Bruselas, 28 ago (EFE).- El Tribunal de Casación de Bruselas ha dictado hoy libertad provisional para la exesposa y cómplice del pederasta y asesino Marc Dutroux, Michelle Martin, que será acogida en un convento de monjas Clarisas en Malonne, en el sur de Bélgica.
Esta decisión viene a confirmar el fallo anterior de un tribunal de ejecución de penas contra el que las familias de las víctimas de Dutroux interpusieron un recurso.
Martin, de 52 años, ha cumplido dentro de prisión 16 de los 30 años a los que fue sentenciada en su día como cómplice del secuestro y la violación de varias niñas en los años 90.
El ingreso en el convento para acceder así a la libertad provisional fue una petición de los abogados de la exesposa del pederasta belga, quienes en el pasado ya intentaron que un convento francés la acogiera, pero se toparon con el rechazo de París.
El padre de una de las niñas asesinadas, Jean-Denis Lejeune, ha señalado a la agencia belga que le ha invadido "un sudor frío" al conocer la decisión a través de una llamada de su abogado y que, para él, "Michelle Martin es tan culpable como Marc Dutroux" de la muerte de su hija Julie.
Uno de los abogados de las familias de las menores que se encontraba en la sala ha pedido ante la prensa y tras conocerse el fallo "un cambio en la legislación", pues "la ley debe escuchar a las víctimas".
Por el momento, ningún familiar ni letrado se ha pronunciado sobre si recurrirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, única instancia ya disponible contra la decisión de la corte belga de hoy.
El acogimiento de la reclusa por las hermanas Clarisas de Malonne ha levantado gran revuelo en el país, así como en la pequeña localidad valona, de apenas 5.000 habitantes.
Incluso algunas voces de la Iglesia católica del país, como el arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor André-Joseph Leonard, se han desentendido de la decisión de las monjas y han señalado que "depende de la voluntad de las hermanas" acogerla o no.
El obispo de Lieja, por su parte, ha dicho que valora "la gran cristiandad" de las monjas que la ayudarán en su reinserción.
Otro motivo de crítica a la reclusión de Martin en el convento es el coste de la seguridad y la protección que deberá recibir en Malonne, que, según el presidente del sindicato de policías SLFP, ascenderá a 120.000 euros al mes.
El diario francófono "Le Soir" se ha hecho eco de las numerosas reuniones que, a la espera de la llegada de Martin, han celebrado ya la Policía local y federal, el Ministerio de Interior y el Ayuntamiento de Namur (capital de Valonia y muy cercana a Malonne).
Hasta cuatro policías al día se turnarán para la protección fuera y dentro del convento.
El pasado viernes alrededor de un millar de personas se manifestaron en Malonne para mostrar su rechazo a su nueva "vecina" y advirtieron de que el convento se encuentra próximo a tres colegios.
La congregación de las Clarisas cuenta con una tradición en el pueblo de 100 años y en su espacio de vida contemplativa y oficios diaria también recibe a huéspedes que quieren hacer un retiro espiritual.
Martin, como cualquier otra persona en libertad condicional, deberá atender todas las citas con el juez de vigilancia penitenciaria y, aunque podrá salir del convento, tendrá prohibido acercarse a la residencia de sus víctimas, así como mantener contacto con los medios de comunicación.
Martin fue condenada en 2004, estando ya en prisión provisional, por haber participado en el secuestro de varias de las víctimas del pederasta y por haber dejado morir de hambre a dos de ellas, de 8 años, encerradas en un escondrijo subterráneo en la casa de la pareja en Charleroi.
Dutroux, de quien Martin se divorció en 2003, fue condenado a cadena perpetua por el secuestro y violación de seis niñas entre junio de 1995 y agosto de 1996, además del asesinato de las dos menores que murieron encerradas y de una pareja presuntamente cómplice de los hechos.