Neal Falls murió mientras trataba de ahorcar a una trabajadora del sexo
Neal Falls, un estadounidense de 45 nacido en
Oregón (EE.UU.), ha causado una gran controversia después de morir a manos de una
prostituta. Y es que, las autoridades norteamericanas le han identificado
como un posible asesino
en serie. Así lo afirma la versión digital del diario «Clarín»,
desde donde se ha señalado que la mujer acabó con su vida con la misma pistola
que él pretendía usar para obligarla a ahorcarse.
Al parecer, esta
curiosa historia se sucedió después de que Falls contactara con la prostituta
(cuyos datos personales no han sido facilitados) a través de un
anuncio publicado en la red. Tras acordar un precio y un lugar para el
servicio, ambos se reunieron en la casa de la mujer, ubicada en Clarleston. No
obstante, lo que parecía un trabajo normal se convirtió en extraordinario para
la chica cuando descubrió a su cliente.
«Me di cuenta de que
ya había hecho algo porque me dijo que iba a ir a la cárcel por mucho tiempo.
Entonces, supe que me iba a matar», explica la prostituta en
declaraciones recogidas por el diaria sudamericano. La mujer no estaba
equivocada pues, a los pocos minutos, Falls sacó una pistola y una soga con la
que, según la mujer, pretendía ahorcarla. Con todo, parece que en este caso su
plan salió horriblemente mal, pues la chica empezó a forcejear con él y,
finalmente, consiguió dispararle y acabar con su vida. Ella, por su
parte, acabó con un hombro dislocado y una vértebra rota.
Un asesino en serie
Tras tener constancia
del suceso, la policía investigó el pasado y la casa de Falls. La sorpresa de
los agentes no pudo ser mayor cuando hallaron en su vivienda todo tipo de armas
como cuchillos, esposas y una pala. A su vez, también les sobresaltó que en uno
de los bolsillos del cadáver apareciera una lista con otras 10 prostitutas aún
vivas. Todo ello hizo sospechar a las autoridades que el sujeto pensaba
cometer varios asesinatos en un futuro.
Por otro lado,
también iniciaron una investigación para saber si esos posibles crímenes
podrían estar relacionados con una serie de desapariciones y homicidios
sucedidos entre 2000 y 2008 en Ohio, Nevada y otra veintena de estados. «Por el
hecho de que tuviera 45 años, usara esas herramientas, y pretendiera cometer un
crimen tan organizado y violento, es poco probable que fuera su primer crimen»,
ha explicado el teniente de policía de Charleston, Steve Cooper.