Su
directora, Elena Merino, nos introduce en la leyenda de uno de los asesinos más
famosos del cine. ¿En quién se basó realmente el protagonista de «El silencio
de los corderos»?
ABC. MANUEL P. VILLATORO. A sus
64 primaveras, es probable que el británico Robert John Maudsleyrecuerde vagamente los años en los que
disfrutaba de la libertad. No sería extraño, pues han pasado ya cuatro décadas
de aquello. Toda una vida. En la actualidad, por el contrario, vive aislado en
una celda de cristal muy similar a la que se puede ver en la película «El
silencio de los corderos». De hecho, se cree que su caso fue uno de los que
inspiró el personaje de Hannibal Lecter.
No en
vano, cuando apenas era un veinteañero asesinó a cuatro personas y se comió el
cerebro de una de ellas con una cuchara. Por si esta fuera poca coincidencia,
guarda otras muchas similitudes con el protagonista del largometraje. Entre
ellas, su amor por
la música clásica,
su alto
coeficiente intelectual y su amabilidad.
El caso de Maudsley es uno de los que
podrían haber ayudado a forjar la historia de Lecter. A pesar de ello, existen
otros tantos asesinos cuyo perfil psicológico es similar al del caníbal más
famoso de la televisión.
Sin
embargo, para Elena
Merino (directora
del programa «Elena en el país de los horrores») tan
solo hay uno reconocido oficialmente. «Thomas Harris, el autor de la novela “El silencio de los corderos”
admitió que se basó en Alfredo Balli Treviño, un médico mexicano que mató a su amante con un
bisturí y que poseía unas buenas maneras, una cultura y una dedicación
exquisitas», explica la periodista especializada en declaraciones a ABC.
Con todo, Merino también señala que
Maudsley o Nikolai Dzhumagaliev(un kazajo experto en elaborar
empanadillas de prostituta rubia) guardan muchas similitudes con la visión que
se da del doctor Lecter en «El silencio de los corderos». «La grandeza del
personaje de Hannibal es que unifica muchos perfiles diferentes. Es bastante
probable que no haya un único criminal tras él, sino que el autor se haya
inspirado en varios», completa.
Y eso es lo que hace que sea un
personaje idóneo para «Elena en el país de los horrores»,
un programa en el que su extenso equipo se adentra en el mundo de la
criminología narrando desde asesinatos imposibles de resolver por la policía,
hasta algunos de los crímenes más curiosos de los últimos tiempos. «Ahora
estamos de enhorabuena porque hemos pasado de ser un podcast con miles de
descargas, a entrar a formar parte de las radios de “SpainMedia”,
de proyección nacional», destaca a este diario.
¿Fue Maudsley el verdadero Hannibal?
Robert Maudsley, el mismo asesino
que hoy muchos apodan «Hannibal the cannibal» por ser el más parecido al Lecter
del cine, nació en junio de 1953. Así lo afirma Erlant Gamboa en
su obra «Enciclopedia del crimen y el
sadismo».
Cuarto hijo de un camionero de
Liverpool, tuvo que sufrir primero la marcha de sus hermanos (Paul, Robert y Brenda),
apartados de la familia por los servicios sociales. Por si fuera poco, él fue
el siguiente. «Pasó la mayor parte de su infancia en “Nazareth House”,
un orfanato […] de Liverpool, con sus hermanos. Allí forjó un estrecho vínculo
con ellos, pero apenas vio a sus padres», explica Tony Thompson en
su artículo «The caged misery of Britain's
real 'Hannibal the Cannibal» (publicado por «The Guardian» en el año
2003).
Así recordaba aquellos tristes
momentos el propia Paul en declaraciones al mismo diario: «En el orfanato todos
nos llevábamos muy bien. Nuestros padres venían a visitarnos, pero para
nosotros eran extraños. Siempre estábamos juntos». Años después, nuestro
pequeño protagonista recibió una noticia en principio feliz cuando le
permitieron volver a casa. Sin embargo, la alegría se terminó tornando en
tristeza rápidamente. «Nuestros padres nos llevaron a casa y fuimos
sometidos a constantes abusos físicos. […] Solían darnos una paliza y
enviarnos a nuestra habitación», completa el mismo hermano.
Otro tanto le ocurrió a Robert: «Lo único que recuerdo
de entonces son las palizas. Una vez estuve encerrado en mi habitación seis
meses. Mi padre solo abría la puerta para venir a golpearme. Lo hacía entre
cuatro y seis veces al día. […] Una vez rompió un rifle de aire comprimido en
mi espalda».
Al final, y gracias a que era el pequeño de la
familia, Robert fue sacado de aquella casa de locos por los servicios sociales
y pasó por diferentes hogares de acogida. El futuro caníbal se trasladó a
Londres con apenas 16 años e inició su viaje al mal camino.
«Desde muy joven se aficionó a las
drogas y se prostituyó para comprarlas», destaca Gamboa. Para entonces su
infancia ya le había cambiado la vida. Así lo demuestra el que afirmara
escuchar voces que leordenaban matar a sus padres o que tuviera
que ser internado en un psiquiátrico debido (entre otras cosas) a sus
repetidos intentos de suicidio. Tras abandonar el centro su vida no mejoró,
pues se dedicó a prostituirse entre hombres para poder
sufragarse las drogas.
Así continuó hasta poco después. «En
1973 Maudsley trabajaba de prostituto cuando fue abordado por John
Farrel, un pedófilo. Este le mostró fotografías de los niños de los que
había abusado, y Robert reaccionó furioso, estrangulándolo. Fue internado en el
hospital Broadmoor, como un demente, mientras se celebraba su juicio», añade el
autor de «Enciclopedia del crimen y el sadismo».
Thompson es de la misma opinión,
aunque añade que el criminal fue llevado hasta ese centro debido a que «se
le declaró no apto para ser juzgado». Perturbado o no, lo que si es cierto
es que nuestro protagonista pasó a estar custodiado por la mencionada
institución.
Canibalismo
Lo que sucedió en la prisión navega,
a día de hoy, entre la realidad y la leyenda. Oficialmente, Robert y otro
paciente atacaron en 1977 a un pedófilo de Broadmoor y se encerraron con él en
una celda. Allí le torturaron durante nueve horas antes de asesinarle.
«Cuando los guardias pudieron entrar
hallaron muerto al hombre y su cráneo abierto», determina Gamboa. Atendiendo al
testimonio de uno de los guardias, a su cabeza (de la que colgaba una
cuchara) le faltaban varios trozos de cerebro. Al parecer, nuestro
protagonista se los había comido. De forma sorprendente, en este caso Maudsley
sí fue juzgado y encerrado en la prisión de Wakefiel, conocida como la «mansión
monstruosa».
Allí, Robert comenzó su ascenso a la locura. Ejemplo
de ello es que asesinó a dos prisioneros en un solo día allá por 1978. Según
los reos, simplemente porque se había propuesto lograr matar a siete personas
esa misma jornada.
«El primero fue un violador, Salney
Darwood. Maudsley le invitó a su celda, y allí le apuñaló y le cortó la
garganta, metiendo el cadáver bajo la cama», completa Gamboa. Acto seguido, el
caníbal pidió a varios de sus compañeros que repitieran el camino del fallecido
y accedieran a su lugar de encierro. Pero, lógicamente, todos se negaron. A
nadie le apetecía correr la misma suerte que el fallecido.
Cansado de esperar, Maudsley salió
de su celda y persiguió a un reo que tuvo la mala suerte de cruzarse en su
camino: Bill Roberts. Tras algunos minutos ocurrió el desastre
pues, después de arrinconarle, golpeó su cabeza contra un muro y le apuñaló con
un cuchillo que él mismo había fabricado. Thompson, por su parte, es partidario
de que atacó a su nueva presa mientras esta dormía plácidamente.
No obstante, en lo que sí coinciden ambos autores es
en que, una vez que acabó con su vida, Robert se entregó a las autoridades de
la prisión.
Aquel fue el último acto de vileza
de Maudsley antes de ser juzgado y declarado como demasiado peligroso para
permanecer junto a otros reos. En 1983 habilitaron dos celdas
para él en el sótano de Wakeland. Unas habitaciones similares a las que
encierran a Lecter en la película «El silencio de los corderos». Y allí
permanece desde entonces acompañado tan solo por una silla y una mesa de
cartón. «La cama es una pieza de cemento, el inodoro y el lavabo
están clavados al suelo, vidrios a prueba de balas, y está
vigilada constantemente por cámaras y al menos cinco guardias», añade el
experto.
En esta zona reside 23 horas al día.
El tiempo restante, nuestro protagonista lo pasa en el patio. Esta celda es
conocida como la «jaula de vidrio» ya que no tiene rejas, sino
barrotes. «El perspex que le encierra solo tiene una pequeña ranura en la parte
inferior a través de la cual los guardias le pasan comida y otros artículos»,
añade Thompson. Su prisión de cristal mide 5,5 metros por 4,5 metros,
un espacio algo más grande que las habituales.
«Su cama es una pieza de cemento, el inodoro y el
lavabo están clavados al suelo»
El caso ha vuelto a salir a la luz debido a que, el pasado junio, se
convirtió en el reo de Gran Bretaña que más tiempo ha pasado aislado: 14.235 días. «Las autoridades
penitenciarias me ven como un problema, y su solución ha sido ponerme en
confinamiento en solitario y tirar la llave. Quieren enterrarme vivo en este
ataúd», explicó en 2003 el propio reo a «The Guardian».
A pesar de que permanecerá encerrado de por vida,
Maudsley ha sido visitado desde entonces por multitud de psiquiatras que están
tratando de romper su barrera mental. Aunque, de momento, no lo han logrado.
«Solo puedo esperar al suicidio. Creo que es lo que todos esperan. De esta manera,
el problema de Robert John Maudsley podrá resolverse de forma sencilla y
rápida», añadió nuestro protagonista.
Aunque los medios consideran a
Maudsley como el Lecter británico, Merino es partidaria de que el único
Hannibal reconocido fue Treviño. Un médico que acabó con la vida de
su amante, Jesús Castillo, cuando este se negó a devolverle un préstamo. «Todo
ocurrió cuando se presentó en su domicilio para cobrar y el chico le dio menos
dinero del que habían pactado. El doctor cogió entonces un bisturí y
le mató. Luego llevó el cadáver al baño y lo descuartizó»,
determina la directora del programa a ABC.
Treviño trató de enterrar el cadáver, pero no tardó en
ser cazado por las autoridades. «Fue juzgado. En principio se le puso pena de
muerte, pero al final se le conmutó a prisión de por vida y, posteriormente, a
20 años», completa Merino.
Harris conoció a este personaje en
la cárcel. «El autor iba a entrevistarse con una Dykes Askew Simmons,
un norteamericano que estaba en la cárcel por un crimen múltiple. Pero cuando
llegó a la prisión le dijeron que estaba recuperándose porque le habían
disparado. De hecho, le informaron de que no había muerto porque le había
salvado otro reo que hacía las veces de médico en la prisión: Treviño», añade la
directora del programa. El creador de la novela «El silencio de los corderos»
solicitó entonces conocer al galeno.
«Le pareció una persona muy elegante y refinada.
Igual que Lecter. Además, lo más interesante es que el doctor Salazar (el
alias que le puso para no desvelar su identidad) le hizo un retrato psicológico
perfecto del asesino al que, en principio, quería entrevista Harris. Y eso,
aunque no era psiquiatra. Las buenas maneras, la cultura, la inteligencia, la
dedicación... Todo eso inspiró al autor para dar vida al famoso caníbal. Luego,
al informarse sobre él, se enteró de que había metido los restos de su
víctima en una caja muy pequeña. Así fue como nació todo», destaca Merino.
A pesar de ello, la directora es también partidaria de
que el canibalismo del personaje de «El silencio de los corderos» pudo haber
sido perfectamente inspirado por Maudsley.
Con todo, y en palabras de la directora, la principal
de las grandezas de Lecter es que junta multitud de perfiles. Entre ellos, el
de un gran cocinero con refinados modales capaz de volverse loco y acabar con
su víctima en pocos minutos.
«Lo que hace a Hannibal diferente de
cualquier otro asesino es su aspecto menos amenazador. Lo que produce terror es
el contraste entre el monstruo horripilante que supone un caníbal, y la
exquisitez de sus modales. Esas buenas maneras, esa capacidad de vestirse con
perfecto cariño... Eso lo saca de Treviño. Pero otros rasgos como el de ser
un gran cocinero se extraen de Nikolai Dzhumagaliev, un
kazajo que se dedicó a asesinar prostitutas con cuya carne elaboraba
exquisiteces locales e invitaba a comer a sus amigos», añade Merino.
Este sujeto nació en 1952 en Uzynagash (Kazajistán).
De familia pobre, quiso estudiar en la universidad, pero no superó las pruebas
iniciales. Todo un trauma para él. Por si fuera poco, de joven perdió un
colmillo que le sustituyeron por una pieza dental de metal, lo que
-posteriormente- le granjeó el nombre de «Metal fang». A los 20 años empezó a
viajar por la URSS y, poco después, comenzó a odiar a las mujeres por razones
desconocidas (se cree que debido a que contrajo una enfermedad de transmisión
sexual, aunque no está comprobado).
En 1979 cometió sus primeros
crímenes. Y posteriormente se hizo un hueco en todas las enciclopedias del
crimen tras demostrar su sangre fría. ¿La razón? Que Dzhumagaliev usaba su
atractivo para seducir a jóvenes a las que, posteriormente, violaba y mataba con
un hacha. A partir de entonces iniciaba un macabro ritual que consistía
en descuartizarlas y cocinar su carne. Su plato favorito eran las «empanadillas
de rubia», las cuales solía presentar a sus invitados con sumo cuidado. Fue
capturado en agosto de 1991.
En su mente
Maudsley, Dzhumagaliev... La lista de caníbales en la historia es tan
lúgubre como extensa. Algo que a muchos les parece impensable. ¿Qué lleva a una
persona a comer carne humana? Para Christian Campos, periodista
especializado en crímenes y personas desaparecidas (además de subdirector del
programa «Elena en el país de los horrores») todo
forma parte de un triste ritual de sometimiento.
«El canibalismo, en general, tiene
distintas tipologías: cultural,
de supervivencia y psicopático. A través de esta última, el criminal consigue placer
y gratificación. Así, cuando el asesino se come a su víctima siente que la ha
sometido por completo y esto lo convierte en un ser poderoso», determina en
declaraciones a ABC.
Para Campos, puede que estos caníbales sean conocidos
por su relación con Hannibal Lecter, pero existen otros igual de crueles que
ellos.
«Un claro ejemplo es Albert
Fish, conocido como el "Vampiro de Brooklyn". Fue un asesino en
serie y caníbal estadounidense que confesó la tortura y la muerte de varios
niños. Fue condenado y ejecutado en la silla eléctrica en 1936 por el asesinato
de la pequeña Grace Budd, de 10 años, a quien secuestró. Tras
matarla, se comió varias partes de su cuerpo. Incluso llegó a enviar una carta
a la familia de la niña con la receta. Fish afirmaba que este tipo de actos le
provocaban un estado de éxtasis sexual muy prolongado. Fue
sospechoso de cometer más asesinatos», determina a este diario.
Otro tanto ocurre, según él,
con Andrei Chikatilo, un asesino en serie
ucraniano que mató a más de medio centenar de mujeres, niñas y niños.
«Perpetró contra sus cadáveres
auténticas aberraciones, entre ellas la ingesta de sus órganos sexuales. El
criminal atraía o raptaba a sus víctimas y las llevaba a lugares apartados,
donde los asesinaba. Además, solía extraer los ojos de sus presas como
una forma de despersonalizar o para evitar ser atrapado. Fue juzgado en 1992 y
condenado a muerte. Murió ejecutado de un tiro en la sien en 1994»,
completa Campos.
Como ejemplo final, el periodista especializado pone a
Dorángel Vargas, el «Comegente». Un asesino tan cruel como peligroloso para sus
compatriotas venezolanos
«Está considerado como el primer
asesino en serie conocido de la historia de Venezuela. Las fuentes varían en
cuanto a su número de víctimas. Algunos expertos señalan que terminó con la
vida de entre siete y más de una decena de personas, aunque también se estima
que pudieron ser alrededor de cuarenta. Vargas era un vagabundo que mataba a
hombres de entre 30 y 40 años mediante golpes con un tubo de metal o con
piedras y después practicaba el canibalismo con sus cadáveres. Fue
detenido en 1999, aunque no fue juzgado al ser considerado inimputable»,
finaliza.
Cinco preguntas a Elena Merino
Tuvimos la posibilidad de hablar con “SpainMedia” para
proponerles trabajar con ellos, y tuvimos la suerte de que sus directivos
conocían el programa. Nos dijeron que nos habían visto y escuchado ya, y que
les interesaba nuestro producto. Que teníamos la calidad que ellos querían.
2-¿Qué supone comenzar nueva
temporada con ellos?
Es un sueño hecho realidad. Tenemos a los
colaboradores que más admiro del ámbito en el que nos movemos. A los los
mejores en su campo. También creo que contamos con un programa más ameno ya
que, ahora, tenemos tres secciones de media hora sobre temas muy diversos.
Aunque siempre en el mundo oscuro. Todo el viaje sigue siendo a través de la
realidad más desagradable.
El cambio fue una sorpresa en muchos sentidos. Creo
que el programa necesitaba un revulsivo. Habíamos hechos muchas temporadas y
era necesario aspirar a más. Antes teníamos miles de oyentes en todo el mundo,
es cierto, pero no es lo mismo editar en una emisora local (como antes) a
hacerlo en un soporte nacional, como ahora.
3-¿Obtienen beneficios por el
programa?
De momento, y aunque lo hacemos profesionalmente, no
tenemos remuneración. Pero somos profesionales y lo hacemos siempre lo mejor
que sabemos. Lo único que hemos habilitado es una plataforma para suscriptores
en la que damos contenidos extra. Con ello sufragamos los gastos del programa.
4-¿Se debe hacer radio de forma
gratuita?
Sí, pero hay que cambiar la mentalidad de la sociedad.
Tenemos que ir hacia la visión anglosajona, donde se premia el trabajo. Aquí,
si disfrutas de algo de forma gratuita, no entiendes por qué deberías pagar por
ello. Nosotros ponemos los programas principales a disposición de todo el
mundo, no pretendemos que nadie tenga que pagar por ellos. Pero hemos inventado
otro producto, basado en extras, al que se puede acceder pagando.
5-¿Cree que su programa es
reconocido a nivel nacional?
Sí. Tenemos entre 10.000 y 12.000 escuchas por
programa. Además, somos finalistas de unos premios dados por la asociación
ASESPOD (Asociación de Escuchas de Poadcasting). Es la más importante de este
sector que hay en nuestro país. Hay un premio del publico al mejor podcast, y
estamos entre las 12 elegidas. Saberlo fue para mi algo mágico, un orgullo enorme.
Al fin y al cabo somos un programita que empezó hace 10 años en una emisora
local.
«Elena en el
País de los Horrores» es un programa de criminología orientado también a la
temática histórica y de misterio. Dio sus primeros pasos en 2012 y, desde este
septiembre, se emite a través de «SpainMedia». Uno de sus programas más
escuchados obtuvo 14.000 descargas en la plataforma Ivoox.com.
Elena en el país de los horrores
HORARIO – Martes (dramatización) y jueves (programa, de dos
horas).
ESCUCHAR EN - «SpainMedia», «Ivoox», «iTunes».
SECCIONES
FIJAS
Análisis de biografías de asesinos y casos criminales.
Antes de explciar cada caso, existe una dramatización interpretada por actores
y escrita por Elena Merino en la que se profundiza en la mente del homicida.
Son subidas a la red todos los martes como preludio al programa principal.
Para ellas,
«Elena en el país de los horrores» cuenta con voces de peso como la de Nacho
Fresneda («Hospital central» y «El ministerio del tiempo»).
Una vez al mes,
esta sección se sustituye por «Duda razonable». En este espacio, el
equipo de «Elena en el país de los horrores» se adentra en casos criminales sin
resolver o cuya solución no ha sido satisfactoria.
A su vez, también es sustituida una vez al mes por un
programa especial. «Uno de los más recientes ha versado sobre asesinos
inspirados en la filosofía de Nietzsche. Hablamos por ejemplo de Denise Labbé,
una mujer que mató a su hija ahogándola en un barreño con lejía porque su
marido le dijo que esa era la prueba de amor definitiva para crear la súper
pareja», destaca Merino.
2-SOS
Desaparecidos
Es una sección
dirigida por Christian Campos que trata de dar cobertura a las
familias de personas desaparecidas en España. En ella colaboran con la Asociación
SOS Desaparecidos. Uno de los programas es un especial con una
entrevista a la familia.
3-Club de los
marineros muertos
Un espacio en el que se locuta un pequeño cuento
relacionado con el mundo del misterio.
Esta sección está a cargo de tres escritores que, en
palabras de la directora, llevan cada semana a «Elena en el país de los
horrores» un cuento original escrito por ello. «Los locutan nuestros actores
profesionales. Son pequeños relatos espectaculares. Al final de la temporada,
nos gustaría sacar un libro recopilándolos», añade.
«Esta sección nació hace muchos años. Cuando yo estaba
estudiando periodismo nos juntábamos para contar historias de terror.
Establecimos que cada uno teníamos que narrar una. Le llamamos así porque se
dice que, cada vez que enciendes un cigarro con una vela, muere un marinero. Y
nosotros las explicábamos a la luz de una vela», destaca Merino.
SECCIONES QUE ROTAN
1-Ciencia negra
(Juan José Sánchez-Oro)
«Esta sección la hace Juan José Sánchez-Oro, un
historiador que colabora en “Cuarto Milenio” y que acaba de fundar una revista
científica. En ella habla de esos temas que se revisten de un cierto misterio,
pero que realmente pueden ser abarcados por la ciencia. Por ejemplo las
posesiones demoníacas, la realidad científica que habría tras los zombis etc.»,
añade Merino.
2-El octavo
pasajero (Salvador Larroca)
Sección de cine dirigida por Salvador Larroca, un
célebre dibujante español que ha trabajado con los principales iconos de la
editorial Marvel. «No es ni crítica ni recomendación. Son más bien curiosidades
sobre películas de crimen y terror», explica la directora.
3-El ojo
crítico (Manuel Carballal)
El reconocido periodista de investigación Manuel
Carballal es uno de los nuevos fichajes de «Elena en el país de los horrores».
Dirige esta sección y, en ella, se dedica a poner el «ojo crítico» sobre temas
que causen severa controversia social como, por ejemplo, el esoterismo.
4-Crónica del
otro lado (Javier Arries)
Espacio dirigido por el conocido periodista Javier
Arries en el que se analizan misterios del pasado.
5-Cruzada
animal (Mar Puig)
«Para nosotros los animales deben ser tratados con
respeto. Por ello, hablaremos de casos de malos tratos a ellos. Casos que rozan
lo criminal. Para nosotros los animales deben ser tratados con respeto»,
completa Merino.
6-Líbranos del
mal (Fermín Mayorga)
Espacio dirigido por Fermín Mayorga en el que se
analizan crímenes históricos que sólo se pueden encontrar en hemerotecas.
7-El
laboratorio (José Miguel Mulet)
Está dirigida por José Miguel Mulet. Es científica y
trata de adentrarse en los procesos del ser humano. ¿Qué pasa cuando un ser
humano se muere? ¿Cómo son los procesos de descomposición? Estas son las
preguntas que ha tratado la sección a lo largo de su existencia y que marcarán
la línea en «SpainMedia».
8-Alerta 091
(Eduardo Casa)
«Está dirigida por Eduardo Casa, que es policia de
profesión. Es una sección interesante porque nos habla de obligaciones y
derechos que tienen los ciudadanos. Siempre con ejemplos. En ella hemos
escuchado, por ejemplo, a quién se puede detener y si hace falta orden judicial
para ello. Además de qué es una detención ilegal», determina Merino.
9-El jardín
zoilógico (Guillermo Díaz)
«La sección estará dirigida por Guillermo Díez, del
programa “La escóbula de la brújula”. En ella veremos como, dentro de la
realidad más cruda, hay situaciones que generan cierta hilaridad. Un ejemplo
fue un caso en el que un criminal cometió intentó asestar una puñalada a otra
persona con una ardilla congelada. También incluiremos, por ejemplo, disparates
judiciales», añade la directora del programa.
Manuel P. Villatoro
http://www.abc.es/historia/abci-enigma-tras-hannibal-lecter-verdadero-canibal-cocinaba-empanadillas-prostituta-rubia-201709190308_noticia.html#ns_campaign=rrss-inducido&ns_mchannel=abc-es&ns_source=tw&ns_linkname=noticia.foto&ns_fee=0
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