Apenas algo más de 50 folios pueden poner en marcha la mayor reestructuración en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado de la historia democrática de España. El borrador está sobre la mesa de los máximos responsables del Ministerio del Interior, que no lo ven con malos ojos. Está en fase de estudio, pero para los que toman decisiones políticas en el Departamento de Seguridad el proyecto elaborado desde el Centro Nacional de Coordinación antiterrorista «tiene buena pinta».
Sin embargo, son muchos los que ya han levantado la voz de alarma: se puede crear una superestructura policial que, por sí sola, tendría mayor poder que el Ministerio del Interior. Y es que el Gobierno está estudiando una reestructuración de los servicios antiterroristas y de lucha contra el crimen organizado. Y todo, enmarcado en la responsabilidad del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista.
El borrador, según explicaron a este periódico fuentes conocedoras del texto, contempla una unificación operativa de las unidades especializadas dedicadas a estos servicios tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional y del Centro Nacional de Inteligencia.
Por partes. El Gobierno, tras el 11-M, puso en marcha una estructura nueva de inteligencia, en ningún caso operativa: el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA). Su función básica era evitar los episodios de descoordinación policial que se detectaron tras la matanza de Madrid. Y es que antes de esta masacre, las investigaciones de la Guardia Civil y de la Policía Nacional sobre tramas relacionadas con el terrorismo internacional se cruzaron en mil y una ocasiones y, fruto de esa descoordinación, no se detectaron datos que hubieran podido ser claves antes de la matanza.
Sistemas informáticos
Este organismo, el CNCA, hasta ahora trata de que los cuerpos policiales no se «pisen» o «estropeen» las investigaciones. Detecta cuando un cuerpo está pidiendo datos sobre sospechosos que están siendo investigados por otro cuerpo, a través de sofisticados sistemas informáticos. Su objetivo es evitar duplicidades o invasiones en las pesquisas en materia antiterrorista.
Poco después se creó otro centro similar, el Cico (Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado), con los mismos objetivos pero para el crimen organizado.
Ahora, los especialistas en seguridad quieren dar el salto definitivo: quieren unificar ambos organismos (CNCA y Cico) y que superen el plano de la inteligencia. En el borrador se contempla una nueva superestructura policial que tendría ya carácter operativo, es decir, que controlaría, organizaría y mandaría sobre todas las unidades policiales y de los servicios secretos dedicados a la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Según explicaron estas fuentes, el nuevo organigrama será el que tenga el mando sobre la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, el servicio de Información de la Guardia Civil, la comisaría general de Policía Judicial, las mismas unidades de Policía Judicial de la Guardia Civil y las secciones de los servicios secretos dedicadas a estos cometidos.
Hasta ahora son análisis, pero lo que buscan es tener capacidad decisoria y operativa. Todo pasaría por sus manos. Además, el borrador elaborado por el CNCA, que está en poder del Ministerio del Interior, incluye contar en determinadas ocasiones tanto con las policías autonómicas como con las municipales.
El nuevo centro quiere aglutinar, además, todo tipo de informaciones de que dispongan las comunidades autónomas sobre las «actividades de las entidades religiosas» de todo tipo, según explicaron estas fuentes. Es decir, para controlar la posible implantación del islamismo radical se quiere tener información de todo tipo de tendencia religiosa que actúa en España, y de sus actividades. El proyecto lo ven con buenos ojos el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el númerodos de Interior, Antonio Camacho. Pero está levantando recelos entre especialistas de la seguridad de la Guardia Civil y de la Policía, que entienden que es un paso atrás unificar todo bajo el mismo mando y se preguntan si esta nueva estructura no sería, en realidad, un avance hacia una unificación entre policías y guardias civiles.
Las mismas fuentes indican que el CNCA ha pedido ya al Gobierno un aumento de su plantilla de más del 40% para poder ir asumiendo poco a poco nuevas competencias, si se da luz verde definitivamente a este proyecto. Esta nueva iniciativa está pendiente de que Rubalcaba le dé el visto bueno y la traslade al Consejo de Ministros para ponerla en marcha.
Fernando Lázaro (El Mundo)
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