Una adolescente de 14 años aseguró que el fallecido, Diego Anyer (20), se le apareció en una visión y le dio detalles de cómo y quiénes lo mataron el pasado miércoles en San Vicente. Hay varios demorados.
La Policía no tiene como colaboradores a médiums, videntes o los llamados asesores psíquicos, que a veces se presentan ante las autoridades -por sí mismos o a través de familiares de las víctimas- a ofrecer sus servicios. Pero hay excepciones.
Y una de éstas es el caso Diego Anyer, el joven de 20 años que fue hallado sin vida y con un disparo en el rostro el miércoles pasado a las 22 sobre la banquina de la ruta nacional 14, en el kilómetro 968, en la zona suburbana de San Vicente.
El joven había estado momentos antes en la casa de un familiar y salió del lugar tras un llamado telefónico. Interrumpió la cena y esa fue la última vez que sus parientes lo vieron con vida. A los pocos minutos, apareció muerto.
El tiro literalmente le atravesó el cráneo.
La Policía acudió a la escena, ubicada a unos nueve kilómetros al sur de la citada localidad, y los pesquisas descartaron el robo, en virtud de que el o los autores no se llevaron nada.
Tal como adelantó este Diario, por las características del hecho, los efectivos se inclinaron por un “ajuste de cuentas” de trasfondo que, prima facie, era confuso.
Al día siguiente hubo un detenido. Un hombre de 51 años que, de acuerdo a datos que manejaba la Policía, hace un tiempo habría amenazado de muerte a la madre de la víctima.
Al allanar su domicilio, los funcionarios policiales hallaron armas de fuego, por lo que el sujeto fue investigado preventivamente por la tenencia de las mismas, sin muchos elementos que lo vinculen al crimen.
Hasta allí nada fuera de lo normal. Hasta que llegó el momento del último adiós al joven asesinado.
El velorio, la menor y la visión
El viernes siguiente al homicidio -y en las horas siguientes- se sucedería una serie de episodios cuando menos, extraños.
Alrededor de las 23 de ese día, en el hospital de San Vicente ingresó una adolescente de 14 años que, de acuerdo al parte médico oficial, se encontraba “en estado de shock”.
Al ser entrevistada por los uniformados, habría manifestado que cuando se encontraba en el velatorio de “Dieguito” (Anyer) y en momentos que se dirigió al sanitario, se le apareció el fallecido en una visión y le dijo que “el detenido del pasado jueves, de 51 años, no fue quien lo mató” y que “los responsables de su muerte fueron el padre y el novio de una joven oriunda de Dos De Mayo con quien él intentaba mantener una relación”, al tiempo que le pedía que “no se quedara en silencio, que contara todo esto a las autoridades para que se hiciera justicia”.
La menor recién declaró ante la Policía formalmente al otro día -sábado-, debido a su estado de salud.
Lo hizo en compañía de un hermano de 20 años y ante personal de la Unidad Regional VIII (con asiento en San Vicente), de la División Homicidios Posadas y la psicopedagoga de esa Unidad.
Para sorpresa de los investigadores, había más cuestiones sobrenaturales vinculadas a la causa. Muchas más.
También se le apareció en sueños
La adolescente habría revelado ante los uniformados y la psicopedagoga que en el transcurso de la noche tuvo sueños y visiones con la víctima.
Habría indicado que Anyer se le apareció en sueños y le mostró la secuencia de su muerte, confió un vocero oficial.
La chica habría afirmado que observó cuando “Anyer es interceptado por siete personas que circulaban en una camioneta de color blanca. Estos individuos se bajan y lo golpean. Cuando Anyer corre lo alcanzan y uno de los sujetos, al que señaló como el padre de la joven con la que la víctima intentaba mantener una relación, le efectuó un disparo en el rostro y luego los agresores se retiran con rumbo a Dos de Mayo”.
Siguiendo las pistas
Los pesquisas siguieron algunas de las pistas aportadas en las visiones y llegaron hasta el paraje Tealera de Dos de Mayo, donde se entrevistaron con una niña de 12 años y con su padrastro de 39.
Si bien el testimonio de ambos no habría sido de interés para la causa, recién cuando dialogaron con la madre de la menor, les habría dicho que esta tendría un novio de 19 años, tal como consta en el parte oficial.
La mujer habría agregado que justamente este joven “por celos amenazó que le sucedería algo a Diego si ella no lo dejaba, que el día 18 de enero (miércoles pasado y día del crimen) este muchacho habría llamado por teléfono a su hija y le dijo que esa noche iba a suceder algo”.
Luego, alrededor de la medianoche, cuando la menor dormía, la testigo habría asegurado que el “novio de su hija golpeó la ventana y le confesó que mató a Diego y tenía en la mano un trapo blanco con el cual sujetaba un arma de fuego”, indicó la misma fuente.
Fue entonces que los uniformados procedieron a la detención de la supuesta pareja de la menor de 12 años, un sujeto de 19, quien ahora es el más complicado en la causa, reveló un portavoz del caso.
Además, fueron demorados y trasladados a sede policial tres jóvenes de 23, 28 y 18 años, como así también un adolescente de 16 (quien fue liberado el domingo por la noche), al igual que el padrastro de la nena de 12, informaron desde la Unidad Regional VIII.
Los pesquisas tratan de dilucidar si estos individuos participaron en el hecho.
Allanamientos y ropa con manchas
Con la presencia del juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, se allanaron las viviendas de los mencionados individuos.
En la casa de la presunta pareja de la menor de 12 años -en el barrio Cooperativa de Dos de Mayo- se halló una remera azul y un pantalón de jean prelavado, ambas prendas con manchas color escarlata similares a sangre.
En un pozo situado cerca de la vivienda del joven de 19 años los efectivos buscaban el arma presuntamente utilizada en el hecho, indicó un vocero.
Pearl Ophelia Moen tenía 17 años cuando protagonizó la agresión contra una mujer, el 17 de noviembre de 2015,de la que dejó testimonio en su diario personal, según ha publicado la CBS.
"Voy a empezar con un momento emocionante. Apuñalé a una mujer inocente hasta la muerte hoy. (Técnicamente ayer ya que es la 1 am). Fue absolutamente fantástico. El asesinato me da algo grande como ningún otra cosa. Se siente como esta irrealidad nítida, intermitente y brillante, adrenalina y shock. Lucha o modo de vuelo. ¿Cómo puedo describirlo? Todo era irreal. Estoy muy orgulloso de mi misma. La apuñalé como 20 veces. Quizás más. No estaba contando."
Una pareja joven se citó a pocos metros de la residencia de la adolescente, en Hyde Park. Se sentaron en la acera para conversar tranquilamente, mientras la joven los miraba escondida tras unos arbustos.
El hombre se alejó para entrar en un baño y su acompañante se adormeció mientras tomaba el sol. En ese momento, Meon saltó sobre la mujer y la apuñaló una veintena de veces dejándola en un charco de sangre.
A pesar de las terribles heridas, la víctima sobrevivió con un pulmón destrozado y con graves secuelas que han provocado su lenta recuperación.
Después de varios meses del ataque la policía seguía sin tener pistas del agresor, a pesar de que el vecindario se implicó para repartir un retrato robot y pedir ayuda ciudadana.
El pasado Día de San Valentín la policía llegó hasta la casa de Moen por otro incidente familiar. La madre de la adolescente les dijo a los agentes que su hija coincidía con la descripción de la persona que había apuñalado a una mujer en la calle hacía meses, además de que tenía una colección de cuchillos y había estado bromeando con el ataque.
Cuando las autoridades registraron su cuarto encontraron el diario y varios dibujos que describían el ataque y las palabras que Moen escribió sobre la agresión. Todos estos indicios llevaron a relacionarla y conseguir más pruebas de su responsabilidad.
Esta semana, Pearl Meon, ha sido condenada por intento de homicidio a 15 años de prisión.
Muchas teorías y suposiciones rodean a la famosa Madame Delphine LaLaurie, una adinerada matrona y dama de sociedad que sembró el terror en la ciudad de Nueva Orleans durante mucho tiempo. Cuando un siniestro destruyó parte de su residencia en 1834, la población se asqueó cuando descubrió que en su residencia, LaLaurie solía torturar a sus esclavos.
Forzada a escapar de la ciudad, no hubo dudas de su culpabilidad, y los relatos de sus prácticas se fueron tornando cada vez más grotescos y extraños al paso de las décadas. Incluso hasta nuestros días, la mansión LaLaurie es considerada la casa más embrujada de la localidad.
Marie Delphine LaLaurie, fue conocida con el mote de Madame LaLaurie, fue una socialité influyente y poderosa que vivió su vida entera en el estado de Louisiana.
Su tétrica fama la hizo notable como una cruel asesina en serie, involucrada con la tortura y el asesinado de esclavos.
Oriunda de Nueva Orleans, LaLaurie contrajo matrimonio tres veces a lo largo de su vida. Siempre mantuvo una posición envidiable en las altas esferas de la sociedad hasta abril de 1834, cuando los pobladores que ayudaban a rescatar heridos después de un incendio en su mansión en Royal Street, encontraron a esclavos atados que mostraban signos evidentes de tortura. Furiosos por el hallazgo, la población invadió la propiedad, saqueando y destruyendo todo a su paso. Debidamente informada de lo sucedido, la Madame se refugió en casa de unos parientes y luego cambiaría de nombre para no ser conocida debido a la desaprobación social que desencadenó el descubrimiento de sus secretos. Temiendo que las repercusiones la colocarían en un inminente peligro, huyó a París, donde murió en un accidente de caza.
La suntuosa mansión en Royal Street, uno de los sitios históricos más importantes de Nueva Orleans, fue reformada y subastada después de su muerte. Aun existe y es considerada como uno de los monumentos más famosos de la ciudad.
Pero, ¿quién era la mujer que recibió el apodo de “el ciudadano más odiado de Nueva Orleans“, y también pasaría a la historia como “La Bruja de Royal Street“?
La historia de un monstruo.
Delphine Macarty nacería en algún punto del año 1775, era una de las cinco hijas de Luis Macarty Barthelmy, un inmigrante irlandés que se estableció en los Estados Unidos hacía el 1740.
Su madre fue Marie Jeanne Lovable, también conocida como “viuda Lecomte”, pues había estado casada con un importante comerciante que murió en un accidente de carruaje. Ambos eran miembros destacados de la alta sociedad de blancos descendientes de inmigrantes europeos llamada Créole. El primo de Delphine, Augustin Macarty, fue alcalde de Nueva Orleans entre el periodo de 1815 y 1820.
A mitad de la década de 1800, Don Ramón de López y Angulo contrajo nupcias con Delphine Macarty, Don Ramón era un oficial de alto rango en la Real Orden de Carlos de España.
La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de Saint Louis en Nueva Orleans. En al año de 1804, Don Ramón ascendió a una prominente posición, convirtiéndose en el cónsul general de España en Luisiana. En el transcurso de ese mismo año, Delphine y Don Ramón emprendieron un viaje a España. Los informes sobre el viaje resultan bastante contradictorios. Según la versión de algunos historiadores, el viaje habría sido un castigo al cónsul por las fallas en las formas en cómo había tratado diversos asuntos diplomáticos. En esa ocasión, Delphine logró justificar las malas acciones de su marido e impresionar a la Reina con su belleza e inteligencia.
La pareja recibió el consentimiento para retornar a los Estados Unidos, pero en el transcurso de vuelta Don Ramón contraería una terrible enfermedad y moriría víctima de esta en La Habana.
Delphine, que estaba en estado de gravidez, decidió permanecer en Cuba, donde dio a luz a su primogénita Marie Borgie Delphine López y Angulo de la Candelaria, apodada “Borquita”. Tiempo después decidió volver a Nueva Orleans y establecerse en la propiedad que su marido le había heredado. Ella misma se convirtió en administradora de la hacienda que plantaba caña de azúcar y tuvo mucho éxito en los negocios.
A tres años de la muerte de su primer esposo, Delphine volvería a casarse con Jean Blanque, un prominente hombre de negocios de ascendencia francesa.
El hombre llevó a su esposa a la lujosa Villa Blanque y allí tendría otros cuatro hijos, todas mujeres.
Blanque falleció en medio de circunstancias tan misteriosas que algunos creen se trató de un envenenamiento en el año 1816. Nueve años después, en 1825, Delphine se casó con su tercer marido, el doctor Leonard Louis Nicolas LaLaurie, que era bastante más joven que ella. Para 1831, la familia se adjudicaría la famosa propiedad en el número 1140 de Royal Street, que la mujer mantendría a su nombre sin involucrar demasiado a su esposo. Algunos rumores indican que el propietario original de esta mansión, un médico llamado Nicholas Gerry, no tenía intención de vender la propiedad, pero que Delphine se las había arreglado para negociar con los acreedores del hombre y convertirse en dueña de los derechos sobre las deudas que tenía Gerry con estos. Haciendo uso de su conocimiento financiero, terminó por quedarse con la casa y varias posesiones más del doctor que viéndose en la ruina, terminó por cometer suicidio.
La mansión fue totalmente remodelada y no se escatimó en lujos para transformar la construcción en un verdadero palacio. Maderas preciosas y portones de hierro fueron traídos desde Francia, cortinas de tejido ingles en las ventanas, muebles y demás mobiliario italiano adornaban los aposentos que finalmente fueron decorados con alfombras persas y antigüedades. En 1832 un tercer piso fue añadido a la mansión y un sector especialmente dedicado a los esclavos en la parte superior.
Las fiestas que solía ofrecer Madame Lalaurie eran verdaderos sucesos en el calendario social de Nueva Orleans. Un sinfín de cenas y conciertos tuvieron lugar en los pasillos y jardines de la opulenta mansión, donde se codeaban los estratos más altos de la sociedad.
La fiesta de compromiso de una de sus hijas fue uno de los eventos sociales más comentados de 1832 y contó con la asistencia de políticos, artistas y otras personas influyentes.
En esa época, era muy frecuente que las familias más acomodadas del sur de los Estados Unidos mantuvieran esclavos negros como mano de obra en sus fincas. Los LaLaurie eran dueños de varios esclavos que servían a la familia y, de hecho, se supone que negociaban directamente con los comerciantes de esclavos involucrándose en el lucrativo tráficos de negros. Los informes sobre la forma en que Delphine LaLaurie trataba a sus esclavos entre 1831 y 1834 varían.
El historiador Harriet Martineau, reunió desde 1838 testimonios de habitantes de New Orleans sobre los esclavos que pertenecían a LaLaurie. Muchas personas notaban que estos esclavos estaban “inusualmente cansados y delgados”, sin embargo, en sus apariciones públicas Delphine siempre era amable con los negros y se mantenía al tanto de la salud de sus esclavos. Los registros judiciales de la época contenían notas de que los LaLaurie habían emancipado a dos de sus esclavos (uno llamado Jean Louis en 1819 y otro de nombre Devince 1832).
Pero también había rumores de que Delphine trataba a sus esclavos de una manera muy diferente cuando estaban en privado.
Autoridades policiales visitaron la mansión en Royal Street en más de una ocasión para devolver a algún esclavo que se había desmayado intentado hacer alguna tarea. Un número considerable de los que habían intentado escapar y la mayoría de las veces, cuando eran devueltos, nunca más se les volvía a ver. La legislación vigente en aquella época en Nueva Orleans regulaba el trato entre esclavos y amos, prohibiendo que “esclavos de casa” recibieran castigos considerados crueles. Una amiga de Delphine, sin embargo, recordó que una de las criadas de la casa, una esclava, le rogó por ayuda, porque temía que LaLaurie la matara.
Varios testigos más recordaron historias que involucraban la crueldad de Madame LaLaurie.
Un abogado amigo de la familia dijo que cierta vez había atestiguado cómo una esclava llamada Leah, de sólo 12 años, huía al techo de la casa aterrorizada diciendo que su señora pretendía arrancarle la piel. Mientras lloraba aterrorizada, Delphine la esperaba con un látigo jurándole que el castigo sería mucho peor si no se callaba inmediatamente. Cuando la niña se negó, su dueña tuvo que lanzarle piedras para obligarla a obedecer. La niña perdió el equilibrio y cayó rompiéndose el cuello. Furiosa, Delphine mandó a atar el cadáver de la niña en un poste y en seguida lo azotó repetidas veces. El pecado de Leah había sido jalar el pelo de la señora mientras le pasaba un cepillo para el pelo.
En otra ocasión, Delphine quedó insatisfecha con la comida servida a sus invitados ilustres a la mansión. Como forma de castigo, ordenó que los esclavos no fueran alimentados durante días, pero los obligaba a ver mientras la familia ingería sus alimentos. Cuando uno de ellos desmayó, Delphine mandó a que la pobre mujer fuera retirada, colocada en un ataúd y enterrada en el jardín.
La preocupación de Madame respecto al supuesto robo de comida de sus esclavos se convirtió en paranoia. Ninguno de ellos podía comer nada sin que ella personalmente lo autorizara, muchos sufrieron horriblemente y languidecieron hasta morir.
Buenas fuentes también aseguran que Delphine llegó a ser procesada por malos tratos a nueve esclavos que trabajaban en una plantación de la familia. Supuestamente estos esclavos fueron vendidos a otra plantación, pero algunos dicen que nunca llegaron a su nuevo destino. Fueron asesinados en el camino y enterrados en los pantanos de Louisiana. Hay muchos otros relatos que cuentan desde maltrato a las criadas con látigos hasta esclavos cuyos dedos, manos y pies fueron cortados con una hoja de hacha por haber cometido faltas, como no pulir correctamente la platería de la casa.
El incendio de abril.
El 10 de abril de 1834, se desató un incendio en la cocina de la mansión de Royal Street.
Los propietarios no se encontraban en el lugar y las autoridades fueron requeridas para combatir el fuego. En la cocina encontraron a una mujer negra de setenta años, la cocinera preferida de los Lalaurie, encadenada de las manos y tobillos. Más tarde, la anciana dijo que había iniciado el incendio como un intento de suicidio por temor a su dueña. Sus palabras fueron: “Tengo miedo de ser llevada a la última planta. Ninguno de los que han ido allí ha regresado.
”
Una vez que esto se publicó en el New Orleans Bee, la población intentó entrar en la residencia para evacuarlos. Como nadie sabía dónde estaban las llaves, rompieron las cerraduras y se encontraron con “siete esclavos en un estado deplorable, algunos horriblemente mutilados… habían cadáveres colgados del cuello pendiendo de cuerdas, brazos y piernas cortadas aún presas de las cadenas y numerosos instrumentos de tortura dispersos por la cámara. Los esclavos confesaron que habían sido llevados a aquella cámara de horrores donde sufrieron horriblemente. Algunos habían estado allí durante meses“.
Uno de los primeros hombres en descubrir esta cámara de tortura fue el juez Jean-Francois Canonge, que más tarde dio testimonio de lo que vio en la mansión: “Había una mujer desnuda con un collar de hierro lleno de espinas prisionera a la pared por una cadena. Las abundantes heridas en la espalda evidenciaban el uso de látigos y hierros al rojo vivo. Una mujer contó que Madame Delphine acostumbraba a cortarla con una navaja y beber su sangre. A veces hundía sus manos y rostro en una vasija llena de sangre creyendo que así podría rejuvenecer“.
Canonge continuó su testimonio: “Una anciana negra tenía una herida profunda en la cabeza y estaba demasiado delgada como para hablar o caminar. Un hombre había sido castrado y la herida cosida con hilo, la lengua también se le había cortado para que no pudiera quejarse.
”
Uno de los hombres de confianza de Madame LaLaurie al ser interrogado, confesó que la cámara de torturas había sido utilizada durante años y que su dueña se divertía casi a diario atormentando a sus esclavos. “Nada le daba más placer” contó.
Los espeluznantes y fríos relatos enfurecieron a la población y luego de que la casa fuera apedreada, una turaba armada con palos arrasó con todo, excepto con las paredes inferiores. La ropa y las joyas de la familia fueron saqueadas, los pasillos con sus muebles de lujo devastados y por casi nada la casa era enteramente quemada por la población. Una de las hijas de Delphine que se encontraba en la mansión fue atacada y si no fuera por la intervención de las autoridades habría sido linchada.
Los esclavos torturados fueron llevados a la prisión local, donde rindieron testimonio sobre todo lo que habían pasado. Las audiencias públicas fueron bastante concurridas – más de 4,000 personas según el New Orlean Bee, se presentaron a los procedimientos.
Durante la audiencia, las personas se desmayaban conmocionadas por la nauseabunda narrativa al punto en que el sheriff decidió restringir la presencia del público.
El Pittsfield Sun, citando al New Orleans Advertiser dijo que semanas después del incendio y la evacuación de los esclavos, se empezaron a desenterrar cuerpos del patio trasero de la residencia. Ocho osamentas humanas completas fueron encontradas en el sitio donde los capataces de los LaLaurie dijeron haber enterrado los cadáveres en tumbas poco profundas. Como si este resultado no fuera terrible en sí mismo, otro capataz confesó que había muchas otras víctimas cuyos cuerpos fueron arrojados a un pozo seco en la parte trasera de la propiedad. Para agregar una nota aún más brutal a esta tragedia, cuando abrieron el pozo, las autoridades encontraron huesos de niños que habían sufrido torturas similares.
La huida de LaLaurie
Pero, ¿qué pasó con Madame Delphine después del macabro descubrimiento en su mansión?
La vida de los LaLaurie luego del incidente de 1834 no está bien documentada, hay poca información, en parte porque ellos mismos intentaron desaparecerla desesperadamente de circulación.
Tras el aterrador descubrimiento, Delphine y sus hijas habrían huido a la ciudad de Mobile, en Alabama, donde fueron protegidas por parientes lejanos. Allí, su esposo Leonard las abandonó por temor a represalias si continuaba con ellas. Delphine se quedó con los familiares durante unas pocas semanas, pero incluso estos temían a las acusaciones y no las querían cerca.
A mediados de junio, temiendo ser descubierta, Delphine envió a sus hijas para que se quedarán con sus amigos y agendó un pasaje en un barco que la llevó a París.
Supuestamente LaLaurie tenía dinero en los bancos franceses, pero nunca se supo el tamaño de su fortuna. Lo que había en Louisiana se perdió para siempre. A pesar de estos, todavía tenía los recursos suficientes como para permitirse establecerse en la capital de Francia y mantener un alto nivel de vida. Sus hijas nunca se unieron a ella en Europa, afirmando que ya no querían tener ninguna relación con la “Bruja de Royal Street”
Las circunstancias de la muerte de Delphine LaLaurie no están claras.
El historiador George Cable escribió una historia que se volvió popular afirmando que ella habría muerto en un accidente de caza en Francia. Habría sido asesinada por un jabalí furioso que la tiró del caballo y la embistió. Algunos afirman que regresó a los Estados Unidos y murió en San Francisco en la decadencia, pero nadie lo sabe a ciencia cierta. Sea cual sea la verdad, en la década de 1930, Eugene Backes, un enterrador de un cementerio en St. Louis descubrió una placa de cobre con la inscripción:
“Madame LaLaurie, née Marie Delphine Macarty, décédée à Paris, le 7 Décembre, 1842, à l’âge de 6-.”
Algunas personas dicen que el fantasma de Madame LaLaurie todavía se pasea por las calles de Nueva Orleans, pero en este caso, las supersticiones y las leyendas se mezclan con la realidad fabricando historias de miedo.
Se puede ver una interpretación de estos hechos en la tercera temporada de la serie estadounidense American Horror Story: Coven.
Michael Fine conocía cómo dormir a las mujeres que lo visitaban en su oficina
15 de noviembre de 2016
Era una visita rutinaria a su abogado luego de su divorcio. Ocurrió en Shieffield Village, en Ohio, cuando una mujer fue a ver a Michael W. Fine, de 59 años, su abogado, para hablar acerca de la custodia. Charlaron y ella le pagó 1.500 dólares por su servicio. Era trabajo, como siempre. Al menos, eso pensaba ella.
Cuando se fue, notó que su sujetador estaba mal puesto y su área vaginal estaba mojada, de acuerdo con los documentos de la corte.
Tratando de profundizar, se dio cuenta de que sus recuerdos de lo que había ocurrido en esa sala eran poco claros. Sucedió una y otra vez. Cada vez, su corpiño estaba misteriosamente desabrochado y la zona cercana a su vagina, húmeda o mojada.
Estaba confundida, preocupada.
Se preocupó tanto que en septiembre de 2014 reportó el extraño caso al Departamento de Policía de Sheffield Village. Fue entonces cuando comenzó a grabar sus encuentros con Fine.
Luego de una reunión en particular, se fue con la misma misteriosa sensación, pero sólo recordaba hablar sobre "asuntos legales".
Luego puso la cinta para escuchar. Fue entonces que escuchó una "discusión altamente sexual" entre ella y Fine, en la cual el abogado dijo que le daría "el más asombroso placer" y que la haría "experimentar un orgasmo masivo".
En un momento, él le dice que ella estaba "empapada" y que él sería "su maestro y ella su alumna".
"Puedo hacerlo contigo todo el tiempo. Soy el único que sabe cómo desencadenarlo", le comentó, de acuerdo con los documentos judiciales.
Varias veces, le pidió que la próxima vez llevase un vibrador. "Sólo recordarás lo que hablamos sobre tu caso hasta que nos veamos de nuevo mañana. ¿Entiendes?", concluyó Fine.
La mujer no recordaba nada de eso. Volvió al Departamento de Policía, donde el oficial José Soto escuchó la grabación y le sugirió que cancelara la próxima reunión.
La Oficina del Fiscal del Condado decidió que la mujer llevara un micrófono y una cámara oculta para grabar su encuentro con Fine. Casi inmediamente que la reunión comenzó, el abogado "puso en trance a la mujer". De nuevo, comenzó a hablar en términos sexuales explícitos, algunos de los cuales sonaban como reglas: "Puedes tocarte libremente"; u órdenes tales como: "Vas a sentir tal atracción y excitación que vas a exigir que te toque y me toques".
Fine dice: "A la cuenta de tres, no podrás controlarte. Seguirás siendo voraz, increíblemente caliente, asombrosamente, increíblemente excitada e insistirás en que te toque de cualquier manera que te traiga placer". En el video aparece frotando su hombro.
Las cosas no continuaron porque la policía irrumpió en el lugar.
Otra mujer, a quien también se le conservará el anonimato, tuvo una experiencia similar. Durante su primer reunión con Fine, hizo comentarios sobre su aspecto físico. También le preguntó si sentía que sus brazos estaban "livianos" y le dijo que se "enfocara en su voz mientras contaba regresivamente", de acuedo con documentos de la corte. La mujer creyó que Fine quería hipnotizarla.
En otra denuncia contra el abogado, una víctima describió cómo realizó la hipnosis. Bajo el disfraz una "meditación" y de "atención plena", le pedía que se sentara en una silla, realizara unos cuantos ejercicios de respiración y cerrara los ojos. A veces, le pedía que mirara el espacio entre sus dedos. Se cree que hizo lo mismo a otras víctimas.
En septiembre se declaró culpable. Admitió usar su familiaridad con la hipnosis para controlar a seis mujeres, forzarlas a atender sus deseos sexuales contra su voluntad. El lunes, Fine fue sentenciado a 12 años de prisión.
El colectivo AbusosTJ, un grupo de exmiembros de los Testigos de Jehová que sufrieron abusos sexuales dentro de esta congregación, ha anunciado que presentará una denuncia contra la organización en España, según informa la agencia Europa Press.
Esta acción se une a la de los denunciantes estadounidenses que pidieron el mes de diciembre pasado en Nueva York una serie de documentos "secretos" con información sobre varios abusos que la organización religiosa supuestamente guarda en "archivos clandestinos".
De acuerdo con AbusosTJ, organización creada en Barcelona el año pasado, cuando un miembro de los Testigos de Jehová es acusado de abusos sexuales, las congregaciones cuentan con unos tribunales "secretos" con normas internas que juzgan los casos y "silencian a las víctimas". Según afirman, "miles de niños" han sido víctimas de violencia sexual.
"Te quedarás sin paraíso si lo cuentas"
Al menos tres personas en España han denunciado intentos de los Testigos de Jehová de ocultar abusos sexuales. Entre ellas se encuentra Noelia, que sufrió una violación en 1994, cuando tenía solo 8 años.
Hablando con el diario 'El Periódico', Noelia denunció que los responsables de la congregación a la que asistía en Barcelona le dijeron que se quedaría "sin paraíso" si contaba a alguien lo ocurrido.
En los últimos tiempos están emergiendo numerosos casos similares a nivel global, mientras que la entidad religiosa continúa sin cooperar con las autoridades.
En Estados Unidos, el país donde nacieron y tienen su sede, los Testigos de Jehová se han negado a facilitar documentos internos sobre este tema, prefiriendo en su lugar pagar duras sanciones que les imponen los jueces.
En Australia mantienen una política de "no informar" a la policía de tales abusos, y en Inglaterra incluso están obstruyendo investigaciones de abusos infantiles.
La Policía Nacional ha detenido a la vidente Pepita Vilallonga y a cuatro colaboradores de su tienda esotérica de Barcelona acusados de estafar 300.000 euros a una anciana de 77 años, que aceptó someterse a varios rituales, algunos inexistentes, por el control psicológico que ejercían sobre ella.
Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, tras declarar ante agentes de la Unidad de Delitos Económicos de la Policía Nacional, los cinco detenidos, entre ellos la propia Pepita Vilallonga, han quedado ya en libertad, a la espera de que les cite el juez que investiga el caso.
La víctima de esta supuesta estafa es una anciana de 77 años, con un transtorno de personalidad, que a finales de marzo de 2016 acudió a la tienda esotérica de Pepita Vilallonga, una futuróloga de la que tenía conocimiento por sus apariciones televisivas, para que la ayudara a solucionar problemas personales que la angustiaban.
Según la anciana, en tan sólo dos meses la 'vidente' y sus cuatro colaboradores le aplicaron diversos rituales en sus visitas a la tienda esotérica de la calle Mallorca de Barcelona, donde le llegaron a cobrar hasta 60.000 euros por una consulta de escasa duración.
Tras explicar su situación personal a los integrantes del Gabinete de Futurología de Pepita Vilallonga, que la visitaron en numerosas ocasiones entre el 29 de marzo y el 26 de mayo del pasado año, estos le aseguraron desde el primer momento que sus problemas se solucionarían y la sometieron a diversos rituales, como lectura de cartas de tarot.
Sin embargo, los investigados se aprovecharon supuestamente del control psicológico que tenían sobre la anciana y, conforme iban avanzando sus visitas al consultorio, se las ingeniaron para que aumentara su temor a sufrir enfermedades terminales o incluso de que sus familiares podrían verse implicados en actividades delictivas.
Atemorizar a la mujer
Para atemorizar supuestamente a la mujer, los investigados se valieron de entrevistas con el espíritu de su madre y la aparición de su padre, según la versión de la afectada.
Los detenidos, según la anciana, le advirtieron de que, debido al daño que podía sufrir, no tenían más alternativa que acudir a unos "gurús de Brasil", país al que, según le aseguraron, había viajado Pepita Vilallonga para buscar un muñequito que no se podía tocar y que era necesario llevar a enterrar en tierra santa de Israel.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, este viaje a Brasil no se produjo.
Durante los casi dos meses en que acudió a la tienda esotérica, la anciana abonó en concepto de honorarios 299.800 euros, llegando a pagar por una sola visita 60.000 euros y en otra 30.000 euros.
Una vez que la mujer había gastado prácticamente todos sus ahorros, y al comprobar que sus problemas no sólo no se solucionaban sino que se agravaban, dejó de acudir al local, ante lo que los investigados la llamaron en numerosas ocasiones para indicarle que tenía que continuar con las sesiones.
La anciana decidió no volver al local y denunció esta supuesta estafa ante la Policía Nacional, que tras examinar los hechos procedió la semana pasada a la detención de Pepita Vilallonga y sus cuatro colaboradores, ninguno de los cuales tenía antecedentes policiales, acusados de un delito de estafa continuada.
(CNN) - Charles Manson fue hospitalizado el martes, según informaron Los Angeles Times y TMZ.
Stephen Babb, portavoz del Departamento de Correctivos y Rehabilitación estatal, dijo a CNN que no puede proporcionar información sobre Manson, de 82 años, debido a las leyes de privacidad sobre información de salud.
Manson, que está encarcelado en la prisión estatal de Corcoran, en el centro de California, fue trasladado a un hospital de Bakersfield, dijo TMZ.
Una fuente le dijo al Times que Manson se encuentra en estado grave.
Manson cumple nueve cadenas perpetuas por ordenar una ola de asesinatos en el verano de 1969.
Sus crímenes
El 16 de junio de 1970, Manson y tres de sus seguidores -Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, conocidos como la familia Manson- fueron a juicio en Los Ángeles.
El primer grupo de víctimas: la actriz Sharon Tate, que estaba embarazada de ocho meses; el estilista de celebridades Jay Sebring; la heredera de una fortuna de café Abigail Folger; el escritor Wojciech Frykowski; y Steven Parent, un amigo del portero de la familia. Murieron el 9 de agosto de 1969, en la casa de Tate y su marido, el famoso director de cine Roman Polanski, quien se encontraba fuera del país en ese momento.
A la noche siguiente, más muertes: el ejecutivo Leno LaBianca y su esposa, Rosemary, fueron asesinados en su casa.
Aunque Manson ordenó la matanza, no participó en ella.
En las dos noches, los asesinos infligieron un total de 169 puñaladas y siete heridas de bala de calibre 22 a sus siete víctimas. Ambas escenas del crimen revelaron detalles horripilantes.
La palabra "cerdo" fue escrito con la sangre de las víctimas en las paredes de una de las casas y la puerta de entrada de la otra. Había otra frase aparentemente garabateada con sangre: Helter Skelter. La razón de las inquietantes consignas, según el fiscal, es que Manson quería iniciar una guerra racial y tenía la esperanza de que los Black Panthers fueran culpados por las muertes.
Durante el juicio, Manson y sus seguidores crearon una atmósfera circense en la corte cantando, riendo, y con ataques de ira.
Manson fue condenado inicialmente a muerte, pero la pena de muerte fue abolida brevemente en el estado y sus sentencias fueron conmutadas por cadena perpetua.
A Manson se le ha negado la libertad condicional 12 veces. Su próxima audiencia está programada para el 2027.
2016 se despide siendo uno de los años con mayor número de sucesos. En estos 12 meses, desapariciones, asesinatos y casos de violencia de género han copado un importante espacio en El Confidencial. También dos muertes hicieron que muchas conciencias se removieran: la de una niña de 12 años que perdió la vida por un coma etílico durante un botellón y la de Rosa, la anciana que murió en un incendio causado por una vela tras quedarse sin luz por no poder pagarla.
Sin embargo, un nombre ha destacado por encima de todos: el de Diana Quer. Desaparecida desde el 22 de agosto, no se sabe de ella nada desde entonces. Las pistas acerca de la joven, de 18 años, son escasas. Solo se sabe que no pasó por casa y que no llevaba un pantalón rosa aquel día. Lo demás son incógnitas y suposiciones: desde qué contiene su teléfono móvil -encontrado el 27 de octubre por un mariscador- hasta si se subió a un coche y fue raptada o que está en Estados Unidos como cree su madre.
En estos cuatro meses sin la joven, su nombre sigue copando horas en televisión y sus padres se han convertido en el foco de atención al protagonizar varios desencuentros y reproches en directo. De hecho, se han desvelado no solo intimidades de Diana, sino también de su hermana Valeria, menor de edad, cuya custodia le fue retirada el agosto a su madre, que acaba de recuperarla hace solo unos días. Maltrato, insultos, anorexia, ansiolíticos... la vida de Diana Quer ha quedado casi al descubierto.
La desaparición de Manuela Chavero
Otra desaparición, aunque no tan mediática, ha sido la de Manuela Chavero. En trámites de separación y con dos hijos de 14 y 6 años su pista se perdió el pasado 5 de julio en Monesterio (Badajoz).
Dejó la luz y la del salón encendidas al igual que la televisión. También se encontró su cartera y su teléfono móvil en la vivienda, cuya cerradura no estaba cerrada. Las batidas no han dado ningún resultado.
Según la policía, primero asesinó a su tía Janaína Amérivo, después a los niños y, por último, a su tío, Marcos Campos, que fue el último en llegar a casa. Sus cuerpos fueron descuartizados y repartidos en seis bolsas de plástico.
La hipótesis que manejan los investigadores es un crimen pasional ya que Patrick estaría enamorado de su tía, de ahí en ensañamiento a la hora de matar a su tío, que murió desangrado por la multitud de cortes y heridas que tenía en su cuerpo.
Una mujer degollada, un hombre con un hachazo...
El triple asesinato en la calle Marcelo Usera de Madrid también copó un importante espacio en los medios. El pasado mes de junio, el incendio en un despacho de abogados alertó a la policía al encontrar en el interior los cuerpos de tres personas: una mujer degollada, otra con un fuerte golpe en la cabeza -ambas de nacionalidad cubana- y un hombre con un hachazo.
Con un disparo en la cabeza y dentro su coche de alta gama. Así fue encontrada el pasado 9 de enero María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo. Fuentes de la investigación apuntan a que se trata de un asesinato por encargo y que el asesino consiguió salir de España.
Violación en grupo en Sanfermines
Aunque, sin duda, uno de los sucesos más mediáticos ha sido la violación en grupo que sufrió durante los Sanfermines una joven de 18 años, que se ha saldado con la detención de cinco personas, entre ellos un Guardia Civil y un militar. Todos ellos están en prisión y no era la primera vez que abusaban sexualmente de una mujer.
Violencia de género
Hasta el Congreso de los Diputados llegó la muerte de Rosa Pitarch, una mujer de 81 años que al no poder pagar la factura de la luz murió en un incendio provocado por una vela con la que iluminaba su casa. Su fallecimiento puso de relieve la situación de pobreza energética en la que viven muchos españoles y llevó a Podemos a manifestarse frente a todas las sedes de Gas Natural Fenosa por haberle cortado la luz. La formación morada llevó a la Cámara Baja una proposición de ley sobre esta cuestión pero fueron PP y PSOE los que cerraron el acuerdo que permitirá prohibir los cortes de suministro eléctrico a familiar "muy vulnerables".
De nuevo, la violencia de género ha puesto de relieve que se trata de una cuestión de Estado. Durante 2016 49 mujeres han sido asesinadas por su parejas o exparejas. Entre ellas la periodista de 'El Mundo' Yolanda Pascual, que murió tras ser apuñaldada por su expareja, o la de Victòria Bertrán, que fue asesinada por su marido, el periodista Alfonso Quintà, que después se suicidó tras dejar una nota en la que informaba de que su mujer quería separarse de él.