miércoles, 11 de julio de 2007

Medicina Legal 1

Curso: Métodos y técnicas de investigación criminal en España 6

El polimorfismo del ADN en criminalística

La sesión de la tarde comenzó con unas palabras de Fernando Vázquez, director del curso, agradeciendo especialmente la participación de los miembros del Instituto Médico Legal en este curso, “todos ellos referentes internacionales en esta materia”.

A continuación José Ignacio Muñoz Barus, a cuyas clases tuve la oportunidad de asistir en criminología, hace muchos años, introdujo la materia de la sesión, dando paso inmediatamente a Maria Victoria Lareu Huidobro.
Maria Victoria Lareu es experta en genética forense, con más de 100 publicaciones sobre genética, bioquímica, etc. 1200 pericias realizadas y participación en numerosos proyectos de investigación nacionales e internacionales.

En un viaje desde Mendel hasta el siglo XXI, explicó que es exactamente lo que la genética forense, como rama de la medicina legal:

- Concidencia o no de la evidencia
- IBP (identificación del parentesco)
- Investigación histórica
- Investigación sobre personas desconocidas
- Desastres de masas
- Bases de datos criminales

Seguidamente desmitificó muchas supersticiones en torno a la evolución de estos métodos de indentificación, que han existido durante toda la historia. Y aclaró que la genética forense como tal nace en 1902 con los trabajos de Karl Landsteiner (Premio Nobel), viviendo un gran avance en 1953 cuando Watson y Crack (Nobel en 1962) describen la estructura doble hélice del ADN.

Y es que el ADN es la base de la identificación genética. Individual (salvo en los gemelos univiterinos), igual e invariable (en el esperma, saliva, sangre, etc), antes e incluso después de muertos (casos de paternidad cadavérica).

Mª Victoria Lareu trabaja desde 1987 en genética forense, utilizando muestras tipo:

-Pelos
-Sangre
-Saliva
-Dientes
-Tejido
-Otros

Pero en todos esos casos la identificación necesita siempre un referente con el que comparar. Aunque desde 1987 la técnica evolucionó mucho, no necesitándose ahora muestras de tanta cantidad (y que se estropeaban en seguida) como hace 20 años. Ahora pueden obtener ADN incluso de una huella digital en la escena del crimen gracias a los polimorfismos, por los que Kari Mullis recibió en premio Nobel.

Explicó la técnica de la PCR, que multiplica la cantidad de ADN para los análisis, e ilustro su conferencia con ejemplos concretos de supuestos forenses. A pesar de ello, aclaró, el análisis de genética forense nunca concluye “este es el culpable”, sino, “hay 1/3000000 de probabilidades de que este sea el culpable…

En este sentido, y partiendo de que los testigos oculares tienen una tasa de error del 50%, las pruebas forenses genéticas no solo son útiles para meter al culpable en la cárcel, sino para no meter a inocentes. Recientes aplicaciones de técnicas como el ADN para revisar casos criminales antiguos, han descubierto que muchos condenados, ya en el corredor de la muerte de EEUU, habían sido injustamente sentenciados. Por eso actualmente se buscan nuevos marcadores para obtener un retrato robot genético del delincuente.

El ADN puede aportar mucha información a la investigación policial: color del pelo (pelirrojos), características faciales (oyuelos, lóbulos de las orejas, distancia interocular, sexo, etc) y las SNPs y bases de datos genéticos abren nuevas posibilidades a la investigación.

Desde la identificación de víctimas del 11M hasta análisis dentales en Atapuerca, Maria Angeles Luengo pudo ilustrar cada aspecto de su ponencia con ejemplos concretos de investigaciones personales. Pero también cuestionó la falta de regulación de los laboratorios de genética forense en España.

Con gran sentido crítico lamentó la falta de criterio en las pericias e informes de “expertos” presentados en los juzgados. En su opinión es necesario acreditar objetivamente los laboratorios, estandarizar métodos (cotrapericias) y más controles. España es de los pocos países del primer mundo, sin una base de datos genéticos organizada (aunque CNP y GC tengan las propias). Denunció el peligro de los laboratorios privados que hacen paternidades irregulares, y los análisis erróneos presentados ante los tribunales.

El polimorfismo del ADN en criminalística y 2

Tras Lareu llegó el turno de Vanesa Alvarez, bióloga encargada de las pericias en el IML de Santiago de Compostela, y experta en el ADN mitocondrial. Alvarez venía a sustituir al profesor Antonio Salas, Investigador del Ramón y Cajal, que finalmente no pudo acudir al curso.

Tras definir el ADN mitocondrial (ADNmt), expuso algunas de sus particularidades, como su facultad para identificar la herencia materna, al repetirse en todos los individuos del mismo linaje materno, y sus aplicaciones criminalísticas (por ejemplo al encontrarse en los pelos sin bulbo). Pero también enunció sus problemas: como no diferenciar entre los individuos del mismo linaje materno, no existir bases de datos, etc.

Ademas del ADNmt expuso las características del cromosoma Y, igualmente util para la investigación policial dadas sus características:

-Reconstruye linajes masculinos
-Herencia del padre
-Aplicaciones forenses
-Discriminación de manchas (Ej.: violadores en serie)

Uno de los aspectos más interesantes y didácticos de su aportación, fueron los casos de aplicación del ADN mitocondrial a la identificación de personajes históricos relevantes, o sus presuntos descendientes.

Según las conclusiones de Vanesa Alvarez: “Tanto el ADNmt como el cromosoma Y presentan una serie de propiedades que hacen que resulten marcadores idóneos para su utilización en la práctica forense. Ambos son marcadores perfectamente validados para su uso en criminalística”.

La valoración médica del daño corporal y el investigador privado

Para terminar la jornada Ignacio Muñoz Barus, Beatriz Otero Abadín y Carlos Represas Vázquez afrontaron el tema de la valoración médica del daño corporal y el investigador privado.

Aunque pudiese parecer que en esta sesión se dedicó demasiado tiempo a la patología cervical, lo cierto es que es la actuación medico legal más frecuente en España.

Muñoz, Otero y Represas afrontaron esta patología, y en especial los engaños a las aseguradoras, las simulaciones y sus tipos, y los fraudes relacionados con ella.

Manuel Carballal

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