Una multitud desnudó, torturó y ató a una mujer acusada de brujería
para luego quemarla viva frente a cientos de testigos en un poblado de
Papúa Nueva Guinea, indicó la Policía el viernes después de uno de los
asesinatos relacionados con hechicería de mayor notoriedad en este país
del sur del Océano Pacífico.
Cientos de curiosos, entre
ellos muchos niños, observaron e incluso tomaron fotografías del brutal
asesinato ocurrido el miércoles. Las horripilantes imágenes fueron
publicadas en las portadas de los periódicos de mayor circulación del
país, The National y Post-Courier, mientras que el primer ministro, la
Policía y diplomáticos condenaron el crimen.
En las zonas
rurales de Papúa Nueva Guinea, la brujería es considerada causa de
infortunios inexplicables. La brujería ha sido tradicionalmente
contrarrestada con brujería, pero las represalias se han tornado cada
vez más violentas en años recientes.
La muerte de la mujer
representa el primer asesinato relacionado con la hechicería en Papúa
Nueva Guinea en un año, dijo el vocero de la Policía Nacional, Dominic
Kakas.
Kepari Leniata, de 20 años y madre de un hijo, había
sido acusada de brujería por familiares de un niño de 6 años que murió
en un hospital un día antes.
La mujer fue torturada con una
vara de acero al rojo vivo, rociada con gasolina y posteriormente
quemada viva sobre una pila de neumáticos para vehículos y basura en
Mount Hagen, capital provincial de Tierras Altas Occidentales, informó
Kakas.
El subjefe de la Policía, Simon Kauba, arremetió el
viernes contra los investigadores de Mount Hagen vía telefónica por no
haber hecho ni un solo arresto, agregó Kakas.
Al parecer,
los testigos no estaban cooperando con la Policía y los agentes que
llevan a cabo las investigaciones no están esforzándose lo suficiente,
según Kakas.
Kakas describió al esposo de la víctima como
el "principal sospechoso" y dijo que el hombre huyó de la provincia.
Indicó que se desconoce si existe una relación entre el esposo de la
mujer y la familia del niño fallecido.
Informó que más de
50 hombres son sospechosos de haber "puesto una mano sobre la víctima" y
haber cometido delitos en el ataque. Pese a que muchos niños
atestiguaron el asesinato, ninguno de ellos es considerado sospechoso,
dijo Kakas
Por favor, que alguien civilice a esas personas. En ninguna parte del mundo se da tanta brutalidad. En unos países tanto y en otros como el nuestro tan poco, contra los practicantes de satanismos varios. En el caso del artículo, habría que ver si es verdad la acusación, que me huelo que no. Que cuando a alguien le da por acusar, si le tenían ojeriza... como aquí en la inquisición del medievo... un linchamiento más bajo la excusa brujeril... y nadie ve nada y nadie es responsable, la masa anónima...
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