EFECTOS DE LAS DETONACIONES EN DIFERENTES DISTANCIAS Y ANGULOS
Una de las ramas de la Criminalistica es la Balística Forense, concepto bajo el que se agrupan una serie de temas muy diversos que requieren el concurso de distintas y variadas ciencias y que, en conjunto, “tienden a resolver los hechos criminales en los que intervengan armas de fuego”.
El punto de enfoque de este estudio es distinto al del militar o al del técnico en balística o armamento. Abarca campos tan dispares como:
-La Balística funcional o mecánica, trata de determinar las características y el estado de funcionamiento de las armas de fuego, especialmente en lo referente a sus sistemas de seguridad.
-La Balística externa abarca todos los fenómenos que ocurren desde que el proyectil abandona él anima del arma hasta que impacta en el blanco.
-La Balística identificativa se ocupa de establecer una relación de identidad entre los casquillos y/o proyectiles recuperados con ocasión de un hecho delictivo y aquellos otros indubitadamente disparados por el arma sospechosa de haberlo cometido.
-La Balística de efectos trata sobre las consecuencias que un proyectil ocasiona sobre el blanco en el que impacta en virtud de su poder de penetración o detención, fundamentalmente.
Una parte de la Balística de efectos es la Balística de las heridas, considerada como la que se ocupa del estudio objetivo de los efectos que las balas de las armas ligeras producen sobre el cuerpo humano.
Los efectos que estas balas pueden ocasionar sobre el cuerpo humano son fundamentalmente tres:
-El efecto hidráulico, se basa en el hecho de que todo sólido que penetra bruscamente en un liquido encerrado y llenando por completo una vasija, ocasiona una sobrepresion dentro de la misma (proporcional al cuadrado de la velocidad incidente del sólido) que es capaz de hacer estallar dicho recipiente.
-El Shock traumático, es un hecho real pero no perfectamente explicado por la medicina, fundamentalmente por las grandes dificultades que se presentan cuando se pretende llevarlo al campo experimental.
-El efecto hidrodinámico, es de escasa importancia. Según la bala profundiza en su penetración, se van produciendo cizallamientos y desplazamientos del tejido muscular que componen el propio mecanismo de la lesión; pero, al mismo tiempo, aparece una onda de choque (breve e intensa) que se desplaza por el tejido biológico a velocidad mayor que el proyectil (es superior a la del sonido) y por delante de él. Pero puesto que esta onda no ocasiona ni desplazamientos ni transportes de los tejidos, no son de esperar lesiones de ninguna clase.
Experiencias realizadas con armas cortas de los calibres más usuales disparando sobre bloque de gelatina (los efectos que se ocasionan se consideran comparables a los que se obtendría sobre tejido muscular animal) a distancias a las que habitualmente se efectúan los disparos (entre 3 y 15 metros) nos han permitido llegar a las siguientes conclusiones:
El impacto mortal con un fulminante fuera de combate, solo se consigue sobre órganos vitales como el corazón, el cerebro, medula, grandes vasos y bulbo raquídeo.
Solo si el proyectil incide en el organismo con velocidad próxima a los 400 m/s, se ocasiona un intenso efecto hidráulico. Por eso, las balas de cartucheria de armas cortas raras veces consiguen el efecto hidráulico pleno; solo el calibre 9 mm. Parabellum se aproxima a distancias muy cortas.
Un impacto a quemarropa en la cabeza, con munición del calibre 9 mm. Parabellum, produce estallidos de la bóveda craneal por sus líneas de fractura con salida de la masa encefálica.
En impactos sobre partes blandas, las balas semiblindadas consiguen una incapacidad para el combate mayor que las blindadas. Los impactos sobre extremidades solo son eficaces si el hueso resulta afectado
Estos tres efectos que considera la Balística de las heridas son de gran complejidad y su estudio esta reservado a la Medicina. Pero estos efectos van precedidos por una herida que es radicalmente distinta según la parte del cuerpo humano en que se produzca y el tipo de arma que la cause, con influencia del calibre, naturalmente. Y aquí si tiene un importante papel para la Criminalistica.
Se trata de determinar el calibre del arma que efectuó el disparo, la distancia a la que se realizo y la trayectoria que siguió. Veamos pues, como puede la Balística de efectos determinar estos aspectos que en numerosos casos van a ser de gran trascendencia para la resolución de un hecho criminal.
Después de un disparo, la bala es acompañada a corta distancia por:
1. Por los gases de la explosión, el humo, los restos carbonosos y los productos procedentes de la combustión de la pólvora y por los residuos del fulminante.
2. Por la llama procedente de deflagración de la pólvora.
3. Por los granos de pólvora no quemados que son proyectados en un haz de forma cónica y representan otros tantos pequeños proyectiles secundarios.
4. Por el taco (en cartuchos de caza).
Por todo ello, en una herida producida por un arma de fuego, nos vamos a encontrar unos “caracteres constantes” (que nos van a permitir reconocerla) y otros “caracteres de proximidad” que nos van a permitir determinar la distancia de disparo. Los caracteres constantes son:
a) El orificio de entrada.
b) El collarete erosivo, que es el resultado de la excoriación epidérmica alrededor del orificio de entrada.
c) El anillo de suciedad, es un ribete negro, circular, que se sitúa en el borde del orificio de entrada, sobre el collarete erosivo. Este anillo está formado por la herrumbre, partículas metálicas, granos de pólvora y suciedad que hubiera en el ánima del arma antes del disparo.
d) Una infiltración hemorrágica señala la contusión de la piel.
e) El orificio de salida.
Los caracteres de proximidad acompañan a los disparos efectuados a corta distancia. Son los siguientes:
a) La estrella.
La fuerza de expansión de los gases provoca una herida contusa con orificio irregular, estrellado y, sobre todo, una cavidad anfractuosa debida al despegue de los tegumentos: es el “cuarto de mina”, cuyas paredes están tapizadas por restos negruzcos compuestos de humo, partículas metálicas, granos de pólvora, mezclados con sangre y fibras de vestidos.
b) La quemadura.
La combustión de la pólvora de propulsión del proyectil produce gases muy calientes que siguen su misma dirección.
c) La mancha.
La mancha negra es una aureola nebulosa que representa el deposito pulverulento de los productos de la combustión.
d) El tatuaje.
Los tatuajes proceden de los granos de pólvora no quemados, cuya fuerza de penetración es suficiente para desgarrar la epidermis e incrustarse.
Un caso particular de las heridas producidas por armas de fuego está formado por las producidas por armas de caza. Las heridas a cañón tocante en la cabeza producen efectos gravísimos, realmente mutilantes, por dos factores: la carga de proyectiles que entra en el interior del cráneo y libera toda su energía produciendo una violenta presión interna, y los gases procedentes de la combustión de la carga de propulsión; el resultado de este aumento de presión en la estructura rígida del cráneo es su explosión.
Las heridas en la cabeza producidas a distancias próximas son casi tan graves como las anteriores porque los perdigones todavía de desplazan formando una sola y única masa.
Sin embargo, las heridas a cañón tocante en el tronco parecen relativamente sin importancia en comparación con las destrucciones masivas que provocan las anteriores. El orificio de entrada es sensiblemente circular y de diámetro aproximadamente igual al del ánima del cañón; los gases que penetran en la herida producen una dilatación de las paredes torácicas o abdominales que envuelven la boca de fuego del arma y quedan marcadas con su silueta, e incluso a veces, por su punto de mira.
A medida que la distancia de disparo aumenta, irán apareciendo los caracteres de proximidad que hemos descrito y si aumenta aun más, crecerá también el diámetro de la herida (p.ej.: una escopeta de caza del calibre 12 con cañón cilíndrico, a un metro de distancia, produce un único orificio de entrada del orden de los 3 cm.) y a partir de, aproximadamente, 1´2 metros de distancia, comienzan a aparecer orificios producidos por perdigones aislados y dispersos. Por encima de los tres metros, se ocasiona una gran diversidad de formas de impactos que dependerá de la munición utilizada, del “choque” del cañón utilizado y, por supuesto y en mayor medida, de la distancia.
También hay que tener en cuenta que en distancias comprendidas entre los 30 y los 90 cm., suelen ser observables unas marcas en forma de pétalo, o de cruz de Malta, en torno al orificio de entrada producidas por el plástico de copa que alija a los perdigones; a distancias mayores, los tacos se desvían de la trayectoria de los proyectiles y pueden dejar su marca al lado del orificio de entrada, sin penetrar.
En estos casos no son frecuentes los orificios de salida puesto que la mayoría de los perdigones ceden toda su energía en el cuerpo de la victima.
Es importante tener en cuenta que en todos los casos de heridas producidas por escopetas, la distancia de disparo puede ser determinada con precisión, mediante la ejecución de disparos experimentales que es necesario realizar con la misma arma y tipo de cartuchos utilizados en los hechos que nos ocupa
Para ampliar información: http://www.sc.ehu.es/scrwwwsr/kirurgia/Kirurgia2003e/Armasfuego.htm