jueves, 16 de febrero de 2012

Fraudes Paranormales: Vidente umbandista realiza estafa millonaria


ARGENTINA. Sergio Jorge Tomatis es un hombre estafado. El martes, con el aliento entrecortado, llegó al mostrador de la Subcomisaria Séptima de Elisa, un pequeño pueblo del departamento Las Colonias en Santa Fe, para denunciar el robo de casi un millón de pesos de su casa. Tomatis también aportó el nombre de Marcos Aurelio Gómez Macaleano, un pai umbanda colombiano al que le había pagado para “espantar los malos espíritus” pero que terminó fugándose con todos sus ahorros.
La víctima tiene 56 años, es padre y viudo y también productor agropecuario. Según el relato que entregó a la policía, el lunes llevó a su campo en Ituzaingó, a unos 200 kilómetros de la capital provincial, a Gómez Macaleano, un pai umbanda con fama de parapsicólogo que realizaba “trabajos de limpieza” a domicilio. Tomatis estaba ansioso por los servicios del colombiano, tanto que se ofreció a ir a buscarlo en su auto a la estación de servicio “Oil”, ubicada en el cruce de las rutas 70 y 6. El pai pasó la noche en la finca de Tomatis, y según el arreglo entre ellos, iba a ser la primera de muchas porque “el trabajo” iba a llevar tiempo.

El martes, muy temprano, el productor rural llevó a su hijo hasta un campo vecino y dejó al parapsicólogo sólo en la vivienda. Al regreso, Gómez Macaleano le comentó que había surgido un contratiempo y debía viajar en forma urgente. Todavía no era el mediodía cuando Tomatis condujo en su auto al pai hasta la terminal de ómnibus ubicada sobre la Ruta 13, en la localidad de Virginia. Esa misma noche, el chacarero entró al dormitorio con intenciones de acostarse a dormir pero lo despabiló descubrir que había dos cajas de cartón abiertas dentro de su armario. Tomatis se espantó porque allí guardaba los 449.550 pesos que había cobrado en enero por la venta de un campo.

En ese mismo momento, el dueño de casa recordó que había notado que la mochila del pai, de color marrón oscura, estaba más pesada que cuando llegó a la finca. Cuando Tomatis remarcó sus sospechas sobre Gómez Macaleano, los policías comenzaron a investigar y encontraron antiguas denuncias de estafas contra él, radicadas en distintas ciudades como Rafaela, Reconquista y Córdoba. Sin embargo, no encontraron ningún domicilio que pudiera funcionar como “consultorio” del pai porque, hábil, solía “atender” en las casas de sus clientes.

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