jueves, 2 de julio de 2009

Perfil criminológico del "violador de la capucha" y su posible lugar de residencia

Nuestro amigo Jorge Jiménez ha realizado un perfil criminológico del bautizado como "violador de la capucha" , que ha sembrado el pánico en las calles de la ciudad de Valladolid. La policía intenta identificar y detener a este violador que utiliza guantes y capucha para dificultar que sea reconocido.


Tras el análisis de la información aparecida en los medios de comunicación es posible establecer un perfil criminológico (criminal profiler), del violador en serie que ha actuado en la ciudad de Valladolid desde el pasado mes de abril.

Este agresor está aún por ser capturado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Con este perfil se pretende aportar datos que puedan ayudar a su detención, teniendo en cuenta las limitaciones de las fuentes de información.

Estaríamos ante un varón blanco de entre 18-25 años, español, alrededor de 1,80 cm, complexión delgada, poco agraciado físicamente, es un agresor local, actúa solo, nivel cultural medio-bajo, soltero, vive con algún familiar, no tiene trabajo o lo tiene de forma inestable.

Presenta una escasa autoestima, tiene problemas para relacionarse, especialmente con sexo opuesto, posiblemente ha sido rechazado por mujeres, es introvertido y nervioso. Consume pornografía de forma habitual, posiblemente haya frecuentado prostitutas cuando su situación económica se lo permite, en el pasado es posible que haya tenido problemas, aunque no esté fichado por ello, por realizar actividades voyeristas en los parques de la zona o por realizar tocamientos.

Entraría dentro de la tipología de violadores sexuales que buscan ganar confianza. Con escasa autoestima, trata de demostrarse a si mismo como masculino, las agresiones son un modo de recuperar, compensar el poder y la fuerza que no tienen. No usa una gran violencia física, quiere que la victima participe y sea colaboradora, le habla e imagina que es una relación consentida (en el segundo asalto le pide a la victima un preservativo, en el tercero no consuma la agresión porque la victima le dice que tiene el periodo) Es su única forma de establecer un contacto amoroso, emocional y sexual con una mujer debido a su escasa capacidad para interactuar socialmente. Algunas veces puede mostrarse amable o arrepentido (en el asalto 3 pide perdón a la victima) En algunos casos este tipo de agresores vuelve a contactar con la victima para intentar mantener la relación con ella.

Si el asalto sale bien, estará excitado, conseguirá aumentar temporalmente su confianza en si mismo y actuará rápidamente otra vez (entre el asalto 1 y 2 pasan solo 24 hrs.). Ante una victima que se defienda físicamente y le insulte, no sabrá actuar, se pondrá nervioso y huirá (ocurre esto en el asalto 3 y 4), lo que muestra su escasa capacidad para tomar decisiones y solucionar problemas.

Tiene poca fuerza, por lo que selecciona victimas a las que pueda controlar sin usar la violencia excesiva. Su sentimiento de inferioridad le impide enfrentarse a victimas que le puedan suponer un problema.
Modus Operand
Deambula por la zona de copas en las noches de fin de semana buscando chicas de entre 19-20 años (que podrían ser su pareja) y que vuelven solas a casa.

La hora en la que se cometen las agresiones coinciden con la hora en la que las jóvenes de esa edad suelen volver a casa. A esas horas de la madrugada se garantiza la ausencia de testigos.

Sigue a su victima a pie, mezclado con el resto de jóvenes de la zona de copas, cuando la victima está descuidada y va a entrar en el portal la agarra por detrás y la amenaza con un objeto punzante para que no se resista y no le mire a la cara.

Lleva un kit de violación (guantes, braga y capucha para taparse el rostro y un objeto punzante), lo que le convierte en un agresor planificador, no impulsivo ni que actúe de forma fortuita. Tiene cierta conciencia forense, evitando dejar pruebas que lo puedan identificar. No usa una gran violencia física, prefiere un control por amenazas y colaboración por parte de la victima.

La obliga a desnudarse, posiblemente le pregunte a la victima durante la agresión si le está gustando. Los asaltos suelen ser rápidos, aunque si dispone de más tiempo pretenderá mantener más contacto con la victima, después saldrá huyendo.

Es posible que robe algún objeto de la victima como souvenirs para rememorar la excitación del asalto en otro momento.
Victimología
Chicas de entre 19-20 años, que vuelven solas a casa y viven en la zona de actuación. La franja de edad escogida se debe a su identificación con ella, son jóvenes físicamente más débiles y con menos probabilidad de tener una pareja estable que la lleve a casa, puede pensar que son mujeres más receptivas a tener sexo.

El control policial de la zona y el resultado negativo de los dos últimos asaltos le han hecho suspender temporalmente sus ataques. Es muy posible que cuando se sienta seguro y recupere un nivel de confianza adecuado y tenga la oportunidad vuelva a atacar. Ha planificado sus ataques desde hace mucho tiempo, los ha imaginado y ha fantaseados con ellos una y otra vez antes de decidirse a cometerlos realmente. Una vez que los ha llevado a la realidad ha descubierto el poder y la energía que es capaz de obtener, aunque el miedo a ser descubierto o a fallar le están impidiendo actuar de momento.
Perfil Geográfi

Usando análisis de criminología ambiental y poniendo en relación este caso con la literatura de estudios realizados es posible establecer una zona de actuación del agresor, así como una zona donde es posible que resida el mismo o al menos tenga lo que se suele denominar como punto de anclaje.

La literatura científica de este tipo de agresores nos muestra que sus actos criminales parten desde una base de operaciones (punto de anclaje), un lugar de importancia para el agresor que puede ser el hogar, el lugar donde trabajo, la casa de un amigo o familiar...

La tipología geográfica nos presenta un tipo de violador que se suele denominar merodeador, un agresor que parte desde su punto de anclaje y cometen sus delitos en su zona de influencia que tiene como centro dicho punto de anclaje. Por otra parte estarían los agresores viajeros, que viajan a otra zona distinta desde su punto de anclaje para establecer allí una zona donde cometer sus delitos.

En este caso vamos a partir de la hipótesis de que nos encontramos ante un agresor merodeador, ya que la gran mayoría de este tipo de violadores seriales suelen comportarse de esta forma.

Además de este dato, podemos recurrir a los estudios que muestran como los violadores de edad joven suelen hacer recorridos más cortos para cometer sus delitos, frente a violadores de mayor edad. Según los estudios, los violadores no suelen alejarse más de unos 2 km. de su punto de anclaje para cometer sus agresiones.

Usando la hipótesis del círculo podemos establecer una zona de probabilidad de residencial del agresor, que en la imagen vendría circulada en color rojo. (Fig.1).

Fig.1
Esta zona sería la zona central de la ciudad que podría triangularse entre el Sanatorio Virgen de la Salud, el Hospital Universitario del Río Ortega y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

Por otro lado podemos establecer una zona de actuación probable que abarcaría en torno a 2 km. desde el punto de anclaje, dejando siempre cerca de su base una zona donde no actúa debido a una mayor probabilidad de ser reconocido por victimas o testigos.(Fig.2).

Fig.2

Por Jorge Jiménez Serrano. Fundador SEIPC (Sociedad Española Investigación en Perfiles Criminales): Licenciado en Psicología por Universidad Sevilla (España). Experto en Psicopatología Criminal y Forense por el Mental Health, Law and Policy Institute at Simon Fraser University (Canadá), Master en Psicopatología criminal y Forense por Universidad Camilo José Cela (España), Criminología Psicosocial por Universidad Complutense(España),Diplomado Universitario en la investigación de la escena del crimen por Universidad de Valencia.(España).

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