Mariamba Staford fue atacada en octubre de 2008,
delante de su hijo de dos años cuando estaba durmiendo, por cuatro hombres,
entre ellos un vecino, que le cortaron sus dos brazos con un machete, según
relató en una rueda de prensa.
"Intenté defenderme, pero no podía", señaló.
Tras el ataque unas personas de su pueblo le llevaron a una enfermería, para lo
cual tardaron siete horas y cuando llegó el doctor le dijo que debería
"regresar a su casa porque en cualquier caso ya estaba muerta".
Según dijo hoy la experta independiente de la ONU
sobre los derechos humanos de personas con albinismo, Ikponwosa Ero, ONG han
documentado unos 600 casos en la última década, pero sus propios datos apuntan
a cerca de 800.
Los doctores brujos hacen pociones "mágicas"
con partes del cuerpo de albinos para personas a los que prometen éxito en la
vida, ganar unas elecciones o ser promovidos en su empresa, por ejemplo.
Tanzania, Mozambique y Malawi son los países del
África subsahariana que más casos de brujería con personas con albinismo
registran, indicó la experta.
Explicó que en el mercado negro un brazo puede valer
2.000 dólares y un cuerpo entero cerca de 75.000 dólares.
Cuando el caso de Mariamba fue juzgado, el juez puso
en libertad al vecino, porque alegaba que la mujer tenía una visión reducida y
por tanto no podía reconocer a su verdugo exactamente.
"No se hizo justicia", señaló esta víctima,
que por ello aboga por que todos los casos de asesinatos y mutilaciones de
personas con albinismo se revisen y aceleren ante la Justicia y que se les
proteja, porque el Gobierno no lo hace, sostuvo.
"Me gustaría que se revocaran las licencias de
estos curanderos", dijo, además de la adopción de "leyes muy
estrictas contra cualquiera que comete atrocidades con personas con albinismo y
para que se les proteja", recalcó.
La experta de la ONU dijo que el comercio con partes
del cuerpo de personas con albinismo involucra a una "cadena" de
autores y que en muchas ocasiones es la "elite que paga" para recibir
una poción.
Lo que ha observado Ero en sus visitas a Malawi y
Mozambique, donde entrevistó a presos, es que "no hay muchos doctores
brujos encarcelados", sino más bien personas con pocos ingresos.
Mariamba vive hoy en una vivienda segura de la organización
"Under the Same Sun" junto a su hijo, que ahora tiene 11 años y no es
albino, y sus dos hermanas, que sí son albinas.
"Nuestra vida corre peligro fuera de esta
casa", recalcó.
Su hijo sufre aún las consecuencias de lo que vio
aquella noche porque "es una persona triste y lo recuerda
constantemente", explica esta mujer, que estaba además embarazada de seis
meses cuando fue atacada y perdió al bebé que esperaba.
Su vida ha cambiado mucho desde el ataque por la
pérdida de sus dos brazos, porque depende de la ayuda de otras personas y no
puede cuidar de su hijo como quisiera, ni siquiera abrazarle.
La organización Under the Same Sun proporciona
educación a su hijo y sus hermanas.
Lo más terrible... es que no es un caso aislado:
Lo más terrible... es que no es un caso aislado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario