a Ángeles Mayoral, novia de Félix y pregunta por él identificándose como Morris, ella le contesta que no está, entonces él la dice que cuando le vea le diga que ha llamado el señor Morris que no pudo acudir a la cita. Acto seguido, siente la necesidad de justificarse y la dice: "¿Notas algo en mi voz? Es que he estado de borrachera y todavía me dura la juerga". Y cuelga.
A primera hora del Lunes 21 de Julio se dirige a la tienda Jusfer, la abre con las llaves que le ha robado a Emilio y espera dentro a Félix López Robledo, cuando entra este en la tienda, Jarabo le pega dos tiros en la nuca. Le quita la chaqueta al muerto y con ella tapa los bajos de la puerta porque la sangre se escapaba. Tras asesinar a Félix, se dirige al teléfono y llama a Ángeles Mayoral preguntando de nuevo por Félix para hacerla ir a la tienda para matarla también, puesto que era la última persona que quedaba que le podía relacionar con los cuatro crímenes. Ángeles llamó a la tienda y comunicaba, por suerte en vez de acercarse a la tienda, se dirigió a casa del socio de su novio, Emilio Fernández, llamó varias veces y en vista de que nadie abría se dirigió a su casa. Allí recibió la llamada de unos vecinos que le preguntaron que porque la tienda no estaba ya abierta. Entonces fue a la tienda y al abrir se encontró con el cadáver de su amigo. La policía acudió veloz a su llamada.
El inspector Viqueira realizó la inspección ocular de la tienda y después de haber buscado huellas en el teléfono descolgado, lo colgó. A los breves minutos, el aparato volvió a sonar. Debido a la insistencia de los timbrazos el inspector Viqueira lo descolgó. Preguntó tranquilamente quién era y la persona al otro lado se identificó como Morris. Preguntó que le había pasado a Félix que no había cogido el teléfono. Ángeles se puso al teléfono y advertida por Viqueira intentó averiguar el paradero de Morris, pero este colgó atropelladamente. A las cinco de la tarde, el inspector Viqueira se personó, con la debida autorización en el piso de la calle Lope de Rueda dónde se descubrieron los tres cadáveres.
El misterioso “Morris” se convirtió en el primer sospechoso debido alas insistentes llamadas a Ángeles y a que Félix le había dicho a esta que el tal Morris no le gustaba y que sospechaba que llevaba una pistola por que siempre tenía un bulto en la chaqueta. El inspector Viqueira, una vez realizado la inspección ocular en las dos escenas del crimen, observó que debido a la enorme cantidad de sangre, el asesino debía haberse manchado el traje de sangre, ya que sólo apareció una camisa del criminal. Entonces, el equipo de la B.I.C. encargado del caso recorrieron uno a uno todas las tintorerías de Madrid en busca de un traje con manchas de sangre. En la mañana del Martes 22 de Julio de 1.958, el comisario Treviño recibe una llamada de una tintorería de Orense dónde el propietario le informa de que en su establecimiento se personó un hombre con un traje manchado de sangre, este le dijo que había tenido una pelea con unos americanos la noche anterior. El dueño del traje se llamaba señor Morris y el dueño de la tintorería le conocía desde hacía seis años.
Rápidamente se desplazó la unidad de la Brigada a la tintorería de la calle Orense,46 a esperar a que el misterioso señor Morris apareciera. Cuando este entró en la tintorería fue detenido. Durante el interrogatorio, Jarabo, a pesar de haberse declarado culpable (aunque no enseguida, fueron muchas horas de preguntas) contó una versión de los hechos completamente distinta a lo que había ocurrido, buscando una salida para demostrar que no fueron premeditados. Gracias a la inspección ocular de Antonio Viqueira se pudo reconstruir el crimen tal y como ocurrió. Jarabo afirmó que al primero que mató fue a Emilio, que después de haber discutido por el anillo y la carta se dirigieron al cuarto de baño donde le asesinó. Entonces decidió marcharse pero se encontró con la criada que iba en dirección al baño. La sujetó y al ver que ella no dejaba de gritar la golpeó con la culata de la pistola, pero ella seguía gritando y la golpeó reiteradas veces hasta que oyó que alguien entraba y la dejó tirada en el suelo.
Viqueira supo que mató a la criada primero porque utilizó un arma silenciosa, porque los disparos se realizaron en las habitaciones interiores, ya que si hubiera disparado en esa habitación, la detonación hubiera alertado a los vecinos porque estaba cerca de la escalera. Además, Jarabo afirmó que hubo pelea con Emilio de puñetazos, si hubiera sido así habría muebles caídos y no se encontró nada que demostrara que hubo pelea, porque Jarabo no dijo nada de haber colocado los muebles y arreglado los desperfectos.
EL CASO HUMBERTO DELGADO
El sábado 25 de abril de 1.965 en Villanueva del Fresno y a un kilómetro escaso de la raya de Portugal, fueron hallados dos cadáveres que llevaban enterrados aproximadamente dos meses. Ambos eran irreconocibles a simple vista. Estaban enterrados en un camino que se llamaba camino de "Malos Pasos" en sendas fosas naturales junto a un arroyo llamado "La Tranca". Dicho camino era poco transitado y era utilizado fundamentalmente por emigrantes, para hacer sus contrabandos y tráficos ilegales. Los cadáveres fueron encontrados por José Feijoo Almeida y José Felipe Porras Cayero, de trece y quince años, respectivamente, quienes se encontraban como otras veces, paseando por una alameda existente cerca de la carretera de dicho pueblo. Dicha alameda pertenece a la finca "Encinas del Espinar", situada asimismo a unos seis kilómetros de la frontera portuguesa. Los muchachos advirtieron un espacio de tierra removida que les llamó la atención. Primero, pensaron que eran restos de algún animal muerto, pero cuando se acercaron a comprobarlo descubrieron una cabeza humana que sobresalía de la tierra. Apresuradamente se dirigieron a dar cuenta a sus padres, los cuales se trasladaron inmediatamente al lugar del suceso. Cuando comprobaron que era cierto marcharon al puesto de la Guardia Civil de fronteras, situado tan sólo a unos quinientos metros. Varios números de la Benemérita llegaron a la alameda e hicieron las primeras diligencias. Descubrieron dos cadáveres, uno de un hombre, de unos cincuenta y cinco años, y otro de una mujer, de unos treinta años; ambos estaban en avanzado estado de putrefacción. Al principio se pensó que se trataba de un ajuste de cuentas, aunque todo era un poco raro, ya que el hombre llevaba un anillo de oro con las iniciales 'H.D.', un escudo en medio y dos alas.
¿Quién era Humberto Delgado?
El General Humberto Delgado fue asesinado por luchar contra una de las Dictaduras más duras, la de Antonio Oliveira Salazar. La P.I.D.E. (Policía Internacional de la Defensa del Estado) fue creada por Salazar para defender al Novo Estado. Sólo respetaba las órdenes dadas por él. La P.I.D.E. se dedicaba al terrorismo político y policial. El General Humberto Delgado tenía 53 años y le mataron por pretender ser un ciudadano libre. Era candidato de la izquierda como General en nombre de la patria. En 1.958 invita a su discurso a Salazar, por su labor, su talento y su brillantez, el General, era amigo personal de Salazar. Pasó cinco años en Washington que cambiaron completamente sus ideas. En Norteamérica el general descubre la democracia, y su inteligencia y honradez le hacen ver que el régimen corporativo portugués tiene sometido a su pueblo a la pobreza y a la indigencia cultural. Descubre que la censura y la política omnímoda son los únicos valores en los que se apoya un régimen al que ha servido fielmente, y descubre, por otro lado, que la democracia permite la realización del hombre. Humberto Delgado, que es un humanista, llega a la conclusión de que el hombre es más importante que el Estado o, mejor, dicho que sin hombres libres existen Estados, por no pueblos formados por ciudadanos libres. Como es patriota quiere una nación portuguesa formada por ciudadanos portugueses en la plenitud de sus derechos. En fin, el "general sin miedo" tras un largo camino descubre la libertad. Por otra parte, en América se entera de que ha sido detenido otro heroico militar y escritor, el capitán Galvao, amigo y compañero suyo, por haber denunciado en un libro la corrupciones que se cometían en las colonias. Todo ello influye en su ánimo, y en 1.957, cuando vuelve a Lisboa, para hacerse cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil, Humberto Delgado es un demócrata convencido. Demócrata formado en Norteamérica, y en la época de la Guerra Fría, frente a las dictaduras fascistas sólo tiene un recelo, el de las dictaduras del proletariado. Esta aversión hacia los comunistas le iba a dificultar extraordinariamente su acción política cuando, huido de Portugal, pasa a la clandestinidad. Era el general más exportable de la dictadura para figurar en un organismo democrático representando a Portugal.
El General lleva su campaña electoral sin miedo, cumpliendo con lo que cree que es su deber, sin pensar los peligros que pueden recaer sobre su persona o su cabeza. Denuncia tras denuncia, verdad tras verdad, Delgado electriza al pueblo portugués, que no está acostumbrado a oír este lenguaje y menos en la boca de un prestigioso general en activo. La policía y la censura le persiguen. La prensa no puede reproducir todos sus discursos íntegros. Los automóviles que transportan sus candidaturas son asaltados a mano armada. Pero no importa. La figura de un hombre valiente contagia al pueblo, que pierde miedo al tirano. El 14 de mayo de 1.958, doscientas mil personas se manifiestan en Oporto para apoyar su candidatura. Durante todo el mes de mayo, de una punta a otra de Portugal, se producen manifestaciones a favor de la oposición.
El 8 de junio se celebran las elecciones presidenciales. A pesar de la falta de garantías, el propio día de las elecciones es detenido el profesor Viera de Almeida, que a sus setenta años preside el Comité Nacional de apoyo a la candidatura del general Delgado; la oposición, por vez primera, decide ir a las urnas. El Gobierno es derrotado, pero falsifican los resultados. De todas formas tiene que admitir que el 24,5% de los portugueses están contra Salazar.
El 17 de junio, Delgado, ingenuo y desesperado, dirige una carta a los señores generales Julio Botelho Moniz, Federico Lopes da Silva, Carlos da Costa Macedo y José Beleza Ferraz sobre el tema: "El Ejército durante el presente momento de la Patria". Después de explicarles que "acababa de ser víctima de uno de los mayores robos electorales de la Historia", solicita su ayuda para que el Ejército no sea considerado como cómplice de los crímenes y latrocinios que comete la dictadura. Pero la mentalidad cómoda y egoísta de los generales no les dejó entender dicha carta hasta dieciséis años más tarde. Humberto Delgado se exilia al Brasil. Allí es donde le tienden la trampa que le condujo a la muerte.
La trampa y Mario Carvalho
Mario Alejandro Tavares de Carvalho es el causante de dicha trampa. Éste es un oscuro profesor de tecnología que se hace pasar por un exiliado político portugués en Roma, desde donde ha escrito un par de artículos par la "República", periódico de la oposición portuguesa en Lisboa, sin que haya conseguido nunca obtener la credencial de corresponsal que él ha solicitado varias veces. No se le conocen medios de subsistencia y es novio de Marisa, una costurera que trabaja para la Duquesa de Braganza. Carvalho introduce en la corte de la Duquesa de Braganza al doctor Ernesto María Bisogno. Pero ni la duquesa ni el general conocen las actividades "políticas" de este siniestro personaje. Ambos eran agentes de la P.I.D.E. a su servicio y ésta les sufragó todos los gastos. La duquesa de Braganza lo único que sacó en claro de esta historia es ser detenida por la P.I.D.E. en los primeros días de febrero de 1.965 cuando pasaba la frontera camino de Portugal. Un año después la duquesa declaraba: "A mí siempre me dio la impresión de que Carvalho era un juguete manejado por Bisogno. Lo que me extrañó es que cada vez que el general hacía escala en Roma, siempre se encontraban en el aeropuerto Carvalho y Bisogno". La P.I.D.E., por medio de sus responsables directos en el caso, Cardoso y Carvalho, intenta apartar a Delgado del Frente Patriótico de Liberación Nacional. A finales de 1.964 se convoca en París una reunión de elementos de la oposición al régimen salazarista. Las fuerzas de oposición lusitana acuerdan una serie de actividades en la zona fronteriza entre España y Portugal, sector de Badajoz, en la que intervendrán elementos exiliados y hombres de la oposición que residen en tierras lusitanas.
Humberto Delgado preside la reunión de París. En ella interviene el profesor Guerreiro, exiliado en la capital francesa desde 1.932; Cerqueira Henrique, con residencia en Rabat; Mario Carvalho, portugués que vive en Roma, y el médico reumatólogo italiano Ernesto María Bisogno, también residente en la capital italiana. Carvalho y Bisogno se encargan de animar al general para que su presencia sirva de aglutinante de los elementos oposicionistas que han de "trabajar" en la zona fronteriza. La fecha queda determinada: el general estará en Badajoz el 12 de febrero de 1.965. Bisogno se encargará de facilitar un pasaporte falso a Delgado a nombre de Lorenzo Ibáñez, para que acuda a su cita con la muerte. Guerreiro y Cerqueira previenen al general de que todo puede tratarse de una encerrona, pero Carvalho insiste y, como dice el auto de procesamiento, "no sólo le alentó, sino que prometió su asistencia, diciendo además al general que los amigos portugueses ya estaban en camino; lo que le constaba que no era cierto...; lo que hace suponer que estaba en connivencia con enemigos del general, a los que facilitó datos y noticias para que los llevasen engañados a la cita fatal".
¿Quién es Bisogno?
Es un reumatólogo italiano, antiguo miembro del partido fascista italiano pero, repudiado por su conducta inmoral, las organizaciones neofascistas de la época le consideran un "gángster". Ernesto María Bisogno desaparece de su lujosa residencia de Roma horas antes que la Policía española solicitase de la Interpol su detención y de la justicia española la correspondiente extradición. Está especializado en la trata de blancas y en el tráfico de estupefacientes. Su íntima amiga es la actriz yugoslava Sonia Romanoff.
Cuatro hombres en la frontera
En la reunión de París hubo alguien más. En ella estuvo presente un súbdito portugués llamado Ernesto Sousa Castro, que va y viene de Lisboa a París. Ernesto Sousa se manifiesta como miembro de la oposición al régimen de Salazar, él es quien comanda a un grupo de cuatro personas que, en la mañana del 13 de febrero de 1.965, en dos automóviles (un Opel y un Renault), con documentación y matrículas falsas entran en nuestro territorio por el puesto fronterizo de Villanueva del Fresno. Los cuatro hombres llegan a la aduana española acompañados por el jefe de la aduana portuguesa, de apellido Semedo, quien los presenta a su colega español. Los cuatro aseguran que van a Sevilla a pasar una noche de diversión. Los tres pasaportes registrados por la Policía española están a nombres falsos:
· El de Ernesto Sousa Castro está a nombre de un tal Felipe García Tavaresa, quien es presentado por el aduanero portugués como "jefe de Policía en Angola".
· Otro pasaporte iba a nombre de un hispanoamericano llamado Yurrita.
· Y el de un súbdito pakistaní de nombre Kundanmal.
Mario Alejandro Tavares de Carvalho es el causante de dicha trampa. Éste es un oscuro profesor de tecnología que se hace pasar por un exiliado político portugués en Roma, desde donde ha escrito un par de artículos par la "República", periódico de la oposición portuguesa en Lisboa, sin que haya conseguido nunca obtener la credencial de corresponsal que él ha solicitado varias veces. No se le conocen medios de subsistencia y es novio de Marisa, una costurera que trabaja para la Duquesa de Braganza. Carvalho introduce en la corte de la Duquesa de Braganza al doctor Ernesto María Bisogno. Pero ni la duquesa ni el general conocen las actividades "políticas" de este siniestro personaje. Ambos eran agentes de la P.I.D.E. a su servicio y ésta les sufragó todos los gastos. La duquesa de Braganza lo único que sacó en claro de esta historia es ser detenida por la P.I.D.E. en los primeros días de febrero de 1.965 cuando pasaba la frontera camino de Portugal. Un año después la duquesa declaraba: "A mí siempre me dio la impresión de que Carvalho era un juguete manejado por Bisogno. Lo que me extrañó es que cada vez que el general hacía escala en Roma, siempre se encontraban en el aeropuerto Carvalho y Bisogno". La P.I.D.E., por medio de sus responsables directos en el caso, Cardoso y Carvalho, intenta apartar a Delgado del Frente Patriótico de Liberación Nacional. A finales de 1.964 se convoca en París una reunión de elementos de la oposición al régimen salazarista. Las fuerzas de oposición lusitana acuerdan una serie de actividades en la zona fronteriza entre España y Portugal, sector de Badajoz, en la que intervendrán elementos exiliados y hombres de la oposición que residen en tierras lusitanas.
Humberto Delgado preside la reunión de París. En ella interviene el profesor Guerreiro, exiliado en la capital francesa desde 1.932; Cerqueira Henrique, con residencia en Rabat; Mario Carvalho, portugués que vive en Roma, y el médico reumatólogo italiano Ernesto María Bisogno, también residente en la capital italiana. Carvalho y Bisogno se encargan de animar al general para que su presencia sirva de aglutinante de los elementos oposicionistas que han de "trabajar" en la zona fronteriza. La fecha queda determinada: el general estará en Badajoz el 12 de febrero de 1.965. Bisogno se encargará de facilitar un pasaporte falso a Delgado a nombre de Lorenzo Ibáñez, para que acuda a su cita con la muerte. Guerreiro y Cerqueira previenen al general de que todo puede tratarse de una encerrona, pero Carvalho insiste y, como dice el auto de procesamiento, "no sólo le alentó, sino que prometió su asistencia, diciendo además al general que los amigos portugueses ya estaban en camino; lo que le constaba que no era cierto...; lo que hace suponer que estaba en connivencia con enemigos del general, a los que facilitó datos y noticias para que los llevasen engañados a la cita fatal".
¿Quién es Bisogno?
Es un reumatólogo italiano, antiguo miembro del partido fascista italiano pero, repudiado por su conducta inmoral, las organizaciones neofascistas de la época le consideran un "gángster". Ernesto María Bisogno desaparece de su lujosa residencia de Roma horas antes que la Policía española solicitase de la Interpol su detención y de la justicia española la correspondiente extradición. Está especializado en la trata de blancas y en el tráfico de estupefacientes. Su íntima amiga es la actriz yugoslava Sonia Romanoff.
Cuatro hombres en la frontera
En la reunión de París hubo alguien más. En ella estuvo presente un súbdito portugués llamado Ernesto Sousa Castro, que va y viene de Lisboa a París. Ernesto Sousa se manifiesta como miembro de la oposición al régimen de Salazar, él es quien comanda a un grupo de cuatro personas que, en la mañana del 13 de febrero de 1.965, en dos automóviles (un Opel y un Renault), con documentación y matrículas falsas entran en nuestro territorio por el puesto fronterizo de Villanueva del Fresno. Los cuatro hombres llegan a la aduana española acompañados por el jefe de la aduana portuguesa, de apellido Semedo, quien los presenta a su colega español. Los cuatro aseguran que van a Sevilla a pasar una noche de diversión. Los tres pasaportes registrados por la Policía española están a nombres falsos:
· El de Ernesto Sousa Castro está a nombre de un tal Felipe García Tavaresa, quien es presentado por el aduanero portugués como "jefe de Policía en Angola".
· Otro pasaporte iba a nombre de un hispanoamericano llamado Yurrita.
· Y el de un súbdito pakistaní de nombre Kundanmal.
Luego se aclaró que el auténtico señor Kundanmal reside en Londres y que su pasaporte se dio por perdido en las oficinas de la Policía de Lisboa dos años antes, hacia 1.963. Los trámites aduaneros quedan cumplidos. Semedo se extraña de que los dos automóviles, en lugar de coger la carretera hacia Sevilla, vayan rumbo a Badajoz, donde desde el día 12 se halla el general Delgado en compañía de su secretaria, Arajaryr Campos Moreira, mujer que el militar portugués conoció durante su exilio en Brasil. El general y Arajaryr se alojaron en el hotel Simancas, de la capital pacense. En el mismo hotel pasan la noche del 12 al 13 de febrero los norteafricanos Hazan Guy e Isaac Benecet. Dos personajes misteriosos que para la noche siguiente alquilan habitaciones en la pensión Las Vegas.
El 13 de febrero se produce en Badajoz el primer encuentro. Alguien, seguramente Ernesto Castro Sousa, que conoce bien a Humberto Delgado, cita al militar en un lugar (río Olivenza) de enorme poder efectivo para los portugueses. En las márgenes del Olivenza se iba a producir el encuentro entre los oposicionistas del interior y su jefe exiliado, le aseguraron al general. Lo que se produjo fue el asesinato.
El crimen
El lugar del encuentro se marca en un cerro de escasa altura; y el lugar era excelente, ya que la elevación que forma no permite ver lo que allí ocurre. A dos centenares de metros del río Olivenza. A quinientos metros del cerro se alza una humilde casa de labor. El general al llegar al altozano debió darse cuenta de la encerrona. Parece que el propósito de los cuatro hombres que pasaron por la mañana la frontera de Villanueva del Fresno, y quizá de los dos norteafricanos, era raptar a Delgado y llevárselo a Portugal. El general, encuadrado por dos agentes de la P.I.D.E., es dirigido hacia un pequeño bosque. Al llegar a unos cinco metros antes de entrar en el bosque, de detrás de dos árboles, salen dos hombres con una pistola en la mano Bachelor, calibre 7,65. Son los agentes de la P.I.D.E. Casimiro Monteiro y Agustinho Tienza. El cual le dice lo que le va a ocurrir en breve. El general se encuentra desarmado. Son cuatro hombres los que le rodean. Sus ojos se llenan de ira y no vacila en avanzar las manos e intentar un asalto para agarrar la garganta de uno de ellos. En este momento Casimiro Monteiro le da tres disparos en el pecho. El general cae al suelo. Una de las balas le debe haber atravesado el pulmón. Por las heridas mana abundante sangre. Casimiro y Tienza se acercan al general. Tienza apunta a la cabeza, dispara dos tiros y no acierta. Casimiro Monteiro apoya la pistola detrás de la oreja del general y dispara una bala que le atraviesa el cuello.
Rosa Casaco mira indiferente la escena. Mientras que el que se hace llamar Castro Sousa saca un pañuelo para limpiarse el sudor y al hacerlo, se le cae del bolsillo un papel, el cual es una quiniela. Tienza está nervioso. Se le ha encasquillado la pistola. Logra sacar la bala, que se cae al suelo también. Al volver a cargar la pistola, otra bala salta al suelo. Entonces Rosa Casaco dice que hay que llevar el cadáver del general al coche. Casimiro Monteiro le coge por los pies y le va arrastrando una decena de metros, dejando un reguero de sangre, así de la camisa del general se desprende un botón blanco. Lo envuelven en una manta portuguesa que llevaba Lopes Ramos en el coche.
Arajaryr todavía vive. Por lo cual, se convierte en el testigo molesto del crimen. Así que, Lopes Ramos vuelve a Badajoz a buscar a la brasileña. Le dice que el general necesita que vaya, de modo que ambos emprenden la marcha. Cuando llegan y ella pregunta por el general Tienza salta sobre su cuello y aprieta con fuerza; el cuerpo de la mujer se debate hasta que se oye el ruido de sus vértebras cervicales que crujen al romperse. El cuerpo del general va envuelto en la manta en el asiento de atrás de uno de los coches y el de Arajaryr, entre Tienza y Monteiro, lo han encajado en el maletero del otro coche. Un pastor llamado Marcelino Hernández Balanza ve cómo dos coches estaban parados en el camino y cómo unos hombres pululaban en torno a dos vehículos. Así, ambos coches emprenden el camino por la carretera de Valencia del Mombuey y giran por el camino llamado "Sesmo de Hernández", pero conocido por los lugareños como el camino de los "Malos Pasos", por ser vía de contrabandistas. Paran al lado del arroyo de "La Tranca". Como no sabían qué hacer con los cadáveres, el inspector de la P.I.D.E., Rosa Casaco, se dirige andando hacia la frontera, que está a unos cuatro kilómetros, para llamar por teléfono a Barbieri Cardoso para que le diga qué hacer con los cadáveres; en un principio pensaban llevarlos a hombros durante cuatro kilómetros. Pero Barbieri le dice que los entierren ahí mismo. Cuando éste descubre que también han matado a la secretaria se enfada muchísimo porque la querían haber utilizado averiguar todos los secretos de l general. Entonces le ordena que vaya a ver a Semedo al puesto fronterizo para que le dé ácido sulfúrico y cal. Y le dice que a la mañana siguiente pasen la frontera, pero no por Villanueva del Fresno.
Así lo hacen, encuentran en el suelo dos fosas naturales a uno 75 metros de distancia. Rocían el cadáver del general con la mitad del ácido y le echan toda la cal por encima, después le tiran dentro del foso y le echan piedras encima, pero la manta amortigua el ruido. Luego rocían el cadáver de la brasileña con el resto del ácido, pero no le pueden echar cal porque se la pusieron toda al general; da igual, la arrojan dentro de la fosa y la cubren con piedras y raíces. Mientras Montero y Tienza hacían todo esto, Rosa Casaco vigilaba detrás de unos matorrales y les tuvo que avisar en dos ocasiones de la venida de dos hombres. Ciando pasó el primero disimularon fingiendo que uno de los dos hacía sus necesidades, y cuando pasó el segundo representaron de nuevo la misma escenita. Cuando la Policía inspeccionó la zona del asesinato encontró: cápsulas vacías de pistola, todas ellas del 7,65, un charco de sangre y una quiniela del "Totobola" portugués para la jornada del 14 de febrero.
Mientras el crimen nace y llega a sus últimas consecuencias, las habitaciones que ocuparon en el hotel Simancas Delgado y su secretaria, que no fueron suspendidas, quedaron registradas y saqueadas. Aunque los saqueadores respetaron el dinero y los objetos de cierto valor que había en los equipajes. Estos saqueadores fueron los africanos Guy y Benecet. Probablemente buscaban documentación sobre el movimiento oposicionista portugués.
¿Quién investigo la desaparición?
El profesor Emilio Guerreiro investigó la desaparición del general Delgado nada más conocer su desaparición. Él acusaba a Carvalho y a Cerqueira (por haber sido él último que habló con el general). Antonio Viqueira Hinojosa y Juan Manuel Barberán, inspectores de la Brigada de Investigación Criminal de Madrid, lograron atar la mayor parte de los cabos de cómo y por quién se había cometido el crimen en España. La labor de don Antonio Viqueira Hinojosa es digna de destacar para descubrir los hechos.
Fueron los abogados de la familia Delgado y los demócratas españoles los que se mostraron a la altura de las mejores tradiciones de justicia, legalidad y humanidad de España. El abogado francés Henry Louis Leclerc, que formó parte de la Federación Internacional de los Derechos Humanos sobre la desaparición del General Humberto Delgado y su secretaria, se presenta voluntariamente a declarar ante el juez, a quien entrega el "dossier" de las investigaciones de la comisión y le dice haber visto en manos de Cerqueira, en Rabat, el plan de operaciones del general escrito en varios folios de papel blanco y por la propia mano de Humberto Delgado. El abogado señala al juez la conexión de la O.A.S. en este asunto.
El jefe de la frontera de Sao Leonardo, Antonio Gonçalves Semedo, que desde el 10 de enero de 1.963, pertenecía a la P.I.D.E., pudo identificar a los asesinos en la frontera y, en cambio, los encubrió. La presencia de Portugal en los organismos de la Interpol y el hecho de que los dirigentes de la P.I.D.E. asumían exclusivamente esta representación hace fracasar la acción de la Interpol contra los asesinos, que se encuentran en territorio portugués, y paraliza toda suerte de investigaciones. El 4 de marzo de 1.966, la Junta Revolucionaria Portuguesa se dirige a los Gobiernos de los países representados en la Interpol y pide la suspensión y el retiro de los representantes de la policía política fascista portuguesa de este organismo legal de la Policía Criminal Internacional, ya que estos representan la banda de asesinos que, en colaboración con la O.A.S. y otros aventureros fascistas internacionales, han asesinado en España al General Delgado y a su secretaria brasileña. Las autoridades policiales y judiciales portuguesas, a cuyo mando está el dictador fascista Salazar, no colaboraron con las autoridades correspondientes españolas y obstruyeron toda información a cerca del asesinato del general, es decir, levantaron un "Muro de Silencio".
Fraga Iribarne contribuyó a mantener dicho Muro de Silencio, que tanto convenía a Salazar. Como Fraga era el que realmente manda en la agencia EFE, intenta tapar las acusaciones contra las autoridades portuguesas por parte de los abogados de Delgado (Cortezo y Robles). Por tanto, lo que hace es ocultar información. El gobierno portugués se niega a traer al juicio en España a los inculpados. Así es que no se les puede procesar todavía. Pero los demócratas españoles y portugueses no se darán aún por vencidos, hasta que los asesinos no tengan su merecido.
La investigación
El asesinato del general Humberto Delgado y de su secretaria fue investigado en España, ya que los asesinos lusitanos así lo decidieron dejando los cadáveres en tierra española, es decir, que pretendían "cargarnos el muerto" a los españoles. La investigación policial fue llevada a cabo por la B.I.C. (Brigada de Investigación Criminal), a cuyo mando se encontraba el comisario don Antonio Viqueira Hinojosa, quien hizo un excelente trabajo, dejando el nombre de España en un muy buen lugar. En cuanto a la investigación judicial, hay que destacar la labor del abogado español de la familia de Delgado, don Mariano Robles-Romero Robledo y el excelente trabajo del juez Crespo.
Volviendo a la investigación policial, que es la que más nos interesa, a continuación exponemos los datos que hemos conseguido, los cuales han sido recabados del libro Asesinato de un héroe de M. Robles y J..A. Novais y de la revisión de la prensa de la época. Hemos podido averiguar que mediante la inspección ocular la B.I.C. descubrió lo siguiente, a lo que ya hemos hecho referencia con anterioridad cuando relatábamos los hechos: cápsulas vacías de pistola, todas ellas del 7,65, un charco de sangre y una quiniela del "Totobola" portugués para la jornada del 14 de febrero. El hallazgo de las balas fue muy importante porque condujo a deducir lo siguiente: el calibre de las balas utilizadas no lo usa ninguna policía, ni la portuguesa ni la española; mientras que, en la P.I.D.E. aparecieron dos pistolas del mismo tipo, que eran las del crimen y que estaban reseñadas en los datos de la P.I.D.E. y que, además, coincidían con la munición encontrada.
También mediante la inspección ocular, esta vez llevada a cabo en el lugar donde aparecieron los cadáveres, se dedujo que el anillo que llevaba el cadáver masculino pertenecía al General Humberto Delgado, puesto que llevaba sus iniciales y, además, hacía dos meses que estaba desaparecido. Lo cual pone de manifiesto que la inspección ocular es de suma importancia para el esclarecimiento de un caso, como el comisario Viqueira ha señalado tantas veces. Esto pone de manifiesto que es cierto lo que él afirmaba: "no hay ningún crimen perfecto".Gracias a una noticia publicada por el periódico PUEBLO el 15 de marzo de 1.966, hemos podido averiguar lo siguiente: el día 24 de marzo de 1.996 se celebraría un proceso especial contra los asesinos de Humberto Delgado y su secretaria, en el que declararía la princesa María Pía de Braganza y al que no se sabía si asistirían todos los testigos citados. Esta noticia aporta información nueva, sobre el único detenido hasta esa fecha; detención que llevó a cabo la B.I.C. en Madrid contra el súbdito marroquí Elías Tapeiro, el cual ingresó unos días después de la detención en la prisión de Carabanchel.
Seis días después del asesinato de Humberto Delgado, Tapeiro, adquirió un coche en un garaje madrileño, un Lincoln de color verde. Y después comentó en su reunión habitual del hotel Plaza de Madrid: "Me marcho a Lisboa para matar dos pájaros de un tiro: veré jugar al Benéfica, el 23, y también intentaré poner en marcha mi vieja idea de los interclubs de turismo". Viajó en solitario de Madrid a Lisboa, vio jugar al Benéfica, no pudo hacer nada relacionado con la asociación de clubes y el 25 decidió ir a Sevilla. Nada más salir de Lisboa decide no ir a Sevilla utilizando la vía lógica. Aunque compró un plano para no despistarse, se desvió bastante de la ruta e incluso tomó carreteras secundarias para llegar hasta Villanueva del Fresno. Ya en dicho pueblo, el marroquí sufre un segundo "despiste"; en lugar de coger la carretera general, por la que sólo hay 16 kilómetros del pueblo Oliva del Fresno, Tapeiro, va por caminos vecinales y hace cerca de 43 kilómetros, hasta que el golpe de una piedra en el cárter deja varado al flamante Lincoln, en Valencia de Mombuey, a escasos kilómetros del entronque del camino vecinal con la carretera general.
Elías Tapeiro declaróa la Policía española que volvió a "despistarse", aunque la señalización que une Villanueva con Oliva es perfecta. El Lincoln para exactamente a tres kilómetros del lugar donde fueron hallados los cadáveres del general y su secretaria; y se comprobó que la tierra hallada en los guardabarros del automóvil de Tapeiro era idéntica a la del lugar donde los cadáveres fueron medio enterrados. El Lincoln fue transportado por una grúa hasta un garaje pacense hasta que la Policía española empezó a investigar la vida y milagros del marroquí.
La Policía española, en un trabajo eficiente realizado partiendo desde cero, descubrió en el interior del coche el salpicadero roto, como consecuencia, al parecer, de un golpe dado con fuerza. En el respaldo del asiento del copiloto, en la zona lateral cercana a la puerta, se descubrieron dos manchas de sangre humana, cuya presencia no pudo explicar Tapeiro. La Policía no pudo identificar la sangre hallada en el coche como de Arajaryr Cantos Campos, porque al ser descubiertos los cadáveres, al de la secretaria del general sólo le quedaban las piernas, el vientre y el cabello. Lo que sí pudo comprobar el Instituto de Medicina Legal fue la absoluta identidad entre los cuatro cabellos hallados en el espejo retrovisor del Lincoln y los encontrados en la fosa donde los asesinos arrojaron a la secretaria brasileña.
La versión más lógica de la actuación de Tapeiro, recogida de los investigadores de la B.I.C., es que éste fue utilizado para transportar el cadáver de Arajaryr Cantos Campos al lugar donde fue ocultado. De los últimos trabajos de Tapeiro se conoce que figuraba como agente de una sociedad publicitaria, uno de cuyos negocios era la venta de páginas publicitarias del "New York Times" en Europa, varias de las cuales fueron contratadas por el gobierno de Salazar para dar cuenta al mundo de su labor en los días cercanos al asesinato del general. De lo relatado por este periódico se puede deducir que el interrogatorio es también muy importante como vía de esclarecimiento de los hechos, como ya señalaba el comisario Viqueira, ya que en este caso Tapeiro cometió muchos errores en su declaración, probablemente llevada a cabo por el dicho comisario, que era el jefe de la B.I.C. En la reconstrucción de este caso también nos ha servido de gran ayuda otro artículo, publicado por el periódico HOY el día 25 de enero de 1.975. Este artículo versa sobre una entrevista hecha al señor Robles-Romero Robledo, abogado español de la familia del general. En esta entrevista se asegura que todavía (en 1.975, diez años después de los hechos) existían diversas conjeturas sobre lo que ocurrió cuando el general y su secretaria abandonaron Badajoz e iban a ser víctimas de una trampa que le fue tendida para asesinarles.
El sumario abierto en España quedó archivado ante la falta de presuntos asesinos que se sentaran en el banquillo. El juez reclamó a varios de ellos, pero no aparecieron. Lo cual indica la lentitud de este proceso judicial; claro está, porque había muchos intereses por medio (sobre todo políticos). Cuando le preguntan al abogado de la familia de Delgado que cuántos "PIDES" están en prisión; él contesta que todos menos: Casimiro Monteiro, que al parecer está en la CIA en el Brasil; Barbieri Cardos, que se encuentra en ignorado paradero por Europa, y Rosa Casaco, que fue uno de los principales directores de este crimen. Es decir, que se encontraban en prisión un total de siete "PIDES". Robles también afirma que todavía el proceso estaba pendiente, pero que creía que entre febrero y marzo de ese año se empezaría para los que ya estaban detenidos. Según él, los hechos del sumario de España coincidían, en líneas generales, con los de Portugal. En esta entrevista también le preguntan que si los hechos están comprobados por declaraciones de los PIDES una vez cogidos. A lo que el abogado contesta lo siguiente: "Están comprobados no sólo por declaraciones, sino por el expediente; porque como estos PIDES se creían eternos e inmutables no destruían sus archivos". Las fuentes por las que se corroboran los hechos son "los archivos de la PIDE donde tenían la operación perfectamente reseñada con pelos y señales y además la confesión de los propios detenidos. Incluso Silva Paes, el director de la PIDE, que está detenido en Caixa y que está encausado en este proceso por los portugueses (ya que el juez español no podía encausarlo entonces, pues era director general de la PIDE), ha confesado que habían preparado la operación; pero él siempre dice de rapto y no de asesinato". Los PIDES fueron detenidos después del 25 de abril de 1.974 (fecha en que tuvo lugar la revolución que dio paso a la democracia lusitana) "y declararon la primera vez en mayo según iban siendo detenidos. Ernesto Lopes Ramos, que es Ernesto Castro da Sousa, fue detenido en Angola sobre el mes de junio o julio, cuando pensaba venir a Portugal. Como en Angola era conocido como un fascista distinguido, que había ido allí después del asesinato de Humberto Delgado, creyendo que no le iban a dejar salir con el nombre de Lopes Ramos y que 'lo otro' estaba olvidado y no había rastro de ello, utilizó el pasaporte de Ernesto Castro de Sousa. Como ya el 25 de abril se tenía en todas las fronteras la orden dada, se le detuvo al pasar con el nombre de Ernesto Castro de Sousa. No hubo que buscarlo".
Todavía en este año había lagunas sobre algunos acontecimientos, como la muerte de Arajaryr Campos. Así, aclara Robles que "la muerte de Arajaryr Campos puede ser una laguna relativamente, porque Tienza, agente de la PIDE, confesó en el sumario que la había estrangulado él, que le había descoyuntado las vértebras y que después le habían querido pegar un tiro (...)". También afirma que hay dudas en cuanto al coche de Elí Tapeiro, que no se sabía aún si había sido contratado para transportar los cadáveres. Robles explica que el caso estuvo archivado durante mucho tiempo porque, con arreglo a al legislación española, para poder ir a juicio, tienen que estar los procesados presentes (excepto en el Tribunal de Orden Público en el que a los procesados se les puede juzgar en rebeldía). Así que, tuvieron que esperar. También se le preguntó que si alguno de los PIDES se habían declarado culpables directos de la muerte del general y su secretaria, a lo cual contestó: "No se ha confesado ninguno, porque todos coinciden que disparó Casimiro Monteiro. También coinciden que ellos vinieron con el comando, que entraron en Villanueva del Fresno (...) Casimiro Monteiro parece que está en Brasil, como agente de la CIA. El juez Crespo Márquez encausó a Casimiro Monteiro con su nombre supuesto, pero no se personó éste".
Otra pregunta fue que cómo el sumario abierto en España podía coincidir en los hechos con el proceso abierto en Portugal, teniendo en cuenta los escasos testimonios de los inculpados. La respuesta fue la siguiente: "El sumario que está haciendo Portugal es una honra para la justicia española y para el juez Crespo, que ha quedado a la altura de los mejores del mundo, porque con unos mimbres muy frágiles, gracias a las pesquisas de la BIC y al comisario don Antonio Viqueira, fueron atando hechos que podían parecer fantásticos al principio, pero que ahora, como se desprende de las declaraciones de los PIDES, el encauzamiento del juez Crespo coincide con los hechos que ahora se están poniendo de relieve en Portugal".
Según Robles, todo podía resumirse en que Salazar había querido quitarse del medio a Delgado como fuera. Es más, ni Argel, ni los socialistas ni los comunistas ni los demócratas de la oposición portuguesa estaban implicados en el caso, sino que, además, fueron los mayores colaboradores del juez español por los datos que aportaron al sumario, acusando a la PIDE de este crimen. Con lo cual, se puede concluir que, dada la gravedad de este asunto (un crimen político), tanto las investigaciones como el proceso judicial han sido muy lentos. Pero que, afortunadamente, se resolvió el caso y, lo que es mejor, España quedó al margen de este sucio suceso. Todo ello gracias a la impecable labor de la Policía española y a la buena actuación y gran experiencia del protagonista de este trabajo, don Antonio Viqueira Hinojosa…
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(Continúa)
Esto que se escribe sobre el crimen de Humberto Delgado, no es muy correcto. Está idealizado y creo, lo puedo demostrar.
ResponderEliminarSe me olvidaba decir que en efecto, gracias a D. Antonio Viqueiras Hinojosa (especialmente), D. Jose Antonio Barberán Cereceda (actuó como secretario de Viqueiras) y al Juez especial instructor de la causa D. Jose Maria Crespo Marquez, se pudieron extraer lo hilos del crímen.
ResponderEliminar¡Ojo! entre otras cosas, les puedo decir que no fué muerto a tiros.
El que realmente lo mató, se llamaba Casimiro Emérico Rosa Télez Jordao Monteiro. Murió de viejo en un pueblo de Sudáfrica situado al sudeste de Johannesburgo, llamado Richards Bay.
MANUEL, dice:
ResponderEliminarSi alguna persona, estuviera interesada en saber algo de este caso no dude en realizarla a través de este blog (con permiso del Sr. moderador).
Investigué bastante sobre este caso y creo podría ayudarle.
Los comentarios anteriores fueron realizados por mí.
Hola Manuel,con permiso delotro Manuel, a mi si me gustaria saber si existe laposibilidad de conocer algo más sobre tu version. O si hay algo publicado o alguna referencia en internet. Me interesa mucho la historia policial y tuve la oportunidad de conocer a Viqueira y el desdeluego lo contaba asi, como ha descrito su nieta. Un saludo.
ResponderEliminarIsmael
MANUEL:
ResponderEliminarCon permiso del Sr. moderador:
Hola Ismael. Viqueiras, efectivamente debió ser un gran profesional. Aparte de su instinto policial, todas sus conclusiones las efectuaba con pruebas.
En este caso que nos ocupa y que anteriormente dije que estaba idealizado es por lo siguiente:
Los abogados de la familía de Humberto Delgado fueron los siguientes; En Portugal, Mario Soares, y en España, Mariano Robles Romero-Robledo y Jaime Cortezo Velazquez-Duro.
Pues bien, una vez realizadas las pruebas forenses y realizadas las oprtunas diligencias, se llegó a la conclusión de que a Humberto Delgado no lo mataron con tiro de bala sino con golpes provocados por un agente traumático que actuó desde fuera que le perforó el cráneo en su parte posterior derecha. Pudierase un pico, una llave inglesa... etc.
Tanto Mariano Robles Romero Robledo como Jaime Cortezo Velázquez Duro, después de varias preguntas a los forenses, estuvieron de acuerdo con ellos y firmaron el acta (10-9-65).
Posteriormente ya en el año 1974, después de la "Revoluçao dos Cravos", Mariano Robles Romero Robledo junto con Jose Antonio Novais, sacan a la luz un libro titulado "Asesinato de un Héroe" en que dicen que Humberto Delgado, fué muerto a tiros por las balas de la PIDE.
Este libro que se comenta en este blog, está bastante idealizado.
Esto es una de las cosas que por ahora, te comento. Si estás interesado en algunas más acerca de este caso, no dudes en preguntármela. Si te ruego que me definas alguna pregunta toda vez que este caso, es de "órdago".
MANUEL:
ResponderEliminarTambie es incierto que al cadaver de la "secretaria", Arajaryr Canto Moreira Campos, le quedara solo, pies, vientre y cabellos tal y como se dice aquí.
Esto por ponerte un ejemplo, hay más cosas.
MANUEL:
ResponderEliminarLibros, se han escrito bastantes sobre Humberto Delgado. El último lo escribió Frederico Delgado Rosa, nieto de Humberto Delgado, y lo presentó como dirían los portugueses con "pompa e circunstancias" el pasado 7-5-08 en "na Assembleia da República" en Lisboa.
No lo he leido aunque creo, a tenor de algunas declaraciones suyas en diversos medios de comunicación portugueses, que obviamente y debido a su condición de nieto le falte algo de objetividad.
De todas formas, Frederico Delgado Rosa, lanza como "primicia" la tésis de que Humberto Delgado no fué muerto a tiros, convulsionando la opinión pública de este país. Inclusive del nuestro, toda vez que en el monumento que le hicieron en el lugar donde aparecieron los cadáveres (Villanueva del Fresno -Badajoz-), indica en una de las placas que fué muerto por las balas de la PIDE.
Algo de lo que yo como otros, que hemos permanecido en silencio, lo sabíamos desde hace mucho tiempo.
MANUEL:
ResponderEliminarMis conclusiones:
Un asesinato "político" que quedó impune. Al día de hoy se sabe quien fué el brazo ejecutor, pero no así por quién o quienes lo dirigían. Ni hasta el mismo que lo asesinó creo que lo sabía. Este realizó su trabajo y punto. Hubiera peligrado por su curiosidad y les puedo garantizar que este sujeto era un verdadero profesional en esto del crímen.
¿El O.A.S.?, el agente de esta organización, Lehmann, tuvo "a tiro" su rapto el 30-10-64 en el avión Roma-París (Orly). La operación se llamaba BETA (ALPHA, era el asesinato de De Gaulle), en el interior del avión se encontraban agentes del C.I.A., agentes del K.G.B. y tres agentes del servicio secreto portugés.
Lehmann, recibió súbitamente la contraorden desde Roma y paralizaron el secuestro de Humberto Delgado y su secretaria por parte de Lehmann y sus compañeros de París.
A causa de esto Susini (compañero de Lehmann y organizador) perdió la suma de dos millones y medio de nuevos francos (año 64).
Decalaraciones de Lehmann a "Blick": "Con el fín de recibir dinero, el comando de la O.A.S. ha sido alquilado como movimiento clandestino para portugueses o agentes americanos, para efectuar crímenes políticos"
"En otoño del 64, he construido en Roma, los receptores y emisores para la telecomunicación, para la segunda bomba, la bomba Beta ... cuando las cosas iban mal y no había más medios, los jefes de la O.A.S., nos alquilaban para cometer atentados internacionales.He sido encargado de la misión Delgado. Es decir que debía raptar vivo al General Humberto Delgado, jefe de la oposición portuguesa en el exílio"
Ismael y amigos, esto que os cuento es también para "abrir bocas". En otro orden de cosas diré que yo tengo 57 años, he hablado con muchos alumnos y compañeros de Viqueira y todos, sin exclusión, no solo hablan magníficamente, además es que le admiraban.
Más adelante te pediré un favor relacionado con un compañero de Viqueiras llamado Grajal (ya fallecido igualmente) sobre unas declaraciones que efectuó a sus alumnos en la academia sobre una persona de la cual llevo investigando mas de 25 años. Grajal, creo, fué Jefe del Sercivio de Investigación Español con destacamento en Lisboa.
A ver si me pudieras ó pudiérais ayudarme.
Muchas gracias por tus comentarios Manuel, y por tu ampliación de esta información. La verdad es que es una versión muy interesante y yo, por mi parte, intentaré averiguar mas sobre Grajal.
ResponderEliminarCoincido contigo en lo de que casi todo el mundo habla bien de Viqueira.
Lo que no se es que te parece la interpretación del "inspector Hinojosa" que hace el actor Jose Manuel Cervino en el capítulo dedicado al Jarabo en la serie "La huella del crímen". A él, me consta que ciertamente había dos detalles de esa pelicula que no le hacían mucha gracia.
Isma
MANUEL:
ResponderEliminarReferente al caso "Humberto Delgado", no está claro.
La "Operación Otoño", como así se denominaba, la formaban los siguientes: "chefiada" por Antonio Rosa Casaco que entró con un pasaporte falso a nombre de Roberto Burrita Varral (este PIDE, era "amigo" de altos dirigentes de la policía española y no entro en detalles, Viqueira lo debía de conocer), Agostinho Tienza que entró con pasaporte falso a nombre de Felipe García Tavares (estranguló a la "secretaria"), Ernesto Lopez Ramos con otro pasaporte falso a nombre de Ernesto Castro i Sousa (este vive actualmente en Brasíl), Casimiro Monteiro que entró con un pasaporte que la PIDE había quitado a un subdito pakistaní llamado Washdeo Kundanmal Mirpuri (fué el autor material del crímen) y en connivencia con el jefe de puesto de la frontera de San Leonardo en Mourao proximo a Viilanueva del Fresno.
En la PIDE esos años la conformaban un "tridente"; Pereira de Carvalho, Agostinho Barbieri Cardoso y el mayor Silva Pais.
Parece ser que la "Operación Otoño", era de secuestro. Un año antes (1964) Antonio Rosa Casaco tenía la orden de secuestrar a un dirigiente del Partido Comunista llamado, te estoy como también antes, escribiendo de memoria y sino me falla se llamaba Tito de Morais, en Sevilla, coincidiendo con su feria. Pero ocurrió que al pasar por Zafra, el comando tuvo un accidente contra un camión, resultando herido en una pierna Antonio Rosa Casaco y se fastidió el secuestro. Por eso Antonio Rosa Casaco en la "Operación Otoño", iba con "uma bengala" (un bastón).
Pues parece ser que iba a ser igual. Pero de entre los que iban unos tenían orden secuestro y otros de asesinato.
¿De el "tridente" de la PIDE uno ó unos dió la orden de secuestro y otro u otros de sesinato? ¿Uno de los jefes de la PIDE era de la CIA?
¿Humberto Delgado era también de la CIA? ¿Casimiro Monteiro que ya se le conocía por sus multiples asesinatos, recibía orden de alguien o de otros grupos?
También apareció en escena otro grupo de Argél disidente de Humberto Delgado. ¿Acaso también estaba detrás el O.A.S.?
Es cierto que Humberto Delgado tenía "cabreadas" a las policías portuguesas y españolas puesto que en el célebre asalto y revuelta al cuartel de Beja(Portugal), pasó por España-Portugal-España, burlando a las respectivas policías y para demostrarlo, se hizo una foto disfrazado de anciano
en la puerta de un cine de Madrid con ejemplar del diario YA en sus manos y debajo del cartel de la película de proyectaban que era "El Pez Rojo".
Bueno me reclaman. Te seguiré contando. La película Jarabo no la ví. Ya la veo y te comento.
MANUEL dice:
ResponderEliminarViqueiras, no solo conocería a Antonio Rosa Casaco sino también a Jean Jacques Susini, estoy casi seguro.
En otro orden de cosas Grajal Rubio, dijo una vez en una de sus clases que, uno de los mejores espias alemanes en la II Guerra Mundial fué, Javier Becerra Gomez, natural de Olivenza (Badajoz).
Tengo amplísima información de esta persona pero me faltan algunos datos.
Todo lo que puedas o podáis decirme de Javier Becerra Gomez, os lo agradezco.
MANUEL dice:
ResponderEliminarOtra puntualización: Los cadáveres aparecieron un sabado pero no el 25 sino el 24 de Abril de 1965. Y más concretamente a las 18,45 horas.
El 25, fué domingo.
MANUEL dice:
ResponderEliminarOtra "píldora" referida al caso Humberto Delgado:
El único testigo que presenció la presencia de los coches así como de los ocupantes y que estos se bajaron, aunque no vió el crímen ni tampoco oyó disparos, se llama Marcelino Hernández Balanza.
Era el pastorcillo que cuidaba el rebaño de ovejas ese día.
Actualmente, es Policía Nacional y está en una comisaría de Barcelona.
Mariano Robles Romero- Robledo, Gran Jurista y persona simpática, según relato de Mario Soares.
ResponderEliminarEl periodista gallego José Antonio Novais Tomé tiene dedicada ahora calle en la Ciudad Universitaria de Madrid
Manuel:
ResponderEliminarEfectivamente, Mariano Robles Romero-Robledo y Mario Soares fueron compañeros de profesión en el "caso Humberto Delgado".
Manuel
ResponderEliminarPor cierto, escribí en comentarios anteriores sobre el O.A.S. y Jean Jacques Susini (uno de sus creadores y quizás en Madrid):
piquen o copien y peguen:
http://www.jfkassassinationforum.com/index.php?action=profile;u=804;sa=showPosts
Y este:
http://www.assassinat-jfk.com/media/image/joseph_milteer.jpg
Jarabo.....¿Sobrino del Magistrado del TS Francisco Ruíz Jarabo?
ResponderEliminarManuel
ResponderEliminarSí, era sobrino del entonces presidente del Tribunal Supremo, Francisco Ruiz Jarabo, quien años después sería ministro de Justicia.
"ruíz- jarabo y baquero"
ResponderEliminarEn el telefilme "La huella del crimen" de Costa y Bardem, 1985, "Jarabo", suprimieron el primer apellido del policía SR. VIQUEIRA, dejando únicamente el segundo apellido, HINOJOSA......¿Por qué?
ResponderEliminarEl Comisario Mariñas no está tan desorientado como parece (frase del personaje interpretado por Alfredo Mayo en "Cerrado por asesinato", 1962)
ResponderEliminarManuel:
ResponderEliminarUnos de los abogados de la familia de Humberto Delgado en España, Jaime Cortezo Velázquez-Duro, se lo encontraron asesinado en Madrid dentro de el maletero de su coche, maniatado y con tres navajazos en el cuello. Esto ocurrió en el año 1991.
Sigue sin resolverse? Se sabe algo?
Manuel:
ResponderEliminarSe sabe quién asesinó a Humberto Delgado; Casimiro Emerito Rosa Teles Jordão Monteiro, una mole humana, un perro de presa, destemido, un asesino a sueldo con toda una vida plagada de asesinatos.
Pero no se supo nunca quién fué el autor intelectual. Casimiro Monteiro murió de viejo en Richards Bay (Sudáfrica) y no contó nada.
A Humberto Delgado le quedaba poco tiempo de vida, meses quizás, tenía un cancer, supuraba continuamente pus por el estomago incluso hubo medico que se negó a su intervención.
Vivo, ya no significaba nada. Muerto, un martir.
Comento todo esto porque habrá, digo yo, que poner especial atención al caso del etarra Bolinaga.
Cuidado! Si cómo dicen le queda poco tiempo de vida, ya no debe representar nada, pero muerto, un martir.
"Cui prodest scelus, is fecit"
"A quien beneficia el crimen, ese lo cometió" (Séneca)