Desencanto, desconcierto y corrupción en la Policía española

El Subinspector de Policía Fernando Ramón Calderón, desde su cargo como responsable sindical de la Confederación Española de Policía (CEP) de Andalucía Occidental, expone en exclusiva para EOC sus atrevidas opiniones sobre la situación actual de la policía española, un claro caso de corrupción policial, el sistema de estadísticas policiales, o los casos de Marta del Castillo en Sevilla y Ginés Jiménez en Coslada. 

- ¿Cómo calificaría usted el estado actual de la Policía?

Lamentable. Antes se mimaban, de manera Técnico Policial, a 500 o 1.000 policías cada año, como fueron las primeras promociones de Ávila, en la que en su día fue considerada la mejor Academia de Policía del Mundo. Se ha pasado de eso, a promociones de 2.500 policías que se hacinan en dicha academia.

La inversión de los distintos gobiernos han ido a menos, aunque las partidas se hayan incrementado, dado que no se han ajustado, teniendo en cuenta que la policía española está dentro de la UE, que es una de los estados fronteras europea mas importante de Europa, puerta de miles de emigrantes regulares o en situación irregular, de asentamientos de bandas de crimen organizado del este de Europa, de mafias italianas, calabresas, napolitanas, sicilianas, francesas… o de asentamiento de terroristas no solo autóctonos como la ETA, GRAPO etc., sino incluso islámicos.

Los policías se compran material de última generación como chalecos antibalas nivel V de seguridad porque los que hay son obsoletos, se compran guantes anti-trauma de nivel aceptable en seguridad para no pincharse con hipodérmicas, agujas, cuchillas en los caeos o registros judiciales. Los vehículos tienen miles de kilómetros, algunos con graves problemas detectados en las ITV o sin pasarlas.

Mientras muchos países, e incluso en el nuestro, sus policías desde el propio radio patrulla pueden consultar en tiempo real e “in situ” una matricula, una foto-reseña digitalizada o un individuo sospechoso, los nuestros deben de realizar un “vía crucis” para lograr datos instantáneos.

Mi valoración es que, en formación, nos acercamos al perfil anglosajón, pero en medios, los portugueses y magrebíes, nuestros vecinos más cercanos, nos alcanzaran dentro de unos años y acabaremos envidiándoles.

- ¿Cree que el actual sistema de gobierno se vuelca con el cuerpo lo que debería?

No, y la respuesta anterior ratifica lo que pienso. Mi opinión como responsable sindical, es que el actual gobierno no invierte lo suficiente en seguridad pública. Está sembrando con su actitud, dejación, inacción y falta de previsión, a que esta realidad, un presente que viven los policías estatales, marque los próximos años, nuestro futuro, como miembros de la seguridad pública. Los grandes beneficiaos serán las grandes empresas o los lobbys de la Seguridad Privada Españolas o Extranjeras. 

Se harán cargo de una gran parte de la seguridad de este país, que beneficiará a las personas que tengan medias o grandes fortunas, o a aquellos clases que se puedan permitir pagar de forma holgada medidas de seguridad a la carta, que tapen las carencias de seguridad, por la falta de esa desinversión en recursos personales, medios materiales y la falta de un despliegue urbano ajustado a las necedades reales y a la ratio policías-ciudadanos, propios del siglo XXI, ante unos perfiles delincuenciales que innovan día a día en medios y “modus operandi” en las principales ciudades de España.

- ¿Ha sido usted testigo o ha tenido constancia por parte de terceros acerca de actuaciones policiales que sobrepasen la legalidad?

Nunca he sido testigo, pero una vez dicho esto, decirle que la mayoría son conductas y hechos, que han sido valorados como actos fortuitos, no intencionados o negligentes.

Habiendo cursado aún así, la doble condena:

  ** La judicial (Penal)

  ** La disciplinaria (Administrativa)

Ambas significan doble castigo, en libertad, empleo y sueldo.

Le pongo un ejemplo: una condena por sobrepasar la alcoholemia permitida en sus tasas mínimas y máximas, llevadas a cabo en su tiempo libre, no en acto de servicio, que sean un delito, significa para el agente policial, si llega a conocimiento de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil (DGPGC), no solo se convierte en una retirada de su carné de conducir particular, multa, etc, sino en tres años de suspensión de empleo y sueldo.

Los policías queremos que las conductas desviadas que se puedan detectar en los funcionarios policiales, sean castigadas de forma dura para dar ejemplo como así lo hacen los gestores policiales y los jueces, pero también queremos que se acabe con un régimen disciplinario arcaico y militar propio del siglo XIX.

- ¿Que puede contarme del actual sistema de estadísticas? ¿Cree que estas priman por encima de las medidas oportunas enfocadas a la seguridad ciudadana o a la de los propios policías que velan por la misma?

Los policías queremos las cuentas claras de la estadística policial. Eso nos marca “la hoja de ruta” a seguir, nos fija los parámetros reales gracias a los errores producidos, aciertos, carencias, despliegue policial idóneo, optimización de recursos, etc.

Los policías no creemos que la estadística real y no supuestamente maquillada, alarme a la sociedad española. Al revés, creemos que la alerta la hace adoptar una situación de prevención, de fijación de medidas de seguridad sin coste alguno.

Las estadísticas españolas policiales de los distintos perfiles delincuenciales, si se cruzan con los datos estadísticos judiciales de las memorias anuales distintas, fiscaliza en el estado español, no cuadran y no se asemejan en sus números, siendo más ajustada al alza las de los organismo judiciales.

Sería preferible aplicar el patrón cuantitativo y protocolo de aplicación, usado por el estado francés, en cuanto a los parámetros de valoración estadísticos, policiales y judiciales, como los que se proporcionan de manera pública y oficial a los ciudadanos franceses. 

- ¿Cual es el hecho más lamentable del que haya tenido usted constancia dentro del cuerpo?

El robo de mas de 150 Kilos de cocaína/heroína, sufridos en nuestras narices, en la propia Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental, con reciente sede en Sevilla. Un alijo sustraído de unos calabozos (instalaciones policiales) donde estaban depositados.

Un daño irreparable para la imagen de miles de policías, que día a día cumplen con su deber y se juegan la vida en las calles honestamente, como el último fallecido en acto de servicio, un funcionario de radio patrulla, que el último día de servicio, en una ciudad de la comunidad de Madrid, señalizando un accidente de tráfico y asistiendo a los heridos, fue arrollado por un turismo, muriendo en el acto en el asfalto.

- En lo referente al robo de esos 150 kilos de Cocaina/heronína... ¿Cómo fue tal hecho posible?

Se eligió este lugar, ante la ausencia de un deposito judicial de almacenamiento, aprovechando que una vez que la custodia de los detenidos se desvió a otras instalaciones policiales de la ciudad, estos calabozos de la Jefatura Superior de Policía (JSP) quedaron vacíos, por lo que fueron utilizados en compartimientos estancos (varias llaves), para albergar los alijos incautados, las taquillas de policías en situación de prácticas y los vestuarios.

Las continuas denuncias formuladas, al parecer, desde la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla, desde hacía tiempo, poniendo de manifiesto la falta de “seguridad” en los calabozos de la JSP de Andalucía Occidental, con sede en Sevilla capital, se demostró el mes de Mayo de 2008.

Y es que, durante la remisión de un alijo de 12 Kilos de droga, derivado al Instituto Nacional de Toxicología, organismo encargado del cotejo y análisis de cuantas sustancias estupefacientes incautan las distintas FFCCSSEE, para sorpresa y estupefacción de todos los policías de Sevilla, detectó que este alijo proveniente de la 2ª Fase policial, en el marco de la “Operación Reina” y desarrollada en Sevilla, no era droga, sino yeso.

Esto hizo que se analizaran mediante un contraanálisis, el resto de las decenas de Kilogramos de Cocaína y Heroína, que dormían en los calabozos de la JSP, lugar como así se ha expuesto previamente, al que se habían visto obligados los agentes policiales a utilizar como depósito, a la espera de la orden de su destrucción una vez finalizados los juicios y su validez legal como prueba de cargo.

Al comprobar asombrados los responsables de la Jefatura Superior que la desaparición, mediante su sustitución, llegaba hasta los 150 Kilogramos de droga (Heroína y Cocaína), es cuando se activa la Brigada de Asuntos Internos de la Policía, provenientes de Madrid, así como la autoridad judicial de Sevilla, iniciando una investigación que no trasciende hasta meses después.

Todas las sospechas se dirigieron, en un primer momento, hacia la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Sevilla, a policías autores de la aprehensión de la mayor parte de la droga almacenada en la Jefatura. Miembros policiales que tenían acceso, al parecer, al lugar donde se depositaba la droga (Calabozos), entre otros funcionarios de la Jefatura.

El robo de esta droga, desde que se tuvo conocimiento del mismo, permitió, al parecer, la libertad de varios narcotraficantes y el aplazamiento de sus respectivos juicios.

Al final se ha detenido e imputado a un ex-agente de la Udyco en situación de excedencia, que estuvo durante cuatro años en dicha unidad policial y que, al parecer, sustrajo la droga poco a poco, extrayendo las partidas y al que se le detectó un aumento de su patrimonio elevado tren de vida, entre otros indicios relevantes.

Otros imputados fueron su esposa y un matrimonio que era el encargado, presuntamente, de la venta de la droga sustituida.

- ¿Que tipo de controles de seguridad se adoptan para impedir este tipo de delitos?

Hoy en día, se han reforzado y activado medidas oportunas de la custodia de los alijos. Alijos que tan duramente le cuesta incautar a las decenas de agentes de esta unidad de la Udyco de Sevilla.

Estos policías, que han pasado un calvario por culpa de un presunto delincuente que se encontraba ente ellos, han pagado un coste enorme en prestigio y autoestima.

Me parece una incongruencia que se tenga que producir un acto ilícito de esta gravedad e envergadura, para que ahora si haya un sitio idóneo y seguro, con estrictas medidas de seguridad y en unas instalaciones policiales, a la espera de que, de una vez por todas, se deriven a un deposito judicial los alijos de la JSP de Andalucía Occidental.

- ¿Cual es su opinión sobre el procedimiento policial que se ha llevado a cabo con el asunto de Marta del Castillo?

El procedimiento policial, desde mi punto de vista, se ha llevado a cabo de manera encomiable. Todos los recursos de la JSP de Andalucía Occidental con base en Sevilla se han puesto a disposición de la familia y de las autoridades Judiciales, durante las 24 horas del día, para resolver este execrable caso.

Así mismo, los servicios centrales de la DGPGC se han volcado en medios materiales y personal cualificado, para la solución de lo que considero es uno de los episodios criminales que más alarma social han creado en la sociedad andaluza y en general en la española, en las últimas décadas, por su complejidad en el resultado final, en cuanto a averiguar “toda la verdad” de lo ocurrido.

La muerte de esta menor sevillana no es lo más duro para todos, sino que a esta hay que añadirle la imposibilidad hasta ahora de haber localizado su cadáver, pieza clave y primordial de este puzzle, para el esclarecimiento al 100% del caso.

La eficaz y presunta tela de araña urdida por los principales autores de este crimen, amparándose entre otros derechos, en el derecho legal de mentir como imputados ante los órganos judiciales, a medida que las investigaciones policiales y judiciales avanzabas, han descolocado entre otros, a uno de los mejores grupos de homicidios de este país, como es el sevillano.

¿Cómo se ha podido evitar a día de hoy que no sepamos aún toda la verdad de lo que paso ese día? ¿La acción de la justicia recaerá con las pruebas que cuenta, con la máxima que merece los presuntos culpables?

- ¿Cree en un posible endurecimiento del sistema para tratar con los culpables?

El caso Marta del Castillo, desde mi punto de vista, ha marcado un antes y un después en lo que deberá ser un cambio en la hoja de ruta, en cuanto a la lucha contra este tipo de acciones criminales.

Todas las instituciones que participan en la resolución de estos crímenes y en el buen encauzamiento de los procedimientos judiciales e investigaciones policiales, deben de dar un giro de 360º, activando nuevos protocolos de actuación en los casos de desapariciones y sopesando un cambio en esta Ley del Menor, aplicando mayor dureza en las acciones punitivas de extrema gravedad, especialmente en los delitos de sangre y agresiones sexuales, por ejemplo, y en una implicación de toda la sociedad, incluido los propios padres, que muchas veces no ven al lobo o lobos (amistades) cerca de sus hijos, y en una adecuada política docente que encauce a los jóvenes en su desarrollo educativo.

A día de hoy, y un año después del crimen, cinco personas se encuentran imputadas por estos hechos. A saber, Miguel Carcaño como asesino confeso, actualmente en prisión. El único menor de los implicados está actualmente en un piso tutelado. El hermano del primero, Francisco Javier Delgado, así como la novia de este, María García y, por último, cierra la lista de acusados Samuel Benítez.

- ¿Justificaría algún tipo de tortura en tales casos?

En cuanto a la justificación del uso de la tortura, esta a mi juicio, si se llevara a cabo, sería tan execrable como la acción criminal de los presuntos autores. Si el sistema falla, hay que cambiarlo, pero las reglas del juego, por llamarlo de alguna manera, deben de ser legales.

Al criminal se le debe de vencer en su terreno, con inteligencia, método, medios técnicos, científicos, psicológicos y con una pulcritud profesional blindada por el revestimiento legal. Pues todo lo demás, el uso de la tortura policial, por ejemplo, para conseguir la verdad en toda su totalidad, debería de ser por todos repudiable, injustificable y perseguible por la ley.

- ¿Que opina de escándalos de corrupción policial como el de Coslada?

No es comprensible a mi juicio, que haya tenido que ser por casualidad y al hilo de una investigación policial externa a la corporación local de Coslada, la que haya propiciado y destapado la trama de presunta corruptela, de una veintena de sus agentes locales y de su máximo responsable, Ginés Jiménez.

No entiendo como no se había activado ningún mecanismo interno en el ayuntamiento o en cualquiera de sus áreas corporativas, que hayan podido detectar en tiempo y forma, estas presuntas irregularidades, cuando al parecer eran vox populi en determinadas zonas de dicha localidad madrileña. Esto ha creado gran alarma social y ha hecho un gran daño a la imagen del resto del colectivo policial corporativo de la ciudad. Y el hecho de que dicha operación haya sido activada por el Cuerpo Nacional de Policía de la JSP de Madrid, cuando agentes de policías adscritos a la Sección dedicada a Organizaciones Criminales de Antiguos Países del Este (OCAPE), de manera rutinaria, investigaban a unos ciudadanos rumanos incursos en unos presuntos delitos de prostitución, es cuando poco inusual.

- Y el hecho de que el famoso Ginés esté en la calle…

El hecho de que su máximo responsable esté en libertad a la espera de juicio, es respetable pues la acción de la justicia aparte de contemplar la imposición de medidas cautelares de privación de libertad ante del Juicio Oral, también contempla la estimación o desestimación de la interposición de recursos ante sus decisiones judiciales. Y si por ello esta ha estimado el recurso de reforma de la defensa del imputado por varios delitos, eso hay que respetarlo, aunque legítimamente no se esté de acuerdo con ello.

- ¿Cree que hay hilos mucho más oscuros y desconocidos, a nivel político o de lobbys, por encima de la trama más oficial?

Creo en los datos tangibles, objetivos, pruebas e investigaciones policiales y judiciales. Si la suposición de que detrás de los presuntos culpables, podría encontrase un lobby o algún poder fáctico oculto… ¿No circulaban esos rumores ya por esa ciudad? ¿Si unos policías no hubieran detectado esta presunta trama por pura casualidad, hasta donde se hubiera llegado? Mi experiencia me dice que si hubiera algo más, ya habría salido y si los hay y no ha salido aún, es que, posiblemente, no es el momento para los intereses de algunos de los presuntos implicados.

David Cuevas

(EL OJO CRITICO)