domingo, 26 de marzo de 2017

LA NEUROCIENCIA PUEDE DETERMINAR SI UN CRIMEN FUE PREMEDITADO


Los jueces y los jurados siempre reflexionan sobre si las personas actúan "a sabiendas" o "imprudentemente" durante la actividad criminal y la neurociencia ha tenido poco que añadir al debate. Pero ahora, un equipo de investigadores ha descubierto que la imagen cerebral puede determinar si alguien está actuando en un estado de conocimiento sobre un crimen -que conlleva penas más severas- o un estado de imprudencia, que incluso en los crímenes capitales como el homicidio, exige penas menos severas. 

El trabajo de estos científicos, entre ellos el neurocientífico computacional Read Montague, del Instituto de Investigación Virginia Tech Carilion, en Estados Unidos, y que se revela en un artículo programado para su publicación esta semana en la edición digital temprana de Proceedings of the National Academy of Sciences, no tendrá incidencia en los procedimientos judiciales, pero es una incursión en el emergente campo de la "neuroley", que conecta la neurociencia con las normas y los estándares legales. 

En un estudio de imágenes cerebrales de 40 personas, los investigadores identificaron respuestas cerebrales que indicaban si la gente sabía que estaba cometiendo delitos o si en su lugar actuaban temerariamente con el riesgo de que estuvieran cometiendo un crimen. Los científicos proporcionaron la primera evidencia neurobiológica de una diferencia detectable entre los estados mentales del conocimiento y la imprudencia, una exploración que históricamente ha sido confinada a la sala del tribunal. "La gente puede cometer exactamente el mismo crimen en todos sus elementos y circunstancias, y dependiendo de sus estados mentales, la diferencia podría ser que uno iría a la cárcel durante 14 años y el otro conseguiría la libertad condicional", dice Montague, profesor de investigación en Tech Carilion y director del Laboratorio de Neuroimagen Humano del Instituto de Investigación. 

La investigación fue concebida bajo la dirección de la Red de Investigación de la Fundación MacArthur sobre Derecho y Neurociencia en la Universidad de Vanderbilt y llevada a cabo por investigadores del Instituto de Investigación Virginia Tech Carilion y la Universidad de Yale, todas ellas instituciones estadounidenses. Los científicos examinaron el cerebro de 40 sujetos y les pidieron que decidieran si llevaban una maleta al otro lado de la frontera, variando la probabilidad de que la maleta contuviera drogas. Los investigadores determinaron con precisión si las personas participantes sabían que las drogas estaban en la maleta, lo que les haría culpables de importar drogas a sabiendas, o si desconocían el contenido, lo que las haría inocentes. 

 Los científicos demostraron que los estados mentales conscientes e imprudentes correspondían a estados neurológicos detectables, y que esos estados mentales pueden predecirse basándose únicamente en datos de imágenes cerebrales. Sin embargo, los autores de este trabajo advirtieron que la evaluación del estado mental de un acusado no debería reducirse a la clasificación de los datos cerebrales. "En principio, estamos mostrando que estos estados cerebrales pueden detectarse cuando la actividad se está produciendo -dice Montague-. Por ello, podemos comenzar a hacernos preguntas como, ¿qué circuitos neuronales están comprometidos por esto?, ¿qué aspecto tiene la distribución a través de 4.000 personas en lugar de 40 personas?, ¿son estas condiciones fruto del desarrollo, estados mentales, uso de sustancias farmacológicas o lesiones que afectan a estas redes de manera que pudiéramos aportar información para el castigo?". 

"Los científicos y los abogados hablan diferentes idiomas -apunta Montague-. Se produce una traducción cuando se unen estos grupos que dan un nuevo significado a la interdisciplinaridad. Los abogados piensan que la gente es consciente y deliberativa, y la ley ve a la gente de esa manera: eres un agente independiente y tomas decisiones por ti mismo. La imagen ignora el hecho científico de que el 99 por ciento de las decisiones tomadas en su sistema nervioso nunca llegan a la conciencia. Estamos siendo impulsados por cosas a las que ni siquiera tenemos un acceso consciente; esa diferencia fue algo con lo que tuvimos que trabajar para diseñar el experimento".

http://ecodiario.eleconomista.es/ciencia/noticias/8219229/03/17/La-neurociencia-puede-determinar-si-un-crimen-fue-premeditado-o-no.html



viernes, 3 de marzo de 2017

WORD OF FAITH FELLOWSHIP: LA SECTA RELIGIOSA QUE TORTURABA A SUS CREYENTES


Spindale, Carolina del Norte, EU, 27 de febrero (AP).- La promesa de paz interior y una vida eterna atrajo a gente de todo el mundo a esta pequeña ciudad al pie de las montañas Blue Ridge, pero se encontraron con algo muy distinto: años de terror en nombre del Señor. Los fieles de la orden Word of Faith Fellowship eran golpeados, estrangulados, tirados contra puertas y paredes en unos rituales violentos que supuestamente purificaban a los pecadores y expulsaban al diablo, según 43 antiguos miembros que hablaron separadamente con The Associated Press en entrevistas exclusivas. 

Las víctimas de estos hechos de violencia incluyeron niños preadolescentes y hasta bebés, que eran sacudidos con fuerza, se les gritaba y a veces hasta se les pegaba con el pretexto de ahuyentar a los demonios. “Vi a mucha gente que fue maltratada a lo largo de los años. Niños a los que les pegaban en la cara y les decían satanistas”, afirmó Katherine Fetachu, de 27 años, que pasó casi 17 años en la iglesia. 

Word of Faith también sometió a sus miembros a una práctica llamada “blasting” (voladura o explosión), en la cual les gritan cosas a una persona, a veces por horas, con la creencia de que eso espantaría a los demonios. Como parte de una investigación de 18 meses, The Associated Press revisó cientos de páginas de documentos y horas de conversaciones con Jane Whaley, la líder de la orden, que fueron grabadas en secreto por sus fieles. 

The Associated Press encontró asimismo a decenas de personas que dejaron esa orden. Los entrevistados, la mayoría de los cuales se criaron en la iglesia, dicen que los líderes Word of Faith llevan décadas encubriendo sus actos para frustrar investigaciones de las autoridades y los servicios sociales, llegando incluso a obligar a que niños y adultos mientan al ser interrogados. 

Dijeron que los miembros tenían prohibido buscar atención médica fuera de la orden para atenderse sus lesiones, que incluían cortes, torceduras y fisuras de riñones. Varios exmiembros aseguran que algunos fieles fueron violados, incluidos menores. Los exmiembros dicen que decidieron hablar porque se sienten culpables de no haber hecho nada para frenar los abusos y porque temían por la seguridad de los menores que siguen en la iglesia, que se cree serían unos 100. 

Whaley negó tajantemente que ella o algún otro líder de la iglesia hayan abusado de nadie y sostiene que cualquier acto disciplinario está protegido por la Primera Enmienda a la constitución, que ampara la libertad de expresión y de culto. Exmiembros dicen que siempre hubo violencia. Los menores eran sacados de sus casas y ubicados en las de pastores, donde eran golpeados y sometidos a sesiones de “blasting”. 

A veces no les permitían tener contactos con sus familias por una década. Durante años, los varones considerados los peores pecadores fueron mantenidos en un antiguo depósito de cuatro ambientes en un sector conocido como Lower Building. No veían a sus familias por hasta un año, no sabían cuando los soltarían y a veces soportaban prolongadas tundas y sesiones de “blasting”, según más de dos decenas de los entrevistados. 

Los maestros de las escuelas primaria y secundaria alentaban a los estudiantes a que golpearan a los compañeros que se distraían, sonreían o tenían un comportamiento que según los líderes indicaba que estaban poseídos por el diablo, afirmaron los exmiembros. “No bastaba con gritarles para expulsar los diablos: Había que echarlos a fuerza de golpes”, declaró Rick Cooper, de 61 años, un exmarino que pasó más de 20 años en la orden y crió nueve niños en la iglesia. 

La orden Word of Faith Fellowship ha estado en la mira de la policía, los servicios sociales y la prensa varias veces desde la década de 1990, sin que se comprobara nada irregular, en parte porque los fieles se negaban a cooperar. Algunos antiguos miembros ofrecieron una explicación más doctrinal al silencio de décadas: A menudo se les decía que Dios los castigaría con la muerte si traicionaban a la iglesia. Word of Faith Fellowship fue fundada en 1979 por Whaley, una exmaestra de matemáticas, y su esposo Sam, exvendedor de autos usados. 

Los dos figuran como pastores, pero los entrevistados dicen que Whaley, una intensa predicadora carismática cristiana, es quien manda como una dictadora y a veces es la encargada de castigar a los feligreses. Tiene una cantidad de normas estrictas que le permiten controlar las vidas de los fieles, decidiendo incluso si se pueden casar o tener hijos. 

La primera regla: nadie puede quejarse ni cuestionar su autoridad. Quienes desobedecen se exponen a humillantes condenas desde el púlpito o —peor todavía— a castigos físicos, de acuerdo con los entrevistados. Bajo la conducción de Jane Whaley, la iglesia pasó de tener un puñado de simpatizantes a sumar 750 miembros, la mayoría de ellos en un complejo de 14 hectáreas protegido por guardias de seguridad y ubicado detrás de una hilera de árboles. 

La orden tiene otros 2 mil miembros en iglesias de Brasil y Ghana, así como ramas en otros países. Los asistentes a seminarios internacionales sobre la Biblia que se realizan dos veces al año son alentados a radicarse en Spindale, una comunidad de 4 mil 300 personas a mitad de camino entre Charlotte y Ashville. El “lado oscuro” de la iglesia comenzaba a asomar después de que estas personas habían vendido sus casas y se habían instalado en Carolina del Norte. 

Por entonces, aislados de sus familias y amigos y convencidos de que Whaley era una profeta, tenían miedo de salirse o de denunciar lo que sucedía, afirmaron. A la luz de las represalias que tomaba Whaley contra quienes consideraba que la traicionaban, los ex miembros dicen que esperan no sufrir consecuencias ahora que muchos de ellos han dado la cara. “La mayor parte de mi vida tuve miedo, pero ya no lo tengo”, expresó John Cooper, uno de los hijos de Rick Cooper. 

De todos modos, muchos ex miembros dicen que no pueden superar los malos recuerdos, ni las pesadillas, y que tienen miedo de lo que le pueda pasar a los familiares que siguen adentro. Danielle Cordes, hoy de 22 años, dijo que sufre profundas lesiones psicológicas tras pasar más de tres cuartas partes de su vida en el mundo de Whaley. Hace tres años, la última vez que trató de visitar la casa de sus padres, su padre le tiró la puerta en la cara sin decir una palabra. 

Cada vez que llama por teléfono a la casa de sus padres, le cuelgan. “Necesito a mi familia, pero ya no la tengo”, se lamentó. Rick Cooper agrega: “Quedas al margen de todos en el mundo. La iglesia, y Jane, es lo único que tienes. Crees que ella es una profeta, que se comunica con Dios. No haces nada mientras ella destroza tu familia. No sé si alguna vez podremos superar esto”. 

Mitch Weiss

http://www.sinembargo.mx/27-02-2017/3161734

jueves, 2 de marzo de 2017

FANATICOS RELIGIOSOS QUEMAN VIVA A OTRA MUJER EN NICARAGUA


La mujer, de 25 años de edad, falleció este martes como consecuencia de las quemaduras tras una semana de agonía. 

MANAGUA, Nicaragua-. El pastor Juan Gregorio Rocha Romero tuvo una ‘revelación’: para ‘purificar’ a Vilma Trujillo García del demonio, ‘Dios le dijo que hiciera un fueguito para sacárselo’. La campesina –de 25 años de edad– fue quemada en una hoguera por un grupo de fanáticos religiosos, en una recóndita comunidad del Caribe norte de Nicaragua. Una semana después, tras una dolorosa agonía, la mujer falleció este martes en un hospital de Managua. 

El crimen ha conmocionado a la sociedad nicaragüense, y muchos condenan la barbarie cometida, que refleja la violencia machista que asola a este país, y la ausencia del Estado en esas comunidades. publicidad Tras ser arrojada a la pira, la joven Trujillo García fue encontrada atada y desnuda en un barranco. Presentaba quemaduras en casi el 50% de su cuerpo y síntomas de deshidratación, según confirmó 30 horas después el doctor David Saravia, director del hospital del municipio de Rosita. Ese fue el tiempo que transcurrió desde que la víctima fue quemada y trasladada desde la alejada comunidad de El Cortezal, donde ocurrió el episodio, hacia el centro hospitalario. 
El rostro, las piernas y los brazos fueron las partes del cuerpo de Trujillo García que resultaron más afectadas. Sus familiares relataron a Univisión Noticias que el pastor Rocha Romero lanzó a la campesina a la hoguera con la ayuda de otras cuatro personas, entre ellas Franklin Jarquín, quien comentó a un medio local que ella “cometió un error ante Dios y por eso la endemonió”. 

“Falló ante Dios, porque tenía su compañero de vida, y estuvo con otro hombre mientras se hacía pasar por cristiana. Por eso se le metió el demonio”, justificó Jarquín con naturalidad. Las versiones de los familiares –que pidieron el anonimato porque en la zona los familiares del pastor los amenazaron de muerte– aseguraron que Trujillo García fue violada. 

Sin embargo, las autoridades nicaragüenses no han confirmado ese extremo. Todavía no se conocen los resultados de la autopsia que realiza el Instituto de Medicina Legal. El pastor Rocha Romero dio otra versión de los hechos. Aseguró que ellos no lanzaron al fuego a la mujer, y culpó “al demonio”.

“Dios ordenó ponerla junto al fueguito para sacarle al demonio. Nosotros estábamos orando, y cuando el demonio se salió de su cuerpo, ella cayó en el fueguito”, relató el joven de 23 años, quien desde hace dos años dice ser pastor de la congregación de las Asambleas de Dios en El Cortezal. Las Asambleas de Dios aseguraron que Rocha Romero no era pastor de esa organización religiosa. 

El pastor y Franklin Jarquín fueron detenidos por la Policía Nacional el viernes, junto a un hombre más y otras dos mujeres, señalados de perpetrar el crimen. La Fiscalía de Nicaragua los acusará por el delito de asesinato. 

Problemas de salud mental 
Herenia Amaya, defensora de los derechos de las mujeres que asesoró a la familia de la víctima desde que el caso fue conocido, relató a Univisión Noticias que Trujillo García presentaba “problemas de salud mental”, lo que provocó que el pastor y la congregación la secuestraran. 

“A ella la siguieron y la tuvieron retenida dos días antes de quemarla en la hoguera, como en los tiempos de la Santísima Inquisición”, narró. Amaya, quien forma parte de la Red de Mujeres Contra la Violencia, identifica en este caso “tres patrones”: el poder que ejercen los líderes religiosos en comunidades remotas, donde el nivel de desarrollo es precario; la violencia machista; y la desprotección por parte del Estado. 

Muchas de esos lugares no cuentan siquiera con energía eléctrica, y para acceder a ellos hay que viajar incluso hasta días enteros. “Los pastores y los curas católicos, dizque representantes de Dios, dominan a la comunidad con ideologías apocalípticas, de que el demonio vendrá”, analizó Amaya, quien confirmó que la víctima no será velada en su casa de habitación, porque hay miedo de que la comunidad de El Cortezal tome represalias por el apresamiento del pastor. 

La familia de la víctima está bajo resguardo policial. 
Según Amaya, a los hombres que “sufren demencia no los lanzan a la hoguera”, lo que evidencia “el sistema patriarcal” y de violencia machista en Nicaragua. La organización Católicas por el Derecho a Decidir, que desde hace años lleva un recuento de los feminicidios en este país, informó esta semana que nueve mujeres han sido asesinadas entre enero y febrero de 2017. 

La mayoría de los casos (5) se concentran en la región del Caribe, que ocupa el 52% del territorio nicaragüense. Amaya afirmó que el tercer patrón es la “desprotección de las mujeres y la ausencia del Estado” en esas localidades. “No existe protección ni información”, cuestionó. La vicepresidenta Rosario Murillo se refirió al caso de Trujillo García el mediodía de este martes. 

“Es realmente lamentable y condenable (esta muerte), por supuesto, que refleja una situación de atraso”, dijo la esposa del presidente Daniel Ortega. Las organizaciones feministas cuestionaron al gobierno de Ortega y Murillo, que recurre a la “manipulación religiosa” en su lenguaje para atraer a la población creyente. 

Una encuesta realizada en 2015 por la firma M&R Consultores reveló que en Nicaragua 45.9% de la población se declara católica y 30.8%, evangélica. Sin embargo, el sondeo señaló que las diferentes iglesias no católicas continúan en aumento; un fenómeno parecido al de Brasil. 

“La seguridad de las comunidades se ha deteriorado, pues no hay instituciones que la salvaguarden. Las vidas y la integridad de las mujeres están en peligro y bajo constante amenaza, pues se ha debilitado la actuación policial contra los femicidios, contra los crímenes de odio a las mujeres”, fustigó por su parte la Red de Mujeres del Movimiento Renovador Sandinista. 

No es el primer caso 
Este no es el primer caso trágico producto del fanatismo religioso en Nicaragua. En diciembre de 2013, miembros de una secta religiosa conocida como “William Brown” asesinaron a once personas en la comunidad de Ayapal, ubicada en el departamento norteño de Jinotega. 

Alrededor de quince fanáticos ingresaron al pueblo gritando “Gloria a Dios, muerte al Diablo”, y arremetieron contra toda persona que se atravesara en su camino. 

En 2015, la Policía Nacional desarticuló la secta “Cuerpo Místico de Cristo” en Mechapa, departamento de Chinandega, en el noroccidente del país. Un pastor mantenía hacinadas a seiscientas personas “a la espera del fin del mundo y el rapto glorioso de Cristo”, mientras él vivía en lujosas condiciones. 

http://www.univision.com/noticias/america-latina/fanaticos-religiosos-queman-a-una-mujer-en-una-hoguera-para-sacarle-el-demonio-en-nicaragua