La estrategia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha cambiado tras el 11-M y desde hace al menos un par de años: el servicio secreto español utiliza a policías municipales de diversas localidades para obtener información sobre las comunidades musulmanas y chinas. Esta colaboración se está efectuando, en algunos casos, sin que los responsables policiales sepan cuáles de sus agentes están siendo reclutados por el servicio secreto y qué tipo de información se les facilita. Jefes policiales consultados reconocen que este tipo de colaboración no se hace por canales oficiales. "Todo esto se hace de una forma extraoficial y no llego a saber muchas veces a cuáles de mis hombres están utilizando", reconoce un mando policial. "Yo, claro, colaboro porque es el CNI y he optado por no preguntar".
Los jefes policiales consultados tienen una idea poco precisa del objetivo de las investigaciones que realizan los servicios secretos. En el caso de los islamistas, el objetivo parece ser el conocer detalles sobre establecimientos regentados por musulmanes en las proximidades de mezquitas, así como los movimientos de nuevos vecinos en dichas comunidades. "Parece evidente que confían en las posibilidades de obtener información que tiene la policía municipal por ser una policía muy cercana a los barrios y que se trata de agentes que no despiertan sospechas entre los vecinos", dice un jefe de policía de un gran municipio.
Sin regulación
Sin embargo, esta colaboración se está efectuando sin ninguna regulación. "He optado por no preguntar", confiesa un jefe policial, "pero sí me he preocupado en averiguar cuáles de mis agentes están metidos en esto, entre otras cosas por estar informado ante lo que pueda pasar en algún futuro". Dicho mando policial reconoce que no sabe con exactitud el número de agentes que colaboran con el CNI y si en dicha colaboración hay algún tipo de contraprestación. "Sé de algunos, pero no sé de todos, y no sé más". Otro jefe policial sí cita haber hablado con agentes del CNI y cómo estos le han propuesto, para el futuro, dar charlas a los agentes de la Policía Municipal relacionadas con los movimientos islamistas: "Me ha parecido interesante, porque es una manera de formar a nuestros policías en este tipo de actividades. Parto de la base de que mi obligación es colaborar en la lucha antiterrorista". Las bases de datos de los municipios constituyen otra fuente de información para los servicios secretos. Se trata de datos como el padrón municipal, los contratos de alquiler de viviendas, la información que ofrecen muchos ciudadanos sobre la actividad de ciertos vecinos. "Un policía municipal llega a saber muchas cosas sobre lo que pasa en el vecindario", sostiene un responsable policial.
En una de las localidades consultadas, se dio un ejemplo de cómo este tipo de colaboración dio sus frutos: "El CNI descubrió que un islamista a quien daba por fugado a Irak, estaba viviendo en nuestra localidad y lo teníamos perfectamente localizado. Se llevaron una buena sorpresa". La investigación del 11-M parece estar en el origen de esta iniciativa. Por aquel entonces, y en semanas posteriores al atentado, algunos municipios de Madrid trataron de prestar de forma voluntaria una colaboración con las fuerzas de seguridad y rastrearon en sus bases de datos información que pudiera ser interesante. Algunos de los informes sirvieron para posteriores detenciones. "Tanto la policía como la Guardia Civil ha despreciado en muchas ocasiones la información de nuestras bases de datos y han sido muy reacios a que podamos compartirlas con las suyas", se queja un jefe de Policía Local, "pero deberían saber que nosotros estamos muchos más próximos al ciudadano y que podemos ser de gran utilidad en muchas investigaciones".
Departamentos estancos
Otro aspecto sobre el que los mandos carecen de menos información es el relacionado con las mafias chinas. "No sabría decir por qué les interesan los chinos, ni qué tienen que ver los chinos con la seguridad nacional", apunta un responsable. "Sólo sé que, como el CNI debe de estar dividido en departamentos autónomos, por aquí vienen de vez en cuando algunos agentes que todo lo que dicen es 'somos los de los chinos". La información de que disponen los propios mandos policiales es muy imprecisa. "Sabemos que las comunidades chinas son muy cerradas, pero también que se asientan en barrios donde suelen estar presentes los musulmanes. Son incluso rivales a la hora de adquirir locales y negocios", explica una fuente policial.
Tanto en el caso del islamismo como en el de la comunidad china, la información obtenida por el CNI también ha dado sus frutos para la Policía Municipal. "Nos han facilitado información de delitos o irregularidades que se estaban cometiendo, que ha sido interesante para que nosotros intervengamos. En estos casos, se han limitado a darnos esa información: va a venir un cargamento mañana en tal sitio, hay determinados inmigrantes ilegales en tal domicilio. Como ellos ahí no pueden actuar, lo hemos hecho nosotros".
De la extorsión a la piratería
Las organizaciones chinas se han extendido por muchas ciudades españolas. Sus actividades delictivas son muy diversas y hasta hace poco tiempo se han limitado a la explotación de seres humanos, al secuestro, la extorsión y, fundamentalmente, a la piratería. "Sí es cierto que, últimamente, están cambiando algunas costumbres", reconoce un experto del Cuerpo Nacional de Policía. "Hemos tenido casos de grupos chinos en actividades relacionadas con el tráfico de drogas, como es el caso del éxtasis, un negocio que hasta ahora no habían tocado. También han comenzado a observarse casos de delincuentes chinos en prácticas de secuestros express". Una particularidad de los grupos chinos es que toda su actividad delictiva la desarrollan dentro de su propia comunidad.
Que el CNI preste una atención especial hacia esta comunidad no deja de ser una sorpresa. Un jefe policial apunta en una dirección: "Los entramados económicos de los chinos empiezan a ser muy poderosos y tienden a ramificarse cada vez más en áreas que pueden ser sensibles de nuestra sociedad, porque buscan tener influencia". Otro mando policial ofrece una versión diferente según su experiencia: "Los chinos se mueven en muchos sitios y en muchos barrios donde la población es inmigrante. Son, además, eficaces en la falsificación de documentos. Y, dado que son círculos muy cerrados, no me extrañaría que el CNI busque información en esos entornos en lo que afecta también al terrorismo islamista".
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