Con una vida digna del mejor guión cinematográfico
Margarita Ruiz de Lihory, espía, pintora, periodista y abogada, merece sin duda
el apelativo de la “Mata Hari” española. Agente doble al servicio de Primo de
Rivera y del rebelde marroquí Abd el Krim, sus aventuras en Europa, Africa y
América quedaron eclipsadas por el escándalo que rodeo sus últimos día, tras
amputar varios miembros al cadáver de su hija… EL ARCHIVO DEL CRIMEN ha tenido acceso a
documentos y testimonios humanos inéditos sobre la vida de esta singular mujer.
Esto es lo único en
lo que todos coinciden: Dª Margarita Ruiz de Lihory y de la Bastida, Marquesa
de Villasante, Baronesa de Alcahalí, Duquesa de Valdeáguilas y Vizcondesa de la
Mosquera, era una mujer excepcional. Como preámbulo baste decir que según el
Diccionario de Apellidos Heráldicos de Julio Atienza, el título de Villasante
(Marquesado) fue concedido el 26 de mayo de 1761 (Real despacho del 15 de marzo
de 1763), con el Vizcondado previo de Bustorcirio, a Don Pedro Tejeiro de
Valcarce y Vozmediano, Villamarín y Enríquez. Desde 1942 es VII Marquesa la
Baronesa de Alcahalí y Mosquera. Respecto a este último título (Barón de
Alcahalí y Mosquera), fue fundado el vínculo y mayorazgo, previa facultad real
de don Felipe III, el 1 de noviembre de 1616, por Ximén Pérez Ruiz de Lihory y
Pertunes y de la Bastida, VII Marquesa de Villasante.
Respecto a
Margarita Ruiz de Lihory, era la menor de dos hijas de Dª Soledad Resines de la Bastida y de D. José María Ruiz
de Lihory, Barón de Alcahalí, quien había adquirido cierto relieve político
durante los primeros años del reinado de Alfonso XII, llegando a ostentar el
título de Gobernador Civil de Mallorca, reincidente Concejal de Valencia y
hasta diputado a las Cortes españolas en 1904.
Don José María Ruiz
de Lihory, vinculado a los círculos masónicos de Valencia, fue autor de un
libro titulado "Los endemoniados de Balsa", y probablemente contagió
a Margarita su curiosidad por las cuestiones espiritistas y esotéricas tan en
boga en la época.
Su fecha de
nacimiento no está muy clara. Según la declaración de la susodicha, incluida en
los informes judiciales, Dª Margarita nació en 1893, pero según sus hijos vino
al mundo en 1885, y en 1892 según afirmaría su segundo esposo. Finalmente se
consideró 1888 como la más probable fecha de nacimiento. Con sólo 17 años la
joven Margarita se casó por primera vez, convirtiéndose así en Sra. de Shelly.
Su marido, Ricardo Shelly (quien fallecería en 1941), era un notable valenciano
de ascendencia irlandesa, empleado de la empresa norteamericana de seguros
"La Equitativa", a quien daría cuatro hijos. Tres varones primero;
José María, Juan y Luis, y una hembra después; la frágil Margot.
Margarita de Shelly
Ruiz de Lihory había recibido una notable formación académica. Acabó Derecho en
solo dos cursos, obteniendo una brillantísimas notas. Y además había estudiado
medicina (2 años en Valencia) e idiomas. Mientras las mujeres de su época
mataban las horas estudiando el Catecismo de Ripalda, o haciendo ganchillo
entre taza y taza de té, la indómita Margarita predicaba un rebelde feminismo,
y aseguraba que "la mujer no debe ser instrumento más que de si misma.
Debe buscar su placer, y no el placer del hombre; debe buscar su realización en
la vida activa y no solo en el matrimonio. Debe participar activamente en la
política, en el trabajo, en la lucha".
Pero sus
reinvindicaciones feministas no pasaron del plano teórico hasta su separación
de Ricardo Shelly. Según su propio testimonio: “yo no estaba dispuesta a
servirle de coneja, a que me hiciera un niño cada año y, por añadidura me
contagiara alguna enfermedad, pues era muy aficionado a verse con otras
mujeres”.
Recuperada su
independencia Margarita Ruiz de Lihory decidió dejar a sus hijos al cuidado de su madre, y lanzarse a la
aventura. Gracias a sus contactos políticos consiguió una credencial de prensa
y se marchó al norte de Africa dispuesta a vivir grandes aventuras. Así es como
Doña Margarita de Shelly terminaría cogiendo la corresponsalía en Marruecos del diario "La Correspondencia
de España" y de otros periódicos de Madrid. Con solo veinte años se
convirtió en la primera mujer del mundo que ostentaba una corresponsalía de
prensa en un país extranjero. Entre 1919 y 1923 sus crónicas de guerra y sus
fotografías emocionaron a miles de lectores.
Una
espía en Marruecos
Con
este temperamento no es de extrañar que el mismísimo Miguel Primo de Rivera, a
quien conoció muy íntimamente cuando ocupaba el rango de Capitán General de
Valencia, requiriese sus servicios como espía. En aquellos tiempos existían tan
sólo unos primitivos Servicios Secretos
españoles, como el legendario
Circulo-30, que funcionaban precisamente en el convulso norte de África. Su
área de actuación era fundamentalmente el valle del Riff, y de aquel contexto
surgiría, muchos años después, el segundo Director General del CESID en la
democracia: General Gerardo Mariñas. (Ver HISTORIA abril 2009).
En aquellos tiempos
en que las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos atravesaban
momentos difíciles, Margarita fue reclutada como "agente secreto".
Temeraria hasta la inconsciencia, y reviviendo la aventura que su Domingo Badía
(Ali Bey) había protagonizado mucho antes, Margarita también se ocultó bajo un disfraz de moro para atravesar las
líneas marroquíes y entregar al Sultán
un mensaje del gobierno español. Y lo
hizo. No en una sino en varias ocasiones.
Sus aventuras como
espía en Marruecos terminaron convirtiéndola en amante, y agente doble, del
rebelde rifeño Abd-el-Krim, líder de las
revueltas anticolonialistas marroquíes, a quien había conocido en el hotel
Alhambra de Granada años antes. Según ciertos informes oficiales, Abd-el-Krim
pudo ocupar en 1925 la zona de Marruecos custodiada por los franceses gracias a
los servicios prestados por Doña Margarita. Hasta el día de su muerte la
Marquesa conservó una tobillera y un anillo que le regaló el rebelde por
aquellos años, en cuyo reverso podía leerse: "Paz en nuestra
separación".
Durante sus
estancias en Marruecos la Marquesa entablaría una gran amistad con uno de sus
contactos en la zona, un prometedor militar que más tarde jugaría un importante
papel en este drama; Francisco Franco. Margarita fue uno de los pocos españoles
que se atrevía a tutear al Caudillo, a quien se dice que salvó la vida al
advertirle de un atentado que le habían preparado los rebeldes rifeños.
Por sus méritos
militares fue nombrada Capitán Honorario de las tropas españolas en Africa.
Antonio Tornero Moreno, quien fue mayordomo de la Marquesa muchos años, narraba
a esta revista una anécdota que la “Mata
Hari española” gustaba de recordar durante sus reuniones sociales. "Doña
Margarita tenía que pasar revista
a las tropas con frecuencia, y yo le oí contar muchas veces como en una
ocasión, mientras pasaba revista a una compañía, se le soltaron las bragas y se
le cayeron falda abajo. La Marquesa, que era muy pícara, contaba que dudó un
momento que hacer, pero sin mirar siguiera al suelo se las sacudió y las dejó
caer por las piernas sin detenerse en su revista a las tropas. Contaba entre
risas que después todos los soldados se enzarzaron en una lucha terrible por
hacerse con sus bragas. ¡Dios, que mujer!".
Y poco más tarde
cruzaría el océano para triunfar también en el continente americano, donde
desarrolló sus habilidades como pintora y conferenciante feminista entre 1923 y
1928. En Cuba fue reclamada para retratar al presidente Machado, en México al
presidente Obregón y en Estados Unidos al presidente Coolidge. Aunque algunos
se muestran escépticos con la autoría de dichos cuadros...
De cualquier forma,
en una de sus visitas a Estados Unidos, su amigo personal Henry Ford le regaló
un collar de perlas con el que aparecería fotografiada en el "New York
Times". De regreso a Europa, tras la muerte de su abuela Micaela, que era
quien hasta entonces cuidaba a los cuatro hijos de la Marquesa, Dª Margarita
pasó algún tiempo en España, para luego establecerse en París durante cinco
años. En ese tiempo establece estrecha amistad con la alta sociedad francesa.
Por fin, establecida definitivamente en España, y a medio camino entre sus
casas de Madrid, Barcelona y Albacete, la Marquesa de Villasante ampliaría sus
horizontes artísticos y profesionales. Alguno de sus cuadros fue adquirido por
la mismísima Reina de España SSMM Doña Victoria Eugenia.
Pero el mundo de la
pintura ya se le había quedado pequeño, y se dejó seducir por el cine, un campo
en el que la introdujo su buen amigo Vicente Blasco Ibáñez. Guionizó y produjo
varias películas, e incluso hay quien afirma que interpretó una: "Dos amores". Uno
de sus hijos también trabajaba como extra de cine, y al parecer aportó un buen
pico a la producción de “Los 4 Jinetes del Apocalipsis”.
Y fue precisamente
la seducción una de las herramientas que mejor utilizó durante toda su vida
esta “Mata-Hari española”. Descrita como mujer de extraordinaria belleza, fue
elegida Reina de las Fiestas en Valencia. Además de con Abd-El-Krim se le
suponen amoríos con Primo de Rivera, con el presidente de la Generalitat de
Catalunya Lluis Companys y con el jefe de la Checa de Tamarita Serafín Iriarte
Echegarría. Además se la suponía amante del Ministro de la Gobernación Miguel Maura,
quien le dio cargos en el Patronato Nacional de Menores y en la Junta de
Protección de la Mujer -de hecho co-organizó la agrupación femenina del Partido
Conservador-, y del General Manuel Silvestre, que según algunos estudiosos era el verdadero padre de Margot.
Tras su vuelta a
España Dª Margarita continuó desarrollando misiones de espionaje. Según algunas
fuentes llegó a espiar a Unamuno por orden de Primo de Rivera, y mantuvo su
trabajo como informadora, aunque con menor intensidad, hasta la Segunda Guerra
Mundial.
Años después de su
retorno a España la Marquesa entabló relaciones con José María
Bassols-Iglesias. Segundo hijo de nueve hermanos, Bassols había terminado la
carrera de Derecho a los 18 años con excelentes calificaciones. Durante años Bassols
dirigió un próspero bufete en la ciudad Condal, casándose a los 32 años y
teniendo cuatro hijos de ese matrimonio. Pero en 1937, y siendo uno de sus
abogados en Barcelona, José María Bassols conoció a la Marquesa, de la que se
enamoró apasionadamente. Tanto que se divorció de su esposa, para
posteriormente contraer matrimonio civil con la Marquesa. Matrimonio que fue
declarado nulo, pero que no impidió que Bassols y la Marquesa viviesen como
marido y mujer durante el resto de sus vidas. Por cierto, la familia Bassols
era propietaria de una de las mayores bibliotecas sobre espiritismo de la
Cataluña de principios de siglo.
Pintora, bailarina,
periodista, espía, pianista, actriz, abogado... parece evidente que la Marquesa
Margarita Ruiz de Lihory, fue una mujer excepcional, al igual que su madre Doña
Soledad Resines de la Bastida, y su abuela, Doña Micaela de la Bastida y
Teijeiro, lo habían sido antes, aunque no a tan altos niveles de audacia y
popularidad.
La mano cortada
Siendo la Marquesa
de Villasante una mujer tan popular en su época, no es de extrañar que los
medios de comunicación prestasen gran atención al entierro de la única hija de
la famosa pintora, reportera y espía. Y
los archivos nos permiten encontrar hoy imágenes que inmortalizan la escena de
numerosos curiosos siguiendo el féretro de la pequeña Margot camino del
cementerio.
Pero por esa
popularidad también es comprensible que los mismos médios se cebasen en el caso en cuanto estalló el
escándalo. Y eso ocurría exactamente en la tarde del sábado 30 de enero de
1954.
Un joven llamado
Luis Shelly se presentó en el Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, donde
interpuso una denuncia contra su propia madre, la Marquesa Margarita Shelly Ruiz de Lihory.
Según el acta de "COPARECENCIA Y
DENUNCIA" que obra en mi poder, el joven Luis Shelly afirmaba: “Que
su madre Doña Margarita Ruiz de Lihory Resino, que habita en el domicilio antes
indicado, de unos 67 años, tiene la costumbre o monomanía de tener siempre gran
número de animales en casa y fuera del domicilio, a veces hasta en número de
cuarenta, algunas veces más.". Según afirmaba Luis Shelly, su madre, viuda
de sesenta y siete años de edad, con domicilio en la calle Princesa número 72,
3º Dcha., sentía un amor desmedido por los animales, manteniendo en dicho
domicilio a 17 perros, 3 gatos, 10 o 12 canarios y 2 tórtolas. Pero lo grabe,
según afirmaba el denunciante, es que cuando sus animales morían procedía
personalmente a su disección, "cortándoles la lengua, sacándoles en corazón
y arrancándoles el pellejo...”.
Naturalmente ese
"hobby", aunque extraño, no es constitutivo de delito. Pero según
afirmaba Luis Shelly, el 19 de enero anterior, a las 12/50, había fallecido en
el domicilio materno, su hermana Margot -de 42 años-. Esa noche, según el
denunciante, habían encontrado sobre la cama de la fallecida, unas tijeras y
unas pinzas de las utilizadas por la Marquesa para sus supuestas disecciones de
animales. A tan inquietante descubrimiento vino a sumarse la desazón manifestada
por una criada de la Marquesa -Luisa- que habría abordado a Luis Shelly y a sus
hermanos José María y Juan, advirtiéndoles sobre el extraño comportamiento de
Doña Margarita aquella noche: "Me ha pedido la garrafa grande de
alcohol y el paquete grande de algodón. Y ha manifestado que quiere quedarse
sola con el cadáver esta noche".
Asi
comienza una historia que acaparó durante semanas las primeras páginas de la
prensa española, y que al parecer provocó una intervención del mismísimo
Caudillo.
Ante
la denuncia del joven, el juez instructor ordenó un registro en casa de la
Marquesa, en el que se descubrieron unos ojos humanos, una lengua y una mano de
mujer hábilmente amputadas. Ante este hallazgo se ordenó la exhumación
inmediata del cuerpo de Margot, descubriéndose que todos los miembros pertenecían a la hija de
la Marquesa. La misma morbosa pericia que la Marquesa había demostrado con la
disección de sus perros, y que sin duda se debía a sus estudios de medicina, había
sido empleada para amputar la mano, los ojos y la lengua del cadáver de su
hija. Que además había rasurado de vello completamente, siguiendo la costumbre
islámica.
Durante
sus largas permanencias en Marruecos Margarita Ruiz de Lihory había tenido
contacto con diferentes sectas islámicas, y con sus rituales, o al menos esta
es la única explicación que los historiadores han encontrado para justificar su
insólito comportamiento. Tanto la Marquesa como su pareja, Jose María Bassols,
fueron puestos a disposición policial y conducidos al Psiquiátrico
Penitenciario de Carabanchel, para ser sometidos a diferentes pruebas
psíquicas, a cuyos informes también ha tenido acceso esta revista. Pero si bien
Bassols tuvo que permanecer algún tiempo encerrado, la Marquesa recuperó la
libertad inmediatamente… Dicen que alguien que estaba en deuda con ella, por
los tiempos de guerra y espionaje en Marruecos, llamó desde el Pardo para facilitar su liberación.
Tras
una vida digna de un guión cinematográfico la Mata Hari española murió en la
ruina, malvendiendo poco a poco sus propiedades, para poder comer, y para terminar con sus huesos
en la parte más antigua del Cementerio Virgen de los Llanos de Albacete. Justo
al fondo del cementerio a mano derecha, exactamente en las Galerías de San
José, tercer patio, fila 147, segundo nicho desde arriba. Tras morir en la más
absoluta miseria, la audaz Margarita Ruiz de Lihory fue enterrada en un
patético nicho que durante veinte años permaneció sin lápida ni referencia
alguna a su "moradora". Actualmente una austera lápida de
"Mármoles Beneyto" presenta un no menos austero epitafio:
Excelentísima Señora
Dª Margarita Ruiz-DE LIHORY Y RESINO
Marquesa de Villasante-Baronesa de Alcahalí
Murió el 15 de Mayo de 1968
Descanse en Paz
Manuel Carballal
Excelente informe Manuel!
ResponderEliminarMuy bien documentado. Se agradece mucho!
Un abrazo
Estupendo trabajo, y por primera vez un artículo serio sobre Margarita Ruiz de Lihory sin mencionar a los humitas de las narices.
ResponderEliminarala, machote, te has ganao un beso en la frente con un abrazo costillero. Por cierto, la mendas era un tanto rara ¿no?
ResponderEliminarLo que no me ha quedado claro es si la marquesa fue ella o su hermana mayor, Soledad. En unas obras aparece ella y en otras, su hermana.
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos.
Buen Trabajo aunque con algunas equivocaciones.
ResponderEliminarPues seria estupendo que nos ayudases a corregirlas Jaime. Lo importante es que se conozca la verdad. Gracias.
ResponderEliminarManuel
Buenas tardes, muy buen documento. Según mi arbol genealogico desciendo de la marquesa de villasante. En el pueblo de Villasante (Burgos) tenemos una casa don el escudo de los villasante. Mi bisabuelo y morador de esa casa era el juez de paz de ma merindad de montija. Cuando la guerra la ocuparon los rojos. Se llevaron y rompieron cuberterias y platos de plata donde se comía. Un saludo.
ResponderEliminarMe ha encantado. Muchas gracias
ResponderEliminarMe ha encantado. Muchas gracias
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